Wednesday, July 28, 2021

El Delta Radiante - Et Tenebrae Eam Non Comprehenderunt - Y la Oscuridad no ha Vencido

 

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El Delta Radiante
Et Tenebrae Eam Non Comprehenderunt
Y la Oscuridad no ha Vencido

Jean-Marc Vivenza
Extracto de su obra:
"Los Élus Cohen y el Régimen Escocés Rectificado"


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El Delta radiante, en el Régimen Escocés Rectificado, representa la Imagen primitiva del primer Adán, que se ha hecho visible con el último Adán, el Hombre-Dios, el Verbo Divino encarnado, el Dios hecho hombre. Esta encarnación, que fue también la venida de la Luz, vista en el drama divino que se muestra en torno a la persona del Salvador, enfrenta directamente la Luz a las tinieblas. He aquí ciertamente la razón de la asimilación del mundo a las tinieblas en el texto evangélico que es utilizado para colocar el Delta en la Logia. En efecto, alejar las tinieblas supone en primer lugar recibir al Verbo, Luz de los hombres y del mundo, es aceptar la acción transformadora y “deiforme” que nos propone la encarnación, puesto que “ser cristiano es ser en Dios desde aquí abajo y desde ahora”, ser en Dios, es decir, estar en su Luz y vivir de su Luz….

Podría ser que Louis-Claude de Saint-Martin tratará de esto al revelarnos la clave de este sorprendente enigma cuando nos muestra que el triángulo es sin duda el hombre, y en otros sitios, muy generalmente, el compuesto material en tanto que imagen general de las cosas creadas y asimiladas a las tinieblas como pensaba Martines, y como lo da a entender el hecho de que el triángulo de la logia rectificada esté rodeado por la frase del Prólogo de San Juan evocando esta negra esencia del mundo, pero que al mismo tiempo sea igualmente y en una relación idéntica, aunque en un orden singularmente diferente de excelencia y de suprema Santidad, la Divinidad encarnada.

El Triángulo encarnaría entonces, a la perfección, el principio de “imagen y semejanza”, representando, ante nuestros ojos, toda la historia del hombre desde su emanación divina primitiva hasta su retorno en gloria por la gracia del Divino Reparador, según una suerte de donación gratuita de una parte de la Esencia Divina que él ha, ¡desgraciadamente!, perdido temporalmente, habiendo sido por su terrible Caída aprisionado en las “tinieblas” de su cuerpo material, esencia y primera propiedad que está, no obstante, destinada a retornar si obra y acoge en él la “Luz” radiante del Verbo de Dios… La Triple potencia en tanto que pensamiento, voluntad y acción, simboliza bien la “Toda Potencia” de la Santa Trinidad en su esencia activa y redentora operando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, que envía al Verbo, tomando forma humana, para restaurar en justicia a los hijos de Adán en su ser original, sobre lo que nos instruye de hecho el Delta de Oriente…

La perfección del Ternario, donde el Delta luminoso simboliza la verdad, destinado de esta forma a devolver al hombre a su primer estado de perfección por la acción concreta del Verbo en el mundo, confiere al Triángulo de Oriente la misión de recordarnos la primera propiedad de Adán unida a la humanidad de Jesús-Cristo. De aquí que la constante relación ternaria en logia se halle particularmente marcada en el Régimen Escocés Rectificado, fundamento metafísico así como base simbólica muy particularmente resaltada en este Rito, donde la noción de luz está constantemente referida a la Revelación.

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Monday, July 19, 2021

Zoroastro y Budha Los Grandes Iniciados IV Edouard Schure

 

Zoroastro y Budha

Los Grandes Iniciados IV
Edouard Schure
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IV
LA VOZ EN LA MONTAÑA

Corría el caballo a todo galope por colinas y llanos, hasta que llegó Ardjasp a los montes de Albordj. Entre abruptas rocas vio de nuevo la senda que conducía al valle de florido césped entre nevadas cimas.

Al aproximarse a las cabañas de madera vio labradores hendiendo el surco con el arado del que tiraban humeantes caballos. Y la tierra removida a lo largo de los surcos humeaba de placer también bajo la reja del arado y las pezuñas de las caballerías.

Sobre un altar de piedra en pleno campo, había un cuchillo y encima de él un manojo de flores en forma de cruz. Su visión serenó el alma de Ardjasp.

Sentado bajo su tienda, halló a Vahumano, el venerable patriarca, administrando justicia a su tribu. Sus ojos semejaban un sol de plata salido de niveos cimales. Su barba, de verdosa blancura, podía compararse a los liqúenes que recubrían los viejos cedros, en los flancos del Albordj.

— ¿Qué quieres de mí? — preguntó el patriarca al extranjero —. Tú estás enterado del rapto de Arduizur por el rey Zohak, Ardjasp.

— He presenciado su suplicio en Baktra, convertida en presa de los turianos. Tienes fama de noble y de sabio. Eres el último descendiente de los sacerdotes del sol. Tú eres sapiente y poderoso por el favor de los altos Dioses. A ti vengo en busca de luz y de verdad para mí; de liberación y de justicia para mi pueblo.

— ¿Posees la paciencia que desafía al tiempo?. ¿Te hallas presto a renunciar a todo en aras de tu obra?. Porque sólo te hallas al comienzo de las pruebas y sufrirás durante toda tu vida.

— Toma mi cuerpo, toma mi alma — dijo Ardjasp — si con ello puedes ofrecerme la lumbre que sacia y la cuchilla que libera. Sí, dispuesto estoy a todo si puedo lograr por medio de esa luz y esa cuchilla salvar a los arios y arrebatar a Arduizur de su verdugo.

— Entonces, puedo ayudarte — dijo Vahumano —. Habita entre nosotros durante un tiempo. Vas a desaparecer a los ojos de los tuyos. Cuando te vean nuevamente serás otro. A partir de este momento tu nombre no será ya Ardjasp, sino Zarathustra que significa Dorada Estrella o Esplendor del Sol. (Zarathustra es el nombre zenda del que tomaron los griegos la forma posterior de Zoroastro. Los parsis dan al gran profeta ario el nombre de Zerduscht).

Te habrás convertido en apóstol del Ahura-Mazda, aureola del Omnisciente, Viviente Espíritu del Universo.

Así se convirtió Zoroastro en discípulo de Vahumano. (Ciertos cabalistas judíos, algunos gnósticos y los rosacruces de la Edad Media, confunden a Vahumano, el iniciador de Zoroastro, con Melquisedec, iniciador de Abraham).

El patriarca, sacerdote del sol, conservador de una tradición que se remontaba a la Atlántida, comunicó a su discípulo cuanto sabía de la ciencia divina y del presente estado del mundo.

La electa raza de los arios — dijo Vahumano — ha caído bajo el yugo fatal de los turanios, excepto algunas tribus montaraces. Pero éstas lograrán salvar la raza entera. Los turanios adoran a Arimán y viven supeditados a su influjo.

— ¿Quién es, pues, Arimán?.

— Existen innumerables espíritus entre cielo y tierra — contestó el anciano — Infinitas son sus formas, y como el ilimitado cielo, posee el insondable infierno de sus grados. Éste a que te refieres es un poderoso arcángel llamado Adar-Assur (Lo hallamos bajo tal denominación en la tradición asiria de Nínive y la caldea de Babilonia) o Lucifer que se precipitó en el abismo para abrasar a todas las criaturas con el fuego devorante de su antorcha. Es el más grande sacrificado por el orgullo y el deseo, el que busca a Dios en sí mismo aun en el fondo del precipicio. Caído, conserva todavía el divino recuerdo y algún día hallará nuevamente su corona, su perdida estrella. Lucifer es el arcángel de la luz. Pero Arimán (En zenda, Angra-Mayniú. He adoptado en este relato la mayor parte de los nombres de la tradición greco-latina, porque consuenan mejor a nuestro oído y evocan más recuerdos. El concepto de Mefistófeles en el Fausto de Goethe, corresponde exactamente al de Arimán ton la adición del escepticismo y la ironía modernos) no es Lucifer, sino su reverso y su sombra, príncipe de las potestades tenebrosas. Frenéticamente adherido a la tierra, niega al cielo y no se dedica más que a la destrucción. Ha profanado, los altares del fuego y suscitado el culto a la serpiente, propagador de la envidia y del odio, de la opresión y del vicio, del furor sanguinario. Reina sobre los turanios, atrayendo su genio maléfico. Es preciso combatirlo y derribarlo para salvar la raza de los puros y de los fuertes.

