Sunday, June 5, 2016

Porque soy Estudiamte Rosacruz - Max Heidel

Porque soy Estudiante Rosacruz




Frecuentemente sucede encontrar a alguien que aprovecha la oportunidad de explicar públicamente por qué es Bautista, Metodista o Cristiano Científico, o por qué profesa cualquiera otra fe. A menudo nos han preguntado nuestros estudiantes, para explicarlo mejor a sus asociados, por qué han abrazado las enseñanzas de los Hermanos Mayores, dadas por conducto de "La Fraternidad Rosacruz, " en vez de cualquier otra. Por tanto, nos esforzaremos en resumir sucintamente las razones que nos parecen suficientes, pero los estudiantes indudablemente encontrarán otras razones igualmente buenas, o mejores, que ellos pueden añadir verbalmente a lo que sobre el particular sea dicho.

Debería explicarse claramente, ante todo, que los estudiantes de "La Fraternidad Rosacruz, " no se llaman a mismos Rosacruces, sino que tal título se aplica solamente a los Hermanos Mayores, que son los hierofantes de las Sabias Enseñanzas del Oeste, y cuya elevación está por sobre el santo más grande  que  hubiese  vividodesdepunto  de  vistde  su  desarrollo espiritual, así como el santo está sobre el más vulgar de los adoradores de fetiches.

Cuando la barca de nuestra vida navega ligera sobre el dulce mar en calma, sostenida suavemente por las hermosas brisas de la salud y de la prosperidad; cuando los amigos están siempre prontos a ayudarnos en los placeres que aumentarán nuestra alegría en los bienes de este mundo; cuando los favores sociales o los poderes políticos nos son conferidos en cualquier esfera en que nuestras inclinaciones se expresen, entonces, podemos decir sin temor de equivocarnos, con toda el alma: "Este mundo es bastante bueno para mí." Pero cuando el mar de los sucesos cambie el placer en padecer; cuando el viento fuerte de la adversidad nos estrelle contra la rocallosa orilla del desastre y la ola del sufrimiento nos envuelva; cuando los amigos nos hayan abandonado y toda ayuda humana esté tanto lejos como inaccesible, entonces, como hace el marinero cuando lucha con el ímpetu de las olas, buscaremos la ga en las estrellas.

Pero cuando el navegante investiga el cielo en busca de una estrella cuya luz pueda guiarle, halla que todo el cielo se encuentra en movimiento y que el seguir una de las miríadas de estrellas visibles sería desastroso. El requisito de la estrella capaz de guiar, que estriba "su perfecta inmovilidad y firmeza, no está sino en la Estrella Polar."

Mediante  la  lude  la  Estrella  Polael  marinero  puede  llevar  con  plena seguridad su navío y conducirlo al puerto del reposo y de la salvación. Igualmente quien busque una guía, en la que pueda confiar en los días de dolor, debe abrazar una relign fundada sobre leyes eternas y con principios inmutables, que puedan explicar el misterio de la vida de una manera gica, para que su intelecto esté satisfecho, y que, a la vez, con- tenga un sistema de devoción que pueda satisfacer al corazón. Intelecto y corazón: dos factores gemelos de la vida que deben satisfacerse igualmente. lo cuando el hombre tiene una concepción clara del esquema del desarrollo humano, está en grado de colocarse en línea con él; y cuando él ha comprendido que ese esquema es befico y benévolo en el más alto grado, que el conjunto está en verdad regido por el amor divino, entonces, tarde o temprano el entendimiento produci en él una devoción verdadera y una cordial aquiescencia que se modificaen el deseo de llegar a ser un cooperador con Dios en la labor del Mundo.

Cuando almas anhelantes se acercan a la puerta de la iglesia demandando una tregua al dolor, no pueden satisfacerse con la respuesta de que es la voluntad de Dios que sufran en este mundo; que El, en su Divina Providencia, ha visto que lo ameritan, y que ellos debían tomar el sufrimiento corno un indicio de Su Amor para con las criaturas, y que debían estar contentos no importa lo que sucediese. Ellos no pueden ver que la Divinidad hace justicia cuando El hace a algunos ricos y a muchos pobres; a unos pocos saludables y a muchos enfermizos. Muy a menudo es evidente que la iniquidad es próspera mientras que la rectitud está en harapos.

Las enseñanzas Rosacruces dan una idea clara y lógica del mundo y del hombre; invitan a la discusión en vez de rehuirla; de manera que quien busca la verdad espiritual puede satisfacer ampliamente su intelecto, y las explicaciones que recibe son tan estrictamente cienficas como reverentemente religiosas. Nos relatan los problemas de la vida sujetos a leyes tan inmutables en su esfera de accn, como inmutable es en el cielo la Estrella Polar.

