Friday, March 6, 2020

De Stanislas de Guaita a los SS::: II:::


De Stanislas de Guaita a los SS::: II:::


Querido Hermano:

Ya has sido revestido sucesivamente con los tres grados jerárquicos de nuestra Orden; te saludamos como S::: I:::, y cuando hayas transcrito y meditado nuestros cuadernos, serás a su debido tiempo, un Iniciador. A tus leales manos se les confiará una importante misión: te incumbirá su carga, pero también el honor de formar un grupo del que serás, ante tu conciencia y ante la Divina Humanidad, el Padre intelectual y también el Tutor moral.
No se trata de imponerte unas convicciones dogmáticas. Que te creas materialista o espiritualista o idealista, que profeses el cristianismo o el budismo, que te proclames libre-pensador o que incluso remedes el escepticismo absoluto, poco nos importa al fin y al cabo; no heriremos tu corazón molestando tu espíritu con problemas que no debes resolver más que frente a frente con tu conciencia y en el silencio solemne de tus pasiones aplacadas.
Siempre lleno de un amor verdadero hacia los hermanos humanos, nunca trates de disolver los lazos de solidaridad que te unen estrechamente al Reino Hominal considerado en su síntesis. Tú perteneces a una religión suprema y realmente universal, pues es ella la que se manifiesta e impone (multiforme, cierto, pero esencialmente idéntica a sí misma) bajo los velos de todos los cultos esotéricos, tanto de Occidente como de Oriente.
Como Psicólogo, expresa ese sentimiento con el nombre que quieras: Amor, Solidaridad, Altruismo, Fraternidad, Caridad; como economista o filósofo, llámalo si quieres tendencia al Socialismo, al Colectivismo, o al Comunismo ¡Poco importan las palabras!
Como místico, hónralo bajo los nombres de Madre divina o Espíritu Santo.
Seas lo que seas, no olvides jamás que en todas las religiones verdaderamente ciertas y profundas (o sea, las que están fundadas en el Esoterismo) la puesta en marcha de ese sentimiento es la Enseñanza primaria, capital, y esencial de ese mismo Esoterismo.
Búsqueda sincera y desinteresada de la Verdad; he aquí lo que tu Espíritu se debe a sí mismo.
Fraternal mansedumbre respecto a los hombres; esto es lo que tu Corazón le debe al prójimo.
Exceptuando estos dos deberes, nuestra Orden no pretende darte otros, al menos de forma imperativa.
Ningún dogma religioso o filosófico se impone a tu fe. Respecto a la doctrina cuyos principios esenciales hemos resumido para ti, sólo te rogamos que la medites a placer y no tomes partido. Es solamente por la persuasión que la Verdad tradicional quiere conquistarte a su causa.
Hemos abierto a tus ojos los sellos del Libro M, pero eres tú quien primero debe deletrear la letra, y después penetrar al Espíritu de los misterios que este libro encierra.
Te hemos iniciado; el papel de tus Iniciadores ha de limitarse solo a esto. Si por ti mismo comprendes la inteligencia de los Arcanos, merecerás el título de Adepto, pero no olvides esto: es en vano que los más sabios Maestros quieran revelarte las fórmulas supremas de la ciencia y el poder mágico; la Verdad oculta no puede transmitirse en un discurso, puesto que cada cual debe evocarla, crearla y desarrollarla en su interior.
Desde ahora eres “Iniciatus”, al que otros han puesto en la vía; esfuérzate por llegar a ser Adepto, el que ha conquistado la Ciencia por sí mismo. En una palabra: el hijo de sus obras.
Nuestra Orden, como te he dicho, limita sus pretensiones a la esperanza de fecundar el buen terreno, sembrando por doquier el buen grano; las enseñanzas de los S::: I::: son precisas, pero solo son elementales.
Tanto si este programa secundario basta para satisfacer tu ambición, como si tu destino te impulsa un día al umbral del templo misterioso donde irradia, desde hace siglos, el luminoso tesoro del Esoterismo Oriental, escucha las últimas palabras de tus Incógnitos hermanos, y ojalá ellas puedan germinar en tu espíritu y fructificar en tu alma.
Yo te aseguro que en ellas el criterio infalible del Ocultismo y la clave de la bóveda de la síntesis esotérica están allí, y no en otra parte. ¿Pero a qué insistir si tú puedes comprender y creer? Y en caso contrario, ¿para qué insistir?
Eres libre de creer, pues lo que me resta por decir es una alegoría mística o una fábula literaria sin valor alguno, o incluso una audaz impostura.
Eres libre, pero ESCUCHA, ¡que germine o se pudra el grano que voy a sembrar!

