Thursday, December 3, 2015

El Mito Solar y el Hombre - El Maestro delos Nueve - Jorge Adoum

EL MITO SOLAR Y EL HOMBRE

EL MAESTRO DE LOS NUEVE
9º GRADO
JORGE ADOUM
(Mago Jefa)

La Leyenda del Grado del Elegido de los Nueve explica extensamente el Mito Solar. La propia leyenda de Hiram y de la persecución de los asesinos enmascara en cierto sentido mitos y misterios simbólicos más antiguos que nos muestran la constante lucha entre la Luz y las tinieblas, el bien y el mal, la verdad y el error, y los ideales y las pasiones del hombre.
En el Mito Solar, del que fueron extraídas todas las leyendas de las religiones, los nueve Maestros son los nueve signos zodiacales o nueve meses de luz en oposición a los tres meses más oscuros, terrenales y animales, Escorpio, Sagitario y Capricornio.
Además, es la lucha entre la Luz y las tinieblas, el nacimiento y la muerte, lo activo y pasivo, y lo oscuro y negativo: es la lucha de las estaciones luminosas contra la estación oscura. Es la lucha de los dioses del Olimpo contra los Titanes y Gigantes deseosos de dominar en el orden celestial mediante las pasiones brutales. Es la lucha de los Devas contra los Asuras, de Indra, Agni y Mitra contra Varuna, quien, igual que Lucifer, es lanzado al Inferior (Infierno), dejando de ser el dios de la noche estrellada. Es la lucha de Osiris reencarnado en Horus. y de Isis, contra Tifón; de Hércules, prototipo del héroe consciente de su propia imagen divina, contra los monstruos o pasiones animales, que se encuentran en su ciclo zodiacal evolutivo, como residuo de su propio pasado con el cual debe enfrentarse para superarlo.
Es la lucha de Mitra (El Sol), la Divinidad-Luz de la última época de la región iránica, contra el Toro (Tauro) que es emblema de la naturaleza animal (léase Octavo Grado), a quien mata y transmuta para absorber sus cualidades positivas. Es la lucha tanto en la Naturaleza como en la vida; la Luz, el Poder Supremo, ahuyenta las tinieblas y la oscuridad. Ante su claridad, el misterio de la noche huye llevando consigo los temores y el cansancio que se apoderan de nuestro organismo cada vez que anochece.
Y en la medida en que se haga la luz en nuestra mente, se aclararán nuestras preocupaciones y problemas para que nuestra vida sea crecimiento en la Luz.
La ignorancia y el fanatismo sustituyen a la Verdad y a la comprensión en cada uno de nosotros, pero, al dedicarnos al estudio para cultivar nuestra mente, la ignorancia y el fanatismo, tal como lo hicieron los dos asesinos, se lanzan al abismo de la aniquilación. La ambición (compañera de la ignorancia y del fanatismo), que se oculta en la cueva del corazón del hombre, se destruye a sí misma, como lo hicieron Abibalac, el asesino de Hiram, y Judas Iscariote, hasta que un rayo del más puro amor llegue a esa gruta.
Esta versión de la Leyenda de Hiram nos enseñó con total claridad la Ley de Causa y Efecto, como más adelante la explicaremos, y que consiste en: "Con la vara que midiereis seréis medidos".
El Iniciado debe matar en su corazón la ignorancia, el fanatismo y la ambición, sustituyéndolos con sabiduría, tolerancia y altruismo, o con verdad, comprensión y desprendimiento.

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