Cuando la Tierra gira sobre su eje con una velocidad de mil millas por hora, nosotros permanecemos en pie sobre su superficie, porque el principio de gravedad impide que seamos arrojados dentro del espacio por la terrible velocidad. Sabemos que esa ley de gravedad es eterna; que no está en vigor hoy para suspenderse mañana. Cuando penetramos en un ascensor hidráulico permanecemos seguros sobre una columna de agua, porque este fluido ejerce menos presión que los sólidos, y esta propiedad fue la misma ayer, lo es hoy y se siempre. Si esta accn se suspendiera, aunque fuera por unos pocos minutos, miles de personas morirían; pero que esa ley es firme y constante lo creemos implícitamente.

La ley de causa y efecto es también inmutable. Si arrojamos al aire una piedra, el acto no se completa sino hasta que por la gravitación aquella vuelve a la tierra. "Lo que el hombre siembra, recoge, " es el modo como esta ley se expresa en el reino moral. "Los molinos de Dios muelen muy despacio, pero muy fino, " y una vez que un acto se ha verificado, vend la reaccn en cualquier día o de cualquiera manera, ni más ni menos que como la piedra que se arroja al aire vendrá a tierra.

Es manifiesto que no todas las causas que nos impulsan en la vida tienen su efecto en la presente existencia, y de ahí se deduce que ellas deben producir sus efectos en alguna parte o en aln otro tiempo, a menos que se invalidara la ley; cosa que sería tan imposible como que la gravitacn pudiera suspenderse, con lo cual el Cosmos vendría a caer en el caos. La filosoa Rosacruz explica esto estableciendo que el hombre es un espíritu que concurre a la Escuela de la Vida con el propósito de desarrollar su latente poder espiritual, y que con este fin vive muchas vidas en cuerpos terrestres, cada uno de contextura más fina que el anterior, lo cual lo capacita para expresarse  mejor  y  mejor.  En  loprimeros  grados  desta  escuelde evolución, el hombre viene a la escuela en la mañana de su infancia y le son dadas  lecciones  que  estudia,  y  por  lnoche,  cuandlfiel  aya  dla naturaleza, la Muerte, viene a dormirlo, ya puede descansar de sus labores hasta al amanecer de un nuevo día cuando recibe un nuevo cuerpo infantil y emprende nuevas lecciones.

Cada día la Experiencia maestro de su escuela, le ayuda a aprender nuevas lecciones, y gradualmente viene hacndose más y más proficiente. Algún día hab completado este estudio, que a como enseña a usar cuerpos, ensa a formarlos. Así, pues, cuando vemos a alguien que demuestra pocas facultades, sabremos que es un alma joven que ha frecuentado muy poco a la escuela de la vida; y cuando encontramos un hermoso carácter, veremos en él un alma grande, que ha pasado mucho tiempo practicando sus lecciones. Por lo tanto, no desesperemos de la bondad de Dios cuando miremos las desigualdades de la  vida,  porque  sabremos  que  aln  día  todos  seremos  perfectos,  como perfecto es nuestro Padre Celestial.

Las ensanzas Rosacruces también quitan la espina del dolor que nos causa la más grande prueba: la pérdida de nuestros seres queridos y aun los que se han descarriado. Es un hecho que "en Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser; " aes que si una sola alma se perdiese, una parte de Dios se perdería, y tal proposicn es absolutamente imposible. Bajo la ley inmutable de causa y efecto, estamos destinados a encontrar esos seres en lo futuro, bajo otras  circunstancias,  y  eamoque  nos  une  continuará  siempre  hasta completar su más alta expresión. Lis leyes de la naturaleza serían violadas si una piedra arrojada desde la tierra se suspendiera en la atmósfera, y bajo esas leyes inmutables, aquellos que pasan a esferas más elevadas, deberían regresar. Cristo dijo "Necesario os es nacer otra vez," y "Si voy a mi Padre, volveré."

Pero aunque nuestra razón pueda llegar hasta los misterios de la vida, hay, sin embargo, un estado más elevado: el actual conocimiento directo, que es aún el más alto grado de conciencia capaz de verificar las precedentes consideraciones por medio del sexto sentido latente en nuestro ser, que nos haría aptos para ver los mundos espirituales tan claramente como vemos el mundo temporal.

