Wednesday, July 14, 2021

El Maestro del Real Secreto - Trigesimo Segundo - Grado XXXII - DR. REX R. HUTCHENS, 33°

 

DR. REX R. HUTCHENS, 33°,

Concerniente a “Morals and Dogma” de Albert Pike


em32

El Maestro del Real Secreto
Trigesimo Segundo
Grado XXXII


32


El cordón se usa del hombro derecho a la cadera izquierda, y tiene cuatro pulgadas de ancho, doblado, bordeado en negro con blanco en el lado principal y de carmesí en el otro. En la punta del lado principal está sobrepuesta bordado una cruz roja Teutónica con un águila de dos cabezas de plata. En el lado carmesí, a la altura del corazón, está bordada una cruz Teutónica en negro.

La joya de esta orden es una cruz Teutónica de oro con los brazos cubierto de escarcha. En el centro están las letras “XXXII”, rodeado por una corona verde.

El mandil es de seda blanca o terciopelo, doce pulgadas cuadradas, bordeado con dos rayas de encaje de oro, cada una de media pulgada de ancho, y separadas por una pulgada, y marginado en oro. Entre las rayas de encaje hay una raya de terciopelo negro.

En la solapa están bordadas seis banderas, tres en cada lado, la de abajo es azul, la del medio es roja, y la de arriba es oro. En éstas, en el centro, hay una cruz de oro Teutónica, y sobre eso un ojo de oro, rodeado de rayos. En la cruz, un águila negra de dos cabezas, con el pico y las garras de oro, agarrando una espada de oro, una garra en el mango.

En el cuerpo del mandil hay una Tabla de Dibujo del grado en todos los colores. El lado reverso del mandil es de seda carmesí o terciopelo. Está amarrado con un cordón pesado de seda carmesí.



m32 

EL GRADO 32
MAESTRO DEL. SECRETO REAL

Los Deberes:

  1. Un Soldado de la Luz busca la verdad y el conocimiento.
  2. Un Soldado de la pbertad exige para el pueblo el voto pbre y la voz pbre y obtiene pbertad de voz, voto y opinión de sí mismo.
  3. Un Soldado de la Verdadera Repgión combate la tiranía espiritual con la razón y la verdad.
  4. Un Soldado del Pueblo apenta a los hombres el ser autos seguros e independientes.
  5. Un Soldado de Rito Escocés Masónico es fervoroso y ardiente en la reapzación de sus deberes a Dios, su país, su famipa, sus hermanos y a sí mismo.

Las Lecciones:

  1. El humano siempre está entrelazado con lo Divino. Sólo las doctrinas, la fe o el conocimiento que rinden fruto en la acción, tienen valor. El laborar es adorar.

Para La Reflexión:

  1. ¿Tratas de lograr el Secreto Real en tu vida y dentro de ti mismo?

Símbolos Importantes:

  1. El Campamento, los Tetractys Menores, la estrella de cinco puntas, las Tetractys Mayores, la estrella de siete puntas, los triángulos triples entrelazados, Trimurti (el busto de tres caras).

El grado del Maestro del Secreto Real escoge, clarifica y unifica en una doctrina sencilla y coherente todos los deberes y lecciones de los grados anteriores. En él continuamos nuestro viaje al Este en búsqueda de la Doctrina Sagrada del cual el Secreto Real es la base. El desvelar el simbolismo de las épocas es un viaje hacia atrás en el tiempo a las verdades básicas de los sabios antiguos. Una vez que se revelen estas verdades, nuestro cuidado especial es el mantenerlas en su pureza, pasándolas al futuro ocultadas en alegoría y simbolismo y revelándolas sólo a hombres probos.

Aquí aprendemos de la doctrina religiosa aria antigua. Pike tenía la creencia qué era la primera religión. Era su opinión que estas enseñanzas fueron corrompidas y elaboradas hasta que se perdió su verdadero significado. El nombre “Ario” se deriva de la palabra Sanscrita para “noble”. Ellos eran una tribu prehistórica del Asia central que se establecieron tanto en Irán como en el norte de la India. De su lengua han descendido, no sólo el Persa antiguo y el Sanscrito, como también sus derivados, pero también la mayoría de las lenguas de Europa, incluyendo el inglés.

Una de las fuentes mayores de Pike sobre esta gente fue el orientalista alemán de siglo XIX Max Muller, el padre de las lingüísticas comparativas. Muller creía que las religiones y lenguas de Europa, Persia e India descendían de esas tribus asiáticas y que la llave a esta unidad histórica residía en el estudio comparativo de las lenguas. Esta es la razón por la discusión detallada en el origen de las palabras que se pueden encontrar, especialmente en la Lecturas y Leyenda para este grado. La sobre confianza de Muller en las referencias de lenguajes en vez de incluir otros, igualmente importantes factores culturales, resultaron en muchos errores que se deben perdonar de un pionero tan importante, en un campo poco probado. Pike, sin embargo, ocasionalmente ha adelantado estos errores. Por consiguiente, sus comentarios sobre los Arios en el ritual se deben considerar como una vista histórica del estado del conocimiento durante el siglo XIX.

No tenemos textos de donde buscar un entendimiento de las creencias religiosas de los arios; y, por consiguiente, debemos buscar hilos comunes entre las religiones preislámicas de Persia e India. Ya que ambos recibieron la influencia de la doctrina aria, lo que ellos comparten en común se puede claramente presumir de haber sido derivado de los arianos. La fuente principal para este procedimiento han sido el Zend-Avesta persa y el Vedas hindú.

LA DOCTRINA PERSA:

La fuente probable del dualismo en las religiones de Oeste, incluyendo el Cristianismo, es la antigua religión enseñada por Zoroaster de Persia (alrededor de 66 A.C.). Esta fe era casi un monoteísmo, raro en esa época de tiempo en la historia del hombre. Zoroastro definió el universo de estar imbuido con dos fuerzas: Spenta Mainyu o Espíritu Santo (la fuerza de la verdad) y el Angra Mainyu, un espíritu destructivo opuesto a la verdad. Estas fuerzas peleaban por la influencia sobre el hombre, pero Zoroastro creía en la voluntad libre que el hombre podía escoger entre el bien y el mal, y era responsable por las consecuencias de su escogencia. Estas fuerzas, y las acciones que resultaban de ellas, eran más que manifestaciones de los Principios del Bien y del Mal. El Principio del Bien, el Ser Supremo de esta fe, se le llamaba Ahura Mazda, quienes los griegos llamaban Ormuzd; en Moral and Dogma Pike usa ambos términos intercambiablemente.

Las acciones de Ahura Mazda estaban manifestadas a través de una jerarquía de espíritus subordinados, que son paralelos a, y posiblemente la fuente del concepto de ángeles en las tradiciones religiosas del Oeste. A estos espíritus se les llamaban Amesha Spentas o “Inmortales Generosos.” Opuesto a Ahura Mazda estaba Ahriman, corno el Príncipe del Mal. Muchos eruditos han visto el origen del concepto hebreo de Satanás en esta doctrina Persa. Él también tenía sus espíritus subordinados creados. Tanto los espíritus buenos corno los malos encontraron expresión en la fe y tipificaban varias virtudes y vicios. La vida célibe y/o monástica era fuertemente prohibida como una violación mala de los imperativos de la naturaleza. Los Zoroastrianos vieron la dualidad del universo reflejado en el mundo natural pero, contrario a muchas fes después, jamás yuxtapuso los dominios espirituales y los materiales corno del bien o del mal respectivamente. La naturaleza era buena ya que toda materia era la creación de Ahura Mazda. La vida había que vivirla, gozarla y ser fructífero.

LA DOCTRINA HINDÚ:

También encontramos en el ritual una recitación a las creencias Hindú de la India. Habiendo obtenido muchas de sus creencias de los Arianos en el noreste. La doctrina Hindú refleja algo de la religión temprana persa que precedió de Zoroastro. El hinduismo parece al principio ser un politeísmo perseverante pero las deidades del panteón hindú salieron de una sola fuente: el indescriptible e inexpresable Brahma. Esta concepción de la Deidad es tan profunda y elevada como cualquiera que se puede encontrar en el realidad física: la luz, y su sombra contraparte o la oscuridad; Brahma, el Creador; Vishnu, el preservador; y Shiva el destructor. Este proceso sencillo de creación, preservación y destrucción revelaba la naturaleza cíclica del universo y conducía, muy naturalmente, al concepto de la reencarnación. La virtud controlaba las consecuencias del volver a nacer. El hombre, a través de una vida virtuosa, podía mirar al futuro de volver a nacer que le darían sucesivamente una más grande conciencia y entendimiento espiritual; eventualmente él podría liberarse completamente del ciclo de volver a nacer y unirse a Brahma. El vicio, de lo contrario, lo llevaba a. nacimientos más bajos y por tales acciones el hombre podría volver a nacer como una serpiente o un insecto.

La luz que emanó de Brahma en sí se deificó como Agni, el dios de la luz y del fuego cuyo nombre vive en la palabra inglesa encender, “ignite”. Otros fenómenos naturales tuvieron un proceso similar. El amanecer se llamó Usha. Mitra, antiguamente la Estrella de la Mañana, fue asociada con el planeta Venus. Herodotus decía que esta deidad era femenina. Más tarde, se convirtió en masculino asociado con el toro. Lo importante es que originalmente las tres deidades Védicas, Agni, Usha y Mitra estaban conectadas con el concepto de la luz en alguna forma. Pike creía que la mantra hindú, AUM, era un anagrama compuesto de las iniciales de esas tres deidades.

