II
LOS
MISTERIOS ANTIGUOS Y LAS SOCIEDADES SECRETAS QUE HAN INFLUIDO EN EL SIMBOLISMO
MASÓNICO MODERNO
LAS ENSEÑANZAS SECRETAS DE TODOS LOS TIEMPOS
MANLY P. HALL
PRIMERA
PARTE
Cuando
tienen que hacer frente a un problema que exige aplicar la facultad de
razonamiento, las personas inteligentes no pierden el aplomo y tratan de
encontrar una solución buscando datos que tengan que ver con la cuestión. En
cambio, ante un problema similar. las de mentalidad inmadura se abruman.
Es
posible que aquellas estén capacitadas para resolver el enigma de su propio
destino; a estas. en cambio, hay que conducirlas como a un rebaño de ovejas y
hay que enseñarles en un lenguaje sencillo. Dependen casi exclusivamente de los
cuidados del pastor. El apóstol san Pablo decía que a estos niños había que
alimentarlos con leche, mientras que la carne es la comida de los hombres
fuertes. La irreflexión es casi sinónimo de puerilidad , mientras que la reflexión
simboliza la madurez.
Hay, no
obstante, muy pocas mentes maduras en el mundo y por eso las doctrinas
filosófico-religiosas de los paganos se dividieron para satisfacer las
necesidades de estos dos grupos fundamentales del intelecto humano: uno,
filosófico y el otro, incapaz de apreciar los misterios más profundos de la
vida. A los pocos capaces de discernir les fueron reveladas las enseñanzas
esotéricas o espirituales. mientras que
la mayoría incompetente recibió solo las interpretaciones literales o exotéricas.
A fin
de simplificar las grandes verdades de la naturaleza y los principios
abstractos de la ley natural, las fuerzas vitales del universo se
personificaron y se transformaron en los dioses de las mitologías antiguas.
Mientras las multitudes ignorantes presentaban sus ofrendas ante los altares de
Príapo y de Pan (divinidades que representan las energías de la procreación).
los sabios reconocían en aquellas estatuas de mármol meras concreciones
simbólicas de grandes verdades abstractas.
En
todas las ciudades del mundo antiguo había templos para el culto y las ofrendas
del público y en todas las comunidades había también filósofos y místicos muy
versados en las tradiciones naturales que solían reunirse y formar escuelas
filosóficas y religiosas cerradas. Los más importantes de aquellos grupos se
conocían con el nombre de <<Misterios». Muchos de los grandes cerebros de
la Antigüedad fueron iniciados en aquellas fraternidades secretas mediante
ritos extraños y misteriosos, algunos de los cuales eran sumamente crueles.
Alexander Wilder define los Misterios como «obras dramáticas sagradas que se
representaban en momentos señalados. Los más famosos eran los de Isis, Sabazios,
Cibeles y Eleusis.» Una vez admitidos, se instruía a los iniciados en la
sabiduría secreta que se había preservado durante siglos. Platón, iniciado en
una de estas órdenes secretas, fue muy criticado, porque en sus obras reveló
muchos de los principios filosóficos secretos de los Misterios.
Todas
las naciones paganas han tenido y tienen no solo su religión oficial, sino
también otra a la cual solo han podido acceder los filósofos elegidos. Muchos
de estos cultos antiguos desaparecieron de la faz de la tierra sin revelar sus
secretos, aunque unos cuantos han sobrevivido la prueba del tiempo y sus
símbolos misteriosos todavía se conservan. Buena parte del ritualismo de la
masonería se basa en las pruebas a las que los hierofantes antiguos sometían a
los candidatos antes de confiarles las llaves de la sabiduría.
Pocos
se dan cuenta de hasta qué punto las antiguas escuelas se cretas han influido
en los intelectos contemporáneos y, a través de ellos, en la posteridad. Robert
Macoy, del grado 33, en su General History, Cyclopedia and Dictionary of
Freemasonry, rinde un homenaje espléndido al papel que han desempeñado los
antiguos Misterios en la construcción del edificio de la cultura humana. Dice,
en parte: «Parece que toda la perfección de la civilización y todos los avances
de la filosofía, la ciencia y el arte entre los antiguos se deben a aquellas
instituciones que, bajo el velo del misterio, intentaban poner de manifiesto
las verdades más sublimes de la religión, la moralidad y la virtud y
estamparlas en el corazón de sus discípulos. [...] Su objetivo principal era
enseñar la doctrina de un Dios único, la resurrección del hombre a la vida
eterna, la dignidad del alma humana y conducir a las personas para ver la
sombra de la divinidad en la belleza, la magnificencia y el esplendor del
universo».
