Wednesday, January 8, 2020

Graham Hancock - Los Magos de los Dioses CAPÍTULO 1 «AQUÍ HAY TANTO MISTERIO...»


Graham Hancock - Los Magos de los Dioses
CAPÍTULO 1
«AQUÍ HAY TANTO MISTERIO...»



Göbekli Tepe es la manifestación más antigua de arquitectura monumental encontrada hasta ahora en el mundo o, en cualquier caso, la más antigua aceptada como tal por los arqueólogos.

Y es enorme.

Imponente, magnífico, luminoso y apabullante son algunos de los adjetivos que fracasan con estrépito a la hora de hacerle justicia. Llevo aproximadamente dos horas errando por todo el yacimiento con su excavador, el profesor Klaus Schmidt, y mi cerebro está de verdad patidifuso.

 —¿Cómo se siente uno —le pregunto— al ser el descubridor del templo que está reescribiendo la historia?

Schmidt es un rubicundo arqueólogo alemán de pecho poderoso y barba canosa, que viste tejanos desgastados, camisa vaquera con un rayón de barro en la manga y cubre sus pies desnudos y sucios con unas sandalias gastadas. Estamos en septiembre de 2013, tres meses antes de su sexagésimo cumpleaños y, pese a que ninguno de los dos lo sabe todavía, antes de que pase un año estará muerto.

Mientras madura su respuesta, se limpia una gota de sudor de la re-luciente bóveda de su frente. Aún no es media mañana, pero aquí en Anatolia, en la región sureste de Turquía, el sol está alto, el cielo carece de nubes y la cadena de montañas del Tauro sobre la que nos encontramos parece un horno. No corre brisa alguna, ni un amago, ni una sugerencia de soplo de aire, ni hay sombra alguna en la que cobijarse. En 2014 se erigirá una techumbre para cubrir y proteger el yacimiento, pero en 2013 solo sus cimientos están construidos, de modo que nos encontramos expuestos sobre una improvisada pasarela de madera. Por debajo de nosotros, en una serie de recintos amurallados semienterrados y más o menos circulares, hay docenas de gigantescos pilares megalíticos en forma de T que Schmidt y su equipo del Instituto Arqueológico Alemán han ido sacando a la luz. Antes de que comenzaran su trabajo, el lugar parecía una colina redondeada —de hecho Göbekli Tepe significa «colina del ombli­go», en ocasiones traducido también como «colina de la olla»—, pero las excavaciones han hecho desaparecer la mayoría de su perfil original.

—Lo cierto es que no podemos decir que Göbekli Tepe sea exacta­mente un templo —termina por responder Schmidt, que de forma evi­dente está eligiendo sus palabras con cuidado—. Llamémoslo un santua­rio en una colina. Y no digo que esté reescribiendo la historia. Más bien diría que está añadiendo un importante capítulo a la historia existente. Pensábamos que la transición desde cazadores-recolectores hasta agricul­tores fue un proceso lento y gradual; pero ahora nos hemos dado cuenta de que se trató de un período en el cual se realizaron emocionantes mo­numentos que no nos esperábamos.

Y no solo monumentos —apunto—. Al principio la gente de aquí eran cazadores-recolectores y no había signos de agricultura.



Figura 2. El grupo central de los recintos excavados —A, B, C y D— de Göbekli Tepe. Todos los pilares han sido numerados por el Instituto Arqueológico Alemán para que sea más sencillo identificarlos.


—No —concede Schmidt—, ninguno —dice señalando con gesto amplio los círculos de pilares—, pero la gente que venía a Göbekli Tepe y realizó todo este trabajo ¡inventó la agricultura! De modo que vemos una conexión entre lo que sucedió aquí y la posterior emergencia de las sociedades neolíticas dependientes de la agricultura.

Mis oídos se aguzan ante la palabra «inventó». Quiero asegurarme de que lo estoy comprendiendo bien:

—¿De modo —enfatizo— que llega usted tan lejos como decir que la gente que hizo Göbekli Tepe inventó realmente la agricultura?

—Sí, sí.

—¿Podría desarrollar eso un poco?

—Porque en esta región poseemos las domesticaciones más antiguas, tanto de animales como de plantas. Se hizo en esta región. De modo que son la misma gente.

—Y, por lo que a usted respecta, ¿esta es la primera, la más antigua, agricultura del mundo?

—La primera del mundo. Sí.

Me doy cuenta de que Schmidt está impacientándose por el modo en que insisto sobre este punto, pero tengo mis motivos. Las zonas de Göbekli Tepe excavadas hasta el momento se acercan a los 12.000 años de antigüedad, lo cual hace (de acuerdo a la cronología ortodoxa) que sean más de 6.000 años más antiguas que cualquier otro yacimiento megalítico de cualquier otro lugar, como puedan ser Gigantiga y Mnajdra en Malta, Stonehenge y Avebury en Inglaterra o las pirámides de Guiza en Egipto. No obstante, todos esos yacimientos pertenecen a aquella fase de la evolución humana que los arqueólogos llaman Neolítico (la «Edad de la Piedra Nueva»), cuando la agricultura y la organización de la sociedad de forma estructurada y jerárquica ya estaba muy avanzada, lo que permitió la aparición de especialistas que no tenían necesidad de producir su propio alimento porque podían ser mantenidos por el superávit generado por los agricultores. Göbekli Tepe, en cambio, pertenece al final mismo del Paleolítico Superior (la «Edad de la Piedra Antigua» tardía), cuando se supone que nuestros antepasados eran cazadores-recolectores nómadas que vivían en bandas pequeñas y ambulantes, incapaces de tareas que requirieran planificación a largo plazo, división compleja del trabajo y labores de dirección de alto nivel.

Schmidt y yo estamos en un punto del camino desde donde se pue­den ver tanto el recinto C como el recinto D, donde gracias a mi investi­gación previa sé que hay tallada una imagen intrigante en uno de los pilares. Tengo pensado pedirle permiso al arqueólogo para penetrar en el recinto D y echarle una ojeada más de cerca a esa imagen; pero primero quiero tener completamente clara su opinión sobre los orígenes de la agricultura y su relación con la arquitectura megalítica. El recinto C, el más grande de los cuatro principales hasta ahora excavados, está dominado por dos inmensos pilares centrales, ambos rotos. En su estado original los dos habrían tenido más de 6 metros de alto y pesado en torno a las 20 toneladas. Incrustados en el muro a su alrededor se yergue una docena de pilares. Son algo más pequeños, pero aun así siguen siendo prodigiosos. Lo mismo sucede en el recinto D, donde vuelve a haber un anillo de pilares más pequeños rodeando a dos imponentes pilares centrales, en este caso ambos intactos. Su parte superior en forma de T, ligeramente en ta­lud en la parte frontal, no posee rasgo alguno, pero pese a ello recuerdan de forma inquietante a gigantescas cabezas humanas; una impresión que se ve reforzada por los débiles contornos de unos brazos, doblados a la altura del codo, que se ven a lo largo de los laterales de los pilares y que terminan en manos humanas con largos dedos cuidadosamente talladas.

—Todo esto —digo—: los megalitos, la iconografía, el concepto y disposición generales del yacimiento... para serle sincero, me parece un proyecto tan grande como pueda serlo Stonehenge en Inglaterra, y, sin embargo, Stonehenge es mucho más moderno. De modo que ¿cómo encaja lo que ha encontrado en Göbekli Tepe con su noción de una sociedad cazadora-recolectora?

—Estaba mucho más organizada de lo que esperábamos —reconoce Schmidt—. Lo que vemos aquí son unos cazadores-recolectores que evidentemente poseían una división del trabajo, porque el trabajo en los megalitos es especializado, no puede hacerlo cualquiera. También fueron capaces de transportar estas pesadas piedras y erigirlas, lo que significa que debían de poseer algún tipo de experiencia en ingeniería, algo que tampoco esperábamos de los cazadores-recolectores. Realmente es la primera arquitectura, y es una arquitectura monumental.

—De modo que, si lo he comprendido bien, profesor Schmidt, está usted diciendo que nos encontramos en el lugar donde se inventaron tanto la arquitectura monumental como la agricultura.

—Sí, exactamente.

—¿Y aun así sigue sin ver nada de verdad revolucionario en ello? ¿Lo ve como un proceso que puede situar sin problemas en el marco de referencia histórico existente?

—Sí. En la historia existente. Pero el proceso es mucho más emocionante de lo que esperábamos. Sobre todo porque lo que tenemos aquí en Göbekli Tepe pertenece más al mundo de los cazadores-recolectores que al de las sociedades agrícolas. Es hacia finales de la caza-recolección, pero todavía no es del todo el comienzo del Neolítico.

—Un período de transición entonces. Un momento cúspide. Y ¿quizá más que eso? Lo que estoy percibiendo con nuestra conversación, y por lo que me ha mostrado del yacimiento esta mañana, es la noción de que en Göbekli Tepe hubo una especie de comité de expertos prehistórico, o un centro de innovación, a lo mejor bajo el control de una especie de élite residente. ¿Cree que es correcto eso?