— Pero, ¿Cómo combatir al Invisible si urde su trama en las tinieblas?.

— Volviéndote de cara al sol que se levanta tras la montaña de Hara

Berezaiti. Asciende por el bosque de cedros hasta llegar a la gruta del águila, suspendida sobre el abismo. Allí contemplarás todas las mañanas al sol naciente al emerger de los enhiestos picos. Durante el día, ruega al Señor del Sol que se manifieste en ti. En el transcurso de la noche aguárdale y eleva tu alma hacia los astros, como una lira inmensa. Esperarás durante mucho tiempo a Dios, porque Arimán tratará de interponerse en tu sendero. Pero una noche, en la paz de tu alma, surgirá otro sol más brillante aún que el que inflama las cimas del monte Berezaiti: el sol de Ahura-Mazda. Escucharás su voz y él te dictará la ley de los arios.

Cuando hubo llegado la época de su retiro, dijo Zoroastro a su maestro:

— Pero, ¿Dónde hallaré a la cautiva atada en Baktra, arrastrada bajo la tienda del turanio, sangrando bajo su látigo?. ¿Cómo arrancarla de sus garras?.

¿Cómo apartar de mis ojos aquel bello cuerpo atado, salpicado de sangre, que sin cesar grita y me llama?. ¡Ay!, ¿No veré ya nunca a la hija de los arios, la que recoge el agua luminosa bajo los pinos odorantes y cuyos ojos dejaron en mi corazón sus flechas de oro y sus azules dardos?. ¿Cuándo veré otra vez a Arduizur?.

Vahumano permaneció un instante sin decir palabra. Se empañaron sus ojos fijos, embotados como las ramas heladas de los abetos invernales. Una tristeza inmensa parecía pesar sobre el anciano semejante a la que planea sobre las cumbres del Albordj, huido el sol.

Por fin, solemnemente, tendió el brazo derecho murmurando:

— Lo ignoro, hijo mío. Ahura-Mazda te lo dirá... ¡Vé a la montaña!.

El vellón del carnero por abrigo, pasó Zoroastro diez años en el confín del gran bosque de cedros, bajo la gruta, junto al abismo.

Nutríale la leche de los búfalos y el pan que los pastores de Vahumano le llevaban de cuando en cuando. El águila que anidaba entre las rocas, encima de su gruta, anunciaba la aurora con sus chillidos.

Cuando el astro de oro disipaba las nieblas del valle, llegaba con gran rumor de alas al umbral de la caverna como para ver si el solitario dormía. Luego, describía varios círculos sobre el abismo y partía, rauda, hacia el llano.

Pasaron años, según los libros persas, antes de que oyera Zoroastro la voz de Ormuz y contemplara su gloria. Al principio, le acometía Arimán con sus legiones furiosas.

Transcurrían los días tristes y desolados para el discípulo de Vahumano. Terminadas sus meditaciones, los ejercicios espirituales y las plegarias diurnas, pensaba en el destino de los arios opresos y corrompidos por el enemigo. A menudo, veníale también al pensamiento la suerte de Arduizur.

¿Qué sería de la más hermosa ariana en manos del turanio odioso?. ¿Habría anegado su angustia en la corriente de algún río o tolerado su afrentoso destino?. Suicidio o degradación, no cabía otra alternativa. Tan horrible era una como otra. Y Zoroastro vería sin cesar el bello cuerpo sangrante de Arduizur estrujado por las cuerdas. Esta imagen surcaba las meditaciones del profeta incipiente como un relámpago o como una antorcha.

Las noches eran peores que los días. Los sueños nocturnos superaban en horror a los pensamientos de la vigilia. Porque todos los demonios de Arimán, terrores y tentaciones, le asaltaban bajo formas animálicas, terríficas y amenazantes. Un ejército de chacales, murciélagos y serpientes aladas, invadieron la caverna. Sus graznidos, silbidos y susurros le infundían la duda sobre sí mismo, haciéndole temer el resultado de su misión.

Pero durante el día, evocaba Zoroastro los millares y millares de arios nómadas oprimidos por los turanios, en secreta revuelta contra su yugo; los altares profanados, las blasfemias y las invocaciones maléficas; las mujeres raptadas y reducidas a esclavas, como Arduizur.

Y la indignación devolvía los perdidos ímpetus. Antes de apuntar el alba, trepaba a veces a la cima de su montaña cubierta por los cedros y oía el viento gemir entre sus ramas tensas, como arpas elevadas al cielo. Desde su cima contemplaba el abismo, de escarpadas pendientes verdes, las niveas cumbres erizadas de aguzados picos y a lo lejos, bajo una bruma rosada, la llanura del Irán.

Si la tierra, decíase Zoroastro, posee la fuerza para elevar con tal empuje su millar de senos hacia el infinito, ¿Por qué no he de poseer yo el poder de sublevar a mi pueblo con parecido impulso?. Y cuando el esplendor del astro rey doraba la nieve de los cimales, disipando con un solo rayo semejante a hendiente lanza las brumas del abismo, Zoroastro creía en Ormuz. Y rezaba todas las mañanas lo que Vahumano le enseñara: “Levanta, ¡Oh rútilo sol!. ¡Asciende con tus caballos raudos sobre el Hara-Berezaiti, y alumbra al mundo!”.

Pero Ormuz no llegaba. Los sueños nocturnos devenían cada vez más espantosos. Asediábanle los más horribles monstruos, y tras su inquieta oleada, una sombra aparecía vestida con largos cendales negros, velado el rostro con oscuro manto, como su cuerpo. Permanecía inmóvil y parecía contemplar al durmiente. ¿Era la sombra de una mujer?. No podía ser Arduizur. La figura blanca que iba por agua a la fontana azul, no tendría aquel siniestro aspecto. Aparecía y desaparecía, perpetuamente inmóvil, siempre velada, fija la oscura máscara de su rostro sobre Zoroastro.

Durante un mes llegaba todas las noches sobre la agitada ola demoníaca; por fin pareció que se aproximaba y se enardecía. Tras su velo oscuro, centelleaba con fulgores fugitivos un cuerpo nacarado, de fosforescente hermosura. ¿Era una tentadora enviada por Arimán, una de aquellas larvas que inducen a los hombres a lúbricos amores entre las tumbas marmóreas, bajo los cipreses de los cementerios?. No. Revelaba la velada sombra demasiada majestad y pesadumbre.

Una noche, sin embargo, inclinóse sobre ti y al través de su velo negro salió de su boca un aliento cálido que recorrió las venas del vidente como un río de fuego.

Y Zoroastro despertó sudoroso, lleno de angustia, en su lecho de hojarasca, bajo su piel de búfalo. No percibía en la noche más que el aullar del viento en el profundo abismo, al arremolinarse en ráfagas y torbellinos, del viento desesperado que respondía a la voz áspera y salvaje del torrente.

Pero poco a poco, mes tras mes, en sus visitas espaciadas, se aclaraba la sombra femenina. De negra se convirtió en gris, luego devino blanquecina y parecía traer con ella rayos y flores, porque entonces llegaba sola. Había logrado expulsar a los demonios de su rosado nimbo.

Un día se mostró casi transparente en la lumbre de un alba incierta y tendió los brazos hacia Zoroastro como en un gesto de inefable despedida. Y permaneció así mucho tiempo, silenciosa y velada. Luego, cambiando de expresión, señaló el sol naciente. Volvióse después y se diluyó en su fulgor propio, como absorbida y embebida en su radiación.

Despertó Zoroastro y anduvo hasta el extremo de la gruta que bordeaba el abismo. Era pleno día. El sol lucía en lo alto del firmamento. En aquel instante, aun sin distinguir en lo más mínimo las facciones de la Sombra, tuvo el solitario el sentimiento irrecusable de que aquel fantasma era el alma de Arduizur y que no volvería a verla en este mundo.

Permaneció largo tiempo inmóvil. Un dolor agudo le punzaba y un caudal de lágrimas silentes corrió de sus ojos, que el frío cuajaba entre su barba. Después ascendió a la cumbre. El sol de primavera derretía las estalactitas de hielo pendientes de las ramas de los viejos cedros. La nieve cristalizada centelleaba en las cimas de la cordillera del Albordj como si llorara lágrimas de hielo.

