Wednesday, January 20, 2021

Marc Haven

 

Marc Haven


Marc Haven (1868-1926)

Emmanuel LALANDE (24 de diciembre de 1868 - 31 de agosto de 1926), conocido como Marc Haven, fue un médico y ocultista francés. Fue uno de los compañeros más fieles de Papus y el yerno del Maître Philippe. También fue miembro del primer Consejo Supremo de la Ordre Martiniste.

Victor-Emile Michelet nos cuenta su primer encuentro con él: “La tienda de la Rue de Trévise donde se encontraba la Librairie du Merveilleux era un centro de atracción. Una noche vimos a un joven estudiante de medicina senonese, Lalande, ya uno de sus amigos, un estudiante de farmacia, Thomas. El primero, que tomó el seudónimo de Marc Haven, iba a convertirse en un maestro del hermetismo”.

Dirección de iniciación - 1º Grado

El siguiente discurso de iniciación, escrito por Marc Haven, solía ser entregado a los hermanos recién iniciados durante la Iniciación.

 

A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD

Hombre de Deseo, Hermano Desconocido, tú que caminas hacia Tebas, en cualquier parte de nuestra tierra donde te encuentres, es a ti a quien pienso y es a ti a quien me dirijo. Es en ti a quien pienso, y es a ti a quien hablo; en la soledad de la preparación, has aprendido nuestra lengua materna, y los verbos primitivos de los Antiguos son para ti como para nosotros, antorchas luminosas, oh viajero desconocido a quien amo como a un hermano.

Mañana serás el Poderoso Maestro del reino terrenal; ayer, ¿no fuiste esclavo de la última de las razas, y no serviste a las serpientes de la tierra? Hoy discípulo de un Maestro, incierto del futuro, todavía tímido, miras las puertas de la luz. Puede ser que al repasar en tu memoria los pasos dados para llegar aquí, encuentres alguna certeza nueva, alguna enseñanza para el presente. Cuando llegaste entre nosotros, dejando el mundo profano, no eras más que un recuerdo del hombre cuyo nombre aún llevas. Pero todas tus facultades, todas tus virtudes, todas las promesas que les habías hecho a tus antepasados ​​se hundieron en el olvido voluntario donde les habías dejado dormir. Perteneciste a esta masa humana concebida por el pecado y para el pecado, a causa de las injusticias desmedidas de quienes te criaron. Esa lúgubre existencia plana que es la de esta vida humana a la que perteneces en su totalidad.

El hombre, que ya lleva defectos hereditarios en el vientre de su madre y, por tanto, soporta el peso de un destino doloroso, nace aplastado por el peso de estos "oscuros pasivos". Nace, recibe leche interiormente ya infectada con esta inmundicia, y exteriormente, mil tratamientos torpes que deformarán su cuerpo incluso antes de que se forme. Concepciones depravadas, lenguajes falsos y corruptos atacan todas sus facultades y las espían desde el inicio de su desarrollo para luego infectarlas.

Tan mimado en cuerpo y espíritu incluso antes de usarlo, cae bajo la influencia ordinaria de quienes, rodeándolo desde la infancia, esparcen al azar en esta tierra gérmenes desordenados y malignos. La juventud y la virilidad no son más que el desarrollo sucesivo de todos estos gérmenes. Un régimen psíquico que casi siempre es contrario a la naturaleza continúa presionando contra el principio de su vida.

Desviándose cada vez más de su conducta, ávido de ciencia externa (empírica), lo lleva a exteriorizar y dispersar todas las facultades de su espíritu en lugar de encauzarlas hacia esta interioridad (espíritu), facultades que había recibido para aprender y prodiga todos los tesoros.

Lo olvida, atrapado en sus ocupaciones frívolas e ilusorias, que asumen a sus ojos tanto la apariencia de realidad que lo afligirán hasta el fin de su tiempo.

Además, en el centro de una tormenta perpetua, llega al final de su vida, atormentado por los procedimientos de una medicina ignorante, por una filosofía mundana aún más dolorosa para su espíritu, que quizás en ese momento estaba agotado.

Esa es la clase de gente de la que sales, viajero engañado, hasta que una voz te llama por tu nombre; un nombre arde en tu corazón y vas a engrosar las filas de los HOMBRES DEL DESEO, a pesar de los miedos, a pesar de los sufrimientos esperados. ¿Ahora cuál fue tu ascenso? Para sublimar tu ser, ¿qué método, qué ciencia te enseñaron?