Este sexto sentido se desenvuelve en todo el curso de la evolución, y hay algunos medios de desarrollarlo ahora para aquellos que se tomen el trabajo Y tiempo necesarios. Algunos han llegado a este fin, y ellos nos hablan de sus viajes en el mundo del alma. Nosotros les creemos al igual que a aquellos que han  viajadpor  Africa  o  Australia  y  nohabladaquellatierras.  E igualmente que nosotros podemos decir nosotros conocemos que la Tierra gira sobre su eje y describe una órbita alrededor del Sol porque alo dicen los científicos que han hecho tales investigaciones y cálculos que establecen esos hechos, a también decirnos que sabemos que el muerto vive, y que nosotros muertos o vivos, en el cuerpo o fuera de él, descansamos en el Amor de nuestro Padre que está en los Cielos, "sin cuya Voluntad ni aún el más leve pájaro cae a tierra; " que El cuida de todos y guía nuestros pasos de acuerdo con sus planes a desarrollar en lo posible nuestros poderes espirituales hasta la más elevada potencialidad.


Así por cuanto da lógica satisfacción al alma la filosoa de la vida dada por los Rosa- cruces, nosotros seguimos sus ensanzas con preferencia de otros sistemas e invitamos a otros quienes deseen una porcn de sus bendiciones a la investigacn de éstas.



Saber, Querer, Osar y Callar



SABER, QUERER, OSAR Y CALLAR





El título del presente trabajo no es para el común de las personas, más que una suma de cuatro verbos. Sin embargo, en aquellos casos en que se ha tenido oportunidad de tomar contacto con literatura calificada como “esotérica”, se podrá inmediatamente evocar que estas palabras obedecen a un propósito en particular, tanto por el hecho de encontrarse juntas, cuanto por el orden en el que se presentan.

Nos dice Eliphas Levi en “La Clave de los Misterios”, “…la valentía unida a la inteligencia es la madre de todos los éxitos en este mundo, para iniciar, uno debe conocer, para cumplir uno debe querer, para querer realmente hay que atreverse, y para recoger en paz los frutos de la propia audacia hay que mantener silencio…”

Si bien son muchas las interpretaciones que pueden darse a estas palabras, tanto exotérica como esotéricamente, y desde un análisis menos o más profundo, es decir bajo la protección de la columna Dórica hasta la que confiere aquella de estilo Compuesta, en el caso del Gr.·. de C.·. puede ser relacionado a una de las primeras enseñanzas dadas por el V.·.  M.·.  al H.·.  A.·.  en la ceremonia de Adelanto, en el sentido que existen cinco gradas que deberá subir para penetrar en el templo, siendo cada una emblema de las condiciones necesarias para obtener la entrada:

Ø La inteligencia
Ø La rectitud
Ø El valor
Ø La prudencia
Ø El amor a la humanidad

Al respecto, la inteligencia es la que le permite SABER que existe un sendero, que la casualidad pertenece al reino de la ilusión y que todo en esta vida tiene un propósito, todo un momento y todo un lugar, tal como dice el Libro del Eclesiastés, esta inteligencia –racional, intuitiva, o como quiera clasificársele- es la que le sugiere  y  confirma  que  su  existencia  presente  –su  aquí  y  ahora-  tiene  un significado individual y colectivo. Es la inteligencia que le permite reconocer y procesar la luz que le fue conferida el día de su iniciación.

Es además esta inteligencia la que le permite SABER que el Karma, entendido para este efecto como la sujeción a un camino personal e intransferible, que en términos comunes podría denominarse “predestinación” no es inamovible, y que tanto es así que dicha posibilidad de cambio es la que da significado al libre albedrío del cual goza, y sobre la base del cual debe emplear el mallete y el cincel para lograr su perfeccionamiento.

La rectitud por otra parte, contiene en si la noción de estabilidad, que es además el significado de la Pase del Compañero, es el QUERER permanecer, el deseo de mantener el propósito, decidir sobre la base de su libertad continuar en el sendero. El QUERER, como acto volitivo está representado en la marcha del Compañero que significa la persistencia en el ideal, puesto que a pesar de las desviaciones que pueda efectuar por decisión propia o por factores externos a su persona, opta por seguir en el sendero para poder ingresar al templo.

El Compañero quiere lo que su inteligencia y la rectitud de su pensamiento y sentimientos le aconsejan como lo apropiado y lo mejor para él, que en este caso es el descubrimiento del particular destino que a partir del conocimiento de la letra G, se le presenta.

Sin este QUERER, que presupone saber el objeto del afecto y poseer la pureza y firmeza del sentimiento, no es posible ningún avance tal como dice el Evangelio de Lucas, Capitulo 14, 26-27, “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida; y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”.

