La Última Hora De Vida
G. I. Gurdjieff
Imagina, que sólo tienes unos pocos
minutos, tal vez una hora para vivir; de alguna manera has descubierto
exactamente cuándo morirás. ¿Qué harías con esta preciosa hora de estadía en la
Tierra? ¿Serías capaz de completar todas tus cosas en esta última hora, tienes
una idea consciente sobre cómo hacerlo?
Y soltando tu último aliento ¿Sentirías
satisfacción al saber que has hecho todo lo posible en esta vida, para darte
cuenta que estás presente constantemente, siempre vibrando, siempre esperando,
como un hijo esperando a su padre marinero? En el mundo manifestado todo tiene
su principio y su final. En el Mundo Real, todo está siempre presente y un
hermoso día se te permitirá olvidar todo y dejar el mundo “para siempre”.
La libertad vale un millón de veces más
que la liberación. El hombre libre, aunque esté en esclavitud, sigue siendo un
maestro de sí mismo. Por ejemplo, si te doy algo, digamos un coche, el cual no
tiene combustible, el coche no se puede mover. Tu coche necesita un combustible
especial, pero solamente tú puedes definir qué tipo de combustible se necesita
y dónde conseguirlo.
Tienes que definirte a ti mismo, como
digerir mis ideas para hacerlas tuyas, para que te pertenezcan sólo a ti. Tu
coche no puede trabajar con el mismo combustible con el que trabaja el mío. Te
sugiero sólo el material principal. Tienes que sacar de éste lo que puedas
usar. Entonces, más valerosamente, siéntate al volante.
La vida orgánica es muy frágil. El cuerpo
planetario puede morir en cualquier momento. Siempre está a un paso de la
muerte. Y si te las arreglas para vivir un día más, es sólo una oportunidad
accidental dada por la naturaleza. Si pudieras vivir una hora más, puedes
considerarte una persona afortunada. Desde el momento de la concepción estamos
viviendo tiempo prestado.
Viviendo en este mundo tienes que sentir
la muerte cada segundo, así que resuelve todos tus asuntos pendientes, incluso
en tu última hora, ¿Pero cómo puede alguien saber exactamente cuál es su última
hora? Para sentirte seguro reconcíliate con la naturaleza y contigo mismo en
cada hora que se te dé, entonces nunca se te encontrará desprevenido. Al hombre
se le tiene que enseñar esto empezando desde la escuela: como respirar, comer,
moverse y morir mejor. Esto tiene que convertirse en una parte de un programa
educacional. En este programa es necesario incluir la enseñanza sobre cómo
darse cuenta de la presencia del “Yo” y también cómo establecer conciencia.
Pregunta: ¿Cómo actuar si no sientes
que hay algo sin acabar?
Gurdjieff contestó después de una
pausa. Respiró profundamente y respondió:
Pregúntate quien estará en dificultades si
mueres como un perro. En el momento de la muerte tienes que estar totalmente
consciente de ti mismo y sentir que has hecho todo lo posible para usar todo,
dentro de tus capacidades, en esta vida que te fue dada.
Ahora no sabes mucho
sobre ti mismo. Pero con cada día que excaves más y más profundamente dentro de
este montón de huesos empezarás a saber más y más detalles. Día a día
encontraras lo que deberías haber hecho y lo que tienes que rehacer dentro de
las cosas que has hecho. Un hombre de verdad, es aquel que pudo tomar de la
vida todo lo que era valioso de esta, y decir: “Y ahora puedo morir”. Debemos
tratar de vivir nuestras vidas de manera que podamos decir cualquier día: “Hoy
me puedo morir sin arrepentirme de nada”.
Nunca gastes
infructuosamente tu última hora de vida, porque se puede volver la hora más
importante para ti. Si la usas incorrectamente, puedes arrepentirte después.
Esta sincera emoción que sientes ahora, puede convertirse para ti en una
poderosa fuente de la fuerza que te puede preparar para una muerte perfecta.
Sabiendo que la próxima hora se puede volver la última para ti, absorbe las
impresiones que te convertirán en un verdadero gourmet. Cuando la dama de la
muerte te llame, prepárate, siempre. El maestro sabe cómo tomar de cada
deliciosa pieza el último trozo de lo más valioso. Aprende a ser el maestro de
tu vida.