Aquellos que te habían llamado, aquellos a quienes amabas como hermanos, como nuevos amigos, y a quienes pediste que guiaran tus pasos hacia las ciudades de luz, te mostraron el desierto detrás de ti.

Te hicieron entender que todo el trabajo tenía que estar dentro de ti; que necesitabas 40 días y 40 noches de meditación para aprender a conocerte a ti mismo, a distinguir a tus amigos de tus enemigos, las jerarquías de sus fuerzas.

En ti mismo, en tu alma, hiciste el descubrimiento de todos tus principios, debe ser así, de lo contrario no te habrías renovado en todos tus valores, si no hubieras aprendido tan elevadas verdades de la Tradición, si no hubieras adquirido el conocimiento íntimo de los nombres a través de la experiencia y el sentimiento.

Silenciosamente esperabas en algún lugar el deseo de morir y que tu espíritu viera con claridad.

De hecho, lentamente, comprendiste; se consideraba un pensamiento de Dios, y que su ser real, su individualidad, sólo podía existir en Él.

Uno de los signos más claros de su avance en este camino fue el día en que descubrió con sensibilidad que las cosas de este mundo no son tan importantes; luego un solo sentimiento desbancó a todos tus ídolos y te mostró la diferencia que separa el mundo espiritual de esta cadena de fantasmas polimorfos, fugaces, inconstantes que conforman la región natural donde vivimos con nuestros cuerpos.

Esta fue tu Iluminación… Todo lo que se busca hoy desaparece, todo retoma el curso universal de los Días Antiguos.

En el norte, sur, este y oeste, ha penetrado el espíritu universal. Como Lázaro, después de cuatro días resucitas en tus cuatro grandes facultades primitivas.

Sin descanso, sin interrupción, porque aquello que ha despertado en ti este impulso vital, tu esencia, debes alejar de ti a todos los vendedores que habían venido a establecer la sede de su oficio en tu Templo.

El esfuerzo continuo, la lucha diaria, la tensión perenne del alma: estas son las condiciones indispensables para la iluminación del alma.

Cuanto mayor sea su progreso, mayores serán los obstáculos que encontrará en su camino. Las dudas surgirán dentro de ti; Algunos escépticos e interlocutores vacíos se levantarán para confundir tu razón y los milagros que te pedirán, aceptados o rechazados, te debilitará a sus ojos, y siempre serán en vano. Sufrirás tentaciones, amenazas y pruebas antes de dejar tu desierto.

Pero esto será una alegría, una batalla firme, conociendo la Ley.

Sólo al precio de un gran sufrimiento se obtiene la Regeneración.

Todos los símbolos, todas las tradiciones nos enseñan esto.

El sol pasa por el meridiano inferior antes de parecer glorioso en el Este; antes de que la vida nos envuelva, el sufrimiento absoluto, el desaliento, la desolación debe congelarse en nuestras venas y todo lo que hace imposible su presencia (de Regeneración) debe ser destruido en nosotros. Es por esta vida de muerte por la que el hombre debe pasar, y más rápidamente, y por tanto más dolorosamente, para los que despiertan y se van rápido. Es el camino que han seguido nuestros Maestros, el del verdadero Filósofo.

Cuando termine la prueba, saldrás victorioso del desierto y aquí estás, lleno de lucidez intelectual y de este ardor íntimo, fruto de tu trabajo, camino de regreso a las ciudades de los hombres. Pero has olvidado los símbolos materiales; ya no tienes nada en común con ellos, ya no sueñas sueños dolorosos. Soldado demasiado fuerte, demasiado bien protegido contra los ataques ilusorios de tus enemigos, ya no sabes cómo comportarte en el mundo de la pasividad; el egoísmo o la duda se apoderan de ti; las terribles crisis de la incertidumbre te paralizan, te postran.

Entonces, el que estaba tan orgulloso de su altura (espiritual) se agacha, vuelve a descender, busca apoyo; en la noche suplica a un Hermano mayor, más erudito mediante la posesión de poderes, que se le aparezca un Adepto y le hable.

Si tales son tus inquietudes, espíritu, hermano de mi espíritu, corazón de mi corazón, escuchemos juntos lo que han revelado los Maestros que regresaron vivos del Jardín de las Granadas.