—Sí, sí. Era un lugar donde la gente se reunía. La gente se reunía aquí y era indudablemente una plataforma para la distribución de conocimiento e innovación.

—Incluido el conocimiento del trabajo a gran escala de la piedra y el conocimiento de la agricultura. ¿Se atrevería a describir a quienes controlaban el lugar y diseminaban esas ideas como una especie de sacerdocio?

—Quienes quiera que fueran, ciertamente no practicaban un simple chamanismo. Eran más bien como una especie de institución. De modo que sí, estaban en la vía para convertirse en un sacerdocio.

—Y dado que Göbekli Tepe estuvo en uso ininterrumpido durante bastante más de mil años, ¿se trataría de una cultura continua con sus propias instituciones, con las mismas ideas y el mismo «sacerdocio», que continuó dirigiendo el lugar durante todo el período?

—Sí. Pero lo raro es que hubo un claro colapso en el esfuerzo que se realizó según pasaban los siglos. Las estructuras realmente monumentales se encuentran en los estratos más antiguos; en los estratos más modernos se hacen más pequeñas y hay un significativo declive en la calidad.

—¿De modo que lo más antiguo es lo mejor?

—Sí, lo más antiguo es lo mejor.

—¿Y no lo encuentra desconcertante?
Klaus Schmidt parece casi estar pidiendo disculpas:

—Bueno, esperamos terminar encontrando estratos todavía más antiguos y que en ellos veremos el pequeño punto de partida que estamos esperando, pero que no hemos encontrado todavía. Luego tendríamos esta fase monumental y después un nuevo declive.

Se me ocurre que «esperanza» es la palabra clave en lo que acaba de decir el profesor Schmidt. Estamos acostumbrados a que las cosa empiecen de forma pequeña, simple, y que luego progresen —evolucionen— hasta volverse más complejas y sofisticadas, y, como es lógico, esto es lo que esperamos encontrar en los yacimientos arqueológicos. Cuando nos tropezamos con un caso como el de Göbekli Tepe, que empieza siendo perfecto y luego lentamente desevoluciona hasta terminar siendo un pálido reflejo de lo que fuera antaño, nuestras cuidadosamente estructuradas ideas de cómo las civilizaciones deben comportarse, cómo deben madurar y desarrollarse, quedan un poco trastocadas.

No es tanto el proceso de desevolución lo que nos molesta. Sabemos que las civilizaciones pueden decaer. No hay más que ver el Imperio romano, o el británico, si a eso vamos.

No, el problema en Göbekli Tepe es la prístina y repentina aparición, como Atenea surgiendo completamente crecida y armada de la frente de Zeus, de lo que parece ser una civilización madura tan consumada que «inventa» la agricultura y la arquitectura monumental, en lo que en apariencia es el momento de su nacimiento.

La arqueología no puede explicarlo mejor de lo que puede explicar por qué los primeros monumentos, arte, esculturas, jeroglíficos, matemáticas, medicina, astronomía y arquitectura del antiguo Egipto son perfectos desde el principio, sin ningún rastro de evolución desde simple a sofisticado. Y respecto a Göbekli Tepe podemos preguntarnos lo que mi amigo John Anthony West se pregunta respecto al antiguo Egipto:

¿Cómo aparece una civilización compleja complemente formada? Observemos un coche de 1905 y comparémoslo con uno moderno. No hay duda del proceso de «desarrollo», pero en Egipto no hay paralelos. Todo aparece tal cual desde el principio.

Evidentemente, la respuesta al misterio es obvia; pero como repugna al molde imperante del pensamiento actual, apenas es tenida en cuenta. La civilización egipcia no es un «desarrollo» es un legado.
¿Podría ser este el caso de Göbekli Tepe?

Klaus Schmidt no tiene tiempo para sugerencias de una civilización perdida progenitora de todas las civilizaciones posteriores que se conocen, de modo que cuando le presiono reitera su afirmación de que la mayor parte de Göbekli Tepe permanece sin excavar.

—Como ya he dicho —gruñe un tanto irritado—, espero que cuando lleguemos a los estratos más antiguos encontraremos evidencias de evolución.

Puede que tenga razón. Una de las cosas increíbles de Göbekli Tepe, que llevaba ya dieciocho años de excavación continua cuando Klaus Schmidt me enseñó el yacimiento en 2013, es todo lo mucho de él que sigue quedando bajo tierra.

¿Pero cuánto?

—Resulta difícil precisarlo —me dice Schmidt—. Hemos realizado una prospección geofísica (georradar), y a partir de ella hemos podido ver que al menos hay dieciséis recintos grandes más que quedan por excavar.

—¿Recintos grandes? —pregunto y señalo a los imponentes megalitos del recinto D—. ¿Como este?

—Sí, como este. Y dieciséis es el mínimo. En algunas zonas, nuestro mapa geofísico no nos ha proporcionado resultados completos y no podemos ver realmente qué hay dentro; pero pensamos que hay más de dieciséis. En realidad puede que al final resulte que sea el doble de esa cifra. Quizá incluso tantos como cincuenta.

—¡Cincuenta!

—Sí. Cincuenta de los recintos grandes, cada uno con catorce pilares o más. Pero ¿sabe usted?, nuestro objetivo no es excavarlo todo, solo una pequeña parte, porque excavar es destruir. Queremos dejar la mayoría del yacimiento intacto.

Reflexionar sobre el tamaño de la empresa realizada en Göbekli Tepe por los antiguos hace que la imaginación se dispare. No es solo que los círculos de pilares megalíticos ya excavados sean al menos 6.000 años más antiguos que ningún otro yacimiento megalítico conocido del mundo, sino también, ahora me doy cuenta, que Göbekli Tepe es enorme; pues ocupa una zona que puede terminar resultando ser hasta treinta veces más grande que la extensión máxima de un yacimiento grande como Stonehenge, por ejemplo.

En otras palabras, nos encontramos ante una enorme e inexplicable antigüedad, una escala inmensa y un propósito desconocido; y todo ello surgido en apariencia de la nada, sin unos antecedentes obvios, envuelto por completo en el misterio.


Introspección Espiritual - Por Emilio Raúl Ruiz Figuerola









INTROSPECCIÓN ESPIRITUAL

Por Emilio Raúl Ruiz Figuerola










INTRODUCCIÓN
I
LA VIDA INTERIOR

“Conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses”

EL SUBCONSCIENTE


Los recientes trabajos de los sicoanalistas y especialmente los de JUNG, han permitido hacer algunas incursiones en el mundo extraño del subconsciente que parece detentar a la vez un conocimiento ilimitado y un  enorme poder, capaz de influenciar no solamente sobre el hombre, sino también sobre el ambiente exterior, así como sobre los acontecimientos futuros.

En este dominio, todo permanece todavía por descubrir, y este estudio es de lo más apasionante, porque se aplica al alma misma, es decir al principio viviente, al principio divino y por consiguiente inmortal del hombre. Es ahí que reside la verdadera ciencia. Se comienza apenas a entrever, la extensión infinita de sus desarrollos.

LOS DOS ELEMENTOS PRINCIPALES DEL HOMBRE


En la hora actual, las tesis materialistas ya no pueden más, ser sostenidas. Se está obligado a admitir, fuera de la materia, un principio de vida, sin el cual  la materia, permanece inerte y muerta. Se ha de reconocer así mismo que independientemente del principio de vida, existe igualmente en el hombre, un principio inteligente, que percibe, que razona, que juzga y que decide. El  hombre es entonces un compuesto de diversos elementos que estudiaremos en el curso de estas exposiciones; pero por el momento, consideremos solamente las dos siguientes:

1.      El Cuerpo Físico
2.      El Alma

Nuestro cuerpo físico es el mismo que el de los animales superiores. Tenemos los mismos órganos que ellos y dispuestos más o menos en la misma manera (Corazón, Pulmones, Ojos, Miembros, etc.). Sólo las formas, las proporciones y el acabado, difieren. Es entonces por el Alma que el hombre se diferencia de los animales. Es el alma quien le da su superioridad. Esta reside en la  facultad  de RAZONAR  CONSCIENTEMENTE.  Es  la  razón  consiente de


donde fluye el Pensamiento que eleva al hombre por encima del animal. Por consiguiente, es en este dominio que se ha de buscar el progresar.

LAS DOS VIDAS


Estos dos elementos el CUERPO y el ALMA, se inter penetran y parecen llevar una vida común; pero en realidad, cada uno de ellos lleva su vida propia, como en un hogar, el hombre la mujer tienen cada uno su vida personal al margen de puntos comunes de su existencia matrimonial. Hay entonces en nosotros, la vida corriente, la vida común del cuerpo y del alma que podemos llamar LA VIDA EXTERIOR, porque los cinco sentidos físicos y el cerebro  que pertenecen al cuerpo, ponen nuestro Yo consciente en contacto con el Mundo Físico exterior. Esta vida es la que llevamos en estado de vigilia, vida agitada por todas las sensaciones múltiples que nos traen a cada instante los sentidos. Esta vida será totalmente animal si el pensamiento no aportara su acción especulando sobre los elementos traídos por los sentidos y sobre las sensaciones y sentimientos que de ellos emanan.