Los hindúes no eran dualistas y no tenían ningún Príncipe del Mal que correspondiera al Ahriman persa. Ellos sin embargo asociaban, como lo hacen los Masones, la luz con la sabiduría. La luz era una existencia y por consiguiente una realidad. Es por la luz que el hombre ve y entiende el mundo en su derredor; así la raíz de Sanscrito de “ver”, vid, se convirtió en la raíz para “conocimiento”. Esto está preservado aún en inglés donde tenemos tales palabras como “video” y “wit” (inteligencia) ambos relacionados con el Sanscrito vid. Esta raíz también tiene un significado secundario de “encontrar un esposo” (find a husband) o “casarse” (marry). El esposo era tan importante en la relación de matrimonio que la luz realmente se apagaba de la vida de una viuda (de wie-wa; literalmente en Sanscrito “sin esposo”) y vemos que surge la costumbre de la esposa el tirarse sobre la hoguera funeral de su esposo. A través de esta práctica el esposo y la esposa se unirían en una sola luz, para ascender juntos y llegar a ser un sólo intelecto, brillando para siempre como una estrella. Esta práctica, en su mayoría, terminó cuando los ingleses asumieron control legal sobre la India en 1857.

Con esta fundación de las doctrinas Zoroastrinas e Hindúes, vamos ahora a empezar nuestro viaje a través del tiempo y el espacio, con una explicación de la Cámara del Consistorio, el nombre por el cual los cuerpos de Inspectores Inquisitores y Maestros del Secreto Real se llaman, enfocando en los muchos símbolos ilustrados aquí.

LA CEREMONIA

La púrpura, el rojo, el oro y la plata predominan en los colores del escenario. Las cortinas son de púrpura y oro, el mantel del altar es de púrpura con letras de Sanscrito en oro - las letras del mantra hindú místico AUM. También hay en el altar una estrella de nueve puntas formada de tres triángulos de oro entrelazada.

En el Este hay una silla a la que se llega ascendiendo siete escalones separadas en grupos de tres y cuatro. Estos números son simbólicos de muchos significados en este grado: los lados de un triángulo perfecto recto pitagórico que forman un ángulo recto, siendo de proporción de tres y cuatro unidades de medida; las siete estrellas de la constelación Ursa Mayor que se convirtió en Amesha Spenta o “Los Inmortales Generosos” del credo persa, cuatro masculinos y tres femeninas -estas a su vez se convirtieron en los siete arcángeles de la teología hebrea mencionada en el Grado 28; las siete artes y ciencias liberales dividida por el Trivium (Gramática, Retórica, Lógica) y el Quadriviurn (Aritmética, Geometría, Música y Astronomía); el espectro de color que se deriva al pasar un rayo de luz a través de una prisma resulta en siete diferentes colores que están agrupados en los tres colores más bajos -rojo, naranja y amarillo- y los cuatro colores más altos -verde, azul, índigo y violeta-. Estos los vemos en la ilustración de la cobertura de este libro representando la división de la luz (el conocimiento) en sus partes componentes (la materia subjetiva individual del conocimiento).

En el Oeste dos Tenientes Comandantes están sentados en sillas cubiertas con tela carmesí marginadas en plata. Dos mesas triangulares, cada una cubierta con tela carmesí, sobre la que hay una letra Sanscrita de plata, están colocadas en frente de estas Sillas de Estado. En una hay agua pura, en la otra un incienso y vasijas con incienso y alcohol.

La púrpura siempre ha sido un color que simboliza lo real y lo noble; el oro es un color asociado con la Deidad y deriva su color del sol. Dentro del Consistorio estos colores son un testamento de cosas celestiales y, específicamente, de la Deidad omnipresente y omnipotente. El rojo es indicativo del reino de la tierra, como lo es la plata, que es el color frecuentemente asociado con la luna, un reflector de la luz del sol. En combinación estos colores son recordatorios de una enseñanza del Grado 28º - lo que está arriba es como lo que está abajo. Alrededor del Altar de la Obligación hay tres luces grandes. Estas están colocadas para indicar las esquinas de un triángulo recto, con una base de tres medidas, una perpendicular de la base de cuatro medidas, y una hipotenusa de cinco medidas; es una representación del triángulo recto pitagórico, un símbolo de la belleza en perfección, balance y proporción.

Los Tetractys Menores, una forma triangular de esas luces vista en muchos de los grados anteriores, están situados entre el altar y el Oeste. Sus ápices también apuntan hacia el Este. Este símbolo está compuesto de puntos; en este caso diez, arreglados en hileras de uno, dos, tres y cuatro respectivamente. Dentro de él se pueden trazar los muchos símbolos que se han explicado en los resúmenes de los grados anteriores, algunos de los cuales han sido usados para diseñar las joyas de varios grados. El interés de Pike en este símbolo se deriva de su popularidad con una gran variedad de escuelas místicas. Para los pitagóricos era un símbolo de virtud. Ellos hacían sus juramentos sobre él, como nosotros lo hacemos con la Biblia, y lo consideraban una fuente de orden eterno del mundo.

Las treinta y seis luces entre el Este y el altar forman el Gran Tetractys de Pitágoras, su ápice hacia el Este. Este símbolo está compuesto de 36 puntos arreglados en ocho hileras de uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho puntos respectivamente. Como el Tetractys Menor era reverenciado por los pitagóricos, debido a los muchos símbolos que se podían crear dentro de él, conectando varias combinaciones de puntos. En el Grado 32º Pike le ha dado a este símbolo un significado Persa; que es, cada línea de puntos representa respectivamente, Ahura Mazda y los Amesh Spentas, que eran sus manifestaciones. También podemos ver que hay un total de 48 triángulos más pequeños debajo del que está arriba que se puede crear conectando todos los puntos. De estos, 27 tienen sus ápices apuntando hacia arriba y 21 tienen sus ápices apuntando hacia abajo. Ambos de estos números son múltiples de tres y eran de especial significado para lo pitagóricos.

Pike era de la creencia que Pitágoras supo de los Tetractys de los Magos de Babilonia, y que los Cabalistas judíos también lo supieron de ellos durante sus 70 años de cautiverio, mencionado en los Grados 15º y 16º, pero que entendieron mal su significado. De sus diez puntos ellos crearon diez emanaciones de la Deidad, cuando los Magos sólo tenían siete.

Para los Magos las tres primeras hileras de Tetractys incluían la hilera anterior y entonces agregaban una más; la última hilera representando las cuatro emanaciones masculinas, así:

tn Ahura Mazda

Ahura Mazda y Spenta Mainyu

Ahura Mazda, Spenta Mainyu y Vohu-Mano

Spenta Mainyu, Vohu-Mano, Asha, Khshathra

El Tetractys Mayor era usado para elaborar la idea de incluir todos los “Inmortales Generosos” en el diseño:

tm Ahura Mazda

A-M, Spenta Mainyu

A-M, S-M, Vohu-Mano

A-M, S-M, V-M, Asha

A-M, S-M, V-M, A, Khshathra

A-M, S-M, V-M, A, Kh, Armaiti

A-M, S-M, V-M, A, Kh, A, Haurvat

A-M, S-M, V-M, A, Kh, A, H, Ameretat

El busto de tres caras es un símbolo de la Trinidad de Zarathustra y Pitágoras. Su carácter hindú nos recuerda el Trimurti: la expresión de la Deidad, en una manifestación triple. En pensamiento reciente hindú, ellos se llaman Brahma, Vishnu y Shiva y representan el concepto cíclico de la creación, la preservación y la destrucción. Se recordarán que en la antigüedad esta trinidad se llamaba Agni, Usha y Mitra; el anagrama del cual, AUM, es visto en el entrelazado triángulo triple. De nuevo se debe enfatizar que estos conceptos están aquí para recordarnos de la universalidad de las grandes verdades religiosas del hombre. El Gran Símbolo no visto en grados anteriores, cuelga en el Este; es una estrella de siete puntas, que contiene dentro de sus puntas los tres más bajos y los cuatro más altos colores dentro de un rayo de luz, y visible cuando la luz es pasado por una prisma. Las siete puntas de esta estrella representan los siete Amesha Spenta o “Los Inmortales Generosos” del credo persa, que se dice haber sido la fuente de las emanaciones de la Deidad, calificado por los Cabalistas del Sefiroth. Su origen puede haber sido las siete estrellas de la constelación Ursa Mayor, que naturalmente se divide en los cuatro que forman el cuerpo y los tres que forman el rabo. Tres son femeninas y cuatro son masculinos y tienen las siguientes cualidades:

AHURA MAZDA, el Creador
Masculino:1) Spenta Mainyu, el Benéfico;
2) Vohu-mano, Sabiduría Divina o la Palabra;
3) Asha, Fuerza y Poder; Visible, el Fuego;
4) Khshathra, Soberanía y Dominio;
Femenina:5) Armaiti, la Frutifera;
6) Haurvar, trae sanar, felicidad y alegría a los hombres;
7) Ameretar, Dador de la Vida.