Cuando era joven, aprendí
a preparar fragancias. Aprendí a extraer la esencia de la vida, sus cualidades
más sutiles. Busca en todo lo más valioso, aprende a separar lo fino de lo
grosero. El que ha aprendido como extraer la esencia, lo más importante de cada
momento de la vida, ha alcanzado un sentido de calidad.
Es capaz de hacer con el
mundo algo que no puede hacer un aborigen.
Puede ser que en los
últimos momentos de tu vida no tengas la opción de donde y con quien estar,
pero tendrás la opción de decidir qué tan completamente los vivirás. La
habilidad de tomar lo valioso de la vida – es la misma que la de tomar lo más
valioso de la comida, del aire y de las impresiones, las substancias necesarias
para desarrollar tus cuerpos superiores. Si quieres tomar de tu vida lo más
valioso para ti mismo, tiene que ser por el bien de lo superior; es suficiente
dejar sólo un poco para ti mismo. Trabajar en ti mismo por el bien de otros es
una manera inteligente de recibir lo mejor de la vida para ti. Si no estás
satisfecho con la última hora de tu vida, puede que tampoco lo estés con tu
vida entera. Morir, significa pasar a través de algo que es imposible repetir
de nuevo. Gastar tu precioso tiempo en nada, significa privarte de la oportunidad
de extraer lo más valioso de la vida.
En este mundo, vivir la
vida, de principio a fin, significa otro aspecto de lo Absoluto. Todos los más
grandes filósofos, se prepararon cuidadosamente para la última hora de su vida.
Y ahora te daré el ejercicio para prepararte para tu última hora en la Tierra.
Trata de no malinterpretar ninguna palabra del ejercicio dado.
El Ejercicio
Recuerda la hora que ha
pasado, como si fuera tu última hora en la Tierra, y que justo acabas de darte
cuenta de que has muerto. Pregúntate, ¿Estabas satisfecho en esa hora?
Y ahora reanímate a ti
mismo de nuevo y establece el objetivo para ti mismo. En la próxima hora (si
eres afortunado para vivir una más) trata de extraer de la vida un poco más de
lo que hiciste en la ultima hora. Define, donde y cuando deberías haber estado más
consciente, y en donde deberías haber puesto más fuego interno.
Y ahora abre más tus
ojos, y con esto me refiero a abrirte más posibilidades, sé un poco más
valiente de lo que fuiste en la hora anterior. Ya que sabes que esta es tú
ultima hora y que no tienes nada que perder, intenta ganar más valentía, por lo
menos ahora. Desde luego, no tienes que hacer tonterías.
Llega a conocerte mejor,
mira a tu máquina como si la vieras desde afuera. Ahora, cuando estás muriendo,
no tiene sentido mantener tu reputación y prestigio.
De ahora en adelante,
hasta la verdadera última hora, aspira con persistencia para recibir lo más
valioso que puedas de la vida, desarrolla tu intuición. Toma sólo unos pocos
momentos cada hora para mirar a la hora que ha pasado, sin juicios, y después
sintonízate para extraer más de la siguiente hora.
Si consideramos cada hora
como una unidad de vida independiente, intenta hacer lo máximo que puedas para
usar cada unidad completamente. Esfuérzate y encuentra la manera de hacer en la
siguiente hora mucho más que en la anterior, pero también se consciente de que
te has encargado de las deudas que has acumulado hasta ahora. Aumenta la
auto-exploración y el auto-conocimiento, y también aumenta la habilidad de
dominarte a ti mismo, esto cambiara el trabajo de tu máquina, que siempre está
fuera de control. Y estas habilidades se pueden convertir en el indicio de los
verdaderos cambios. Y es absolutamente intrascendente lo que la máquina piense
sobre esto.
Vivir el resto de tu vida
ensayando tu muerte cada hora, no es nada patológico. Nadie recibe más de la
vida que el paciente con cáncer, que sabe aproximadamente cuando morirá. Y
desde que él ya reconoció como desea pasar el resto de su vida, no tendrá que
hacer el cambio total en ésta, pero podrá ir a algún lugar, a donde siempre
deseó ir, que no lo haría en otras circunstancias.
El hombre que sabe que
morirá pronto, tratará de usar al máximo cada hora del resto de su vida. Esto
es exactamente a lo que Cristo se refería cuando dijo que los últimos días
vendrán pronto, los días anteriores al Juicio Final. Todos estamos parados
frente al Juez, pero no son los otros los que nos juzgan, sino nosotros mismos
los que hacemos la última estimación de nuestra vida. No tenemos que fallar el
examen más importante, en donde el juez más serio somos nosotros mismos.