Pero hay también una vida individual del alma, que denominaremos VIDA INTERIOR. Esta vida es generalmente in consciente en el estado actual del hombre, porque ella discurre fuera del estímulo de los sentidos. Está completamente separada de la vida animal. Es la vida que llevamos cuando el alma está separada del cuerpo físico, es decir:

1.      Cuando dormimos
2.      Cuando la muerte ha destruido el cuerpo físico
3.      Cuando se desdobla
4.      Durante la Meditación y la Plegaria

Estudiaremos estos datos, más adelante, con detalles y explicaciones. Por el momento contentémonos con admitirlos.

LA REENCARNACIÓN


Es necesario igualmente admitir el principio de la reencarnación, base de toda la espiritualidad, sin lo cual ésta será incomprensible. Recordemos que la reencarnación consiste en el hecho que, después de la muerte de un individuo,  su alma continúa viviendo durante algún tiempo en los mundos espirituales, luego se reencarna en el cuerpo de una criatura al nacer, para hacer una nueva experiencia en el mundo terrestre. El nacimiento es entonces una nueva unión entre el alma y el cuerpo animal, una nueva asociación entre estos dos elementos.


Esta nueva experiencia permite al alma acendrase, purificarse, desembarazarse de los instintos animales y de adquirir nuevas cualidades, ensaya también de pagar su “Karma’ es decir las faltas que ella ha cometido y los sufrimientos que ha ocasionado a otros, durante sus vidas precedentes. Cuando ha evolucionado suficientemente, que ha eliminado todos sus defectos y purificado su Karma antiguo, el alma no tiene necesidad de volver a la escuela de la tierra.

1.      No reencarna más.
2.      Ella pasa al mundo angélico.
3.      No tiene más nada animal.

EL CONOCIMIENTO INTERIOR


Así todo hombre tiene detrás de él, un pasado de millares de años en el curso del cual ha conocido:

1.      Un número considerable de vidas terrestres.
2.      La vida espiritual en los intervalos.

Durante estos dos modos alternados de existencia, ha pasado por todas las experiencias, por todas las civilizaciones y por todas las ciencias posibles imaginables. En  sus  vidas  terrestres, ha  conocido  todos  los   estados  sociales. Ha sido alternativamente esclavo, rey, mercader, nómade, labrador, sabio, guerrero, funcionario, obrero, pescador, artesano, sacerdote, juez, bandido, hombre honesto, presidiario, carcelero, perseguido, persecutor, tirano, devoto, vencedor y pillo. Ha conocido todas las eras, todas las  transformaciones, todas las religiones, que se han sucedido sobre este planeta. Ha acumulado también un saber considerable en el curso del tiempo y de las experiencias. Estos conocimientos inestimables no son perdidos serán almacenados en lo que nosotros llamamos por lo demás, impropiamente EL SUBCONSCIENTE.

Cada hombre lleva así en la profundidad de su alma, un maravilloso tesoro de conocimientos, una inmensa biblioteca, donde están cuidadosamente clasificados los resultados de todos sus estudios, de sus experiencias, de sus pruebas y de sus observaciones anteriores.

INSPIRACIÓN – INTUICIÓN


Pero esta biblioteca está herméticamente cerrada a la conciencia de vigilia, y el hombre ordinario no sospecha así mismo, que puede poseer tales riquezas. Esta ignorancia proviene del hecho, de que esta biblioteca forma  parte


del mundo interior, aquel del alma, aquel en el cual se tiene acceso, cuando el alma se aísla del cuerpo, cuando ella vuelve a entrar en el santuario de la vida interior. Ahora bien, al hombre normal actual, habituado a funcionar en la vida exterior de los sentidos, no tiene relaciones directas con este santuario de la vida interior. No percibe sino algunos reflejos que pueden filtrarse a través de su cerebro cuando éste, está en estado de recepción. Estos son los reflejos que se llaman:

1.      Destellos de genio,
2.      Inspiraciones e
3.      Intuiciones

De las que es necesario reconocer la alta sabiduría y la infalibilidad, cuando se les capta sin deformarlas demasiado. Esta es la explicación de ciertos fenómenos confusos: por ejemplo, de un paisano italiano iletrado, que enfermo, se pone a delirar y hacer un sabio estudio sobre un tema altamente filosófico en el latín más puro. Igualmente, el pastor árabe, incapaz de contar más allá de cien, pero que extraía instantáneamente y sin error la raíz cuadrada de no importaba cualquier número. Se contentaba con indicar las cifras sucesivas. Tenía simplemente la facultad de inclinarse sobre un casillero de su biblioteca interior, con exclusión de las otras. En cuanto al paisano italiano, su fiebre había ocasionado una abertura sobre un casillero de su biblioteca, abertura que se volvió a cerrar cuando la enfermedad fue curada.

LA MEDITACIÓN


Vemos pues, todo el interés que nosotros tenemos por penetrar en esta biblioteca sagrada de nuestra vida interior. Pero no podemos entrar allí, en nuestra consciencia de vigilia condicionada por la actividad del cerebro, porque el cerebro, es un órgano físico y la vida interior no es física. Hay incompatibilidad absoluta. La vida interior no es accesible sino al alma espiritual, exclusivamente. Es esta la razón, por lo que hemos dicho que no podemos vivirla, sino en los cuatro casos siguientes:

1.      Durante el sueño.
2.      Después de la muerte.
3.      En estado, de desdoblamiento.
4.      Durante la Meditación y la Plegaria.

Estudiaremos sumariamente estos cuatro estados:

1°. - Cuando dormimos, el alma se retira del cuerpo físico y por consiguiente el cerebro,  no  está  más  alimentado  por  sus  energías  no  funciona  más.  El Yo


consiente o Personalidad desaparece entonces, total o parcialmente. El alma va a vivir su vida interior, pero a su retorno, la conciencia no tiene ningún recuerdo, salvo de los sueños incoherentes, algunos trozos que el cerebro ha captado en el momento de la transición, cuando la puerta estaba entreabierta, es decir, en el momento de dormirse y en el de despertar. Por un entrenamiento largo y perseverante, anotando todos los sueños en el momento de despertar y tratando de rememorar estos sueños antes de dormirse, es posible volver a traer al campo de la conciencia, una parte de las experiencias espirituales vividas durante el sueño. Este procedimiento es muy largo y no da resultados, sino después de haber obtenido un nivel espiritual ya elevado, por una vida muy pura y la práctica de la Meditación.

2°. - La Muerte que priva al alma de su cuerpo físico, la sumerge enseguida en  la vida interior; pero entonces ya no es asunto de consciencia de vigilia. Es esta una experiencia que no se debe hacer, está prohibida por Dios. Nadie tiene el derecho de atentar contra la vida, aun con la de uno mismo. Sin embargo, las experiencias de espiritismo, gracias a los médiums permiten a las almas desencarnadas de manifestarse a los hombres de traernos interesantes  luces sobre la vida espiritual y sobre las leyes que la rigen.

3°. - El desdoblamiento, voluntario o no permite al alma escapar del cuerpo y por consiguiente penetrar en el mundo de la vida interior. En este caso, el alma puede desplazarse no importa donde, y transmitir a la consciencia de vigilia, el recuerdo de estas incursiones, porque ella permanece en relación  con  el cerebro. El desdoblamiento puede ser obtenido por magnetismo, estas experiencias son bien conocidas. El desdoblamiento voluntario es mucho más raro. Exige un entrenamiento difícil, largo y sobre todo muy peligroso.

4°. - El último medio de investigación de la vida interior, es la Meditación, que nosotros ponemos en paralelo con la Plegaria, los dos procedimientos derivan  de un mismo principio: la toma de contacto con los planos invisibles. Este es el procedimiento más fácil, el más seguro y el más eficaz, para penetrar en el subconsciente. Presenta la ventaja sobre los otros de ser absolutamente sin peligro.  Nosotros  debemos   mencionar   un   quinto   medio:   El   Psicoanálisis, que hace actualmente grandes progresos; pero del que la técnica está todavía muy lejos de haber llegado a la perfección. Este sistema presenta además el inconveniente, de tener que recurrir a especialistas, mientras que la meditación y la plegaria pueden ser practicadas sin ayuda exterior, no importa donde, ni cuando, no importa por quién y sin ningún costo.


EL MAESTRO INTERIOR


Sin embargo, como en todo, es necesario una “INICIACIÓN”, un comienzo, para lanzarse a la práctica de la meditación. Es necesario el fuego  que inflame al combustible; el que continuará enseguida ardiendo por sí mismo. Es necesario un guía que sostenga y dirija, la marcha vacilante e incierta del recién nacido que da sus primeros pasos antes que él pueda caminar solo. Este guía, cada uno lo tiene en sí mismo, es el maestro interior que se llama también Espíritu-Guía o Presencia. De hecho, es el YO REAL así denominado por oposición al YO PERSONAL que es el YO SUPERFICIAL y egoísta, el YO HUMANO todavía impregnado de instintos animales. Hay entonces en nosotros dos “YO”.