En el Oeste están las transparencias de los triángulos triples entrelazados en los colores blanco, rojo y azul y una estrella de cinco puntas de triángulos de bermellón. En un nivel de la abstracción, los triángulos triples entrelazados simplemente representan el concepto trinitario, tan común en las mayores fes del mundo. Este concepto está explicado en la disertación para el Grado 26º y no hay necesidad de explicarlo aquí. Los colores del triángulo corresponden a muchas diferentes, pero relacionadas, ideas. Para el alquimista el azul, el rojo y el blanco pueden representar ciertas cualidades o materiales, para el Cabalista algo completamente diferente. Para un Maestro del Secreto Real el rojo denota el aspecto material del hombre, positivamente la virtud del fervor, negativamente el vicio de la ira. El azul denota el aspecto espiritual del hombre, reflejado en el pabellón de todas las logias y el mundo en sí, atrayendo los ojos y pensamientos del hombre hacia el cielo, hacia esa fuente de inspiración divina de todas nuestras acciones como Masones -el conocimiento que se desenvuelve del plan divino del hombre. El azul es la oscuridad mística hecha visible. Así, en la cobertura de este libro el “puente de la luz” que se extiende sobre el azul del agua, la oscuridad visible de la ignorancia y de la superstición. El blanco representa el alma misma, reflejando la puridad de su estado original, exigiendo de nosotros las más altas normas de conducto. El entrelazado de los triángulos, como el entrelazado de las líneas que forman parte del pentagrama en el Grado 28º, nos hace recordar la interconexión del mundo material y espiritual. Lo humano siempre está entrelazado con lo Divino, quizás mejor expresado en el hombre por el regalo divino de la razón. Cuando se medita por la fe, la razón crea aquella armonía que es, de hecho, el Secreto Real mismo.

La Estrella de cinco puntas, con todas sus líneas unidas, representa Ahura y las cuatro Emanaciones masculinas, y toda cruz representa estas cuatro.

El cielo raso de la Cámara tiene el color del cielo. Pintado en él en lugares específicos, están los siete planetas de los antiguos -el sol, la luna, Mercurio, Venus, Júpiter, Saturno y Marte- y ciertas estrellas y constelaciones importantes para los antiguos.

Debajo del cielo simbólico está El Campamento, el símbolo más notable e intrincado dentro de este grado, representando un campamento Masónico imaginario. Puede ser una pintura en una tabla de dibujo o una representación actual hecho con madera, toldas y estandartes. Cinco formas geométricas están claramente detalladas del centro hacia afuera -el círculo, el triángulo equilátero, el pentágono, el heptágono y el nonágono. El número de lados de cada figura geométrica corresponde a los números sagrados de Pitágoras -uno, tres, cinco, siete y nueve. Los Masones del grado 1 al 18 están acampados en los lados del nonágono, con una bandera especifica asignada a cada campamento y localizado en un ángulo; a cada ángulo también se le asigna una letra. En el pentágono, en cada ángulo, hay una letra y Estandarte; los campamentos de los grados 19 hasta el 30 están en los lados. Sobre los cinco estandartes está el león, el águila, el buey, el corazón radiante del hombre y el Arca Hebrea del Convenio.

Acampado en los lados del triángulo están los Inspectores Inquisitores del Grado 31º y los Maestros del Secreto Real. Un cuervo, una paloma y un fénix están expuestos en los ángulos. El cuervo es el símbolo de la justicia y la necesidad y la paloma representa la piedad que producen en Dios y la Naturaleza, la Luz, la Inmortalidad y la Gloria victoriosa, del cual el Fénix es el símbolo y estos tres, igual que los tres lados del Triángulo de nuestro Campamento, son la Unidad (Leyenda XXXII, p. 20).

Los rituales antiguos nos dicen que el tercer lado es para el campamento de aquellos Caballeros de Malta que han probado ser veraces y fieles. La Leyenda nos dice que las posesiones de los Caballeros Templares, tornados bajo la Bula Papal de 1312, que a finales de cuentas resultó en la muerte de Jacques de Molay, fueron distribuidos a los Caballeros de Rodas, antiguamente los Caballeros de San Juan, quienes más tarde fueron los Caballeros de Malta. La aceptación de las posesiones Templares generó hostilidad contra los Caballeros de Malta. El campamento reservado para su uso es tanto un recordatorio de uno de los más grandes mártires Templares, Jacques de Molay, y los efectos devastadores de la tiranía política y religiosa. Más importantemente, nos recuerda de ese deber particular del perdón; aún los Caballeros de Malta que son veraces y fieles tienen reservados un lugar en el Campamento.

Dentro del círculo, un símbolo de la Deidad y el número uno, está una Cruz de San Andrés, que fue discutido en detalle en el Grado 29º. Acampado en la intersección de las dos líneas, que forman esta cruz, está el Gran Comandante del Rito, y sobre los brazos de la cruz hay cuatro Inspectores Generales, quienes están investidos con la dignidad de Mariscales. El dibujo doblado ilustra la escena del campamento y resume los símbolos importantes, los lemas y los deberes.

El candidato entra a esta escena oscurecida, pero resplandeciente, para su consagración corno Maestro del Secreto Real, en el atuendo de un Caballero Kadosh. Se le describe corno un amante del conocimiento, y un codicioso del conocimiento, para ser un benefactor del hombre. Él debe afirmar su interés en los símbolos antiguos de la Masonería, que representan las grandes verdades en la filosofía y la religión. El declara que la ley cotidiana de él es la moralidad exaltada de la Masonería. Para entender estas verdades, se le recuerda al Candidato:

Estás aquí para pensar, si puedes pensar; y para aprender, si puedes aprender.

La primera instrucción concierne la Deidad y su relación a los hombres. Aprendemos que la Deidad creó el universo a través de la sabiduría y un pensamiento, que el universo consiste de fuerzas contrarias y opositoras, que Dioses una luz que ilumina todos los espacios, que Él es el protector del hombre. Estas declaraciones están entre las ideas principales en las religiones del mundo, y viene de las religiones Hindú y Persa, alrededor del año 6,000 A.C., a través de la religión de Islam, alrededor del año 600 D.A., abarcando ideas de las otras religiones mayores.

A lo que aparece el amanecer, el símbolo especial de este grado se torna claramente visible. El Encampamento, un símbolo complejo, nos debe recordar primero, que las únicas doctrinas, fe o conocimiento tienen fruto en acción, son de valor para el hombre. Para llegar a ser un Maestro del Secreto Real es atarnos diez veces más fuertemente para observar y mantener todas las obligaciones que tomamos en los grados anteriores. Mientras se conduce al candidato a través del Campamento, los deberes y lecciones asociadas con los grados acampados en el nonágono y el pentágono son brevemente repasados. El significado simbólico de las imágenes en los grandes Estandartes de los Grados 18º al 30º en el pentágono y el cuervo, la paloma y el águila del triángulo son insinuados, pero no se dicen, el campamento es un símbolo que nos trae cara a cara con las imágenes del profeta Ezequiel y la Apocalipsis de San Juan: el león, el buey, el hombre y el águila. De nuevo escuchamos la necesidad de estudiar y pensar, porque la Masonería no es solo una esfinge, pero una esfinge enterrada en la arena, que los siglos han acumulado en su derredor.

Voces del pasado antiguo, en una recreación de las ceremonias supuestas de los Indo Arianos y los Irano Arianos en el equinoccio vernal, nos enseña la beneficencia de la Deidad. De Él vienen todos los pensamientos buenos, las obras buenas, las acciones buenas, la fuerza, el poder, la soberanía, el dominio, la cura, la felicidad, la inmortalidad y las victorias. A EL nosotros debemos rezar, alabar y adorar.

A lo que la luz completa del día ilumina el Consistorio, el candidato reemplaza el uniforme del Caballero Kadosh, en sí un símbolo de la naturaleza práctica de la Masonería, con una túnica blanca de los Magos, o sabios, un buscador del conocimiento. El jura ser un Soldado de la Luz. Como la luz y la verdad eran términos sinónimos para los Arias antiguos, porque la luz hace lo que no es real en realidad, a sí mismo un Soldado de la Luz es un buscador de la verdad y del conocimiento. La ignorancia es una oscuridad mental, que mantiene atado al hombre, como las paredes de una prisión o un manto de piedra. Para llegar a ser tanto sacerdote como rey, como todos aquellos que antes han sido encomendados con la Santa Doctrina y el Secreto Real, es el aprender a ejercitar dominio sobre nosotros con sabiduría. El sacerdote es un símbolo divino de sabiduría divina, el rey, de soberanía divina. La sabiduría es obtenible a través del conocimiento, no de las ciencias, pero de las grandes verdades de la religión y la filosofía reveladas en las estrellas y en la naturaleza, porque la naturaleza es el Libro de la Deidad de El Mismo. Un Soldado de la Luz se ata a aprender y a enseñar a otros las grandes verdades. De estas verdades entendemos lo que son Dios y la naturaleza, y lo que nosotros somos. Ellos nos levantan al reino intelectual de la independencia. Al llegar a ser Soldado de la Libertad aprendemos que el poder, como todo lo bueno en el mundo, viene de la Deidad. El Poder contiene dentro de sí mismo algo de lo sagrado y es bueno, al menos que se corrompa. Cuando se corrompe, se torna en un principio malvado, que se expresa a través del despotismo, la reducción de la vida de todos, y toda ganancia para uno, en la invasión de uno en la vida de todos. Necesariamente debe prescribir la libertad de hablar, la consideración y la justicia. Un verdadero Soldado de la Libertad, al exigir la libertad del habla y del voto para el pueblo en asuntos públicos, también se liberará y se mantendrá maestro de su propia voz, voto y opinión.