Los tres días y las tres noches siguientes representaron para Zoroastro la máxima hondura de su desolación. Vivía la Muerte no suya, sino la de todos los seres. Vivía en Ella y Ella en él. Nada esperaba ya. No invocaba a Ormuz y no hallaba reposo más que en el desgarramiento de todo su ser, caminando hacia la inconsciencia.

Más he aquí que durante la tercera noche, en lo más profundo de su sueño, oyó una voz inmensa, semejante al retumbar del trueno, que acababa en melodioso murmullo. Luego, se precipitó sobre él un huracán de luz con tal violencia, que creyó desprendida el alma de su envoltura. Sentía que la cósmica potestad que le frecuentaba desde su infancia, que le había como acogido en su valle, para transportarle a la cima, que el Invisible, y el Innominado iban a manifestarse a su inteligencia por medio del lenguaje con que hablan los dioses a los hombres.

El Señor de los espíritus, el rey de reyes, Ormuz, el verbo solar, se le apareció en forma humana. Revestido de hermosura, potente y luminoso, fulguraba sobre su ígneo trono. Un toro y un león alados soportaban por ambos lados el sitial y un águila monstruosa tendía sus alas bajo su base. A su alrededor resplandecían, formando tres semicírculos, siete querubines de alas de oro, siete Elohim de azules alas y siete Arcángeles de alas purpurinas. (En el Zend Avesta se llama a los Querubines Ameshas-pendas, a los Elohim Yzeds y a los Arcángeles Feruers).

De vez en cuando, un relámpago partía de Ormuz, penetrando en sus tres mundos de luz. Entonces los Querubines, los Elohim y los Arcángeles relucían como el mismo Ormuz en su blanca fulguración para tomar pronto de nuevo su color propio. Anegados en la gloria ele Ormuz, manifestaban la unidad de Dios; lucientes como el oro, la púrpura y el azur, devenían su prisma.

Y Zoroastro oyó una voz formidable, aunque melodiosa y vasta como el universo, que decía:

— Soy Ahura-Mazda, el que te ha creado y elegido. Ahora escucha mi voz,

¡Oh Zarathustra! el mejor de los hombres. Te hablaré día y noche y te dictaré la palabra de Vida. (Zend Avesta significa, en lengua zenda, “palabra de Vida”).

Entonces tuvo una cegadora fulguración de Ormuz con su trino círculo de Arcángeles, de Elohim y Querubines. El grupo se hizo inmenso llenando toda la amplitud del abismo y ocultando las puntiagudas cimas del Albordj, palideciendo a medida que se alejaba para invadir todo el firmamento. Durante breves instantes, cabrillearon las constelaciones al través de las alas de los Querubines. Luego todo se diluyó en la inmensidad. Pero el eco de la voz de Ahura-Mazda resonaba aún en la montaña como un trueno lejano que al apagarse vibraba como broncíneo escudo. Zoroastro cayó de bruces. Cuando despertó se hallaba de tal manera aniquilado, que se guareció en lo más oscuro de su gruta.

Entonces el águila que anidaba en su cima salió del abismo donde en vano oteó su presa y se posó confiadamente a breves pasos del solitario, como si el ave real de Ormuz reconociera al fin a su profeta.

Por el dorso del ave goteaba la lluvia. Alisó con su pico las plumas ásperas. Luego, al reaparecer tras una nube el astro del día, tendió a secar sus alas y miró fijamente al sol.

A partir de aquel momento, cada día oyó Zoroastro la palabra de Ormuz.

Hablábale día y noche como una voz interior por medio de imágenes ardientes, expresión de los vivos pensamientos de su Dios. Mostróle Ormuz la creación del mundo y su propio origen, es decir, la manifestación de la viviente palabra en el universo, (En la religión de Zoroastro, dice Silvestre de Sacy) las jerarquías o potestades cósmicas, la necesaria lucha contra Arimán, enemigo de la obra constructiva, espíritu del mal y de la destrucción, y los medios de combatirlo por medio de la plegaria y del culto del fuego.

Le enseñó a luchar contra los demonios por medio del pensamiento vigilante y contra los impuros (los turanios) por medio de las armas consagradas. Instruyóle en el amor del hombre por la tierra y en el amor de la tierra por el hombre que la cultiva, su contribución en el esplendor de las cosechas, su gozo de ser laborada y sus poderes secretos convertidos en bendiciones para la familia del labrador.

Todo el Zend-Avesta no es más que una larga plática entre Ormuz y Zoroastro: “¿Qué es lo más agradable de la tierra?. Ahura-Mazda responde: Un hombre puro hollándola. Y en segundo lugar, ¿Qué de más bello hay en la tierra?. Un hombre puro construyendo una morada provista de fuego, habitada por mujer e hijos con ganado y rebaños bellos.

Se evidencia que, excepción hecha del tiempo, todo ha sido creado: el tiempo es el creador, porque no tiene límites. Carece de dimensión y de principio; ha sido siempre y eternamente será. A pesar de esas excelentes prerrogativas que posee el tiempo, nadie le había concedido el atributo de creador. ¿Por qué?. Porque nada ha creado. Después generó el fuego y el agua. Cuando los puso en contacto, vino Ormuz a la existencia. Y desde entonces fue el tiempo señor y creador, por la creación que acaba de ejecutar.

Porque existe en tal morada abundancia de rectitud. (Tercer “fargard” del Vendidad-Sadé (1-17).

Y Zoroastro, por la voz de Ormuz, oyó la respuesta que da la tierra al hombre que la respeta y labora: “Hombre, te sostendré siempre y vendré a ti.

Y la tierra se le brinda don sus olores buenos y su vaho benéfico y el brote naciente de trigo verde y la cosecha espléndida.

Al contrario del pesimismo budista y de la doctrina de la no-resistencia, hay en el Zend-Avesta (eco de las íntimas revelaciones de Zoroastro) un optimismo sano y una combatividad enérgica. Ormuz condena la violencia y la injusticia, pero impone el valor como la primordial virtud del hombre.

En el pensamiento de Zoroastro se percibe la continua presencia del mundo invisible, de las jerarquías cósmicas, pero toda la atención se concentra en la actividad, en la conquista de la tierra, en la disciplina del alma y en la energía de la voluntad.

El inspirado profeta del Albordj tenía la costumbre de anotar sus internas revelaciones sobre una piel de cordero, con un estilete de madera templado al fuego, en forma de caracteres sacros que le había enseñado Vahumano.

Más tarde anotaron sus discípulos los ulteriores pensamientos como prolongación de sus dictados, y aquello fue después el Zend-Avesta, escrito en sus comienzos sobre piel de animales como debió escribirse el Koran de los árabes y conservado en una especie de arca santa, de madera de cedro, guardaba la cosmogonía, las oraciones y las leyes con las ceremonias del culto.




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 Fuente:  PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO 

El Credo Filosófico Eliphas Levi

 

El Credo Filosófico
Eliphas Levi
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Creo en lo desconocido que Dios personifica:
Probado por el ser mismo y por la inmensidad
Ideal sobrehumano de la filosofía,
Perfecta inteligencia y suprema bondad.

Creo en el infinito que el finito proclama;
Creo en la razón que no se debilita;
Creo en la esperanza y he adivinado el alma,
Sentando que el amor desprecia la muerte !

Creo que el ideal para nosotros se realiza
En los hombres con amor, espíritu y bondad
Justos de todos los tiempos, ustedes son mi iglesia ;
Y mi dogma tiene por ley la Universalidad !

Creo que el dolor es un esfuerzo para nacer,
Que el mal es para nosotros la sombra o el error del bien;
Que el hombre trabajando debe conquistar su ser
Que el bien es el amor y que Satán no es nada.

Creo que la misma esperanza vive bajo todos los símbolos,
Que el mundo tiene por ley la solidaridad;
Yo derroco el altar de todos los dolos,
Pronunciando dos palabras ; Justicia y Verdad.

Creo que por el derecho el deber se mide,
Que el más fuerte debe más y el débil menos;
Que tener miedo del verdadero Dios ,es injuriarle,
Pero que precisa unir nuestros esfuerzos a los suyos.

Creo que la naturaleza es la fuerza inocente
De la que jamás nuestro error abusa impunemente;
El mal hace al pensamiento activo y vigilante
Pero el es el remedio y no el castigo.

Creo que de la muerte desgarrando los velos,
Volveremos todos al hogar paterno:
¡La ignorancia y el error son las sombras de las estrellas
De las que el bien radiante es el centro eterno!