De cuatro formas, cantaron alegría; alegría delirante, alegría sobrehumana, alegría violenta, alegría fecunda.

A ustedes que desean saber, les dijeron, aprendan. No es suficiente que el HOMBRE SEA UN PENSAMIENTO DE DIOS, y ahí es donde se detiene nuestra Ciencia, EL TAMBIÉN DEBE SER UNA PALABRA DE ÉL. Solo así se regenerará en su naturaleza original. En el maravilloso Jardín del que regresamos, nada se logra en la contemplación inmóvil, pero en la luz eterna hay una creación activa y continua. El pensamiento no puede afirmarse sin crear a su alrededor los Seres que fueron sus operaciones y que se convertirán en sus facultades activas. Aquí se desconocen la muerte, las palabras de destrucción, de aniquilación, porque la vida fluye y cubre los muros florales del Jardín. Ay de los profetas que enseñan las doctrinas del terror, del odio y de la destrucción: Huid de los que desprecian la carne y la sangre, el alma en la plenitud de sus figuras, porque todas las promesas se cumplirán y la regeneración será una obra viva.

 

AMAR, HABLAR, ACTUAR.

A tu alrededor, por todos lados, surgen guerreros para apoyar tus obras: hoy los Poetas, tus Hermanos están en las calles… Hablan en las plazas, usan gestos como palmas y palabras como espadas.

Pero sea o no su destino ser los testigos benditos, sembrarán alrededor de las fuerzas regeneradas en ustedes, y por lo tanto ustedes son los custodios y no los dueños. Sean los Sanadores de los materialistas y los instintivos, los guías de los espiritualistas. Prepárense.

Recuerde las palabras: “No debe ser el amanecer de la luz lo que debe comenzar a advertirle a su alma de tales deberes diarios y de la hora en que el incienso debe arder en la estufa; es solo tu voz la que debe invocar el amanecer de la luz y hacer que brille sobre tu obra, para que desde las alturas de este Oriente la derrames sobre las naciones dormidas en su inactividad y los arranques de las tinieblas en las que habitan. "

Aquí está tu papel, tu deber, HOMBRE REGENERADO; eres un intermediario entre lo Eterno y lo Temporal, entre el Futuro y el Presente.

Por las palabras de los Maestros, comprenderá dónde terminan sus poderes, dónde comienza la obra de la Providencia. Instruido por ellos, pasarás por los tres grados de Iniciación Teosófica.

Es por esta razón que la sabiduría cabalística da a sus discípulos diferentes nombres en el momento de su nacimiento al misterio, a su conocimiento simbólico, a su habilidad tradicional. El que lee la voluntad de Dios en las estrellas, antes de que tenga lugar en la tierra, se llama TEKOA, el hombre de los sufrimientos, el hijo de JOCHAI; y cuando sea maestro, sus discípulos lo llamarán como siempre lo hemos llamado: RASCHBI, el HOMBRE NUEVO.

Dr. MARC HAVEN 

(Emmanuel LALANDE, yerno del Maestro PHILIPPE)


Thursday, January 7, 2021

El Dios de Spinoza

 

EL DIOS DE SPINOZA



 

Sabían que cuando Einstein daba alguna conferencia en las numerosas universidades, la pregunta recurrente que le hacían los estudiantes era:

 

-¿Cree Ud. en Dios?

Y él siempre respondía:

-Creo en el Dios de Spinoza.

 

El que no ha leído a Spinoza se sorprenderá. Baruch de Spinoza fue un filósofo Holandés considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes.

 

EL DIOS O NATURALEZA DE SPINOZA HUBIERA DICHO,

EN PALABRAS DE ANAND DILVAR:

 

“Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.

Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

 

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

 

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.

 

El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

 

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito…

 

¡No me encontrarás en ningún libro!

 

Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

 

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?

 

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.

Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

 

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

 

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.

 

Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

 

No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

 

Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…

 

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

 

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?

 

Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

 

Deja de complicarte las cosas y de repetir como un loro lo que te han enseñado acerca de mí.

 

Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

 

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti”.

Anand Dilvar.