En el hombre hay una parte minúscula de la inteligencia divina que nosotros llamamos el intelecto. El intelecto, consciente de su origen, siempre instintivamente busca su origen, haciendo del hombre un ser religioso. Para ser un Soldado de la Religión Verdadera es reconocer la corrupción de la verdadera religión que se le dio al hombre. Así, debemos combatir, con la razón y la verdad, toda tiranía espiritual sobre las almas y conciencias de los hombres. Finalmente, nosotros peleamos contra todos quienes con la superstición, la intolerancia y el fanatismo, prescriben lo que los hombres puedan creer.

Un Soldado del Pueblo es uno que protege al pueblo de los ineptos y los incompetentes, quienes buscan obtener poder y convertirse en los líderes del pueblo, a través de métodos indignos. Como el pueblo en todas partes desea un líder, a menudo son engañados por aquellos indignos e incapaces del liderazgo real. Para animar a los hombres a que sean autos suficientes e independientes, hasta el extremo de que ellos no sigan ciegamente a cualquier líder, es el deber de un Soldado del Pueblo.

Un verdadero Soldado de la Luz, de la Libertad, de la verdadera Religión y del Pueblo, se une con los otros que son devotos del mismo propósito, como soldados del Rito Escocés Francmasón. Al hacer eso, nosotros prometernos actuar con fe y diligencia todos los deberes de un Masón del Rito Escocés, reconociendo que trabajar es adorar. El enemigo especial que hay que pelear dentro de sí mismo y otros es la inacción. Que siempre reconozcamos que los hombres, por naturaleza, son capases de avaricia y egoísmo y muchas de las faltas de los hombres no son curables. Debernos aceptar a los hombres corno Dios los hizo, y al mundo corno Él lo ha hecho, sacando el mejor provecho de todo. Un Soldado del Rito Escocés Masónico es fervoroso y ardiente en su deber y armado con la persuasión, no la fuerza, para combatir a los lentos y apáticos quienes no ven nada que hacer en la Masonería. Debernos convertirnos soberanos de nosotros mismos, reyes de nuestras propias pasiones, que el éxito no nos intoxique ni nos deprima la derrota, siempre recordando no odiar tanto al error, corno no amar a la humanidad.

Corno Maestros del Secreto Real debernos: llevar a cabo nuestros deberes a Dios, a nuestro país, nuestra familia, nuestros hermanos y a nosotros mismos; alcanzar el equilibrio en nuestras vidas y actitudes, siempre reconociendo que dentro de todos los hombres hay un minúsculo rayo de ese Intelecto Divino que creó el universo; recordar que en el hombre está Dios, y que el hombre es indestructible e inmortal. ¡Tales son las grandes lecciones del Rito Escocés Francmasón!

De ser consagrado a estas grandes lecciones es convertirse en un sabio -de recibir la bienvenida entre los Maestros del Secreto Real quien, no deja que el rayo de la luz divina adentro se oscurezca por el vicio, la indulgencia y las pasiones, prefiere el esfuerzo sobre la comodidad, auto negación por el bien de los demás sobre el lujo, el conocimiento y la verdad sobre la riqueza, y busca la aprobación de tu propia conciencia sobre puestos y honores concedido por otros; y el unirte a la gran fraternidad Masónica en la que todos enseñamos, incitamos, animamos, defendemos y protegemos a nuestros hermanos del mal.

LA DISCERTACIÓN

El Secreto Real, del cual el que es del Grado 32º es un Príncipe, no es un secreto en el sentido normal de la palabra; eso es, no es algo de esconder de los ojo del resto del mundo. Aquí la palabra "Secreto" se debe entender como sinónimo con la palabra "Misterio," escondido, sólo porque no lo entendemos por completo. Somos Príncipes de este Secreto en el sentido que la búsqueda por él es (o debe ser) una meta mayor en nuestras vidas. No es una búsqueda distinta a las demás de nuestras actividades y por consiguiente una distracción o un peso. Más bien es una búsqueda que es parte de nuestras vidas. Lo buscamos en nuestra relación con Dios, nuestra familia, nuestra vocación, y nuestros hermanos. No es una búsqueda efímera pero una meta realizable que puede, y debe, ser hecha parte de la actividad de nuestras vidas.

ESTE SECRETO REAL ES EL “EQUILIBRIO”

A través de la palabra “equilibrio”, queremos decir armonía o balance, que nos demuestra toda la naturaleza y la que es una guia para vivir correctamente. Debemos respetar a los demás, pero también debemos tener auto respeto; debemos darles tiempo a nuestras familias, pero preservar una porción para la soledad; debemos vivir esta vida, pero prepararnos para la otra. La vida bien vivida es un apuro de contrarios: trabajo, relajamiento; alegría, tristeza; pensar, acción.

El Secreto Real:

Es el secreto del Equilibrio Universal.

  1. De este Equilibrio en la Deidad, entre la SABIDURÍA Divina Infinita y el PODER Divino Infinito, del cual resulta la Estabilidad del Universo, lo incambiable de la Ley Divina, y los Principios de la Verdad, la Justicia, y el Derecho, que son parte de él; y la Obligación Suprema de la Ley Divina, sobre todos los hombres, como superior a toda otra ley, y formando parte de todas las leyes de los hombres y de las naciones. También de ese Equilibrio, entre la JUSTICIA Divina Infinita y la MERCED Divina Infinita, el resultado del cual es la EQUIDAD Divina Infinita, y la Armonía Moral o la Belleza del Universo. A través de Él, la durabilidad de las naturalezas creadas e imperfectas en la presencia de una Deidad Perfecta se hace posible; y para El, también, como para nosotros, el amar es mejor que el odiar, y el Perdón es más juicioso que la Venganza o el Castigo.

  2. De ese Equilibrio entre la NECESIDAD y LA LIBERTAD, entre la acción de la Omnipotencia DIVINA y el deseo Libre del hombre, a través del cual los vicios y acciones bajas, y pensamientos no generosos y palabras y crímenes e injusticias, justamente castigados por la ley, de causa y consecuencia del deseo de Dios; y sin el cual la coexistencia de la Libertad y de la Necesidad, del deseo Libre en la Criatura y la Omnipotencia en el Creador, no puede haber religión, ni ninguna ley del bien y del mal, del mérito y del demérito, ni ninguna justicia en el castigo humano o leyes penales. De ese Equilibrio entre el Bien y el Mal, la Luz y la Oscuridad en el mundo, que nos asegura que todo es el trabajo de la Sabiduría Infinita y de un Amor Infinito; y que no hay diablo rebelioso del Mal, o Principio de la Oscuridad coexistente y en controversia eterna con Dios o el Principio de la Luz y del Bien; a través de obtener el conocimiento de cual equilibrio podemos, a través de la Fe, ver que la existencia del Mal, el Pecado, el Sufrimiento, y el Pesar en el mundo, es consistente con el Bienestar Infinito, como también con la Sabiduría Infinita del Todo Poderoso.

  3. De ese Equilibrio entre la Autoridad y la Acción Individual que constituye el Gobierno Libre, al asentarlo en fundaciones inmutables de Libertad con Obediencia a la Ley, la Igualdad con Sujeción a la Autoridad, y Fraternidad con Subordinación al más sabio y el mejor; y de ese Equilibrio entre las Personas Activas, y la Estabilidad Pasiva y la Permanencia del Deseo del Pasado, expresado en constituciones y gobiernos, escritos y no escritos, y en las leyes y costumbres, grises con la edad y santificados por el tiempo, como precedentes y autoridad; que está representado por un arco descansando sobre dos columnas, Jaquín y Boaz, que están paradas en los portales del Templo construido por la Sabiduría, sobre el cual la Masonería coloca el Globo celestial, símbolo de la parte espiritual de nuestra naturaleza compuesta y sobre el otro el Globo terrestial, símbolo de la parte material.

Y, finalmente, de ese Equilibrio, posible en nosotros mismos, y el que la Masonería trabaja sin cesar para lograr en sus Iniciados, y exige de sus Adeptos y Príncipes (de otra forma desmerecedores de sus títulos), entre lo Espiritual y lo Divino y lo Material y Humano en el hombre; entre el Intelecto, la Razón y el Sentido Moral de un lado, y los Apetitos y las Pasiones en el otro, del que resulta la Armonía y la Belleza de un vida bien regulada.

Ese posible Equilibrio nos prueba que nuestros Apetitos y Sentidos también son Fuerzas que nos ha dado Dios, para los propósitos del bien, y no los frutos de la maldad de un Diablo, que debe ser detestado, mortificado, y, si es posible, rendirlo inerte y muerto; que se nos han dado para ser el medio por el cual nosotros seremos, fortalecidos e incitados a las obras grandes y buenas, y que se deben usar sabiamente, y no abusadas; de ser controlado y mantenido dentro de linderos debidos a través de la Razón y el Sentido Moral; para ser hechos instrumentos útiles y sirvientes, y no permitir que se conviertan en gerentes y maestros, usando nuestro intelecto y razón como instrumentos básicos para su gratificación.

Y este Equilibrio nos enseña, sobre todo, el reverenciarnos como almas inmortales, y de tener respeto y caridad hacia otros, que son tanto como nosotros lo somos, participes con nosotros de la Naturaleza Divina, encendida por un rayo de Inteligencia Divina, luchando como nosotros, hacia la luz; capaces, como nosotros, de progresar arriba hacia la perfección, mereciendo ser amados y dignos de compasión, pero Jamás ser odiados ni menospreciados; de ser ayudados y animados en esta lucha de la vida, y no ser abandonados ni dejar que vaguen solos en la oscuridad, menos aún ser pisoteados en nuestros esfuerzos para ascender.