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Wednesday, July 14, 2021

El Maestro del Real Secreto - Trigesimo Segundo - Grado XXXII - DR. REX R. HUTCHENS, 33°

 

DR. REX R. HUTCHENS, 33°,

Concerniente a “Morals and Dogma” de Albert Pike


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El Maestro del Real Secreto
Trigesimo Segundo
Grado XXXII


32


El cordón se usa del hombro derecho a la cadera izquierda, y tiene cuatro pulgadas de ancho, doblado, bordeado en negro con blanco en el lado principal y de carmesí en el otro. En la punta del lado principal está sobrepuesta bordado una cruz roja Teutónica con un águila de dos cabezas de plata. En el lado carmesí, a la altura del corazón, está bordada una cruz Teutónica en negro.

La joya de esta orden es una cruz Teutónica de oro con los brazos cubierto de escarcha. En el centro están las letras “XXXII”, rodeado por una corona verde.

El mandil es de seda blanca o terciopelo, doce pulgadas cuadradas, bordeado con dos rayas de encaje de oro, cada una de media pulgada de ancho, y separadas por una pulgada, y marginado en oro. Entre las rayas de encaje hay una raya de terciopelo negro.

En la solapa están bordadas seis banderas, tres en cada lado, la de abajo es azul, la del medio es roja, y la de arriba es oro. En éstas, en el centro, hay una cruz de oro Teutónica, y sobre eso un ojo de oro, rodeado de rayos. En la cruz, un águila negra de dos cabezas, con el pico y las garras de oro, agarrando una espada de oro, una garra en el mango.

En el cuerpo del mandil hay una Tabla de Dibujo del grado en todos los colores. El lado reverso del mandil es de seda carmesí o terciopelo. Está amarrado con un cordón pesado de seda carmesí.



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EL GRADO 32
MAESTRO DEL. SECRETO REAL

Los Deberes:

  1. Un Soldado de la Luz busca la verdad y el conocimiento.
  2. Un Soldado de la pbertad exige para el pueblo el voto pbre y la voz pbre y obtiene pbertad de voz, voto y opinión de sí mismo.
  3. Un Soldado de la Verdadera Repgión combate la tiranía espiritual con la razón y la verdad.
  4. Un Soldado del Pueblo apenta a los hombres el ser autos seguros e independientes.
  5. Un Soldado de Rito Escocés Masónico es fervoroso y ardiente en la reapzación de sus deberes a Dios, su país, su famipa, sus hermanos y a sí mismo.

Las Lecciones:

  1. El humano siempre está entrelazado con lo Divino. Sólo las doctrinas, la fe o el conocimiento que rinden fruto en la acción, tienen valor. El laborar es adorar.

Para La Reflexión:

  1. ¿Tratas de lograr el Secreto Real en tu vida y dentro de ti mismo?

Símbolos Importantes:

  1. El Campamento, los Tetractys Menores, la estrella de cinco puntas, las Tetractys Mayores, la estrella de siete puntas, los triángulos triples entrelazados, Trimurti (el busto de tres caras).

El grado del Maestro del Secreto Real escoge, clarifica y unifica en una doctrina sencilla y coherente todos los deberes y lecciones de los grados anteriores. En él continuamos nuestro viaje al Este en búsqueda de la Doctrina Sagrada del cual el Secreto Real es la base. El desvelar el simbolismo de las épocas es un viaje hacia atrás en el tiempo a las verdades básicas de los sabios antiguos. Una vez que se revelen estas verdades, nuestro cuidado especial es el mantenerlas en su pureza, pasándolas al futuro ocultadas en alegoría y simbolismo y revelándolas sólo a hombres probos.

Aquí aprendemos de la doctrina religiosa aria antigua. Pike tenía la creencia qué era la primera religión. Era su opinión que estas enseñanzas fueron corrompidas y elaboradas hasta que se perdió su verdadero significado. El nombre “Ario” se deriva de la palabra Sanscrita para “noble”. Ellos eran una tribu prehistórica del Asia central que se establecieron tanto en Irán como en el norte de la India. De su lengua han descendido, no sólo el Persa antiguo y el Sanscrito, como también sus derivados, pero también la mayoría de las lenguas de Europa, incluyendo el inglés.

Una de las fuentes mayores de Pike sobre esta gente fue el orientalista alemán de siglo XIX Max Muller, el padre de las lingüísticas comparativas. Muller creía que las religiones y lenguas de Europa, Persia e India descendían de esas tribus asiáticas y que la llave a esta unidad histórica residía en el estudio comparativo de las lenguas. Esta es la razón por la discusión detallada en el origen de las palabras que se pueden encontrar, especialmente en la Lecturas y Leyenda para este grado. La sobre confianza de Muller en las referencias de lenguajes en vez de incluir otros, igualmente importantes factores culturales, resultaron en muchos errores que se deben perdonar de un pionero tan importante, en un campo poco probado. Pike, sin embargo, ocasionalmente ha adelantado estos errores. Por consiguiente, sus comentarios sobre los Arios en el ritual se deben considerar como una vista histórica del estado del conocimiento durante el siglo XIX.

No tenemos textos de donde buscar un entendimiento de las creencias religiosas de los arios; y, por consiguiente, debemos buscar hilos comunes entre las religiones preislámicas de Persia e India. Ya que ambos recibieron la influencia de la doctrina aria, lo que ellos comparten en común se puede claramente presumir de haber sido derivado de los arianos. La fuente principal para este procedimiento han sido el Zend-Avesta persa y el Vedas hindú.

LA DOCTRINA PERSA:

La fuente probable del dualismo en las religiones de Oeste, incluyendo el Cristianismo, es la antigua religión enseñada por Zoroaster de Persia (alrededor de 66 A.C.). Esta fe era casi un monoteísmo, raro en esa época de tiempo en la historia del hombre. Zoroastro definió el universo de estar imbuido con dos fuerzas: Spenta Mainyu o Espíritu Santo (la fuerza de la verdad) y el Angra Mainyu, un espíritu destructivo opuesto a la verdad. Estas fuerzas peleaban por la influencia sobre el hombre, pero Zoroastro creía en la voluntad libre que el hombre podía escoger entre el bien y el mal, y era responsable por las consecuencias de su escogencia. Estas fuerzas, y las acciones que resultaban de ellas, eran más que manifestaciones de los Principios del Bien y del Mal. El Principio del Bien, el Ser Supremo de esta fe, se le llamaba Ahura Mazda, quienes los griegos llamaban Ormuzd; en Moral and Dogma Pike usa ambos términos intercambiablemente.

Las acciones de Ahura Mazda estaban manifestadas a través de una jerarquía de espíritus subordinados, que son paralelos a, y posiblemente la fuente del concepto de ángeles en las tradiciones religiosas del Oeste. A estos espíritus se les llamaban Amesha Spentas o “Inmortales Generosos.” Opuesto a Ahura Mazda estaba Ahriman, corno el Príncipe del Mal. Muchos eruditos han visto el origen del concepto hebreo de Satanás en esta doctrina Persa. Él también tenía sus espíritus subordinados creados. Tanto los espíritus buenos corno los malos encontraron expresión en la fe y tipificaban varias virtudes y vicios. La vida célibe y/o monástica era fuertemente prohibida como una violación mala de los imperativos de la naturaleza. Los Zoroastrianos vieron la dualidad del universo reflejado en el mundo natural pero, contrario a muchas fes después, jamás yuxtapuso los dominios espirituales y los materiales corno del bien o del mal respectivamente. La naturaleza era buena ya que toda materia era la creación de Ahura Mazda. La vida había que vivirla, gozarla y ser fructífero.

LA DOCTRINA HINDÚ:

También encontramos en el ritual una recitación a las creencias Hindú de la India. Habiendo obtenido muchas de sus creencias de los Arianos en el noreste. La doctrina Hindú refleja algo de la religión temprana persa que precedió de Zoroastro. El hinduismo parece al principio ser un politeísmo perseverante pero las deidades del panteón hindú salieron de una sola fuente: el indescriptible e inexpresable Brahma. Esta concepción de la Deidad es tan profunda y elevada como cualquiera que se puede encontrar en el realidad física: la luz, y su sombra contraparte o la oscuridad; Brahma, el Creador; Vishnu, el preservador; y Shiva el destructor. Este proceso sencillo de creación, preservación y destrucción revelaba la naturaleza cíclica del universo y conducía, muy naturalmente, al concepto de la reencarnación. La virtud controlaba las consecuencias del volver a nacer. El hombre, a través de una vida virtuosa, podía mirar al futuro de volver a nacer que le darían sucesivamente una más grande conciencia y entendimiento espiritual; eventualmente él podría liberarse completamente del ciclo de volver a nacer y unirse a Brahma. El vicio, de lo contrario, lo llevaba a. nacimientos más bajos y por tales acciones el hombre podría volver a nacer como una serpiente o un insecto.