*****

En principio, en la raíz del Ser, está lo Absoluto.
Lo Absoluto, que las religiones llaman Dios, no se puede concebir y quien pretenda definirlo desnaturaliza su idea, asignándole unos límites: Un Dios definido es un Dios finito.
Pero en ese insondable Absoluto, emana eternamente la Diada andrógina, formada por dos principios unidos indisolublemente: el Espíritu Vivificador y el Alma viviente Universal.
El misterio de su unión constituye el Gran Arcano del Verbo. Y el Verbo es el Hombre colectivo considerado en su síntesis divina antes de su desintegración. Es el Adán Celeste antes de su caída, antes de que ese Ser Universal se haya modalizado, pasando de la Unidad al Número, de lo Absoluto a lo Relativo, de la Colectividad al Individualismo, del Infinito al Espacio y dela Eternidad al Tiempo.
He aquí unas ideas de la enseñanza tradicional sobre la caída de Adán: Incitados por un móvil interior cuya naturaleza esencial es mejor callar, móvil que Moisés llamó NAHASH, y que nosotros (si te parece) definiremos como la sed egoísta de la existencia individual, un gran número de Verbos fragmentarios de conciencias potenciales vagamente despertadas a modo de emanación en el seno del Verbo Absoluto, se separaron de ese Verbo que los contenía.
Se separaron, como ínfimos submúltiplos dela Unidad-madre que los había engendrado. Simples rayos de ese Sol oculto se dispararon hacia lo infinito de las tinieblas en su naciente individualidad, que ellos anhelaban con independencia de todo principio anterior, o sea con autonomía.
Pero como el rayo luminoso sólo proviene de una existencia relativa en relación con el fuego que lo ha producido, esos Verbos igualmente relativos, desprovistos de principio auto divino y de luz propia, se oscurecieron a medida que se alejaban del Verbo absoluto.
Cayeron en la materia, mentira de la sustancia en delirio de objetividad; en la materia que es al No-Ser lo que el Espíritu es al Ser, descendieron hasta la existencia elemental, luego a la animalidad, después a lo vegetal, hasta lo mineral Así nació la materia, que al momento fue elaborada por el Espíritu, y el Universo concreto tomó una vida ascendente, que se remonta desde la piedra, apta para la cristalización, hasta el hombre, susceptible de pensar, de rogar, de asistir a lo inteligible y de sacrificarse por el prójimo.
Esta repercusión sensible del Espíritu cautivo, sublimando las formas progresivas de la Materia y la Vida, tratando de salir de su prisión. La Ciencia contemporánea lo constata y lo estudia con el nombre de Evolución. La evolución es la universal Redención del Espíritu. Al evolucionar, el Espíritu se remonta. Pero antes de remontar, el Espíritu había descendido, y es a esto a lo que llamamos Involución.
¿Cómo el submúltiplo verbal se detuvo en un punto dado de su caída? ¿Qué Fuerza le permitió retroceder? ¿Cómo al fin despertó en él la conciencia de su divinidad colectiva bajo la forma aún imperfecta dela Sociabilidad? Estos son unos misterios profundos que no podemos abordar aquí y de los que tú sabrás adquirirla Inteligencia, si te acompaña la Providencia.
Yo callo. Te hemos conducido bastante adelante de la vía; ahora estás provisto de una brújula oculta que no te permitirá extraviarte jamás, o al menos hallar siempre el buen camino.
Esos datos son necesarios sobre el “gran asunto" del destino humano; tú eres quien debe decidir el resto y hallar la solución al problema.
Más debes comprender, Hermano mío, y te lo pido por tercera y última vez, debes comprender que el Altruismo es la vía que conduce al objetivo único y final; me refiero a la reintegración de los submúltiplos en la Unidad Divina; la única doctrina que da los medios, que es la destrucción de los obstáculos materiales para la ascensión a través de las jerarquías superiores, hacia el astro central de la regeneración y la paz.
No olvides que el Adán Universal es un Todo homogéneo, un Ser vivo, del que nosotros somos los átomos orgánicos y las células constitutivas. Todos vivimos unos en los otros, los unos para los otros; y si nos fusionásemos individualmente salvados (hablando en lenguaje cristiano), no cesaríamos de sufrir y luchar hasta que los demás hermanos estuviesen salvados como nosotros.
El Egoísmo inteligente concluye, pues, como ha concluido la Ciencia tradicional: la fraternidad universal no es un engaño, sino una realidad de facto.
Quien trabaja para otro trabaja para sí; quien mata o hiere al prójimo se mata o hiere así mismo; quien ultraja, se insulta a sí mismo.
No obstante, no dejes que estos términos místicos te asalten; la doctrina elevada no tiene nada de arbitraria; nosotros somos los matemáticos de la ontología, los algebristas de la metafísica.
Recuerda, hijo dela Tierra, que la gran ambición debe ser reconquistar el Edén zodiacal del que no habrías debido descender nunca, y entrar por fin en la inefable Unidad, FUERA DELA CUAL NO ERES NADA, y en cuyo seno hallarás, tras muchos trabajos y tormentos, la paz celeste, ese sueño consciente que los indios conocen con el nombre de NIRVANA: que es la beatitud suprema de la Omnisciencia en Dios.

Fraternalmente:

STANISLAS DE GUAITA
(S::: I:::)

Portal Martinista del Guajiro


HERMANO, YA LLEGASTE A LA PUERTA DEL TEMPLO

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