Con la
decadencia de la virtud, que ha precedido a la destrucción de todas las
naciones de la historia, los Misterios fueron degenerando. La hechicería
sustituyó a la magia divina. Se introdujeron prácticas indescriptibles (como
las bacanales) y se impuso la perversión, porque las instituciones no pueden
ser mejores que los miembros que las componen. Desesperados, los pocos fieles
que quedaban trataron de evitar que las doct1inas secretas cayeran en el
olvido. En algunos casos lo consiguieron. pero la mayoría de las veces los
arcanos se perdieron y solo se conservó la cáscara vacía de los Misterios.
Thomas
Taylor ha escrito lo siguiente: «El hombre es, por
naturaleza, un animal religioso». Desde los albores de su conciencia, el hombre
ha adorado y reverenciado objetos como símbolos del Objeto invisible,
omnipresente e indescriptible con respecto al cual no podía descubrir
prácticamente nada. Los Misterios paganos se opusieron a los cristianos durante
los primeros siglos de su iglesia y declararon que, para la nueva fe (el cristianismo).
la virtud y la integridad no eran requisitos para la salvación. Celso exponía
su opinión cáustica sobre el tema en los siguientes términos:
Que.
sin embargo. no acuso a los cristianos con mayor amargura que la que impone la
verdad se puede conjeturar de lo siguiente, porque quienes convocan a los
hombres a otros misterios proclaman: «Que se acerquen aquellos que tengan las
manos limpias y que pronuncien palabras sabias». Asimismo, otros proclaman: «Que
se acerquen los puros de toda maldad. aquellos cuya alma no sea consciente de
ningún mal y que lleven una vida justa y recta». Tales cosas proclaman los que
prometen la purificación de todo error. Oigamos ahora quiénes son llamados a
los misterios cristianos: los pecadores. los insensatos, los simples y, en
síntesis, los que lloran; ellos
recibirán el reino de Dios. ¿No llamáis, acaso, al pecador, a1 injusto, al
ladrón, a1 brujo, al sacrílego o al profanador de tumbas? ¿A quiénes más
tendría que llamar el que convoca para reunir a Lodos los ladrones?
Celso
no arremetía contra la fe verdadera de los primeros místicos cristianos, sino
contra las formas falsas que ya se estaban introduciendo en su época. Los
ideales del cristianismo primitivo se basaban en los elevados principios
morales de los Misterios paganos y los primeros cristianos que se reunían bajo
la ciudad de Roma usaban como lugar de culto los templos subterráneos de Mitra,
de cuyo culto procede la mayor parte del sacerdotalismo de la Iglesia actual.
Los
filósofos antiguos creían que nadie puede vivir de forma inteligente si no
posee un conocimiento fundamental de la naturaleza y de sus leyes. Para poder
obedecer. el hombre tiene que comprender y los Misterios se dedicaban a enseñar
a los hombres el funcionamiento de la ley divina en la esfera terrestre. Eran
pocos los cultos primitivos que realmente adoraban a divinidades
antropomórficas, aunque su simbolismo pudiera inducirnos a pensar lo contrario.
Eran más moralistas que religiosos y más filosóficos que teológicos. Enseñaban
al hombre a usar sus facultades con más inteligencia, a ser pacientes ante la
adversidad, a tener valor ante el peligro, a mantenerse fieles ante las
tentaciones y, sobre todo, a pensar que una vida digna era el mejor sacrificio
que podían ofrecer a Dios y que su cuerpo era un altar sagrado para la
divinidad.
El
culto al sol desempeñaba un papel importante en casi todos los Misterios
paganos primitivos. lo cual indica la probabilidad de que se originaran en la Atlántida,
cuyos habitantes eran adoradores del sol. La divinidad solar se solía
representar como un joven hermoso, de largos cabellos dorados, como símbolo de
los rayos del sol. Aquella divinidad solar dorada era asesinada por rufianes
malvados que personificaban el principio de la maldad del universo. Por medio
de determinados rituales y ceremonias que simbolizaban la purificación y la
regeneración, aquel maravilloso dios del bien volvía a la vida y se convertía
en el salvador de su pueblo. Los procesos secretos que permitían su
resurrección simbolizaban aquellas culturas mediante las cuales el hombre
consigue superar su naturaleza inferior, dominar sus apetitos y manifestar el
lado más elevado de sí mismo. Los Misterios se organizaban con el propósito de
ayudar a la criatura humana en apuros a volver a despertar los poderes
espirituales que, rodeados por el círculo maldito de la lujuria y la
degeneración. dormían en su alma. En otras palabras, se brindaba al hombre una
manera de recuperar el estado que había perdido. (Véase la ópera Sigfrido de
Wagner.)