La luz que emanó de Brahma en sí se deificó como Agni, el dios de la luz y del fuego cuyo nombre vive en la palabra inglesa encender, “ignite”. Otros fenómenos naturales tuvieron un proceso similar. El amanecer se llamó Usha. Mitra, antiguamente la Estrella de la Mañana, fue asociada con el planeta Venus. Herodotus decía que esta deidad era femenina. Más tarde, se convirtió en masculino asociado con el toro. Lo importante es que originalmente las tres deidades Védicas, Agni, Usha y Mitra estaban conectadas con el concepto de la luz en alguna forma. Pike creía que la mantra hindú, AUM, era un anagrama compuesto de las iniciales de esas tres deidades.

Los hindúes no eran dualistas y no tenían ningún Príncipe del Mal que correspondiera al Ahriman persa. Ellos sin embargo asociaban, como lo hacen los Masones, la luz con la sabiduría. La luz era una existencia y por consiguiente una realidad. Es por la luz que el hombre ve y entiende el mundo en su derredor; así la raíz de Sanscrito de “ver”, vid, se convirtió en la raíz para “conocimiento”. Esto está preservado aún en inglés donde tenemos tales palabras como “video” y “wit” (inteligencia) ambos relacionados con el Sanscrito vid. Esta raíz también tiene un significado secundario de “encontrar un esposo” (find a husband) o “casarse” (marry). El esposo era tan importante en la relación de matrimonio que la luz realmente se apagaba de la vida de una viuda (de wie-wa; literalmente en Sanscrito “sin esposo”) y vemos que surge la costumbre de la esposa el tirarse sobre la hoguera funeral de su esposo. A través de esta práctica el esposo y la esposa se unirían en una sola luz, para ascender juntos y llegar a ser un sólo intelecto, brillando para siempre como una estrella. Esta práctica, en su mayoría, terminó cuando los ingleses asumieron control legal sobre la India en 1857.

Con esta fundación de las doctrinas Zoroastrinas e Hindúes, vamos ahora a empezar nuestro viaje a través del tiempo y el espacio, con una explicación de la Cámara del Consistorio, el nombre por el cual los cuerpos de Inspectores Inquisitores y Maestros del Secreto Real se llaman, enfocando en los muchos símbolos ilustrados aquí.

LA CEREMONIA

La púrpura, el rojo, el oro y la plata predominan en los colores del escenario. Las cortinas son de púrpura y oro, el mantel del altar es de púrpura con letras de Sanscrito en oro - las letras del mantra hindú místico AUM. También hay en el altar una estrella de nueve puntas formada de tres triángulos de oro entrelazada.

En el Este hay una silla a la que se llega ascendiendo siete escalones separadas en grupos de tres y cuatro. Estos números son simbólicos de muchos significados en este grado: los lados de un triángulo perfecto recto pitagórico que forman un ángulo recto, siendo de proporción de tres y cuatro unidades de medida; las siete estrellas de la constelación Ursa Mayor que se convirtió en Amesha Spenta o “Los Inmortales Generosos” del credo persa, cuatro masculinos y tres femeninas -estas a su vez se convirtieron en los siete arcángeles de la teología hebrea mencionada en el Grado 28; las siete artes y ciencias liberales dividida por el Trivium (Gramática, Retórica, Lógica) y el Quadriviurn (Aritmética, Geometría, Música y Astronomía); el espectro de color que se deriva al pasar un rayo de luz a través de una prisma resulta en siete diferentes colores que están agrupados en los tres colores más bajos -rojo, naranja y amarillo- y los cuatro colores más altos -verde, azul, índigo y violeta-. Estos los vemos en la ilustración de la cobertura de este libro representando la división de la luz (el conocimiento) en sus partes componentes (la materia subjetiva individual del conocimiento).

En el Oeste dos Tenientes Comandantes están sentados en sillas cubiertas con tela carmesí marginadas en plata. Dos mesas triangulares, cada una cubierta con tela carmesí, sobre la que hay una letra Sanscrita de plata, están colocadas en frente de estas Sillas de Estado. En una hay agua pura, en la otra un incienso y vasijas con incienso y alcohol.

La púrpura siempre ha sido un color que simboliza lo real y lo noble; el oro es un color asociado con la Deidad y deriva su color del sol. Dentro del Consistorio estos colores son un testamento de cosas celestiales y, específicamente, de la Deidad omnipresente y omnipotente. El rojo es indicativo del reino de la tierra, como lo es la plata, que es el color frecuentemente asociado con la luna, un reflector de la luz del sol. En combinación estos colores son recordatorios de una enseñanza del Grado 28º - lo que está arriba es como lo que está abajo. Alrededor del Altar de la Obligación hay tres luces grandes. Estas están colocadas para indicar las esquinas de un triángulo recto, con una base de tres medidas, una perpendicular de la base de cuatro medidas, y una hipotenusa de cinco medidas; es una representación del triángulo recto pitagórico, un símbolo de la belleza en perfección, balance y proporción.

Los Tetractys Menores, una forma triangular de esas luces vista en muchos de los grados anteriores, están situados entre el altar y el Oeste. Sus ápices también apuntan hacia el Este. Este símbolo está compuesto de puntos; en este caso diez, arreglados en hileras de uno, dos, tres y cuatro respectivamente. Dentro de él se pueden trazar los muchos símbolos que se han explicado en los resúmenes de los grados anteriores, algunos de los cuales han sido usados para diseñar las joyas de varios grados. El interés de Pike en este símbolo se deriva de su popularidad con una gran variedad de escuelas místicas. Para los pitagóricos era un símbolo de virtud. Ellos hacían sus juramentos sobre él, como nosotros lo hacemos con la Biblia, y lo consideraban una fuente de orden eterno del mundo.

Las treinta y seis luces entre el Este y el altar forman el Gran Tetractys de Pitágoras, su ápice hacia el Este. Este símbolo está compuesto de 36 puntos arreglados en ocho hileras de uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho puntos respectivamente. Como el Tetractys Menor era reverenciado por los pitagóricos, debido a los muchos símbolos que se podían crear dentro de él, conectando varias combinaciones de puntos. En el Grado 32º Pike le ha dado a este símbolo un significado Persa; que es, cada línea de puntos representa respectivamente, Ahura Mazda y los Amesh Spentas, que eran sus manifestaciones. También podemos ver que hay un total de 48 triángulos más pequeños debajo del que está arriba que se puede crear conectando todos los puntos. De estos, 27 tienen sus ápices apuntando hacia arriba y 21 tienen sus ápices apuntando hacia abajo. Ambos de estos números son múltiples de tres y eran de especial significado para lo pitagóricos.

Pike era de la creencia que Pitágoras supo de los Tetractys de los Magos de Babilonia, y que los Cabalistas judíos también lo supieron de ellos durante sus 70 años de cautiverio, mencionado en los Grados 15º y 16º, pero que entendieron mal su significado. De sus diez puntos ellos crearon diez emanaciones de la Deidad, cuando los Magos sólo tenían siete.