 

 

Todo empezó cuando Albert Einstein fue interrogado vía telégrama por el rabino Herbert S. Goldstein sobre si creía o no en la existencia de Dios. Einstein respondió:

 

“Creo en el Dios de Spinoza, quien se revela así mismo en una armonía de lo existente, no en un Dios que se interesa por el destino y las acciones de los seres humanos”.

 

En una entrevista de 1930 publicada en el libro Glimpses of the Great de G. S. Viereck, Einstein amplia su explicación aún más:

 

“Tu pregunta es la más difícil del mundo. No es algo que pueda responder con un simple sí o no. No soy ateo. No sé si pueda definirme como un panteísta. El problema en cuestión es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. ¿Puedo contestar con una parábola? La mente humana, no importa que tan entrenada esté, no puede abarcar el universo. Estamos en la posición del niño pequeño que entra a una inmensa biblioteca con cientos de libros de diferentes lenguas. El niño sabe que alguien debe de haber escrito esos libros. No sabe cómo o quién. No entiende los idiomas en los que esos libros fueron escritos. El niño percibe un plan definido en el arreglo de los libros, un orden misterioso, el cual no comprende, sólo sospecha. Esa, me parece, es la actitud de la mente humana, incluso la más grande y culta, en torno a Dios. Vemos un universo maravillosamente arreglado, que obedece ciertas leyes, pero apenas entendemos esas leyes. Nuestras mentes limitadas no pueden aprehender la fuerza misteriosa que mueve a las constelaciones. Me fascina el panteísmo de Spinoza, porque él es el primer filósofo que trata al alma y al cuerpo como si fueran uno mismo, no dos cosas separadas”

 

¿Cómo es el Dios de Spinoza al que Einstein se refiere?

 

Baruch Spinoza, nacido un 24 de noviembre de 1642 como Benedito de Espinosa, fue un filósofo neerlandés, de origen judío sefardí, considerado junto con Descartes y Leibniz uno de los filósofos racionalistas más importantes de la ilustración, cuya repercusión fue reconocida después de su muerte, acaecida el 21 de febrero de 1677 a la edad de 44 años. Su obra más sobresaliente es la Ética demostrada según el orden geométrico, publicada póstumamente por sus amistades más cercanas y que pronto fue censurado por la Iglesia Católica al incluirlo en su Index librorum prohibitorum.

 

En su magnum opus, Spinoza trató de definir la Naturaleza de Dios y de las pasiones humanas, para Spinoza no hay un dualismo, sino un monismo intermedio, esto es, no existen dos substancias, sino una con distintos atributos como el del pensamiento y/o la extensión. Consideró además que Dios era una res extensa, esta concepción asume a Dios no como metafísico, sino como la totalidad de lo físico o material.

 

Dios es Naturaleza Naturante que presenta afecciones y modos de ser, que a su vez tienen como origen necesario a Dios, estos son considerados como naturaleza naturada, así Dios es aquel ser en el que se concibe y es todo cuando existe,  y que sin él o fuera de él nada es o puede ser concebido. A este perspectiva se le consideró como Panenteísta, lo que significa Todo en Dios.

Saturday, January 2, 2021

Historia de Eliphas Levi

 HISTORIA DE 

ELIPHAS LEVI 


Eliphas Levi nació en Paris, Francia, el ocho de febrero de 1810. Hijo de un zapatero. De muchacho fue muy inteligente por lo cual su padre decidió enviarlo a la iglesia de St. Sulpice para que recibiera allí su educación. Así decidió consagrarse a la vida Religiosa y se hizo sacerdote. 

Se dice que años más tarde fuera expulsado por sostener ideas heréticas y por no poder cumplir con su voto de castidad. En algún momento conoció a una pareja de místicos de apellido Ganneau, El Sr. Ganneau aclamaba ser la reencarnación de Luís XVII y también se declaraba profeta. Su esposa decía ser la reencarnación de Maria Antonieta. 

De esta manera Eliphas se convirtió en uno de los seguidores de Ganneau con quien recibió sus primeras lecciones. En 1852 conoció a J.M.H.Wronski quien lo orientó hacia el ocultismo y la cábala. 

En 1854 se relacionó con el novelista inglés Bulwer Lytton y con el doctor Ashburner, quienes pertenecían a la Hermetic Brotherhood of Luxor, realizando con ellos experimentos teúrgicos. Iniciado en la Masonería el 14 de marzo de 1861 en la Logia Rosa del Perfecto Silencio del Gran Oriente de Francia. 