Cada momento; por sí
solo, representa la partícula de la Creación eterna. Por lo tanto, a cada
momento al que podemos extraer las sustancias más sutiles, a eso podemos
llamarle “la esencia de la vida”.
Imagina la sustancia
“aire” o la sustancia “impresiones”. Finalmente, dibuja en tu cabeza la
sustancia “momento”. Si, hasta los momentos del tiempo son sustancias.
Si pudiéramos extraer las
sustancias más finas de las más groseras, tarde o temprano tendríamos que pagar
por esto. Esta ley es llamada La Ley del Equilibrio. Por esto aprenderemos a
pagar inmediatamente por aquello que recibimos de la vida. Sólo entonces, no
tendremos ninguna deuda. Pagar inmediatamente – a esto se le llama “obra real”.
“Hacer” – es pensar, sentir, actuar, pero “obra real,” es pagar inmediatamente.
Hacer – sólo puede
significar una cosa: extraer la esencia de cada momento de la vida; y al mismo
tiempo, pagar todas las deudas a la naturaleza y a ti mismo. Pero solamente
cuando tienes “Yo,” puedes pagar inmediatamente.
La vida real no es un
cambio de actividad, sino un cambio en la calidad de la actividad. El destino,
es el destino. Cada uno de nosotros tiene que encontrarse a sí mismo en el
orden total de las cosas. No es tarde para empezar a hacerlo ahora, aunque has
pasado la mayor parte de tu vida dormido. Empezando desde hoy puedes comenzar a
prepararte para la muerte; y al mismo tiempo, aumentar tu calidad de vida. Pero
no pospongas el comienzo, tal vez de verdad sólo tienes una hora más de vida.
Pregunta: ¿Podemos
compartir esto con otros? Pienso que es muy importante lo que escuchamos sobre
esto esta tarde.
Puedes volver a contarlo
palabra por palabra, pero hasta que no lo hagas por ti mismo, no significara
nada para otros. La existencia, es el medio o el instrumento para la acción.
Piensa en esto, y encontraras el por qué.
Pregunta: Por lo
tanto, ¿No podemos pagar las deudas si no existimos, o si nuestro “Yo” está
ausente?
¿Por qué tienes tanta
necesidad de pagar? ¿Pagar para qué? Si la vida es sólo una coincidencia,
entonces no hay necesidad de continuar. Esto no significa que tienes que
terminar tu vida con un suicidio. Lo opuesto, tienes que poner todo tu esfuerzo
en “vivir”. El hombre ordinario siempre vive, solamente yendo con la corriente.
No sólo está dormido, está absolutamente muerto. Para vivir realmente, es
necesario apoyar los esfuerzos de la naturaleza, para tomar activamente de la
vida, y no actuar pasivamente, a donde sea que fluya.
Para extraer lo más
valioso de la vida, tienes que poder manejar tus emociones. Mira que tan
justamente puedes estimarte. Mírate atentamente, y encontraras varias
extraordinarias maneras de ser justo. Cada vez, date cuenta de los diferentes
momentos en que el deseo aparece. Actúa como antes, pero siempre estás
consciente de su presencia. Transporta al mundo la parte de tu sangre, pero la de
nivel superior.
Al final de cada hora;
después que hayas estimado su utilidad, imagina que despertaste en lo
absolutamente desconocido en comparación a la anterior que pasó. Es importante
notar que la aparente continuidad de la última hora, realmente está cambiando
con cada hora, aunque las cosas y personas parecen las mismas de antes. Con el
tiempo, aprenderás a verte a ti mismo como un espíritu de una sustancia
especial, que viene de un mundo a otro, como un huésped sin invitación de la
naturaleza.
Mirando desde este punto
de vista, evalúa todo lo que hagas en tu vida. Mira los resultados de todos tus
esfuerzos del pasado y piensa qué sentido tienen ahora, en tu última hora de
vida. Aquellos que están involucrados en el Trabajo están muertos a este mundo;
y al mismo tiempo, están más vivos en este mundo que nadie más. Trabajo; algo
extraño e impredecible, pero para muchos es imposible vivir sin él.
El modo ordinario de
entender la vida es vanidad de vanidades. Por más grande que sea el resultado
es de acuerdo a las medidas terrestres, tarde o temprano fallará. Hasta la
arena está siendo hecha polvo por el tiempo. Hasta las personas más relevantes
de la historia, han sido olvidadas. Para entender las posibilidades reales de
este mundo, es necesario encontrar lo que podemos alcanzar en este mundo; que
será bastante útil, en el Mundo Real.