1.      El primero, que es la personalidad humana.
2.      El segundo, el Yo profundo, que los espiritualistas llaman YO SUPERIOR o YO CRISTICO.


MEDITACIONES DIRIGIDAS


Sin embargo, este Yo Real no nace ni se manifiesta, sino después de una evolución suficiente, de la espiritualidad, en el consciente de cada individuo. Esperando que estas condiciones se realicen y que el Gura Interior se revele, se ha de dejar necesariamente, guiarse por otros, antes de aventurarse sólo en lo desconocido, sobre todo en este dominio de la Vida Interior, donde los sentidos no sirven para nada, y son, por el contrario, un impedimento. Es con éste fin, amigo lector, que os proponemos hacer con nosotros, el camino que ya hemos recorrido. En las líneas que siguen, avanzaréis paso a paso, progresivamente en el sendero que lleva a la vida interior, hacia el tesoro de conocimientos que se albergan en el santuario del Alma.

Cuando vosotros hayáis alcanzado ésta fuente de CONOCIMIENTOS INTERIORES, estaréis en condiciones de resolver TODOS LOS PROBLEMAS SIN EXCEPCIÓN, podéis creerlo. Llegaréis, por lo demás a juzgar por vosotros mismos, los resultados que nos han dado las meditaciones siguientes.



II ADVERTENCIA Y CONSEJOS EL MUNDO ESPIRITUAL


Nuestro fin es pues, tomar contacto con nuestro Subconsciente, que no es otro que nuestro Maestro Interior, nuestro Yo Profundo, a fin de tener acceso   a


nuestra biblioteca de los Conocimientos Interiores. Hemos visto que el mejor procedimiento para llegar a esto, era la Meditación y es ésta entonces la que vamos a emplear. Sin embargo, esta empresa está muy lejos de ser fácil. No se entra en el mundo interior o espiritual como en una casa. Este mundo espiritual es un mundo que es homologo a nuestro mundo material, es decir que posee las mismas características, pero opuestas, como la noche y el día, por ejemplo. Esta homología nos va a permitir comprender lo que pasa en este mundo desconocido.

Ø  ¿Cómo entramos en nuestra vida material?

Por el nacimiento; pero esto no es todo, después del nacimiento es necesario mantenerse en vida, es necesario crecer, fortalecerse, tomar consciencia. Luego es necesario aprender. El niño aprende a caminar, aprende a servirse de sus sentidos, de sus músculos, de sus reacciones. Aprende a hablar, a comprender, a razonar, a leer. Enseguida el aprende las leyes de la naturaleza, de la vida social. Aprende a ganar su vida. No es sino, después de 20 años de noviciado, que él puede funcionar normalmente y solo, en la vida material. Se halla desde este momento en posesión de los medios que le permiten evolucionar a su gusto. Lo mismo es en la vida espiritual. Para entrar allí es necesario nacer allí. Es el segundo nacimiento del que habla Jesús. Por que como habréis comprendido, esta vida espiritual, esta vida interior, es el REINO DE LOS CIELOS del que Jesús ha hablado tanto, y en  el que no se puede  entrar.

Ø  “Si No Se Ha Nacido Una Segunda Vez”

Este nacimiento a la Espiritualidad, veremos después, como Jesús lo ha puesto a nuestro alcance y cuáles son las condiciones necesarias. Cuando estas condiciones se han cumplido, hay una chispa, un pequeño resplandor divino que va a fecundar el germen situado en el fondo del corazón. En seguida viene la incubación lenta, y lo más frecuentemente ignorada, en lo obscuro de las profundidades del ser. Al final es el nacimiento, la entrada en el mundo espiritual, homologo al nacimiento de un niño en el mundo material. La puerta de la vida interior está abierta, pero ahora, como ya lo hemos dicho se ha de:

1.      Mantenerse en esta vida.
2.      Crecer y fortalecerse.
3.      Tomar consciencia.
4.      Aprender a funcionar.

Notaremos que el paralelismo con la vida material del recién nacido, es perfecta. Continuemos nuestra comparación:


1°. - Para mantenerse en la vida espiritual, es necesario perseverar. Es como si vos aprendierais música, por ejemplo, y que vos la abandonarais después de las primeras lecciones, o que no sigáis el curso, sino de una manera irregular, caprichosa y esporádica. Desde que habéis sentido en vosotros la necesidad de espiritualidad, es que la chispa divina se ha encendido, en vosotros. No la dejéis extinguirse, por el contrario, alimentadla regularmente. No dejéis pasar vuestra oportunidad. No ahoguéis al niño espiritual que acaba de nacer en vosotros.

2°. - ¿Cómo alimentarlo? Comiendo. ¿Comiendo qué? ¿Qué come el niño material? Alimento material. Entonces el niño espiritual, debe comer alimento espiritual. ¿Cuál es este alimento espiritual? Moisés lo ha definido y Jesús lo ha con firmado al decir:

Ø  Es la palabra de Dios.

He ahí el alimento del alma, este alimento necesario al hombre; más necesario que el pan que come: La Palabra de Dios.

Ø  ¿Cómo se come la Palabra de Dios?

Escuchando y leyendo las Santas Escrituras, siguiendo los ritos religiosos, orando y meditando. Si sois todavía ateos, no queremos herir vuestras ideas tan fijamente arraigadas, y vosotros lo rechazareis, desde que vuestro entendimiento esta ya formado. En este caso nosotros os diremos: nutríos de cosas espirituales, leed los libros, que son muy numerosos, que tratan de asuntos espirituales y que caigan bajo vuestros ojos y meditad sobre ellos. Ensayad de mezclaros con espiritualistas y de participar en sus conversaciones o bien estudiad la presente obra concebida precisamente con el fin de daros el alimento espiritual que os es necesario.

3°. - Cuando estéis suficientemente fortalecidos en vuestra vida espiritual cuando vuestro joven vigor, os haya dado la seguridad requerida, comenzareis a “sentir” la alegría interior y profunda que aporta la Espiritualidad. Tomareis entonces conciencia, como de una cosa eminentemente preciosa, de la que no podréis prescindir en adelante. Habréis hallado el “tesoro” la “perla de gran valor” de la que hablaba Jesús.

4°. - Es necesario enseguida aprender. Pero para aprender correctamente, es indispensable seguir adecuadamente una “técnica”, y en seguida un “entrenamiento práctico”. Insistimos muy especialmente sobre el entrenamiento práctico que es más importante que la técnica, porque, es lo que os dará lo que nosotros llamamos: una buena “musculatura espiritual”, la maestría y la virtuosidad que ninguna teoría podrá haceros adquirir, sin el ejercicio.  Vosotros


no podréis jamás llegar a ser atletas, aprendiendo de memoria un tratado de cultura física. Os es necesario la práctica y el ejercicio. La teoría y la práctica difieren con las escuelas espiritualistas.

Estimamos sin embargo que no es necesario lanzarse muy a fondo en  los medios muy cerrados y muy especiales. En este caso, simples meditaciones al alcance de todos, pueden abrirnos ese mundo maravilloso de la vida interior y darnos acceso al tesoro de conocimientos que ella encierra. Creed que cada uno de nosotros tiene una misión bien determinada. Si vuestro destino conduce muy naturalmente a entrar a una de estas escuelas espirituales, es que allí está vuestro camino y no cometáis el error de sustraeros. En caso contrario, no echéis de menos nada, porque Dios os coloca allí donde debéis estar y allí haréis bien o quizá mejor, con éxito vuestro camino.


NUESTRO MÉTODO


Nuestro método es el clásico, ya lo hemos dicho, el de la Meditación. Sin embargo, si ciertos espíritus ya avanzados, pueden permitirse el lanzarse en una vía o en un estudio nuevo, sin guía o sin profesor, en la mayoría de los casos, esto no es recomendable. Es esto porque preferimos acompañar a los neófitos en el curso de sus incursiones en el dominio de la vida interior, a fin de evitarles el equivocarse de camino, y de explicarles lo que ellos pueden comprender de los espectáculos de los que son testigos, de señalarles los puntos esenciales, de plantearles preguntas, a fin de desarrollar su discernimiento, por último, de enseñarles las leyes generales y la práctica necesaria, para poder continuar después solos, su viaje espiritual. Ofrecernos pues al lector que se interese en estos asuntos, toda una serie de meditaciones dirigidas, en las cuales no tiene en primer lugar, sino seguirnos, escuchar, mirar y reflexionar. Después el tomará una parte cada vez más activa en estas exploraciones y en los razonamientos.

Estas meditaciones son progresivas. Las primeras están destinadas a los principiantes. Parecerán infantiles a algunos de vosotros, pero es necesario empezar por el B.A.BA. Aquellos que están ya avanzados, las recorrerán muy rápidamente hasta que hallen su nivel, donde comenzarán a trabajar  eficazmente. Porque estos conocimientos espirituales son sin límites. Hay siempre alguna cosa que aprender. Nuestro primer cuidado ha sido entonces, proporcionar un Alimento espiritual bajo la forma de una enseñanza graduada. Es una enseñanza exterior que preparará poco a poco la enseñanza interior, la cual se substituirá enseguida y al comienzo, por escalones sucesivos. Este alimento debe ser masticado y digerido. Esta es la única condición para que sea bien asimilado y provechoso. Es pues necesario ir lentamente.