El valor es la tercera grada que debe alcanzar el C.·., valor que debe desarrollar para el presente y para el futuro cuando le llegue el momento de ingresar al templo. Es el valor que debe permitirle OSAR, lidiar con el miedo y con la duda que reiteradamente  lo  van  a  abordar,  y  que  es  producto  de  su  propia  condición humana. Miedo y duda que le genera el intuir que el viaje que debe afrontar es arduo y muchas veces sinuoso y desconocido, y que sin embargo sabe debe realizar y evitar posponer.

Debe OSAR, tener el valor y la valentía de poder decir como Cristo en el Huerto de Getsemaní en el momento de dolor y de tristeza, en esos instantes en que se le muestra el Silencio de Dios: “Padre, si para ti todo es posible, aparta de mi este cáliz, pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tu”.

Es menester aclarar que dicha actitud no representa ni un abandono ni una apología al sufrimiento, sino todo lo contrario, puesto que partiendo de la premisa que todo tiene un sentido y un significado, el valor para enfrentar estos tragos amargos, es la que finalmente otorgara un crecimiento permanente al H.·., lo cual además no es meramente un tema de crecimiento personal, sino de algo más profundo y concreto.

Nos dice Dion Fortune en su obra "Esoterismo Práctico para la Vida Diaria", que “…cuando un iniciado empieza a liquidar su karma, deliberadamente lo invoca y acelera. El resultado inmediato es doble: por una parte, una crisis en todos los asuntos de su vida, y por otra, un repentino aumento de su poder para superarla. Después que ha pasado ese período crítico no se presenta más karma para liquidar y puede decirse en verdad que todas las cosas funcionan bien para quien ama a Dios, porque su buen karma comienza a obrar sin impedimentos, ya que está en posesión de los poderes ganados en ese período en que ha vencido toda resistencia.

Es entonces bajo la idea del aprendizaje que debe ser efectuado en esta existencia, y que implica deshacerse de los lazos karmicos negativos, que el H.·. M.·. debe OSAR en cada decisión que se le presente, optar por aquella que le conduzca a este objetivo, aunque en un principio no vea claro el horizonte ni sea el camino más transitado o el más cómodo, el que ha de seguir.

De otro lado, debe poseer la prudencia para CALLAR aquello que vea con sus sentidos y con el corazón, y que no pueda ser revelado a quien aún vive en el reino de las ilusiones, CALLAR su misión y las acciones que practique para llevar a efecto el Amor a la Humanidad que constituye objeto de su labor en este Gr.·., y en definitiva, obrar de acuerdo a lo señalado en Matero, Capitulo 7, 6: "No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen”.

Respecto del amor a la humanidad que es el quinto de los escalones, el que colinda con el frontispicio del templo, y representa la última de las condiciones señaladas por el V.·. M.·., debe señalarse que constituye el centro de la labor a desempeñar en el Gr.·. de C.·.

Cabe citar, sobre esta quinta grada, lo indicado por Richard Bach en la bella historia de Juan Salvador Gaviota”, quien desarrolla en forma excelente este tema:

El maestro le dice a Juan Salvador Gaviota:

“…en diez mil años no he visto una gaviota con menos miedo de aprender que tú, …, si quieres, podemos empezar a trabajar con el tiempo, hasta que logres volar por el pasado y el futuro, y entonces, estarás preparado para empezar lo más difícil, lo más colosal, lo más divertido de todo; estarás preparado para subir y comprender el significado de la bondad y el amor…”


Estando Juan en el cielo,

“…se sorprendió pensando una y otra vez en la Tierra de la que había venido. Si hubiese sabido allí una décima, una centésima parte de lo que  ahora  sabía,  ¡cuanto  más  significado  habría  tenido  entonces  la  vida!...”


…"empezó a preguntarse si habría una gaviota allá abajo que estuviese esforzándose por romper sus limitaciones, por entender el significado del vuelo más allá de una manera de trasladarse para conseguir algunas migajas caídas de un bote. Quizás hasta hubiera un Exilado por haber dicho la verdad ante la Bandada. Y mientras más practicaba Juan sus lecciones de bondad, y mientras más trabajaba para conocer la naturaleza del amor, más deseaba volver a la Tierra. Porque, a pesar de su pasado solitario, Juan Gaviota había nacido para ser instructor, y su manera de demostrar el amor era compartir algo de la verdad que había visto, con alguna gaviota que estuviese pidiendo sólo una oportunidad de ver la verdad por sí misma”.