Tal, mi Hermano, es la VERDADERA PALABRA de un Maestro Masón; tal es el SECRETO REAL, que hace posible, y al final hará realidad, el IMPERIO SAGRADO de la verdadera Hermandad Masónica.

GLORIA DEI EST CELARE VERBUM.

AMEN


(pp. 859-861)

CONCLUSIÓN

Si has estado desilusionado, nuestra labor ha sido en vano. De que estos grados tengan para ti un valor real depende sobre tu capacidad de entenderlos, y sobre el tiempo de estudio y el grado de reflexión que se la han rendido a ellos.

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ALBERT PIKE

El futuro de la Francmasonería del Rito Escocés está en las manos de sus miembros. Será lo que nosotros hagamos de él; una institución de liderazgo moral, adelanto educacional y empeños filantrópicos o meramente un club social con títulos vacíos y pretensiones vanas. Para lograr lo primero requiere el esfuerzo combinado y concertado de muchos de nosotros y un compromiso renovado de aprender y vivir -aprender la lecciones simple de la moralidad práctica y las enseñanzas sublimes de las filosofías religiosas, entonces el vivirlas, para que nuestra luz pueda brillar ante los hombres que ellos continuarán desear nuestra camaradería y unirse a nuestra asambleas. La semilla es auto mejoramiento y la fruta es el progreso moral. Cada uno de nosotros debe ser un Magister Interior, el Maestro Interno, porque hasta que no nos hemos domado a sí mismo, nuestra influencia sobre otros hombres no puede traer buenos resultados.

Hombres buenos: mejores hombres.
No buscarnos más; no ofrecernos más.
Es suficiente.

 

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SOBRE EL AUTOR

Rex Hutchens reside con su esposa y dos hijos en Tucson, Arizona. Después del servicio militar el Ilustre Hermano Hutchens viajó extensamente en Europa, el Cercano Este y el Oriente. El residió en Karachi, Pakistán y Kabul, Afganistán durante varios años.

Cuando regresó a los Estados Unidos el Hermano Hutchens completó su Licenciatura en Antropología en la Universidad de Pittsburg. El continuó sus estudios en la Universidad de Arizona, recibiendo su Maestría en Estudios Orientales y después un doctorado después de una investigación del estado de la mujer en Cuba después de la revolución.

Él ha enseñado numerosos y variados cursos en la Universidad de Arizona y el College Comunitario de Pima en Tucson.

El Hermano Hutchens empezó su carrera Masónica en 1982 en la Logia Epes Randolph #32. En 1989 sirvió como Maestro de esa Logia; el año siguiente sirvió como Maestro de la Logia Adobe #41 y en 1991 fue Maestro de la Logia #2 de Investigación del Sur de Arizona. En 1990 fue elegido Venerable Maestro de la Logia de Perfección de Tucson y fue nombrado Representante Personal y Presidente de la Conferencia Consejera para el Valle de Tucson. En 1991 fue elegido Maestro del Capítulo de Rose Croix. El Hermano Hutchens fue investido

Caballero de la Cruz York de Honor y elegido miembro del Cónclave de Tucson, Cruz Roja de Constantino en 1989. Ese mismo año fue coronado Inspector General Honorario. El Dr. Hutchens tiene la Legión Honoraria de Honor de la Orden de DeMolay

Además de Un Puente Hacia la Luz (A Bridge to Light), el Dr. Hutchens ha sido coautor de The Bible in Albert Pike' s Morals and Dogma y ha escrito A Glossary to Morals and Dogma como también ha escrito numerosos articulas en the Scottish Rite Journal, The Philaethes y otras publicaciones Masónicas. Él también ha sido el Secretario de Arizona para Quatour Coronati Correspondence Circle y el editor de The Byzantium, la publicación nacional de la Cruz Roja de Constantino. El Dr. Hutchens es miembro honorario de la Iowas Lodge of Research y del Texas Lodge of Research por el cual él fue el Conferenciante de Anson Jones en 1990.


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Discurso de Instrucción

 

Discurso de Instrucción

A un Recién Recibido en los Grados
de Aprendiz, Compañero y Maestro Simbólicos de la
Orden de Los Élus-Cohen

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Este texto proviene de un documento que figura en los
fondos Jean-Baptiste Willermoz de la Biblioteca Municipal de Lyon (5.919-12).
Se trata de un Discurso destinado a instruir
a un miembro de la Orden de los Élus-Cohen
recién recibido en los
tres grados preliminares de la Masonería simbólica.
La ortografía y la puntuación han sido modernizadas.


Hermano mío, se os ha dicho en vuestro primer examen que la Orden encerraba conocimientos sublimes y los más capaces de satisfacer al hombre que piensa en conocer la nobleza de nuestro origen, la dignidad de la excelencia de nuestro ser, el fin para el que habéis sido creado, la gloria del primer estado del hombre en tanto que se mantuvo en la justicia, el género de prevaricación del que se hizo culpable para con el Creador, el justo castigo que recibió y del que todos sentiremos los efectos hasta el final de los tiempos, y por último, los medios de readquirir una parte de los derechos que ha perdido, si se le encuentra digno.

Tales son, Hermano mío, los objetivos sobre los que la Orden se propone instruiros en la medida que los merezcáis por vuestro propio trabajo y progreso, haciéndolo sin imprudencia y sin indiscreción.

En los grados que acabáis de recibir, nos habéis vuelto a trazar los emblemas de la incorporación del primer hombre en su primer estado de gloria, de su prevaricación, del justo castigo que recibió y que ha resultado reversible sobre toda su posteridad, y de su reconciliación con el Creador.

Vos nos habéis representado los emblemas de la creación de este universo físico de materia aparente, de la composición y destrucción del cuerpo, y finalmente de la reintegración de esa misma materia aparente en su primer principio.

Voy a trazaros un ligero esquema de las principales ceremonias que se han realizado sobre vos y que han podido escaparse en parte a vuestra atención; grabadlas bien en vuestra memoria, para meditarlas en paz y silencio, a fin de que podáis recoger con el tiempo todo el fruto que deseáis.

Habéis estado situado en el centro de seis circunferencias y del doble triángulo, ni desnudo ni vestido, despojado de todos los metales, las rodillas remangadas y los puños sobre los ojos, envuelto en tres tapetes: blanco, rojo y negro.

La actitud en la que habéis estado situado es cercana a la del niño en el seno de su madre, por la que habéis formado un triple triángulo, y representa a la materia en su primer estado de indiferenciación, o las esencias espirituosas destinadas a la construcción de este universo físico de materia aparente y la producción de todos los cuerpos que les están contenidos, indiferencia que no ha cesado sino después de que el espíritu del Creador hubo expandido, por su acción, orden y el arreglo según el plan que había sido concebido en la imaginación del Creador, para subsistir durante todo el tiempo que él ha fijado su duración, mediante un decreto inmutable.

Los seis círculos o circunferencias que habéis visto trazados a vuestro alrededor, os recuerdan los seis pensamientos inmensos del Creador, que han producido la creación universal, velada por los seis días de los que Moisés hace mención en el Génesis.

Vos debéis de concebir, Hermano mío, que el Creador, siendo eterno y no habiendo tiempo para él, con un sólo instante le es suficiente para operar todos los actos de su voluntad y, consecuentemente, no había ninguna necesidad de ese intervalo de tiempo al que llamamos “día”.

Esos seis días no son, por tanto, otra cosa que un velo que Moisés ha proporcionado para cubrir los medios secretos que el Eterno ha empleado para la construcción de su templo universal, y los seis pensamientos divinos que lo han producido, que aprenderemos a conocer por la adición misteriosa de tres facultades potentes y distintas que son en él, el pensamiento, la voluntad y la acción.

Reflexionad sobre esas tres Facultades, que encontraréis innatas en el hombre, y veréis que no es sin razón que se os enseña que ha sido creado a imagen de Dios, puesto que son el carácter que le distingue únicamente de todos los demás animales, y puede ser que encontréis en qué consiste esta semejanza divina, igualmente interna en él, que completa el número perfecto de sus facultades y que no puedo explicar ahora.

Ese velo dado por Moisés, es tan grosero, que el mismo Moisés desplegándolo no temió el realizar una contradicción evidente, ya que sitúa solamente en el cuarto día de la creación los dos astros luminosos que por su curso periódico fijan el intervalo del tiempo al que llamamos día.

¿Cuáles eran, según él, los tres intervalos que precedieron al cuarto? ¿Podemos pensar que un hombre tan iluminado caiga a propósito en tan gran absurdo? Debemos creer, más bien, que ha querido de alguna forma forzar a los hombres de deseo que quería instruir a buscar por si mismos el sentido misterioso que encerraban.

Debéis de concluir por este sólo ejemplo sobre el que me he extendido un poco para vuestra instrucción, que Moisés tuvo la misma conducta en muchas otras partes de sus escritos, en los que debéis de abandonar la letra con frecuencia, sobre todo en lo que enseña sobre el género de prevaricación de Adán, que produjo en toda su posteridad eso que denominamos el pecado original.

El nos representa al primer hombre en el momento en que fue tentado, revestido de una naturaleza gloriosa e incorruptible.

Es cierto, que en ese estado, una manzana debía de tener poco atractivo para él, ya que poco uso podía hacer de la misma; pero sea cual fuere el género de su prevaricación, vemos siempre una atroz desobediencia y un abuso de su potencia que se ha vuelto y se volverá muy funesta para su posteridad.

En efecto, cuando alcancéis a conocer la especie del crimen que cometió, a concebir toda su enormidad, veréis cuán injusto es que el hombre acuse a la Divinidad de ser la autora de los males infinitos que sufre en esta vida pasajera.

