HISTORIA
DE PHALEG
Libro
del Esplendor de Eliphas Levi (1894)
Cuando
los hombres se reunieron en la llanura de Sennaar, bajo el reinado de Nemrod,
hubo un arquitecto llamado Phaleg. Era hijo de Heber (Patriarca de la Ley antigua antepasado de Jacob, de quien los hebreos
tomaron su nombre. N. del T.), padre de los Hebreos. Y para garantizar a
los hombres contra un nuevo diluvio, trazó el plano de una torre. El primer
asiento de la torre debía ser circular, teniendo doce puertas y setenta y dos
pilares. El segundo cuadrado, con nueve pisos; el tercero, triangular, en
espiral de cuarenta y dos vueltas.
El
cuarto, en el que la elevación de la torre sería cilíndrica, con setenta dos
pisos. Se debería subir, de unos pisos a otros, por siete escaleras. Las
puertas de cada piso se debían abrir y cerrar por mecanismos cuyo secreto sería
guardado jerárquicamente. Todos los habitantes de la torre debían ser iguales
en derechos civiles, y los de los altos no podían vivir sin los auxilios de los
de abajo, como éstos tampoco se podían defender contra las sorpresas sin la
vigilancia de aquéllos.
Tal
era el plan de Phaleg. Pero los obreros fueron infieles al gran arquitecto. Los
secretos de arriba fueron revelados a los que trabajaban abajo; no cerraron las
puertas, unas las tapiaron, otras las forzaron, para ocupar su sitio en los
edificios superiores. Después, todos quisieron trabajar a su guisa, sin
cuidarse de los planos de Phaleg. La confusión se enseñoreó de su lenguaje como
de sus trabajos, y la torre se hundió en parte y en parte quedo sin terminar,
porque los obreros no quisieron ayudarse unos a otros en su trabajo.
La
confusión era su lenguaje, se produjo porque no había unidad de pensamiento.
Phaleg comprendió entonces que había esperado demasiado de los hombres, al
creer que se comprenderían. Pero los hombres le achacaron su falta, y le
denunciaron a Nemrod. Nemrod le condenó a muerte. Phaleg desapareció y no se
supo lo que había sido de él. Nemrod creyendo que le habían asesinado encargó
que le hicieran un ídolo al que dio el nombre de Phaleg, el cual ídolo haría
oráculos en favor de la tiranía de Nemrod.
Pero
Phaleg había huido al desierto. Dio la vuelta al mundo para expiar su error
demasiado generoso. Y donde quiera que se detenía edificaba un tabernáculo
triangular. Uno de estos monumentos fue hallado en Prusia, en el año 553 entre
los escombros de una mina de sal.
A
quince codos de profundidad, se encontró una construcción de forma triangular,
en la que había una columna de mármol blanco, sobre cuya base estaba escrita
toda la historia en hebreo.
Al
lado de esta columna se encontró una tumba de piedra de gres (Nombre genérico de toda roca de textura
granulosa. N. del T.), y entre el polvo, una piedra de ágata, en la que
había el siguiente epitafio:
Aquí reposan las cenizas del maestro G... H...
de la Torre de Babel...
Adonai le ha perdonado los pecados
de los hombres porque los ha amado.
Ha muerto por ellos en la humillación,
y así ha expirado
el fasto de los ídolos de Nemrod.
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