La Espiritualidad se despertará así, se nutrirá, tomará fuerzas  y peso.  Más entonces será necesario ejercerla. No bastará evaluar los conocimientos, habrá que ponerlos en práctica, habrá que hacer uso de ella, correr de aquí para allá, retozar, jugar, como hacen los niños desde que ellos pueden caminar.

Además, no es posible aprender ni ejercitarse, sin repetición. Ahora bien, las repeticiones en un libro son fastidiosas y fatigantes. Nosotros hemos resuelto este problema de la manera siguiente. Cada tema es, en primer lugar,  rozado muy ligeramente, se le trata bajo un solo aspecto, y se le deja así incompleto y planteando algunas veces una pregunta al lector.

En las meditaciones siguientes se tratará, siempre parcialmente, de  asuntos diferentes; no es sino después de algunos días o semanas, que se volverá sobre el primer tema. Durante, este tiempo el alumno ha tenido tiempo de digerir los primeros datos. Él ha meditado ya solo, encontrado otros desarrollos, solucionado o no las preguntas planteadas. La vuelta a tomar este mismo tema, le va a permitir profundizar un nuevo aspecto del asunto, que el por otra parte, puede ya, haber descubierto por sí mismo. Podrá también hallar allí, nociones que lo asombrarán, o que se opongan a sus opiniones. De donde resultará un trabajo mental de comparación extremadamente útil y positiva, donde su discernimiento y su lógica se desarrollarán. De todas maneras, esta vuelta sobre el tema, le hará revisar las nociones precedentemente expuestas, aportándole muchos nuevos elementos. Esta es la repetición necesaria, repetición no fatigante, puesto que ella excita el interés por nuevos conocimientos, nuevas formas, nuevas prolongaciones. Este mismo tema será así repetido, si es necesario, cinco, diez o más veces. Es de esta manera que vos podréis comprender y admitir, poco a poco, a fuerza de conocimientos y de lógica, las nociones con las que estabais en desacuerdo y que rechazabais al principio. Porque, he aquí otra de las bases sobre las cuales nos apoyamos: La Lógica.

La lógica, deberéis tenerlo en cuenta, es el mejor criterio y el elemento principal del discernimiento.

Es por lo demás el mejor juez en el laberinto de concepciones contradictorias. Algunos de vosotros seguramente se asombran de nuestra insistencia sobre ciertos problemas, como el de la Pureza, del Amor, del Sexo, de la Carne, etc. Si nos permitimos volver tan frecuentemente sobre  estos puntos y de repetir incansablemente los mismos principios, es porque son asuntos de una importancia primordial, y que son comprendidos por los hombres materialistas, de una manera diametralmente opuesta a la realidad. Hay así, gran cantidad de nociones sobre las cuales el hombre normal, debe revisar su concepción y su juicio.


Y esto no es fácil, porque la adopción de un punto de vista rectificado, necesita un cambio completo de la manera de vivir habitual y el abandono de cosas a las cuales se tiene mucho apego. Es por esto que es necesario conducir estas nociones, con precaución, por pequeñas dosis repetidas, con todas las consideraciones y todas las pruebas posibles. Pero estos debates, permiten al alumno “formarse” y “poseer” su teclado espiritual y de tocarlo como un virtuoso. Este alimento, este entrenamiento, estos conocimientos, lo pondrán así en aptitud de reunir las condiciones necesarias de pureza y de espiritualidad, para acceder al fin a esa biblioteca universal de la vida interior, de la cual él podrá sacar a voluntad, todos los conocimientos, que le interesen.


RECOMENDACIONES


La Meditación puede ser practicada por todos, sin excepción. No hay ninguna contraindicación. Que vos seáis creyentes o ateos, jóvenes o viejos, enfermos o de buena salud, ella no podrá jamás haceros el menor mal. Podéis practicarla no importa donde, a condición de que podrás tener algunos minutos de tranquilidad durante los cuales no seáis perturbado, que estos sean en la oficina, en el jardín, en el cine o en un vehículo. La hora tampoco tiene ninguna importancia. Esta será la que convenga mejor. No hay pues ninguna regla, ninguna imposición. Bien entendido, que haya las condiciones óptimas para la meditación, Si podéis obtener un silencio absoluto alrededor vuestro, si podéis tornar la posición Yoga del Loto, la columna vertebral bien recta; si queréis podéis ejercitaros en fijar un punto, en hacer el vacío del mental; todo esto es perfecto, pero no indispensable. He aquí lo que nosotros sugerimos:

1.   Al anochecer, antes de acostaros, pero no en el lecho (porque corréis el riesgo de dormiros) colocaos en un lugar tranquilo. Instalaos cómodamente a fin de que todos vuestros músculos estén relajados y no distrayendo vuestra atención como consecuencia de una mala posición o de una compresión que dificulte la circulación de la sangre.

2.  Enseguida tomad la última meditación dirigida, que hayáis hecho.

3.  Releedla rápidamente, procurando “adelantar” lo que leéis, puesto que ya conocéis el texto. Este es un excelente ejercicio de desarrollo de la memoria.

4.  Luego cerrad los ojos y permaneced perfectamente inmóvil durante cinco o diez minutos procurando no pensar en nada. Si no lo conseguís, concentraos sobre el tema que acabáis de releer, con la exclusión de cualquier otro pensamiento.

5.  Luego tomar vuestro libro y comenzad la meditación siguiente. Leedla lentamente, pausadamente, volviendo sobre las frases que no comprendáis o que un pensamiento fugitivo extraño, os haya hecho leer maquinalmente, sin penetrar su sentido.

6.  Si os sentís fatigado o un comienzo de sueño, luchad, no os dejéis ganar. No vayáis sin embargo demasiado lejos. Si no podéis continuar leyendo porque vuestros ojos se cierran, vale mejor abandonar. Por otra parte, es bueno no leer demasiado tiempo. Sois vos quien debe dosificar la duración según vuestra capacidad; pero no leáis más de una meditación a la vez, aunque ella sea corta, a menos que conozcáis el tema. Las meditaciones demasiado largas pueden ser estudiadas en varias veces. El término medio es de tres a cinco páginas por cada vez.

7.  Después de este estudio, permaneced cinco minutos, concentrado sobre el tema que acabáis de leer, luego podéis acostaros, después de hacer vuestras devociones si tenéis esta costumbre.

8.  Por la mañana, despertad una media hora antes de vuestra hora normal de levantaros o un poco más si podéis. Es preferible que él sea en un momento en que toda la casa duerme todavía y que el silencio reina. Permaneced acostado sobre la espalda, bien relajado. Procurad hacer el vacío en vuestro mental durante un corto momento, luego girad sobre el tema de la meditación de la víspera.

9.  No reflexionéis. Dejad a las ideas venir libremente, aún las más absurdas, si ellas se relacionan con vuestro tema. Si son extrañas rechazadlas con la misma obstinación, con que ellas traten de volver. Si estáis en estado de semi-sueño, esto no tiene ninguna importancia, al contrario. Si os dormís esto no tiene importancia, pero procurad siempre no ceder.

10. Recordad que es al estado de semi-sueño, que la puerta está entreabierta, la puerta del subconsciente. Tratad de mantener esta puerta entreabierta, manteniendo vigilante conciencia. No lograreis esto ni en la primera ni en la segunda vez. Esto no tiene por lo demás importancia. Lo principal es atraer las ideas sobre el tema que os interesa, pero sin forzar. Ellas deben venir normalmente. Si hacéis demasiado esfuerzo en este sentido, las bloqueáis y no haréis nada.

11. Desde el momento que ellas se presentan, dejadlas desfilar por que la una atrae a la otra. Sin embargo, permaneced en guardia. Si un pensamiento extraño a vuestro tema dado, hace irrupción, rechazadlo.

12. Permaneced así un cuarto de hora o dos, luego levantaos y consignad sobre un papel los pensamientos, que acabáis de tener, procurando recordarlos en todos sus detalles, aun cuando sean estúpidos. Ellos lo serán seguramente al comienzo, como lo son las divagaciones de los niños, pero esto no hace nada. El punto principal es tomar el contacto, luego estas ideas tomarán. Lo principal es no dejarlas tomar una dirección cualquiera. Imponedles el tema de la meditación dirigida de la víspera.