Consta en los registros masónicos que Lévi asciende al tercer grado de Maestro el 28 de agosto de 1861. Antes de su iniciación masónica había publicado dos importantes obras: Dogma y ritual de Alta Magia (1854) e Historia de la Magia (1860). En 1873 se hizo miembro de la Sociedad Rosacruciana in Anglia (SRIA). 

En este periodo el Dr. Woodman era el Secretario de la orden y cinco años mas tarde seria elevado al rango de Mago Supremo. Woodman fundaría una nueva orden mas tarde llamada la Orden del Dorado Amanecer en donde incorporaría las creencias de Eliphas. El introdujo una serie de enseñanzas muy importantes que darían forma al ocultismo moderno, de hecho a Levi se le considera el padre del ocultismo moderno. 

En el año 1460 Marcelo Ficcino traduciría el Corpus Hermeticum, un cuerpo de textos greco egipcios ricos en enseñanzas esotéricas como la reencarnación, las esferas, los siete cuerpos, y la inmortalidad de la mente superior o inteligencia. Los conceptos claves enseñados hoy en las distintas escuelas esotéricas son derivaciones de las enseñanzas en el Corpus. Mas tarde un joven cabalista llamado Picco de la Mirandola tomaría la cabala hebrea y la fusionaría con las enseñanzas del Corpus y Giordano Bruno desarrollaría la técnica de usar imágenes nemotécnicas como puertas a otros mundos o estados de conciencia. Sin embargo todos estos progresos fueron detenidos por la Inquisición y la quema de brujas y más tarde por la reforma protestante. 

Como resultado se formaron Sociedades Ocultas con el propósito de transmitir las enseñanzas de manera muy secreta, se instituyeron palabras de paso y signos de reconocimientos todos ellos muy secretos. 

Sin embargo para el 1850 Francia habría levantado la ley que prohibía escribir sobre la Magia y Eliphas Levi hizo su entrada triunfal. Eliphas Levi comienza explicando que existe dentro de todas las religiones del mundo una tradición esotérica que es universal, que existe una fraternidad universal de iniciados en la doctrina esotérica, el esoterismo es pues la verdad que se encuentra en todas las religiones y que las explica a todas. 

Este concepto del esoterismo como fuente de todas las religiones es introducido por Levi y luego copiado por otros 3 prominentes esoteristas como Madame Blavatsky. Además de esto Levi utiliza por primera vez el término ocultismo y ocultista para definir esta enseñanza universal. Levi también insiste en considerar el Tarot como un Libro Sagrado, capaz de explicar todos los misterios, un resumen de la doctrina universal. Es el la primera persona que traza un paralelismo entre los veintidós arcanos mayores del tarot con las veintidós letras del alfabeto hebreo. 

También el Levi el primero en establecer una diferencia entre el Pentagrama con la punta hacia arriba y el pentagrama con la punta hacia abajo el cual considera estar al revés y por primera vez lo asocia con el demonio dibujando la cabeza de un macho cabrio dentro de este de manera que los cuernos son las dos puntas de la estrella. El pentagrama en su estado natural representaría a un hombre con los pies y manos abiertos, la cabeza arriba dominando sobre los órganos inferiores es decir la mente gobernando las pasiones. El Concepto de Cuerpo Astral y el mundo astral tal y como se comprende hoy día es original de Levi, el termino astral para designar a esta fuerza y mundo es muy suyo aunque hay que decir que estos misterios fueron explicados usando una terminología diferente por Cornelius Agripa y el Corpus Hermeticum per se. Eliphas Levi reconoce como fue influenciado por el Libro llamado El Mago de Francis Barret, a su vez esta obra es prácticamente un plagio de la obra de Cornelius Agripa Oculta Filosofía. 

En su libro Historia de la Magia, Eliphas explica como la gente de la India son los descendientes de Caín y agrega que estos poseen la cabala de una manera corrupta y critica fuertemente los conceptos de la religión vedica como perniciosos e inmorales. Esto causa que Elena Petrovna Blavatsky, la madre del ocultismo moderno por así decirlo entre en una batalla filosófica con el a través de sus libros, Blavatsky como ya se dijo toma el concepto del esoterismo como verdad universal y también hace uso del concepto de la Luz Astral y del Cuerpo Astral, sin embargo la Blavatsky critica la Cabala y agrega que los cabalistas modernos perdieron hace mucho la clave para interpretar la Biblia y que la verdadera sabiduría esotérica no solo se enseña en secreto en los monasterios de la india si no que es precisamente desde la india que este conocimiento se esparció hacia el resto del mundo pasando de la india a Egipto, de Egipto a Grecia, y de Grecia al resto del mundo. 