En el
mundo antiguo. casi todas las sociedades secretas eran filosóficas y
religiosas. Durante el medioevo, eran fundamentalmente religiosas y políticas,
aunque se mantuvieron algunas escuelas filosóficas. En la época actual, las
sociedades secretas de los países occidentales son principalmente políticas o
fraternales, aunque en algunas de ellas, como la masonería, sobreviven aún los
antiguos principios religiosos y filosóficos.
Por una
cuestión de espacio no podemos hacer un análisis detallado de las escuelas
secretas. Realmente ha habido montones de aquellos cultos antiguos, con ramas
en todas parles del mundo oriental y del occidental. Algunas. como las de
Pitágoras y los herméticos, muestran una marcada influencia oriental, mientras
que los rosacruces, según proclaman ellos mismos, obtuvieron de los místicos
árabes la mayor parte de su sabiduría. Aunque las escuelas mistéricas por lo
general se asociaban con la civilización. hay pruebas de que Los pueblos menos
civilizados de la época prehistórica las conocían. Los nativos de islas
remotas, muchos de los cuales vivían según las formas menos evolucionadas de salvajismo,
poseen rituales místicos y prácticas secre tas que, aunque primitivos, muestran
claros tintes masónicos.
LOS
M1STERIOS DRUÍDICOS DE BRITANIA Y LA GALIA
En
algún período remoto, los habitantes originales y primitivos de Britania
revivieron y reformaron sus instituciones nacionales. Hasta entonces, su
sacerdote o instructor había recibido simplemente el nombre de Gwydd,
pero consideraron que se había vuelto necesario dividir su cometido entre el
sacerdote nacional o supremo y otro con una influencia más limitada. A partir
de entonces. aquel se convirtió en el Der-Wydd (druida) o instructor
superior y leste en el) Go-Wydd u 0-Vydd (vate), el instructor
subordinado; los dos respondían al nombre general de Beirdd (bardos) o
maestros de la sabiduría. A medida que el sistema fue madurando y creciendo. el
orden de los bardos pasó a estar compuesto por tres clases: los druidas. los
Beirdd Brainr o bardos privilegiados y los vates. (Véase The Costume of The Original Inhabitants of The British Islands
de Samuel Meyrick y Charles Smith.)
El
origen de la palabra «druida» es objeto de controversia. Max Müller cree que,
como la palabra irlandesa drui, significa «el hombre de los robles».
Además, llama la atención al hecho de que los griegos llamaban dryades a
los dioses de los bosques y las divinidades de los árboles. Algunos creen que
la palabra tiene origen teutónico y otros la atribuyen a los galeses. Unos
pocos la remontan al gaélico druidh, que significa «hombre sabio» o
«hechicero». En sánscrito, la palabra dru quiere decir «árbol».
En tiempos
de la conquista romana, los druidas estaban perfectamente instalados en
Britania y la Galia. No se cuestionaba el poder que tenían sobre el pueblo y ha
habido casos en los que unos ejércitos que estaban a punto de atacarse
envainaron sus espadas cuando así se lo ordenaron los druidas de blancas
vestiduras. Ninguna empresa de gran importancia comenzaba sin la colaboración
de estos patriarcas, que actuaban como mediadores entre los dioses y los
hombres. Merecidamente, se atribuye a la orden druídica un conocimiento
profundo de la naturaleza y sus leyes. Según la Enciclopedia Británica. la
geografía, las ciencias físicas, la teología natural y la astrología eran sus
estudios preferidos. Los druidas tenían conocimientos básicos de medicina. en
particular del uso de plantas medicinales. También se ha hallado instrumental
quirúrgico rudimentario en Inglaterra e irlanda. En un curioso tratado sobre la
medicina británica primitiva se establece que todos los que la practicasen
habían de contar con un jardín o un patio donde cultivar ciertas hierbas necesarias
para su profesión. Éliphas Lévi, el célebre trascendentalita, hace la siguiente
afirmación significativa:
Los
druidas eran sacerdotes y médicos, curaban por magnetismo y cargaban amuletos
con su influencia fluida. Sus remedios universales eran el muérdago y los
huevos de serpiente, porque estas sustancias atraen la luz astral de una forma
especial. La solemnidad con la que cortaban el muérdago atraía hacia esta
planta la confianza popular y le otorgaba gran poder magnético. [...] Algún día,
el avance del magnetismo nos revelará las propiedades absorbentes del muérdago
y entonces comprenderemos el secreto de estas plantas mullidas que extraían las
virtudes desaprovechadas de los vegetales y se recargaban de tinturas y
sabores. Una ciencia médica que será nueva porque es vieja utilizará con
conocimiento de causa las setas, las trufas, las agallas de los árboles y los
diferentes tipos de muérdago [...]. pero no se debe avanzar más rápido que la
ciencia, que retrocede para poder avanzar más. (Véase Historia de la magia.)