Para los Magos las tres primeras hileras de Tetractys incluían la hilera anterior y entonces agregaban una más; la última hilera representando las cuatro emanaciones masculinas, así:

tn Ahura Mazda

Ahura Mazda y Spenta Mainyu

Ahura Mazda, Spenta Mainyu y Vohu-Mano

Spenta Mainyu, Vohu-Mano, Asha, Khshathra

El Tetractys Mayor era usado para elaborar la idea de incluir todos los “Inmortales Generosos” en el diseño:

tm Ahura Mazda

A-M, Spenta Mainyu

A-M, S-M, Vohu-Mano

A-M, S-M, V-M, Asha

A-M, S-M, V-M, A, Khshathra

A-M, S-M, V-M, A, Kh, Armaiti

A-M, S-M, V-M, A, Kh, A, Haurvat

A-M, S-M, V-M, A, Kh, A, H, Ameretat

El busto de tres caras es un símbolo de la Trinidad de Zarathustra y Pitágoras. Su carácter hindú nos recuerda el Trimurti: la expresión de la Deidad, en una manifestación triple. En pensamiento reciente hindú, ellos se llaman Brahma, Vishnu y Shiva y representan el concepto cíclico de la creación, la preservación y la destrucción. Se recordarán que en la antigüedad esta trinidad se llamaba Agni, Usha y Mitra; el anagrama del cual, AUM, es visto en el entrelazado triángulo triple. De nuevo se debe enfatizar que estos conceptos están aquí para recordarnos de la universalidad de las grandes verdades religiosas del hombre. El Gran Símbolo no visto en grados anteriores, cuelga en el Este; es una estrella de siete puntas, que contiene dentro de sus puntas los tres más bajos y los cuatro más altos colores dentro de un rayo de luz, y visible cuando la luz es pasado por una prisma. Las siete puntas de esta estrella representan los siete Amesha Spenta o “Los Inmortales Generosos” del credo persa, que se dice haber sido la fuente de las emanaciones de la Deidad, calificado por los Cabalistas del Sefiroth. Su origen puede haber sido las siete estrellas de la constelación Ursa Mayor, que naturalmente se divide en los cuatro que forman el cuerpo y los tres que forman el rabo. Tres son femeninas y cuatro son masculinos y tienen las siguientes cualidades:

AHURA MAZDA, el Creador
Masculino:1) Spenta Mainyu, el Benéfico;
2) Vohu-mano, Sabiduría Divina o la Palabra;
3) Asha, Fuerza y Poder; Visible, el Fuego;
4) Khshathra, Soberanía y Dominio;
Femenina:5) Armaiti, la Frutifera;
6) Haurvar, trae sanar, felicidad y alegría a los hombres;
7) Ameretar, Dador de la Vida.

En el Oeste están las transparencias de los triángulos triples entrelazados en los colores blanco, rojo y azul y una estrella de cinco puntas de triángulos de bermellón. En un nivel de la abstracción, los triángulos triples entrelazados simplemente representan el concepto trinitario, tan común en las mayores fes del mundo. Este concepto está explicado en la disertación para el Grado 26º y no hay necesidad de explicarlo aquí. Los colores del triángulo corresponden a muchas diferentes, pero relacionadas, ideas. Para el alquimista el azul, el rojo y el blanco pueden representar ciertas cualidades o materiales, para el Cabalista algo completamente diferente. Para un Maestro del Secreto Real el rojo denota el aspecto material del hombre, positivamente la virtud del fervor, negativamente el vicio de la ira. El azul denota el aspecto espiritual del hombre, reflejado en el pabellón de todas las logias y el mundo en sí, atrayendo los ojos y pensamientos del hombre hacia el cielo, hacia esa fuente de inspiración divina de todas nuestras acciones como Masones -el conocimiento que se desenvuelve del plan divino del hombre. El azul es la oscuridad mística hecha visible. Así, en la cobertura de este libro el “puente de la luz” que se extiende sobre el azul del agua, la oscuridad visible de la ignorancia y de la superstición. El blanco representa el alma misma, reflejando la puridad de su estado original, exigiendo de nosotros las más altas normas de conducto. El entrelazado de los triángulos, como el entrelazado de las líneas que forman parte del pentagrama en el Grado 28º, nos hace recordar la interconexión del mundo material y espiritual. Lo humano siempre está entrelazado con lo Divino, quizás mejor expresado en el hombre por el regalo divino de la razón. Cuando se medita por la fe, la razón crea aquella armonía que es, de hecho, el Secreto Real mismo.

La Estrella de cinco puntas, con todas sus líneas unidas, representa Ahura y las cuatro Emanaciones masculinas, y toda cruz representa estas cuatro.

El cielo raso de la Cámara tiene el color del cielo. Pintado en él en lugares específicos, están los siete planetas de los antiguos -el sol, la luna, Mercurio, Venus, Júpiter, Saturno y Marte- y ciertas estrellas y constelaciones importantes para los antiguos.

Debajo del cielo simbólico está El Campamento, el símbolo más notable e intrincado dentro de este grado, representando un campamento Masónico imaginario. Puede ser una pintura en una tabla de dibujo o una representación actual hecho con madera, toldas y estandartes. Cinco formas geométricas están claramente detalladas del centro hacia afuera -el círculo, el triángulo equilátero, el pentágono, el heptágono y el nonágono. El número de lados de cada figura geométrica corresponde a los números sagrados de Pitágoras -uno, tres, cinco, siete y nueve. Los Masones del grado 1 al 18 están acampados en los lados del nonágono, con una bandera especifica asignada a cada campamento y localizado en un ángulo; a cada ángulo también se le asigna una letra. En el pentágono, en cada ángulo, hay una letra y Estandarte; los campamentos de los grados 19 hasta el 30 están en los lados. Sobre los cinco estandartes está el león, el águila, el buey, el corazón radiante del hombre y el Arca Hebrea del Convenio.

Acampado en los lados del triángulo están los Inspectores Inquisitores del Grado 31º y los Maestros del Secreto Real. Un cuervo, una paloma y un fénix están expuestos en los ángulos. El cuervo es el símbolo de la justicia y la necesidad y la paloma representa la piedad que producen en Dios y la Naturaleza, la Luz, la Inmortalidad y la Gloria victoriosa, del cual el Fénix es el símbolo y estos tres, igual que los tres lados del Triángulo de nuestro Campamento, son la Unidad (Leyenda XXXII, p. 20).

Los rituales antiguos nos dicen que el tercer lado es para el campamento de aquellos Caballeros de Malta que han probado ser veraces y fieles. La Leyenda nos dice que las posesiones de los Caballeros Templares, tornados bajo la Bula Papal de 1312, que a finales de cuentas resultó en la muerte de Jacques de Molay, fueron distribuidos a los Caballeros de Rodas, antiguamente los Caballeros de San Juan, quienes más tarde fueron los Caballeros de Malta. La aceptación de las posesiones Templares generó hostilidad contra los Caballeros de Malta. El campamento reservado para su uso es tanto un recordatorio de uno de los más grandes mártires Templares, Jacques de Molay, y los efectos devastadores de la tiranía política y religiosa. Más importantemente, nos recuerda de ese deber particular del perdón; aún los Caballeros de Malta que son veraces y fieles tienen reservados un lugar en el Campamento.

Dentro del círculo, un símbolo de la Deidad y el número uno, está una Cruz de San Andrés, que fue discutido en detalle en el Grado 29º. Acampado en la intersección de las dos líneas, que forman esta cruz, está el Gran Comandante del Rito, y sobre los brazos de la cruz hay cuatro Inspectores Generales, quienes están investidos con la dignidad de Mariscales. El dibujo doblado ilustra la escena del campamento y resume los símbolos importantes, los lemas y los deberes.

El candidato entra a esta escena oscurecida, pero resplandeciente, para su consagración corno Maestro del Secreto Real, en el atuendo de un Caballero Kadosh. Se le describe corno un amante del conocimiento, y un codicioso del conocimiento, para ser un benefactor del hombre. Él debe afirmar su interés en los símbolos antiguos de la Masonería, que representan las grandes verdades en la filosofía y la religión. El declara que la ley cotidiana de él es la moralidad exaltada de la Masonería. Para entender estas verdades, se le recuerda al Candidato:

Estás aquí para pensar, si puedes pensar; y para aprender, si puedes aprender.

La primera instrucción concierne la Deidad y su relación a los hombres. Aprendemos que la Deidad creó el universo a través de la sabiduría y un pensamiento, que el universo consiste de fuerzas contrarias y opositoras, que Dioses una luz que ilumina todos los espacios, que Él es el protector del hombre. Estas declaraciones están entre las ideas principales en las religiones del mundo, y viene de las religiones Hindú y Persa, alrededor del año 6,000 A.C., a través de la religión de Islam, alrededor del año 600 D.A., abarcando ideas de las otras religiones mayores.