Blavatsky abundaría mucho mas que Levi no solo en lo que respecta a la naturaleza de la luz astral pero también revelaría la existencia de otros planos y dimensiones que explica con todo lujo de detalles, penosamente Blavatsky echa a un lado a la cabala y a la magia ceremonial por considerarlas muy peligrosas. 

Eliphas Levi muere el 31 de Mayo de 1875.

El mito de la caverna de Platón

El mito de la caverna de Platón

(significado e historia de esta alegoría)


Una metáfora que nos intenta explicar la doble realidad que percibimos.

El mito de la caverna de Platón es una de las grandes alegorías de la filosofía idealista que tanto ha marcado la manera de pensar de las culturas de Occidente.

Entenderla significa conocer los estilos de pensamiento que durante siglos han sido los dominantes en Europa y América, así como los fundamentos de las teorías de Platón. Veamos en qué consiste.

Platón y su mito de la caverna

Este mito es una alegoría de la teoría de las ideas propuesta por Platón, y aparece en los escritos que forman parte del libro La República. Se trata, básicamente, de la descripción de una situación ficticia que ayudaba a entender el modo en el que platón concebía la relación entre lo físico y el mundo de las ideas, y cómo nos movemos a través de ellos.

Platón empieza hablando sobre unos hombres que permanecen encadenados a las profundidades de una caverna desde su nacimiento, sin haber podido salir de ella nunca y, de hecho, sin la capacidad de poder mirar hacia atrás para entender cuál es el origen de esas cadenas. 

Así pues, permanecen siempre mirando a una de las paredes de la caverna, con las cadenas aferrándolos desde atrás. Detrás de ellos, a una cierta distancia y colocada algo por encima de sus cabezas, hay una hoguera que ilumina un poco la zona, y entre ella y los encadenados hay un muro, que Platón equipara a las artimañas que realizan los tramposos y los embaucadores para que no se noten sus trucos. 

Entre el muro y la hoguera hay otros hombres que llevan con ellos objetos que sobresalen por encima del muro, de manera que su sombra es proyectada sobre la pared que están contemplando los hombres encadenados. De este modo, ven la silueta de árboles, animales, montañas a lo lejos, personas que vienen y van, etc.

Luces y sombras: la idea de vivir en una realidad ficcionada

Platón sostiene que, por estrambótica que pueda resultar la escena, esos hombres encadenados que describe se parecen a nosotros, los seres humanos, ya que ni ellos ni nosotros vemos más que esas sombras falaces, que simulan una realidad engañosa y superficial. Esta ficción proyectada por la luz de la hoguera los distrae de la realidad: la caverna en la que permanecen encadenados.

Sin embargo, si uno de los hombres se liberase de las cadenas y pudiese mirar hacia atrás, la realidad le confundiría y le molestaría: la luz del fuego haría que apartase la mirada, y las figuras borrosas que pudiese ver le parecerían menos reales que las sombras que ha visto toda la vida. Del mismo modo, si alguien obligase a esta persona a caminar en dirección a la hoguera y más allá de ella hasta salir de la caverna, la luz del sol aún le molestaría más, y querría volver a la zona oscura. 

Para poder captar la realidad en todos sus detalles tendría que acostumbrarse a ello, dedicar tiempo y esfuerzo a ver las cosas tal y como son sin ceder a la confusión y la molestia. Sin embargo, si en algún momento regresase a la caverna y se reuniese de nuevo con los hombres encadenados, permanecería ciego por la falta de luz solar. Del mismo modo, todo lo que pudiese decir sobre el mundo real sería recibido con burlas y menosprecio.

El mito de la caverna en la actualidad

Como hemos visto, el mito de la caverna reúne una serie de ideas muy comunes para la filosofía idealista: la existencia de una verdad que existe independientemente de las opiniones de los seres humanos, la presencia de los engaños constantes que nos hacen permanecer lejos de esa verdad, y el cambio cualitativo que supone acceder a esa verdad: una vez se la conoce, no hay marcha atrás.