Después cuando tengáis una mejor maestría, podréis escoger vos mismo el tema o el problema, que os plazca profundizar por este método. Cuando llegue ese momento, no tendréis ya necesidad de nuestras meditaciones, aparte de las enseñanzas que ellas os hayan aportado. Repetimos, sin embargo, que estos consejos no tienen nada de imperativo. Podréis escoger otros lugares y otros momentos, si os convienen mejor, según vuestras condiciones de vida. Sin embargo, por experiencia podemos deciros, que vale más, si lo podéis, respetar los horarios que indicamos. Se ha de variarlos así mismo de tiempo en tiempo, para no cristalizarse en estos hábitos, que llegarían a ser muy pronto tiránicos. Ejercitaos en meditar, sobre todo, no importa en el momento y no solamente en vuestro lecho. Vale más meditar todos los días regularmente, pero si tenéis que dejarlo algunas veces, esto no es grave. Asimismo, si sentís ansia de cesar en este ejercicio, durante un período más o menos largo, que puede durar dos o tres meses. Esto no tiene importancia y es tal vez necesario.

Hay fases de “obscurecimiento” o de “incubación” que son benéficas. Esto lo aprenderéis en el curso de estas meditaciones. La reanudación es más bella, más luminosa y más vigorosa, como cuando se reanuda un trabajo después de unas vacaciones o descanso.











MEDITACIONES


1)    LA BUENA VOLUNTAD


La buena voluntad es necesaria en todo, pero no es suficiente, es necesario acompañarla de la voluntad activa y de la habilidad, y todo lleno de amor, sin lo cual todo parecerá insípido y enojoso.

2)    LA CREACIÓN


Maravilla de las Maravillas, todo la Creación es una maravilla, desde el infusorio el más  humilde, hasta  las  inmensas   y   suntuosas   galaxias   que   se extienden espléndidamente en el carrusel perfectamente reglado  de  los cielos. Es suficiente observar, para darse cuenta de la armonía profunda que reside en todas las cosas, igual en las más feas, las más hostiles, las más caóticas y las más repelentes.

Todo en la naturaleza, juega un rol útil. Nada es perjudicial, aunque lo induzca a pensar a primera vista el egoísmo humano, que no ve si no su propio interés. La vida es un inmenso ballet, perfectamente ordenado, donde todo participante es necesario, pese a la insignificancia aparente de su rol, y donde cada  movimiento, bueno o malo, está previsto de antemano y tiene su importancia.

3)    EL JUICIO I


No se ha de apresurar a juzgar, ni a los hombres ni a los acontecimientos. El Juicio es cosa grave que no se puede emitir sino con conocimiento de causa, de todas las causas. Ahora, bien hay causas ocultas que vosotros no podéis conocer actualmente y que hacen justamente que no estéis en medida de hacer un juicio válido, sobre muchos casos Es mejor entonces abstenerse.

4)    EL JUICIO II


El más simple de los instrumentos de que dispone el hombre es su juicio. El funciona automáticamente, si se le deja actuar. Pero no se le debe influenciar en un  sentido  o  en  otro  como  se   hace   habitualmente,  para   satisfacer nuestros deseos, nuestras preferencias o nuestras afecciones del momento, porque entonces se falsea su mecanismo. Se le ha de dejar actuar a sí mismo y no sofocarlo, aunque sea contrario a nuestras tendencias, porque él es naturalmente imparcial y él tiene siempre la razón, aun cuando parezca juzgar


contrariamente a la razón humana, porque el juicio o discernimiento, es una prerrogativa del espíritu, y el espíritu se calla, sino se le quiere escuchar.

Entonces el juicio obedecerá a vuestra voluntad, a vuestro deseo y no tendrá ninguna infalibilidad, porque estará en la posición del cortesano que compartirá siempre la opinión de su rey y le confirmará que tiene razón, aun cuando sea falso. Desde este momento él no sirve sino de un instrumentó de perturbación.

5)    NO ENFADARSE


Los Maestros no se enfadan jamás. Ellos saben que tarde o temprano, la comprensión se hará a su debido tiempo y que si vosotros no tornáis ahora el camino que ellos os indican, vosotros llegareis a pesar de todo al final, más  tarde o por cualquier otro camino más largo. Vale más, cuando se tiene un largo camino por recorrer para alcanzar el fin, proceder por pequeñas etapas y no tomar pendientes demasiado empinadas.

El camino más corto no es forzosamente el más rápido. La mejor vía es la que   se adapta al temperamento de cada uno. De allí los múltiples ensayos que os llevarán al punto de partida. Esto ejercita vuestro discernimiento por la experiencia. Trataremos de mostraros el camino, pero si no estáis todavía listos, para iniciarlo, esto no es motivo de decepción para nosotros, porque no se puede llamar fracaso, lo que no es sino falta de madurez, que sólo el tiempo y la experiencia, permiten adquirir. Nosotros esperamos el momento en que estéis listos, para guiaros a fin de protegeros de gruesos errores que podrán comprometer peligrosamente vuestro destino.

6)    LA MÁS BELLA OBRA


La obra más bella es la que consiste en hacer la voluntad de Dios. ¿Cómo realizarla? Cumpliendo, sin sustraerse, todo lo que se presente a vosotros como trabajo, por humilde, por fútil, o por complicado que los pueda parecer. Indudablemente, para esto, es necesario hacer actuar vuestro juicio, porque no sois seres pasivos y debéis poner con provecho la experiencia adquirida y que condiciona vuestro juicio, si habéis tenido cuidado de no falsearlo, con ideas preconcebidas y deseos no controlados. Porque Dios se ocupa de cada uno de nosotros individualmente y os envía los trabajos que os son necesarios; y todo esto arreglado para que vuestras acciones se combinen y se inter-penetren con las de vuestros vecinos inmediatos, en el lugar y el tiempo los más propicios, para la evolución de todos los elementos que gravitan sobre la tierra.

7) ¿...............?



8)    EL DESEO

El deseo es un motivo de acción muy poderoso. Es el móvil principal de los actos de los hombres. Es la consecuencia directa de las necesidades naturales y de los sentimientos. Es una fuerza considerable que se ha de saber manipular y dirigir, como a todas las fuerzas ciegas. Si no, se llega al desorden y al caos. La forma más alta del deseo, es el deseo impersonal, porque él está despojado de todo egoísmo que, pese así mismo, tiñe de parcialidad los deseos aún los más imparciales.

Pero el fin del fin, es llegar a la ausencia de deseo, lo que implica un estado puramente estático de la espiritualidad, llegada a su cúspide, que no tiene nada de material. A este estado, es al que se tiende, sin jamás alcanzarlo, por lo menos sobre la tierra.

9)    SIGUE TU CAMINO


Sigue tu camino sin volverte, no se puede contentar a todo el mundo, cada uno tiene ideas bien fijas y diferentes de las de sus hermanos. Si tu escuchas todos los pareceres, muy pronto tu no sabrás que hacer. No pierdas de vista tu objetivo y no distraigas tu atención para fíjala en otra parte. Si persigues tu idea con perseverancia,  aquellos  mismo  que  te  contrarían,  terminarán  por     seguirte.
¡Como son las campanas, son los sonidos! Arréglate para eliminar las disonancias y tendrás un conjunto armonioso.

10)     EL SILENCIO


El silencio es indispensable. No se trata solamente del silencio exterior, sino también del silencio interior. El silencio exterior es bueno, en el sentido de que el permite llegar a obtener más fácilmente el silencio interior. Se observa por lo demás, que un ruido continuo, aún el más fuerte, no se oye más, con el hábito. Lo que es malo, son los ruidos inesperados y violentos que hacen sobresaltar y desequilibran momentáneamente el flujo nervioso.
Es necesario protegerse de estas reacciones bruscas, siempre nocivas, que terminan por perturbar el organismo, y que son el obstáculo físico, que impiden o hacen cesar él silencio interior. Cuando la percepción de ruidos  exteriores  está suprimida o abolida, es necesario hacer el silencio interiormente, por la fijación total del mental y de las sensaciones.

Es necesario absolutamente que la atención este en reposo completo y que ella no divague más, de un pensamiento a otro, de una imagen a una sensación física. Reposo completo de los músculos, de los nervios, de los sentidos y del


intelecto, es la condición Sine Qua Non de las percepciones que vienen del plano invisible o del Yo profundo.

La meditación dirigida sobre un solo tema bien definido y la meditación en el vacío, fuera de toda manifestación vital consciente, es un ejercicio maravilloso para llegar al descubrimiento del mundo interior, de ese mundo misterioso y poderoso que es el preludio y el esbozo del mundo exterior. Y, el silencio total, tal como acaba de ser definido, es la llave que abre la puerta de separación del mundo invisible.

11)     LOS MISTERIOS DE ELEUSIS


Ha terminado el reino de los denigradores de la Ley –de la Ley Divina–. La Luz se hace más y más sobre los susodichos misterios de Eleusis. Se comprenden ahora muchas cosas, que permanecerán hasta el presente obscuro. Y se comprenderá cada vez mejor porque la madurez se está alcanzando y vosotros llegareis al punto requerido para asimilar el sentido esotérico, que está oculto en los legados de los Antiguos, en los que, ellos mismos trasmitían la enseñanza  sin comprenderla muchas veces.

Vosotros estáis ahora orientados e impulsados en esta vía, para redescubrir la ciencia del pasado, sepultada con las civilizaciones desaparecidas. Y esto, os permitirá nuevos descubrimientos, que os confirmarán las investigaciones, gracias a las cuales, podréis echar una mirada sorprendida y admirada, sobre las realizaciones que han sido hechas antes que las vuestras.