Estaréis menos extrañado del justo castigo que le sumió en las tinieblas, donde se encuentra enterrado, así como de la infinita misericordia del Creador, que lo mismo que castigó a su criatura le ha puesto los medios para readquirir lo que perdió por su falta.

Tal es, en efecto, la ceguera humana, que la incredulidad de la mayoría de los hombres funda sobre su repugnancia a sacar provecho de esos medios, sin darse cuenta que esa repugnancia no les es natural y que les ha sido sugerida por su enemigo común, que no contento de haber seducido al primer hombre, se esfuerza continuamente en tener a toda su posteridad en sus cadenas, obscureciéndole el juicio, ahogando en él lo que es el germen de la Verdad eterna que está grabada en nosotros.

Esta incredulidad tan condenable toma su fuente en los mismos libros que Moisés escribió para instruirnos.

Como un hábil médico que proporciona los remedios y los alimentos según el estado y temperamento de sus enfermos, ese gran hombre, repleto del espíritu de Dios, veló lo hechos que quiso transmitir para prevenir la debilidad de aquéllos a los que quería instruir.

El temió mostrar una luz demasiado viva a los ojos muy débiles para sostenerla.

Esta prudencia ha provisto de armas a los incrédulos, a veces forzados a reconocer en él un alcance de genio, sabiduría y de potencia superior al resto de los hombres, pensando más en recoger todas las aparentes contradicciones que han podido encontrar en sus escritos para atenuar la fuerza y la pureza de su doctrina.

Algunos, incluso han llegado a dudar de su existencia, atestiguada por toda una nación que ha presenciado las maravillas que operó en su favor; y uniendo la impiedad y la incredulidad, prefirieron mejor considerar ridículos los hechos más respetables que su ignorancia no podía concebir, a buscar de buena fe y en la simplicidad de su corazón, penetrar el velo misterioso con el que el escritor sagrado ha querido cubrirlos.

Dad las gracias al Eterno, que por su bondad infinita os ha revelado el deseo de conocer la verdad, que os ha conducido a este templo que será para vos un refugio contra los errores del siglo y donde podréis meditar en el silencio y la paz por su ley santa y sus obras.

Paso a la explicación del doble triángulo, que está formado por dos triángulos equiláteros, los cuales merecen una explicación particular.

El triángulo equilátero es, de todos los emblemas dados a los hombres, aquél por el que siempre ha habido la más profunda veneración aunque se haya errado algunas veces en la explicación que se le ha dado.

No es menos respetable, puesto que representa el principio de todas las cosas creadas, o sea la trinidad temporal que han confundido con la trinidad espiritual.

El espíritu puro y simple, no forma ninguna figura visible a los ojos de la materia.

La del triángulo no puede pertenecerle ya que no puede convenir más que a producciones temporales comprendidas en la creación universal.

Así, la Orden nos enseña que el primero de los dos triángulos sobre los que habéis estado emplazado, no representa otra cosa, sino los tres principios que constituyen el cuerpo, como son el azufre, la sal y el mercurio, o los tres elementos de los que provienen, que son el agua, el fuego y la tierra, o por último, las tres esencias que denominamos espirituosas que han cooperado en la producción de toda forma corporal, bien sea en lo terrestre o en lo celeste.

Los hombres, a medida que se alejan de su principio, se acostumbran a creer que la materia existía necesariamente por si misma y que, como consecuencia, no podía ser destruida completamente.

Si tal es vuestra opinión, es uno de los primeros sacrificios que deberéis de hacer para alcanzar los conocimientos a los que aspiráis.

En efecto, si vos atribuís a la materia una existencia real que nunca ha tenido, sería considerarla como eterna, como a Dios; es atacar la unidad indivisible del Creador en el que por una parte admitís a un ser espiritual puro y simple, eterno, y a un ser material, eterno como él, lo cual es absurdo de pensar.

Os enseñaré que el Creador quiso castigar el orgullo y la prevaricación de los primeros espíritus que habían emanado de su seno, y establecer para ellos un lugar de privación donde ejercieran por un tiempo inmemorial toda su malicia y poder que les era innato desde su emanación, concibiendo en su imaginación el plano de este universo físico para servirles de límite y separarlos de su Corte Divina.

El emancipó de su inmensidad divina seres espirituales con la facultad de producir las tres esencias espirituosas que debían de servir de base a toda forma corporal.

Esos espíritus que denominamos espíritus del eje del fuego central o fuego increado, produjeron, en efecto, según la facultad que era innata en ellos y la voluntad del Creador, esas tres esencias espirituosas, pero quedaron en un estado de indiferencia las unas respecto a las otras, formando eso que llamamos el caos, hasta que el Espíritu doblemente fuerte o la acción directa del Creador, mediante su descenso en este caos, hubo dado la vida y el movimiento a todo lo que era contenido, evitando la explosión por su retiro.

Desde entonces, todo tomó forma y cada parte tomó el arreglo que le fue asignado por la voluntad divina.

Estas son esas tres esencias o principios de toda corporización, que os son representadas por el primer triángulo, y al mismo tiempo he aquí el origen de ese famoso número ternario universal que ha tenido tan gran veneración entre los pueblos de la tierra.

El número ternario de las esencias espirituosas produce el número nonario, dado a la materia, sea mediante la adición de las tres esencias espirituosas de los tres elementos de donde provienen y de los tres principios corporales que, como ya hemos dicho, llamamos azufre, sal y mercurio.

Nosotros aplicamos el mercurio o principio activo a la tierra, el azufre o principio [principio vegetativo]7 al fuego, y la sal o principio sensitivo al agua.

Nos encontramos por lo tanto con el número nonario, que conocemos por ser el número de destrucción de esa materia aparente, en la adición mística de sus principios y multiplicando el número tres por sí mismo.

Es evidente que el más pequeño átomo de materia no subsiste sin la unión íntima de tres principios corporales que los mismos sabios del siglo reconocen que existen en todos los cuerpos.

Porque desde que esa unión cesa, el cuerpo se destruye y desvanece.

De lo que resulta que cada uno de esos principios, en tanto que coopere en conservar una forma, es siempre mixto y compuesto de otros dos, no difiriendo más que en el dominio sobre ellos en tal composición.

Estos tres principios reconocidos mixtos, cada uno separadamente, forman mediante su unión el número nonario.

Este número es reconocido por los sabios como el número de la destrucción, porque como el triángulo es la forma más simple que puede formarse, y no estando este sino formado por la unión de sus tres bases, dejaría de ser triángulo si viniese a separarse una de las bases; lo mismo sucede cuando el principio de vida que se encuentra insertado en todos los cuerpos, cualesquiera que sean, y que conservan la forma y el movimiento, viene a retirarse.

Entonces los principios corporales se disuelven, reintegrándose en los elementos y estos en las esencias espirituosas que los han producido, que a su vez retornan a su primer estado de indiferencia, siendo rápidamente reintegradas en lo que las ha producido.

Es así cómo este universo físico de materia aparente será prontamente reintegrado a su primer principio de creación tras la duración del tiempo que le está fijado y que ha sido concebido en la imaginación del Creador.

Aprended de ello, Hermano mío, el caso que debéis de hacer a esa materia de la que los hombres han hecho su ídolo y ved cuánto han abusado groseramente sacrificando por ella todo lo que les es más precioso.

El segundo triángulo hace alusión al cuerpo general terrestre o a la Tierra.

Esta es ternaria, estando compuesta por los tres principios universales, mercurial, azufre y sal, así como de todos los demás cuerpos comprendidos en la creación.

La Orden nos enseña que esta tiene ciertamente una forma triangular, y que se encuentra apoyada como un pibote en el eje del fuego central, que su superficie con todos sus habitantes, representada por el símbolo del triángulo, recibe las influencias de los cuerpos planetarios que la dominan y la substancian, poseyendo únicamente tres horizontes terrestres: Oeste, Norte y Sur, que os son representados por los tres ángulos del triángulo.

En efecto, reconocemos que el cuerpo terrestre no tiene fijo el Oriente, lo que está probado por la cuadratura del círculo que los hombres buscan desde hace largo tiempo y no pueden encontrar.

Su verdadero Este es perpendicular y le viene de lo alto.

Este sistema, tan diferente a todos los sistemas adoptados por los sabios del siglo, os asombrará sin duda, pero acostumbraos en buena hora a suspender vuestro juicio sobre la naturaleza de las cosas que están por encima de vuestro alcance hasta que hayáis adquirido las luces que os señalen, para juzgar sanamente, y que podéis adquirir por el tiempo, y merecer por vuestro propio trabajo el juzgar mejor por vos mismo la verdad de las cosas que se os instruirán.

La Orden no exige de vos una confianza ciega sobre todo lo que se os enseñe.

Se os instruye de hechos y se os deja en libertad de comparar, pero falta aportar en ese examen el que permitáis una docilidad de corazón y de espíritu que os permita dejar ver la verdad a través de las nubes de que los hombres están cubiertos.

No hay nada más contrario al avance de los hombres en las ciencias que el prejuicio; este obscurece el entendimiento y le presenta los obstáculos como invencibles, los cuales podría superar con soltura con un espíritu liberado de toda prevención.

No sigáis aquí la marcha ordinaria de los hombres que se pierden en vanos razonamientos y no se ponen jamás de acuerdo entre ellos en los puntos más importantes.

Escuchad en silencio las instrucciones que os serán dadas, meditadlas en paz y solicitad sin cesar la inteligencia al autor de toda luz y de toda verdad que es el único que puede dárosla de una forma que disipe plenamente todas vuestras dudas.