A lo que aparece el amanecer, el símbolo especial de este grado se torna claramente visible. El Encampamento, un símbolo complejo, nos debe recordar primero, que las únicas doctrinas, fe o conocimiento tienen fruto en acción, son de valor para el hombre. Para llegar a ser un Maestro del Secreto Real es atarnos diez veces más fuertemente para observar y mantener todas las obligaciones que tomamos en los grados anteriores. Mientras se conduce al candidato a través del Campamento, los deberes y lecciones asociadas con los grados acampados en el nonágono y el pentágono son brevemente repasados. El significado simbólico de las imágenes en los grandes Estandartes de los Grados 18º al 30º en el pentágono y el cuervo, la paloma y el águila del triángulo son insinuados, pero no se dicen, el campamento es un símbolo que nos trae cara a cara con las imágenes del profeta Ezequiel y la Apocalipsis de San Juan: el león, el buey, el hombre y el águila. De nuevo escuchamos la necesidad de estudiar y pensar, porque la Masonería no es solo una esfinge, pero una esfinge enterrada en la arena, que los siglos han acumulado en su derredor.

Voces del pasado antiguo, en una recreación de las ceremonias supuestas de los Indo Arianos y los Irano Arianos en el equinoccio vernal, nos enseña la beneficencia de la Deidad. De Él vienen todos los pensamientos buenos, las obras buenas, las acciones buenas, la fuerza, el poder, la soberanía, el dominio, la cura, la felicidad, la inmortalidad y las victorias. A EL nosotros debemos rezar, alabar y adorar.

A lo que la luz completa del día ilumina el Consistorio, el candidato reemplaza el uniforme del Caballero Kadosh, en sí un símbolo de la naturaleza práctica de la Masonería, con una túnica blanca de los Magos, o sabios, un buscador del conocimiento. El jura ser un Soldado de la Luz. Como la luz y la verdad eran términos sinónimos para los Arias antiguos, porque la luz hace lo que no es real en realidad, a sí mismo un Soldado de la Luz es un buscador de la verdad y del conocimiento. La ignorancia es una oscuridad mental, que mantiene atado al hombre, como las paredes de una prisión o un manto de piedra. Para llegar a ser tanto sacerdote como rey, como todos aquellos que antes han sido encomendados con la Santa Doctrina y el Secreto Real, es el aprender a ejercitar dominio sobre nosotros con sabiduría. El sacerdote es un símbolo divino de sabiduría divina, el rey, de soberanía divina. La sabiduría es obtenible a través del conocimiento, no de las ciencias, pero de las grandes verdades de la religión y la filosofía reveladas en las estrellas y en la naturaleza, porque la naturaleza es el Libro de la Deidad de El Mismo. Un Soldado de la Luz se ata a aprender y a enseñar a otros las grandes verdades. De estas verdades entendemos lo que son Dios y la naturaleza, y lo que nosotros somos. Ellos nos levantan al reino intelectual de la independencia. Al llegar a ser Soldado de la Libertad aprendemos que el poder, como todo lo bueno en el mundo, viene de la Deidad. El Poder contiene dentro de sí mismo algo de lo sagrado y es bueno, al menos que se corrompa. Cuando se corrompe, se torna en un principio malvado, que se expresa a través del despotismo, la reducción de la vida de todos, y toda ganancia para uno, en la invasión de uno en la vida de todos. Necesariamente debe prescribir la libertad de hablar, la consideración y la justicia. Un verdadero Soldado de la Libertad, al exigir la libertad del habla y del voto para el pueblo en asuntos públicos, también se liberará y se mantendrá maestro de su propia voz, voto y opinión.

En el hombre hay una parte minúscula de la inteligencia divina que nosotros llamamos el intelecto. El intelecto, consciente de su origen, siempre instintivamente busca su origen, haciendo del hombre un ser religioso. Para ser un Soldado de la Religión Verdadera es reconocer la corrupción de la verdadera religión que se le dio al hombre. Así, debemos combatir, con la razón y la verdad, toda tiranía espiritual sobre las almas y conciencias de los hombres. Finalmente, nosotros peleamos contra todos quienes con la superstición, la intolerancia y el fanatismo, prescriben lo que los hombres puedan creer.

Un Soldado del Pueblo es uno que protege al pueblo de los ineptos y los incompetentes, quienes buscan obtener poder y convertirse en los líderes del pueblo, a través de métodos indignos. Como el pueblo en todas partes desea un líder, a menudo son engañados por aquellos indignos e incapaces del liderazgo real. Para animar a los hombres a que sean autos suficientes e independientes, hasta el extremo de que ellos no sigan ciegamente a cualquier líder, es el deber de un Soldado del Pueblo.

Un verdadero Soldado de la Luz, de la Libertad, de la verdadera Religión y del Pueblo, se une con los otros que son devotos del mismo propósito, como soldados del Rito Escocés Francmasón. Al hacer eso, nosotros prometernos actuar con fe y diligencia todos los deberes de un Masón del Rito Escocés, reconociendo que trabajar es adorar. El enemigo especial que hay que pelear dentro de sí mismo y otros es la inacción. Que siempre reconozcamos que los hombres, por naturaleza, son capases de avaricia y egoísmo y muchas de las faltas de los hombres no son curables. Debernos aceptar a los hombres corno Dios los hizo, y al mundo corno Él lo ha hecho, sacando el mejor provecho de todo. Un Soldado del Rito Escocés Masónico es fervoroso y ardiente en su deber y armado con la persuasión, no la fuerza, para combatir a los lentos y apáticos quienes no ven nada que hacer en la Masonería. Debernos convertirnos soberanos de nosotros mismos, reyes de nuestras propias pasiones, que el éxito no nos intoxique ni nos deprima la derrota, siempre recordando no odiar tanto al error, corno no amar a la humanidad.

Corno Maestros del Secreto Real debernos: llevar a cabo nuestros deberes a Dios, a nuestro país, nuestra familia, nuestros hermanos y a nosotros mismos; alcanzar el equilibrio en nuestras vidas y actitudes, siempre reconociendo que dentro de todos los hombres hay un minúsculo rayo de ese Intelecto Divino que creó el universo; recordar que en el hombre está Dios, y que el hombre es indestructible e inmortal. ¡Tales son las grandes lecciones del Rito Escocés Francmasón!

De ser consagrado a estas grandes lecciones es convertirse en un sabio -de recibir la bienvenida entre los Maestros del Secreto Real quien, no deja que el rayo de la luz divina adentro se oscurezca por el vicio, la indulgencia y las pasiones, prefiere el esfuerzo sobre la comodidad, auto negación por el bien de los demás sobre el lujo, el conocimiento y la verdad sobre la riqueza, y busca la aprobación de tu propia conciencia sobre puestos y honores concedido por otros; y el unirte a la gran fraternidad Masónica en la que todos enseñamos, incitamos, animamos, defendemos y protegemos a nuestros hermanos del mal.

LA DISCERTACIÓN

El Secreto Real, del cual el que es del Grado 32º es un Príncipe, no es un secreto en el sentido normal de la palabra; eso es, no es algo de esconder de los ojo del resto del mundo. Aquí la palabra "Secreto" se debe entender como sinónimo con la palabra "Misterio," escondido, sólo porque no lo entendemos por completo. Somos Príncipes de este Secreto en el sentido que la búsqueda por él es (o debe ser) una meta mayor en nuestras vidas. No es una búsqueda distinta a las demás de nuestras actividades y por consiguiente una distracción o un peso. Más bien es una búsqueda que es parte de nuestras vidas. Lo buscamos en nuestra relación con Dios, nuestra familia, nuestra vocación, y nuestros hermanos. No es una búsqueda efímera pero una meta realizable que puede, y debe, ser hecha parte de la actividad de nuestras vidas.

ESTE SECRETO REAL ES EL “EQUILIBRIO”

A través de la palabra “equilibrio”, queremos decir armonía o balance, que nos demuestra toda la naturaleza y la que es una guia para vivir correctamente. Debemos respetar a los demás, pero también debemos tener auto respeto; debemos darles tiempo a nuestras familias, pero preservar una porción para la soledad; debemos vivir esta vida, pero prepararnos para la otra. La vida bien vivida es un apuro de contrarios: trabajo, relajamiento; alegría, tristeza; pensar, acción.

El Secreto Real:

Es el secreto del Equilibrio Universal.