12)     LOS CICLOS


La fuga del tiempo es una expresión específicamente humana. De hecho, todo   es cíclico, todo recomienza cuando el recorrido se ha terminado, con algunos cambios, sin embargo, debidos a la intervención de otros ciclos que actúan  sobre sus contornos, por influencias mutuas, deformándose o enredándose mutuamente, durante el período en que se hallan en contacto. De allí viene, por ejemplo, la desigualdad de la longitud de los días, las variaciones climatéricas, etc. Estos ciclos son en número indefinido. Cada ser tiene su ciclo particular, su longitud de onda, es tanto más grande y tanto más potente, cuanto se es grande  y poderoso. La ley de las masas juega entonces como en vuestro mundo físico.

Los grandes ciclos imponen sus leyes a los pequeños y los modifican mientras que ellos están en su zona, en tanto que ellos son muy levemente afectados. Hay los grandes ciclos que dirigen a todos los demás, permaneciendo ellos mismo casi inmutables. Los ciclos de débil importancia, pasan de una influencia a otra, de  un  ciclo  a  otro  superior,  estando  todos  en  alguna  manera  animados    y


dirigidos por el influjo de los grandes ciclos y de los infinitos ciclos intermediarios. Es el proceso de evolución. El ciclo humano, basado solamente sobre el ciclo de la rotación terrestre, no tiene una noción exacta, porque es incompleta.

13)     LAS COCINAS INVISIBLES


La cocina es el lugar donde se elabora el plan terrestre, esto  parece extravagante, pero es así. Todas las materias se reúnen y son transformadas, picadas, trituradas, mezcladas cuidadosamente, sazonadas y repartidas en las inmensas cocinas del Mundo, por una infinidad de servidores y aprendices, cada uno en su especialidad, bajo la dirección de cocineros expertos que “saben” y comunican su ciencia, en cadena descendente a sus subordinados.

El convidado no ve sino la armonía de los platos artísticamente presentados que deleitan la vista antes de revelar su gusto y los sabores combinados que lo encantarán. Igualmente vosotros apreciáis la armonía, las bellezas, las riquezas  y la variedad infinita de la Naturaleza.

Pero no veis todos los sacrificios, todo el trabajo; toda la paciencia, toda la ciencia y todo el arte, que ha sido necesario desplegar en las cocinas invisibles, para llegar a concretizar la más humilde de las cosas visibles, resultante de mil y un preparados, conducidos y combinados por mil y una organizaciones compuestas de infinidad de cocineros que no veis; pero del que vosotros consumís y apreciáis los platos.

14)     EL PASADO


La fuga de los tiempos pasados no sirve gran cosa sino hace nada, El fruto de la experiencia no debe ser ocultado cesterilmente y todavía menos dispersado a los cuatro vientos, sin utilidad para nadie, El representa una adquisición que no se ha de despreciar ni despilfarrar, por que la suma de estas experiencias, ya sea en el dominio físico, intelectual, sentimental, social, humano o divino, representa un tesoro inestimable, si él está concentrado, clasificado, estudiado, meditado.  Si no, es como un libro precioso, del que las hojas desgarradas y partidas, manchadas y maculadas amarilladas, ajadas y deformadas, están dispersas en la Naturaleza y terminan por desaparecer disgregadas. Hay la tendencia muy frecuente para hacer repulsa del pasado, No es bueno vivir el presente en el espíritu del pasado, pero es siempre apreciable de tiempo en tiempo, hacer un retorno hacia atrás. Se obtiene siempre una enseñanza útil, que nos puede evitar el cometer nuevos errores. Y se percibe que el pasado no es tan simple como se piensa, y que él ha tenido también sus momentos de presente, tan prestigiosos como  los  momentos  actuales.  Y  como  todo  es  homólogo,  esto  es  también


verdad para los hombres como para las naciones, para los pueblos y las civilizaciones.

15)     EL MAL


El mal se pierde en la nada desde que el bien se instala, como la noche desaparece, desde que el día luce, o bien la ignorancia, cuando viene el conocimiento. El mal es pues un estado, un estado negativo, un estado  de “falta”. Falta alguna cosa a las personas que hacen el mal, que se complacen en el mal. Esta “alguna cosa” es la Luz. Desde que ella las penetra, ellas comprenden, el veló se desgarra y el mal desaparece. Estando la Luz permanentemente alrededor de nosotros, lo único que falta es hacernos permeables a sus vibraciones. Es una cuestión de fe, de comprensión, de buena voluntad, o de voluntad simplemente.

Cuando se está abierto a la Luz totalmente, el bien toma el lugar del mal. Pero  es raro que el hombre se abra totalmente a la Luz de golpe. Cuando se produce, se llama: Revelación. Generalmente se abre poco a poco a la luz, por pequeñas aberturas, que se cierran tal vez, pero de las que el número se acrecienta sin cesar, hasta que ya no hay más pequeñas aberturas, sino una sola grande, por donde la luz entra a raudales, absorbiendo todo el mal. Entonces el bien se instala finalmente con todo su cortejo de bendiciones: la Paz, el Amor, la Comprensión, el Conocimiento y el Contacto con lo Divino. Y el mal,  expulsado con su cohorte de pruebas y de sufrimientos, huye para siempre.

16)     EL SUEÑO


La noche se ha hecho para detener toda actividad. En la noche, el cuerpo físico debe reposar y reconstituirse. Todo trabajo de noche le es nefasto. Porque él tiene necesidad de ser recargado por las radiaciones regeneradoras del Cosmos, y esto no puede hacerse sino en la inacción total, en el estado de sueño o inmovilidad total, frisca y mental. Es pues un error el velar, es mejor acostarse temprano y reanudar sus ocupaciones temprano al día siguiente. El tiempo de sueño necesario, es cosa secundaria. El momento de sueño es lo  más importante, y el momento más favorable, es la primera parte de la noche, después de que termina el día. Algunas horas de sueño en ese momento, son más provechosas, que, en cualquier otro momento, y suficientes para reparar la máquina. Se ha de tomar este hábito para mantenerse en buena salud, y producir un trabajo más considerable y de mejor calidad.


17)     EL ÁRBOL Y LA VIDA


La vida es un conjunto de cosas simples que se multiplican hasta el infinito. Es esta infinidad de elementos, que la hace aparecer tan complicada. Y todavía Dios ha tomado la precaución de limitar vuestros sentidos, a fin de que no percibáis sino una débil parte de lo que existe, de otro modo no comprenderías nada. Lo demás os será revelado a fuerza y a medida que vuestra consciencia progrese y que vuestra comprensión se haga, o, dicho de otro modo, os será dado un nuevo alimento espiritual, cuando estéis en estado de digerirlo y asimilarlo. El árbol es la representación de la vida. En él hay una parte exterior visible; el mundo material; y, de otra parte, las raíces ocultas bajo la tierra, lo invisible: el mundo Espiritual. Los dos mundos están separados, pero en  relación constante, porque ellos tienen necesidad el uno del otro. No podría subsistir el uno sin el otro. Sin la raíz no hay formación de ramas y de hojas; y sin ellas la raíz perecería.

Como el mundo físico es la concretización visible del mundo invisible, el árbol visible está elaborado y materializado por la raíz invisible. El tronco, verdadera escala de Jacob, sirve de unión entre estos dos mundos.

Si se mira el barullo sin orden, en apariencia, de las hojas, de las flores y de las venillas en número infinito, se pierde uno ante tantos detalles tan diversos. Pero todos estos detalles convergen hacia los pedúnculos, luego hacia el nacimiento de los tallos, después a los tallos, de donde parten todos los elementos, toda la nutrición, toda la vida. Mientras más se aproximan al tronco, más los tramos se simplifican, y se distingue mejor el plan de conjunto del árbol.

Y, el mismo plan, invertido, se reproduce en las raíces, corno si el árbol estuviese reflejado. Si se quiere comprender la vida, no hay que perderse en los pequeños detalles, sino aproximarse a Dios y considerar el conjunto del árbol.

18)     NO REACCIÓN


“La noche aporta consejo”. Este dicho es muy verdadero en el sentido de que aconseja la no acción inmediata. Todo se arregla, si no se complica la situación, por una acción inconsiderada, impulsiva, dictada generalmente por un sentimiento negativo: Temor, cólera, resentimiento, odio, venganza, etc., o por un movimiento animal de defensa, del que el efecto puede ser peor que la agresión misma. La maestría de sí mismo debe ser total. Ella controla todos los sentimientos positivos o negativos. En el caso de un golpe que desequilibre, lo controla y se va mejor, cuando se han encontrado sus medios, su razonamiento  y la maestría de sí mismo, esperando hasta el día siguiente, antes de intervenir. Los impulsos son tal vez buenos, pero raramente, porque ellos vienen más bien,


como reacciones instintivas casi animales, antes que de la intuición o del sub- consciente.