Mira atentamente a las
vidas de todas las personas más grandes, aquellos que dirigieron ejércitos, que
tuvieron poder sobre otros. ¿Cuál es el beneficio para ellos de todas sus
grandes acciones ahora, cuando están muertos? Incluso; cuando estaban vivos,
todas estas grandes acciones no fueron más que sueños vacíos. No estamos aquí
para elogiarnos a nosotros mismos o para probarnos a nosotros mismos. Lo más
repugnante en el hombre ordinario, es la habilidad de satisfacer rápidamente a
su carne.
La mayoría de las
personas encuentran muchas excusas para no trabajar en sí mismos. Están en una
completa prisión de sus debilidades. Pero justo ahora no hablamos sobre ellos,
sino sobre ti.
Entiéndeme bien, no
necesito seguidores, estoy más interesado en encontrar a los buenos
organizadores, los verdaderos guerreros del nuevo mundo. Comprendo las
debilidades de la organización, porque justo hora no hablamos sobre la
organización habitual que consiste de iniciados.
Te recuerdo una vez más,
aprende a vivir cada una de tus horas con un beneficio más grande. Crea un
detallado plan de tu última hora de vida. Para entender cómo debería morir uno,
deberías de hacer crecer raíces más profundas en la vida, sólo entonces podrás
morir como un ser humano, no como un perro. Aunque, esto no es dado a todo el
mundo – morir. Puedes convertirte en abono para nuestro planeta, pero realmente
no significa morir. Morir a este mundo para siempre, es un honor que tienes que
pagar con Trabajo Consciente y Sufrimiento Intencionado. Tienes que ganártelo.
Trata de imaginarte a ti
mismo – relativamente – claramente en tu última hora sobre la Tierra. Escribe
un tipo de guión de esta última hora, como si estuvieras escribiendo el guión
para una película. Pregúntate: “¿Así es como quiero disponer de mi vida?” Si no
estás satisfecho con la respuesta, rescribe el guión hasta que te guste.
Mira a la vida como un
negocio. El tiempo es tu dinero para la vida. Cuando vienes a este mundo, se te
dio una cantidad definitiva de dinero y no puedes excederla. El tiempo es la
única moneda con la cual pagas por tu vida. Ahora mira como usaste la mayor
parte de éste de una manera estúpida. Ni siquiera has alcanzado el objetivo
principal de la vida, tener descanso. Fallaste como hombre de negocios, y como
usuario de vida, te engañaste a ti mismo. Toda tu vida pensaste que todo se te
ha dado gratis, y ahora de repente descubriste que no es gratis. Pagas por usar
el tiempo, éste es por qué cada momento de tu estadía aquí, cuesta algo.
¿Entonces cómo podría ser
posible para ti rembolsar por lo menos estas pérdidas? Comprueba, ¿si el
déficit de tu cuenta bancaria es sólo temporal, o es quizá constante? ¿Perdiste
el tiempo o pudiste invertirlo con éxito? Si has gastado todo tu dinero en
vacaciones; entonces, no hay nada que hacer más que arrepentirte por el pasado.
Durante muchos años, has
estado gastando tu vida como si tus padres te hubieran dado una cuenta bancaria
con crédito ilimitado. Pero ahora, la cantidad se terminó y te das cuenta que
estas solo por completo y no hay nadie a quien recurrir. No hay más tiempo en
tu cuenta bancaria. Ahora te ves forzado a ganar cada hora de tu vida. Toda tu
vida te comportaste como un niño; y gastaste el tiempo, tal como lo hace una
pareja de recién casados en su luna de miel.
Nuestro principal
enemigo, que nos impide aplicar los esfuerzos necesarios, es la desesperanza.
Sé que tienes muchas excusas para no prepararte para tu última hora de vida. El
hábito es una gran fuerza, pero empezando una vez, puedes aprender a hacerlo
cada vez más y más.
No te enredes todo el
día, esfuérzate al menos una hora al día para hacer un esfuerzo; de lo
contrario, perderás todo. Piensa sobre el ensayo de tu última hora como si
fueran ejercicios de ballet, tienes que hacerlo toda tu vida.
Yo
dedico cuatro horas al día a este ejercicio; pero cuando era joven, le dedicaba
el doble.
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