  1. De este Equilibrio en la Deidad, entre la SABIDURÍA Divina Infinita y el PODER Divino Infinito, del cual resulta la Estabilidad del Universo, lo incambiable de la Ley Divina, y los Principios de la Verdad, la Justicia, y el Derecho, que son parte de él; y la Obligación Suprema de la Ley Divina, sobre todos los hombres, como superior a toda otra ley, y formando parte de todas las leyes de los hombres y de las naciones. También de ese Equilibrio, entre la JUSTICIA Divina Infinita y la MERCED Divina Infinita, el resultado del cual es la EQUIDAD Divina Infinita, y la Armonía Moral o la Belleza del Universo. A través de Él, la durabilidad de las naturalezas creadas e imperfectas en la presencia de una Deidad Perfecta se hace posible; y para El, también, como para nosotros, el amar es mejor que el odiar, y el Perdón es más juicioso que la Venganza o el Castigo.

  2. De ese Equilibrio entre la NECESIDAD y LA LIBERTAD, entre la acción de la Omnipotencia DIVINA y el deseo Libre del hombre, a través del cual los vicios y acciones bajas, y pensamientos no generosos y palabras y crímenes e injusticias, justamente castigados por la ley, de causa y consecuencia del deseo de Dios; y sin el cual la coexistencia de la Libertad y de la Necesidad, del deseo Libre en la Criatura y la Omnipotencia en el Creador, no puede haber religión, ni ninguna ley del bien y del mal, del mérito y del demérito, ni ninguna justicia en el castigo humano o leyes penales. De ese Equilibrio entre el Bien y el Mal, la Luz y la Oscuridad en el mundo, que nos asegura que todo es el trabajo de la Sabiduría Infinita y de un Amor Infinito; y que no hay diablo rebelioso del Mal, o Principio de la Oscuridad coexistente y en controversia eterna con Dios o el Principio de la Luz y del Bien; a través de obtener el conocimiento de cual equilibrio podemos, a través de la Fe, ver que la existencia del Mal, el Pecado, el Sufrimiento, y el Pesar en el mundo, es consistente con el Bienestar Infinito, como también con la Sabiduría Infinita del Todo Poderoso.

  3. De ese Equilibrio entre la Autoridad y la Acción Individual que constituye el Gobierno Libre, al asentarlo en fundaciones inmutables de Libertad con Obediencia a la Ley, la Igualdad con Sujeción a la Autoridad, y Fraternidad con Subordinación al más sabio y el mejor; y de ese Equilibrio entre las Personas Activas, y la Estabilidad Pasiva y la Permanencia del Deseo del Pasado, expresado en constituciones y gobiernos, escritos y no escritos, y en las leyes y costumbres, grises con la edad y santificados por el tiempo, como precedentes y autoridad; que está representado por un arco descansando sobre dos columnas, Jaquín y Boaz, que están paradas en los portales del Templo construido por la Sabiduría, sobre el cual la Masonería coloca el Globo celestial, símbolo de la parte espiritual de nuestra naturaleza compuesta y sobre el otro el Globo terrestial, símbolo de la parte material.

Y, finalmente, de ese Equilibrio, posible en nosotros mismos, y el que la Masonería trabaja sin cesar para lograr en sus Iniciados, y exige de sus Adeptos y Príncipes (de otra forma desmerecedores de sus títulos), entre lo Espiritual y lo Divino y lo Material y Humano en el hombre; entre el Intelecto, la Razón y el Sentido Moral de un lado, y los Apetitos y las Pasiones en el otro, del que resulta la Armonía y la Belleza de un vida bien regulada.

Ese posible Equilibrio nos prueba que nuestros Apetitos y Sentidos también son Fuerzas que nos ha dado Dios, para los propósitos del bien, y no los frutos de la maldad de un Diablo, que debe ser detestado, mortificado, y, si es posible, rendirlo inerte y muerto; que se nos han dado para ser el medio por el cual nosotros seremos, fortalecidos e incitados a las obras grandes y buenas, y que se deben usar sabiamente, y no abusadas; de ser controlado y mantenido dentro de linderos debidos a través de la Razón y el Sentido Moral; para ser hechos instrumentos útiles y sirvientes, y no permitir que se conviertan en gerentes y maestros, usando nuestro intelecto y razón como instrumentos básicos para su gratificación.

Y este Equilibrio nos enseña, sobre todo, el reverenciarnos como almas inmortales, y de tener respeto y caridad hacia otros, que son tanto como nosotros lo somos, participes con nosotros de la Naturaleza Divina, encendida por un rayo de Inteligencia Divina, luchando como nosotros, hacia la luz; capaces, como nosotros, de progresar arriba hacia la perfección, mereciendo ser amados y dignos de compasión, pero Jamás ser odiados ni menospreciados; de ser ayudados y animados en esta lucha de la vida, y no ser abandonados ni dejar que vaguen solos en la oscuridad, menos aún ser pisoteados en nuestros esfuerzos para ascender.

Tal, mi Hermano, es la VERDADERA PALABRA de un Maestro Masón; tal es el SECRETO REAL, que hace posible, y al final hará realidad, el IMPERIO SAGRADO de la verdadera Hermandad Masónica.

GLORIA DEI EST CELARE VERBUM.

AMEN


(pp. 859-861)

CONCLUSIÓN

Si has estado desilusionado, nuestra labor ha sido en vano. De que estos grados tengan para ti un valor real depende sobre tu capacidad de entenderlos, y sobre el tiempo de estudio y el grado de reflexión que se la han rendido a ellos.

ap 

ALBERT PIKE

El futuro de la Francmasonería del Rito Escocés está en las manos de sus miembros. Será lo que nosotros hagamos de él; una institución de liderazgo moral, adelanto educacional y empeños filantrópicos o meramente un club social con títulos vacíos y pretensiones vanas. Para lograr lo primero requiere el esfuerzo combinado y concertado de muchos de nosotros y un compromiso renovado de aprender y vivir -aprender la lecciones simple de la moralidad práctica y las enseñanzas sublimes de las filosofías religiosas, entonces el vivirlas, para que nuestra luz pueda brillar ante los hombres que ellos continuarán desear nuestra camaradería y unirse a nuestra asambleas. La semilla es auto mejoramiento y la fruta es el progreso moral. Cada uno de nosotros debe ser un Magister Interior, el Maestro Interno, porque hasta que no nos hemos domado a sí mismo, nuestra influencia sobre otros hombres no puede traer buenos resultados.

Hombres buenos: mejores hombres.
No buscarnos más; no ofrecernos más.
Es suficiente.

 

j 



SOBRE EL AUTOR

Rex Hutchens reside con su esposa y dos hijos en Tucson, Arizona. Después del servicio militar el Ilustre Hermano Hutchens viajó extensamente en Europa, el Cercano Este y el Oriente. El residió en Karachi, Pakistán y Kabul, Afganistán durante varios años.

Cuando regresó a los Estados Unidos el Hermano Hutchens completó su Licenciatura en Antropología en la Universidad de Pittsburg. El continuó sus estudios en la Universidad de Arizona, recibiendo su Maestría en Estudios Orientales y después un doctorado después de una investigación del estado de la mujer en Cuba después de la revolución.

Él ha enseñado numerosos y variados cursos en la Universidad de Arizona y el College Comunitario de Pima en Tucson.

El Hermano Hutchens empezó su carrera Masónica en 1982 en la Logia Epes Randolph #32. En 1989 sirvió como Maestro de esa Logia; el año siguiente sirvió como Maestro de la Logia Adobe #41 y en 1991 fue Maestro de la Logia #2 de Investigación del Sur de Arizona. En 1990 fue elegido Venerable Maestro de la Logia de Perfección de Tucson y fue nombrado Representante Personal y Presidente de la Conferencia Consejera para el Valle de Tucson. En 1991 fue elegido Maestro del Capítulo de Rose Croix. El Hermano Hutchens fue investido

Caballero de la Cruz York de Honor y elegido miembro del Cónclave de Tucson, Cruz Roja de Constantino en 1989. Ese mismo año fue coronado Inspector General Honorario. El Dr. Hutchens tiene la Legión Honoraria de Honor de la Orden de DeMolay

Además de Un Puente Hacia la Luz (A Bridge to Light), el Dr. Hutchens ha sido coautor de The Bible in Albert Pike' s Morals and Dogma y ha escrito A Glossary to Morals and Dogma como también ha escrito numerosos articulas en the Scottish Rite Journal, The Philaethes y otras publicaciones Masónicas. Él también ha sido el Secretario de Arizona para Quatour Coronati Correspondence Circle y el editor de The Byzantium, la publicación nacional de la Cruz Roja de Constantino. El Dr. Hutchens es miembro honorario de la Iowas Lodge of Research y del Texas Lodge of Research por el cual él fue el Conferenciante de Anson Jones en 1990.


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