Estos ingredientes se pueden aplicar también al día a día, concretamente a la manera en la que los medios de comunicación y las opiniones hegemónicas moldean nuestros puntos de vista y nuestra manera de pensar sin que nos demos cuenta de ello. Veamos de qué manera las fases del mito de la caverna de Platón pueden corresponderse con nuestras vidas actuales:

1. Los engaños y la mentira

Los engaños, que pueden surgir de una voluntad de mantener a los demás con poca información o de la falta de progreso científico y filosófico, encarnaría el fenómeno de las sombras que desfilan por la pared de la caverna. En la perspectiva de Platón, este engaño no es exactamente el fruto de la intención de alguien, sino la consecuencia de que la realidad material sea tan solo un reflejo de la verdadera realidad: la del mundo de las ideas.

Uno de los aspectos que explican por qué la mentira impacta tanto en la vida del ser humano es que, para este filósofo griego, está compuesta por aquello que parece evidente desde un punto de vista superficial. Si no tenemos motivos para cuestionar algo, no lo hacemos, y su falsedad prevalece.

2. La liberación

El acto de liberarse de las cadenas serían los actos de rebeldía que solemos llamar revoluciones, o cambios de paradigma. Por supuesto, no es fácil rebelarse, ya que el resto de la dinámica social va en sentido contrario.

En este caso no se trataría de una revolución social, sino de una individual y personal. Por otro lado, la liberación supone ver cómo muchas de las creencias más interiorizadas se tambaleen, lo cual produce incertidumbre y ansiedad. Para hacer que este estado desaparezca, es necesario seguir avanzando en el sentido de ir descubriendo nuevos conocimientos. No es posible quedarse sin hacer nada, según Platón.

3. La ascensión

La ascensión a la verdad sería un proceso costoso e incómodo que implica desprenderse de creencias muy arraigadas en nosotros. Por ello, es un gran cambio psicológico que se plasma en la renuncia a las viejas certezas y la apertura a las verdades, que para Platón son el fundamento de lo que realmente existe (tanto en nosotros como a nuestro alrededor).

Platón tenía en cuenta que el pasado de las personas condiciona el modo en el que experimentan el presente, y por eso asumía que un cambio radical en la manera de entender las cosas tenía que acarrear necesariamente malestar e incomodidad. De hecho, esa es una de las ideas que quedan claras en su forma de ilustrar ese momento mediante la imagen de alguien que trata de salir de una cueva en vez de permanecer sentado y que, al llegar al exterior, recibe la luz cegadora de la realidad.

4. El retorno

El retorno sería la última fase del mito, que consistiría en la difusión de las nuevas ideas, que por chocantes pueden generar confusión, menosprecio u odio por poner en cuestión dogmas básicos que vertebran la sociedad. 

Sin embargo, como para Platón la idea de la verdad estaba asociada al concepto de lo bueno y el bien, la persona que haya tenido acceso a la realidad auténtica tiene la obligación moral de hacer que el resto de personas se desprendan de la ignorancia, y por lo tanto ha de difundir su conocimiento.

Del mismo modo que su maestro, Sócrates, Platón creía que las convenciones sociales sobre lo que es un comportamiento apropiado están supeditadas a la virtud que otorga llegar al verdadero conocimiento. Por eso, aunque las ideas de quien regresa a la caverna resulten chocantes y generen ataques por parte de los demás, el mandato de compartir la verdad obliga a confrontar estas viejas mentiras.

Esta última idea hace que el mito de la caverna de Platón no sea exactamente una historia de liberación individual. Es una concepción del acceso al conocimiento que parte de una perspectiva individualista, eso sí: es el individuo el que, por sus propios medios, accede a lo verdadero mediante una lucha personal contra las ilusiones y los engaños, algo frecuente en los enfoques idealistas al fundamentarse en premisas del solipsismo. Sin embargo, una vez el individuo ha alcanzado esa fase, debe llevar el conocimiento al resto.

Eso sí, la idea de compartir la verdad con los demás no era exactamente un acto de democratización, tal y como la podríamos entender hoy día; era, simplemente, un mandato moral que emanaba de la teoría de las ideas de Platón, y que no tenía por qué traducirse en una mejora de las condiciones materiales de vida de la sociedad.