El segundo triángulo hace por tanto alusión al cuerpo del hombre, que es también nonario en sus principios constitutivos y en su división.

Tiene también una forma triangular, como el cuerpo general terrestre del que es la repetición, así como de toda la creación universal, puesto que se nos ha enseñado que es el pequeño mundo.

Digo que es ternario en sus principios constitutivos, puesto que está formado de tres elementos o primeros principios que componen el armazón: el mercurio, el azufre y la sal.

Nosotros aplicamos el mercurio a la tierra, a lo sólido o a lo óseo, el azufre o el fuego a lo fluido o a la sangre, la sal o el agua a la carne o al desarrollo del cuerpo.

Es ternario en su división como la creación universal en la que reconocemos realmente tres partes muy distintas, a saber, la terrestre, la celeste y la supraceleste.

Lo mismo que en el cuerpo del hombre distinguimos el vientre o parte vegetativa, que corresponde a la parte terrestre, el pecho o la parte animal, que corresponde al celeste y la cabeza o parte espiritual que corresponde al supraceleste.

Encontramos la misma división en el templo elevado a la gloria del Eterno por Salomón, que construyó sobre los planos dados a David, por el Supremo Arquitecto, siendo también una repetición del cuerpo del hombre y de la creación universal.

Vemos efectivamente el porche, que corresponde a la parte inferior del cuerpo del hombre o al vientre, así como a la parte inferior de la creación de la tierra; después viene el templo que corresponde al pecho y al celeste; finalmente, el santuario, que corresponde a la cabeza del cuerpo del hombre y a la parte supraceleste de la creación universal.

Cuando sea el tiempo, os explicaremos las relaciones del Santo de los Santos con los otros dos.

Me limito en el presente a presentaros lo que se encuentra comprendido en la creación universal, no comprendiendo en esta división principal del cuerpo del hombre más que cuatro miembros que sólo están adheridos al tronco y que nos servirán, bajo otro punto de vista, para haceros sentir otras relaciones.

En efecto, añadid el número de esos cuatro miembros a la división ternaria que os acabo de hacer y encontraréis el número septenario de los cuerpos planetarios que se encontraban representados en el Templo de Salmón.

Para sentir mejor la relación, examinad el emplazamiento de cada uno.

Como Saturno, que es el más elevado, dirige y gobierna todos los planetas que le son inferiores, la cabeza o la parte espiritual que representa, preside y gobierna el resto del cuerpo.

Contad por un lado la cabeza y los dos hombros que representan a Saturno, Marte y Mercurio, y por otro, al vientre y los dos muslos, que os representan igualmente a Júpiter, Venus y la Luna.

Encontraréis en el centro de esta división el pecho o el corazón que, por su acción vivificante sobre todas las partes del cuerpo os representa al Sol, situado en el centro de los otros seis planetas sobre los que expande sus influencias.

Podría haceros sentir otras relaciones interesantes sobre el cuerpo del hombre, que no es otra cosa que una Logia o un Templo dispuesto por el Creador para recibir al ser espiritual divino que ha sumergido, enviándolo para dirigir el pequeño mundo verdaderamente, o la repetición de su templo universal, que es la Creación.

Me contento con explicaros el sentido de algunas palabras misteriosas que los masones apócrifos emplean, sin dar jamás ninguna explicación satisfactoria.

Dicen, hablando de su Logia, que tres la forman, cinco la componen y siete la hacen justa y perfecta.

Aplicad estas palabras a la Logia del hombre que contiene al espíritu del Menor que la dirige y encontraréis el sentido de dichas palabras.

Tres la forman.

Habéis visto, en efecto, que el cuerpo del hombre proviene de los tres principios de toda corporización, y habéis visto también que son aplicados a los huesos, a la sangre y a la carne, cuya unión proporciona realmente una forma determinada al cuerpo, pero ese cuerpo no será susceptible de ningún movimiento ni de flexibilidad si no añadimos los nervios y los cartílagos, cuya suma a los tres primeros compone realmente y perfecciona el armazón del cuerpo.

He aquí el número quinario, pero no sería más que un cadáver si el alma o el centro de la vida pasiva que le es común con todos los animales, no viene a darle el movimiento.

Es después de esta operación que adquiere la exactitud, repitiéndose en el número senario de la Creación.

No podéis dudar de que el hombre no sea distinguido de los demás animales por la presencia de un ser libre e inteligente que le dirige.

Es el descenso o la incorporación de ese ser espiritual divino emanado a imagen y semejanza del Creador en el cuerpo del hombre, que le da toda la perfección de que la Logia es susceptible.






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El Origen del temor a los viernes 13 - La Maldición de los Templarios

 

El Origen del temor a los viernes 13 - La Maldición de los Templarios

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La aversión al número 13 está fuertemente arraigada en la cultura occidental. En la Última Cena había trece personas (doce apóstoles y Jesús), siendo Judas el traidor, el número 13. En el Apocalipsis, el capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. A su vez, la Cábala –una disciplina de pensamiento esotérico relacionada con el judaísmo– enumera a 13 espíritus malignos; al igual que las leyendas nórdicas, donde Loli, el dios de las travesuras, aparece en ocasiones citado como el invitado número 13. Por su parte, el viernes según la tradición cristiana es el día que Jesucristo de Nazaret fue crucificado. Además, algunos estudiosos de la Biblia creen que Eva tentó a Adán con la fruta prohibida un viernes y que Abel fue asesinado por su hermano Caín el quinto día de la semana. Cabe recordar que los siete días de la semana –establecidos en función del tiempo en el que transcurre un ciclo lunar– son definidos por las religiones judeo-cristianas y musulmanas como el tiempo que tardó Dios en crear los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos.


El viernes, considerado por las razones anteriores un día aciago por la tradición cristiana, coincide entre 1 y 3 veces por año con el número de la mala suerte, el 13, dando lugar a la fecha más «maldita», de la que cine y literatura han dado buena cuenta. No en vano, el miedo por los viernes 13 tiene su epicentro histórico en una fecha que quedó marcada por el misterio y la traición: el viernes 13 de octubre de 1307. En la madrugada de este día, el Rey francés Felipe IV inició una brutal persecución contra la Orden de los Caballeros Templarios que provocó el arresto masivo de sus miembros.


Felipe IV persuadió al Papa Clemente V para que iniciase un proceso contra los templarios acusándolos de sacrilegio a la cruz, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos a través de la práctica de ritos heréticos. Especialmente humillante –bajo el prisma de la época– era la acusación de practicar actos homosexuales entre los caballeros de la Orden del Temple, que vivían a medio camino entre la austeridad de un monje y las exigencias de un guerrero. No obstante, se trataban de falsedades sin base alguna para ocultar las verdaderas causas de carácter económico. El Rey de Francia –donde los templarios vertebraban la mayor parte de la influencia y el patrimonio adquiridos durante las Cruzadas– coaligado con el papado y los dominicos ambicionaban acabar con la poderosa y acaudalada orden militar, convertida en el principal prestamista de la Corona francesa y de otros países europeos.

Las calumnias se convierten en acusaciones

Clemente V, pese a ser francés y antiguo arzobispo de Burdeos, mostró inicialmente su oposición a la guerra que Felipe IV pretendía desencadenar contra los templarios, puesto que necesitaba de su ayuda militar para iniciar una nueva cruzada en la zona de Palestina. Sin embargo, la negativa del último gran maestre, Jacques de Molay al proyecto Red Bellator –impulsado por la Corona de Aragón para fusionar todas las órdenes militares bajo un único rey soltero o viudo– predispuso al Papa en contra de la Orden.


En 1307, Jacobo de Molay, secundando los deseos papales de Cruzada, llegó a Francia para reclutar tropas y abastecerse de vituallas. A su paso por el país escuchó las calumnias propagadas contra su Orden por el Monarca francés. Para ello se sirvió de las acusaciones de Esquieu de Floyran, un espía al que Jaime II de Aragón había expulsado de su corte por verter falsedades contra los templarios pero que fue recibido con los brazos abiertos por el Rey galo, deseoso de provocar su caída a cualquier precio.


Ofendido por la campaña de desprestigio contra la Orden del Temple, Jacobo de Molay acudió ante el Papa solicitando un examen formal para desacreditar las burdas calumnias. Accedió Clemente V a sus deseos y así se lo comunicó al Monarca francés por carta del 24 de agosto de 1307. Pero Felipe IV, quien había intentado entrar sin éxito entre las filas templarías cuando se quedó viudo, no estaba dispuesto a dilatar el asunto y cerró el puño sobre su presa. Aconsejado por su ministro Guillermo de Nogaret, Felipe IV despachó correos a todos los lugares de su reino con órdenes estrictas de que nadie los abriera hasta la noche previa a la operación: el jueves, 12 de octubre de 1307. Los pliegos ordenaban la captura de todos los templarios y la requisa de sus bienes.