Esperar el mañana antes de actuar o de tomar una decisión, es sabiduría. Se  debe tomar  el  tiempo  necesario  para  la   reflexión, para   informarse,   escrutar las consecuencias, consultar su consciencia, Y en el caso de no comprensión, de indecisión, de incompetencia, si nadie os puede dar un consejo válido que os satisfaga plenamente, remitíos a Dios. Vuestra Presencia autorizada así a actuar estad persuadidos, utilizará la mejor solución.

19)     MEDITACIÓN


Es muy necesario el meditar. Es tan necesario para vida del hombre, como el alimento material. No hay que olvidar que el hombre, es un principio espiritual, ante todo, y tiene necesidad de ponerse en contacto con las altas esferas, de tiempo en tiempo, para retemplarse y adquirir nuevas fuerzas.  La meditación  es, en este sentido, un ejercicio selecto, porque él combina la calma del mental con el deseo y la voluntad del ser, de penetrar en el mundo interior. Ese ensayo de escritura que hacéis todas las mañanas, es de hecho, una meditación, aspiráis a captar un mensaje y la comunicación se establece.

Un tema os es sugerido y se produce entonces una mezcla, donde vos tomáis  una parte inconscientemente activa, por un trabajo lento de selección de las ideas, de selección de las palabras que os vienen a la mente. Poco a poco todo esto se decantará, se esclarecerá y podréis entonces captar más rápidamente,  más netamente; sin que vuestro subconsciente detenga el flujo, aunque haya alguna cosa que no le conviene o no está conforme con lo que él conoce, o que su lógica establece.

Podréis entonces registrar nociones verdaderamente nuevas para vosotros, que rechazarais si ahora os las dieren, porque ellas chocarán con vuestras ideas y vuestros conocimientos actuales.

20)     PARA COMPRENDER LA VIDA


La vida es un misterio insondable. Sus manifestaciones son desconcertantes, no solamente por su infinita multiplicidad sino también por las contradicciones, las oposiciones, y los conflictos que hacen suponer una anarquía completa. Las teorías pacientemente elaboradas, las leyes sabiamente establecidas, se derrumban bruscamente por una nueva constatación que trastorna las observaciones precedentes. No obstante, la vida obedece a la Ley, como todo lo que existe. Ella es la Ley misma y sus principios son simples. Pero no se puede descubrir el mecanismo, en la infinidad de rodajes, piezas, resortes, palancas,


canalizaciones eléctricas y humorales, que se enmarañan, múltiples interrelaciones químicas, bioquímicas y electroquímicas, la acción de las radiaciones cósmicas, luminosas, telúricas y electromagnéticas de todas clases, de todas las potencias, de todas las precedencias, que se entreveran y se conjugan o contrarían, y se equilibran, en un verdadero carrusel, en un caos donde es imposible reconocerlas. Tenéis la prueba en el simple estudio del cuerpo humano científicamente emprendida desde hace tantos años, y en el cual, pese a algunos descubrimientos no se ha podido todavía determinar los principios dominantes. De hecho, el cuerpo ha sido desmontado, resecado, disecado, sin ningún resultado, sin comprender nada.

Es como si un silvícola encontrara un auto y lo desmontara pieza por pieza. Esto no les enseñaría el principio de su funcionamiento. Porque este principio no reside en la materia, sino en la inteligencia, en el espíritu. En toda creación cualquiera que ella sea, hay un trabajo espiritual que conjuga, armoniza, equilibra diversas fuerzas naturales, las dirige en tal o cual sentido, las aumenta aquí, las frena allá, contrarrestándolas en tal punto, haciéndolas actuar en un momento bien determinado. Ahora bien, estas fuerzas, todas las fuerzas, son espirituales, por tanto, invisibles. Ellas son las únicas actuantes. La materia es como las piezas de una máquina.

Sirve de transmisión y de medio de acción. En tanto que no consideréis sino a ella, estaréis en la imposibilidad de obtener el principio fundamental. Poneos sobre el plano espiritual y entonces todo se aclarará. ¿Cómo comprender el funcionamiento de un aparato eléctrico, si os obstináis en no ver sino las piezas mecánicas e ignoráis totalmente la corriente eléctrica? Sin esta corriente, el aparato está muerto, inmóvil y mudo, todas vuestras manipulaciones no harán nada. Dirigid vuestras búsquedas sobre las fuerzas espirituales y hallareis la solución que buscáis vanamente en vuestros trabajos de descuartizador.

21)    LA VÍA MATERIAL


Indudablemente, es necesario contar con la materia. Rechazarla o despreciarla,  a vuestra voluntad, sería un error. No olvidéis que estáis puesto, en el lugar, el tiempo y la posición las más favorables a vuestro desarrollo, según vuestro estado de avance, según los elementos que  os  sea  necesario  perder  o  adquirir, individual y colectivamente. Todo está combinado para que la influencia que ejercéis en vuestros vecinos inmediatos y la que os recibís de ellos, aquella que recibís de los elementos, invisibles e imponderables del cosmos, del país, de la sociedad, de las epidemias, de las guerras, de los cataclismos, todo está calculado por la evolución, tanto del conjunto como de cada individuo en particular. Cada elemento individual está compuesto de una cantidad de ciclos que sus componentes son ellos    mismo múltiples. Estos subciclos forman un ciclo resultante que es la característica del elemento en cuestión. Este ciclo va a influir sobre sus vecinos y formar otras resultantes más importantes. Todas estas cantidades de ciclos, más y más grandes, enmarañándose, chocándose, se agregan o se cercenan, en una ronda fantástica, pero cada uno guarda su personalidad, su característica o su color, si se prefiere, siendo todo un elemento de otros ciclos y confundiéndose en ellos.

Todos estos ciclos son reglados con un fin bien determinado y esto es lo que hace la armonía de la naturaleza. Si vuestro ciclo personal se halla colocado en un circuito bien definido, no es por azar ni fantasía, esto responde a una necesidad que puede ser que se os escape, pero que es imperativa para vuestra evolución particular y para la de otros ciclos. Se puede considerar que la evolución consiste, para cada uno, en pasar por ciclos cada vez más importantes. Vuestro ciclo personal toma así una amplitud, más y más grande, y su influencia y por tanto su importancia crece en proporción. Por consiguiente, si estáis sobre la tierra, es porque tenéis una obra que hacer, y el sustraerse, es trastornar la armonía del conjunto, del plan previsto. Entretanto, es igualmente necesario preparar vuestro ciclo espiritual, que es el fin real, y no perderlo de vista, porque él debe terminar por tomar la preponderancia en vuestra conciencia y por consiguiente no os dejéis arrastrar por los incentivos materiales, que os retardarán y ocasionarán sufrimientos, cuando haya llegado el tiempo de desarraigar.

Vivid pues materialmente, cumplid conscientemente con vuestros deberes hacia vuestro cuerpo, vuestra familia, la sociedad y el país. Este es un impuesto que  os es necesario pagar. Todo se paga, lo sabéis bien. Es la ley del equilibrio la que lo exige. Pagad entonces vuestro viaje sobre la tierra, pero  nada  más. Porque el pasaje sobre la tierra es un sufrimiento y un sacrificio. La naturaleza en su previsora bondad, le ha dado algunos aspectos agradables, Esta es la capa de azúcar que hace pasar la píldora amarga. No os retraséis en lamer el azúcar, porque agotada esta capa, tendréis que sufrir toda la amargura que está debajo. Es lo que os espera si vosotros os adherís a las bellezas y a los goces de la vida material. Admirad, pagad, y pasad, sin volveros.

22)    LA CONCENTRACIÓN


Hay que evitar la dispersión, a causa del despilfarro de energía que ella acarrea. La concentración, por el contrario, permite profundizar el tema y realizarlo. Acumulando fuerzas sobre un mismo punto, se ejerce una presión considerable sobre él. Pero si poseéis mucha fuerza, es inútil proceder a una demasiada fuerte concentración de vuestro espíritu, lo que presenta también ciertas desventajas, como la de no ver alrededor de si, aparte del punto local fijado. Siendo el espíritu universal, no es necesario tenderlo en una sola dirección -resultado de la concentración- sino radiarlo en todos los sentidos, para que todas las facultades se desarrollen en conjunto, en un equilibrio armonioso. Ejercitar un solo músculo lo hace muy poderoso, pero en detrimento de los demás y el resultado es malo. El ser es un todo y se ha de considerar el todo. Por tanto, actuar por concentración, si es necesario, pero no, en la misma dirección.

Desde que el avance en un sentido, ha sido realiza do, hay que atacar en otra dirección. Es el avance “en estrella”. Se ha de combinar concentración y dispersión, análisis y síntesis, demolición y construcción, haciéndolas alternar. Es la ley del binario, que juega también en este dominio, como en todos los asuntos donde fuerzas múltiples entran en juego. Se les ha de equilibrar por oscilaciones, unas veces en un sentido otras veces en el otro, en una incesante alternancia. Es el secreto de las vibraciones, de las fuerzas, de la vida y de la Eternidad.

Sin esta dualidad, será el caos y el hundimiento total en la nada.


ROLOD
26 de julio del año 1974,
Lima, Perú