El 12 de octubre de 1307, a la salida de los funerales de la condesa de Valois, el maestre Molay y su séquito fueron arrestados y encarcelados. Y durante la madrugada del viernes 13, la mayoría de los templarios franceses fueron apresados y sus bienes confiscados bajo pretexto de la Inquisición. La resistencia militar fue mínima a causa de la avanzada edad de los guerreros que permanecían en Francia. Los jóvenes se encontraban preparando la inminente cruzada en la base de Chipre.
Para mitigar el escándalo, el Rey publicó un manifiesto donde involucraba al Papa en la decisión. Cuando Clemente V se enteró de la detención, reprendió al Monarca y envió dos cardenales, Berenguer de Frédol y Esteban de Suisy, para reclamar las personas y bienes de los encausados. Tras pactar con el Papa las condiciones del proceso, Felipe IV consiguió la facultad de juzgar a los miembros franceses de la Orden del Temple y administrar la mayoría de sus bienes. No obstante, el proceso fue del todo irregular. Sin ir más lejos, los templarios habían de ser juzgados con respecto al Derecho canónico y no por la justicia ordinaria de Francia. Asimismo, Guillermo de Nogaret –mano ejecutora del Rey– estuvo bajo la excomunión formal de la Iglesia desde el principio hasta el fin de los procesos.

Una amenaza, que resultó ser una profecía

Por medio de la tortura, la Inquisición obtuvo las declaraciones que deseaba, incluso del Gran Maestre, pero estas confesiones fueron revocadas por la mayoría de los acusados posteriormente. Mientras el Papa tomaba una decisión definitiva sobre la Orden y el futuro del Gran Maestre y el resto de cargos superiores, un goteo de templarios fue pasando por la hoguera en medio de un sinfín de irregularidades y el recelo del pueblo llano. En 1314, Jacobo de Molay, Godofredo de Charney, maestre en Normandía, Hugo de Peraud, visitador de Francia, y Godofredo de Goneville, maestre de Aquitania, fueron condenados a cadena perpetua, gracias a la interferencia del Papa y de importantes nobles europeos. No en vano, encima de un patíbulo alzado delante de Notre-Dame, donde se les comunicó la pena, los máximos representantes de la orden renegaron de sus confesiones: «¡Nos consideramos culpables, pero no de los delitos que se nos imputan, sino de nuestra cobardía al haber cometido la infamia de traicionar al Temple por salvar nuestras miserables vidas!». El desafío de los líderes templarios, rompiendo lo pactado, les condenó a muerte.
Aquel mismo día, se alzó una enorme pira en un islote del Sena, denominado Isla de los Judíos, donde los cuatro dirigentes fueron llevados a la hoguera. Según se cuenta entre el mito y la realidad, antes de ser consumido por las llamas, Jacobo de Molay se dirigió a los hombres que habían perpetrado la caída de los templarios: «Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad». Fuera real la frase o un adorno literario añadido posteriormente por los cronistas, la verdad es que antes de un año fallecieron tanto Felipe IV como Clemente V.


En el resto de Europa, la persecución Templaria no fue tan violenta y sus miembros fueron absueltos en la mayor parte de los casos. Sus bienes, no en vano, fueron repartidos entre la nobleza o integrados en otras órdenes militares como la de los Hospitalarios.


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Thursday, July 8, 2021

Características más Relevantes del Ritual de Emulación

 

Características más Relevantes del Ritual de Emulación

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El Ritual de Emulación es claro y sencillo. Traza un camino a practicar que es independiente de análisis y explicaciones. La experiencia del Ritual y las Tenidas es vivencial. El trabajo masónico se representa como un psicodrama destinado a dejar una profunda huella en la mente y corazón del hermano. La progresión de Aprendiz a Maestro se funda en el estudio del catecismo, su comprensión, la introspección y el conocimiento profundo de las herramientas del grado. La simbología representa el trabajo personal de la piedra bruta, símbolo del compromiso moral y su perfeccionamiento.

De una profunda orientación espiritual, le otorga gran importancia a la moralización de la vida del iniciado. Lo invita a tener un comportamiento fraterno, benéfico y solidario con su entorno. Su transmisión es de boca a oído, vinculando al maestro con su aprendiz. Se enfatiza la memorización de las ceremonias, no solo con el fin de protección de nuestros secretos, sino también como un instrumento para la transformación interior que catapulte su accionar al exterior. En el grado de maestro masón se completa en su forma original accediendo al Arco Real, donde se encuentra lo que originalmente constituía el sublime grado de M.·.M.·. en su totalidad. En el Rito de Emulación se asignan objetos de estudio por grado, encontrándose estos en los ritos de iniciación y el catecismo de cada grado. Lo cual se profundiza con la internalización de las enseñanzas esotéricas vinculadas con las herramientas del grado.

Estas herramientas son en primer grado:

El martillo, cincel y la regla de 24 pulgadas en el grado de compañero son:

La escuadra, nivel y la plomada y
en el grado de M.·.M.·.
El compás, la lienza y el lápiz

Cada uno de estas herramientas tienen una significancia con respecto a los objetos de estudio del grado que puede observarse desde lo práctico y evidente hasta lo velado y metafísico. Como hemos visto, la temática que inspira el Rito de Emulación está basada en la leyenda de la construcción del templo de Salomón. De aquí derivan las palabras, toques y signos, diálogos de apertura y cierre de los trabajos en cada grado.

Una hermosa alegoría se encuentra en el grado de M.·.M.·. en la leyenda de Hiram Abif, el maestro constructor. De aquí se obtienen los secretos substitutos perdidos de la masonería. Destacan los cinco puntos del compañerismo y las obligaciones que ilustran los principios de Amor fraternal, Asistencia y Verdad.
Estos son a saber:

  • Mano con mano os saludo como hermano.

  • Pie con pie, Os ayudaré en todas vuestras empresas loables.

  • Rodilla con rodilla la posición de mis súplicas cotidianas me recordará constantemente vuestras necesidades.

  • Pecho contra pecho, guardaré vuestros secretos legítimos que sean confiados a mi custodia como tales, cual si fueren los míos propios.

  • Mano sobre hombro, defenderé vuestro honor tanto en vuestra ausencia como en vuestra presencia.

También son significativos los secretos substitutos de la leyenda Hirámica.

Estos son aquellos encargados por el Rey Salomón para reemplazar los perdidos con la inoportuna desaparición del maestro constructor, el hijo de la viuda. Se obtienen del rescate del cadáver del mismo por los compañeros constructores. Son a saber: - Signo de horror, ante la visión del cadáver del maestro. - Signo de simpatía, ante la visión de su lesión mortal. - Signo de penalidad, en alusión a la penalidad de la obligación del maestro. - Signo de asistencia, dado por el maestro en su intento de escape del templo. - Signo de gloria, en alusión a la asistencia del Más Alto. Estos signos y símbolos se repiten en la clausura del tercer grado en cada ceremonia del Rito de Emulación.

EL TEMPLO DE EMULACIÓN

Al ingresar a un Templo de Emulación, se puede apreciar que todas las luces del templo están encendidas. El Ara no se sitúa al centro de la Logia, sino que es una continuación del pupitre del V.·.M.·.. Todos los hermanos están a nivel, no existen gradas para subir al sitial del V.·.M.·. ni al Primero o Segundo Vigilante. El arreglo del Templo corresponde a la orientación durante la construcción del Templo del rey Salomón El arreglo del Templo, corresponde al llamado sistema Pitagórico.

  • El V.·.M.·.se ubica en el Oriente con el Ara en frente suyo, donde descansan el Volumen de la Ley Sagrada, el compás y la escuadra.

  • El primer Vigilante se sitúa frente al V.·.M.·.en el Oeste y el segundo vigilante se sitúa al Sur.

  • Las columnas se sitúan en la esquina noroeste del templo, a la izquierda del primer vigilante.

La oficialidad de la Logia es la siguiente:

Venerable Maestro (WM)
Ex Venerable Maestro (IPM)
Primer Vigilante (SW)
Segundo Vigilante (JW)
Secretario (Sec)
Tesorero (Tres)
Primer Diácono (PD)
Segundo Diácono (JD)
Guarda Templo Interno (IG)
Tyler o Guarda Templo Externo (T)
Capellán (CS)
Organista (Org)
Sterward o asistente
Un Almoner o Limosnero (Alm) - y el
Director de Ceremonias (DC).

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Hay tres oficios característicos del Ritual Emulación: los dos diáconos, que portan un bastón y guían todos los desplazamientos en el templo, y el tejador "exterior” o Tyler, que está sentado en el exterior, ante la puerta y que encarna al "guardián del umbral". El también llamado Guarda Templo Externo, realiza una labor muy importante en la antigüedad, y en premio a este esfuerzo de entrega y valor, tiene hasta nuestros días, la misión de cerrar los trabajos en su parte formal, durante el Ágape Fraternal con el último brindis oficial de la noche llamado “Tyler Toast”. Un dato importante es que este rito es el más practicado en los países anglosajones. Exige que las ceremonias sean conocidas de memoria. El ritual no se lee en Emulación, sino que se recita o declama, utilizando los catecismos como método de enseñanza en los diferentes grados. En referencia al Ágape Fraternal en el Rito de Emulación, este es considerado no una simple cena cordial entre camaradas, para terminar la jornada. Por el contrario, el Ágape contiene elementos esotéricos que aportan y complementan el trabajo ritual realizado en Logia. Este transcurre en un ambiente cálido pero formal, donde los temas de conversación están dirigidos al intercambio de impresiones sobre temas masónicos o de mutuo conocimiento fraternal entre los hermanos. En su concepción, el ágape tiene un carácter ritual y es parte inseparable de la Tenida, de ahí su carácter obligatorio, ya que es la continuación de los Trabajos bajo otra forma. Este comienza con un agradecimiento y bendición de los alimentos. A continuación se toma asiento en la mesa fraterna según protocolo, haciendo uso de la palabra en un orden preestablecido, incluidos los brindis de rigor, que culminan con el brindis del retejador o “tyler toast”.