El
muérdago no solo era sagrado como símbolo del remedio universal o panacea. sino
también porque crecía en el roble. A través del símbolo del roble, los druidas
adoraban a la Divinidad Suprema y, por consiguiente, todo lo que creciera en
este árbol era sagrado para Ella. En determinadas épocas del año, según la
posición del sol, la luna y las estrellas, el archidruida trepaba al roble y
cortaba el muérdago con una hoz dorada destinada a tal fin. La planta parásita
se envolvía en telas blancas que se utilizaban precisamente para la ocasión:
para que no tocara la tierra y se contaminara con las vibraciones terrestres.
Por lo general se sacrificaba un toro blanco debajo del árbol.
Los
druidas eran iniciados de una escuela secreta que existía entre ellos. Esta
escuela, muy semejante a los Misterios báquicos y los eleusinos de Grecia o a
los ritos egipcios de Isis y Osiris. se designa justamente con el nombre de
«Misterios druídicos». Mucho se ha especulado con respecto a la sabiduría
secreta que los druidas afirmaban poseer. Sus enseñanzas secretas no se
escribieron jamás, sino que se transmitían de forma oral a los candidatos
preparados especialmente. Robert Brown, del grado 32, opina que los sacerdotes británicos
obtuvieron su información de los navegantes tirios y fenicios que, miles de
años antes de la era cristiana, establecieron colonias en Britania y la Galia
mientras buscaban estaño. Thomas Maurice, en su Indian Antiquities, diserta
largamente sobre las expediciones fenicias, cartaginesas y griegas que iban a
las islas Británicas en busca de estaño. Otros opinan que los Misterios
celebrados por los druidas eran de origen oriental. posiblemente budista.
La
proximidad de las islas Británicas a la Atlántida perdida puede explicar el
culto solar, que desempeña un papel importante en los rituales del druidismo.
Según Artemidoro. en una isla cercana a Gran Bretaña adoraban a Ceres y a
Perséfone con ritos y ceremonias similares a los de Samotracia. No cabe duda de
que el panteón druídico incluye gran cantidad de deidades griegas y romanas, lo
cual dejó pasmado a César durante su conquista de Britania y la Galia y lo hizo
afirmar que aquellas tribus adoraban a Mercurio, Apolo, Marte y Júpiter de una
manera similar a La de los países latinos. Es casi seguro que los Misterios
druídicos no son autóctonos de Britania ni de la Galia. sino que emigraron de alguna
de las civilizaciones más antiguas.
La
escuela de los druidas se dividía en tres partes distintas y las enseñanzas
secretas que representaban son prácticamente las mismas que los misterios
ocultos tras las alegorías de la Logia Azul masónica. La inferior de estas tres
divisiones era la del vate (ovydd), un grado honorario que no requería
ninguna purificación ni preparación especial. Los vates vestían de verde, el
color druídico del conocimiento. y tenían que saber un poco de medicina.
astronomía, poesía -en la medida de lo posible- y a veces música. Un vate era
una persona admitida en la orden druídica por su excelencia general y su
conocimiento superior acerca de los problemas de la vida.
La
segunda división era la del bardo (beirdd), cuyos miembros vestían de
azul celeste para representar la armonía y la verdad. Les correspondía La tarea
de memorizar, al menos en parte, los veinte mil versos de la poesía sagrada
druídica. A menudo se los representaba con el arpa primitiva británica o
irlandesa, un instrumento cuyas cuerdas eran de cabello humano, tantas como
costillas había de un lado del cuerpo humano. Aquellos bardos se elegían a
menudo como maestros de los candidatos a ingresar en los Misterios druídicos.
Los neófitos llevaban trajes a rayas azules. verdes y blancas, los colores
sagrados de la orden druídica.
La tercera
división era la de los druidas (derwyddon), cuya tarea específica
consistía en ocuparse de las necesidades religiosas de la población. Para
alcanzar esta dignidad, los candidatos primero tenían que llegar a ser bardos
privilegiados. Los druidas iban siempre vestidos de blanco: era símbolo de su
pureza y el color que ellos usaban para simbolizar el sol.
Para
alcanzar la posición elevada de archidruida, o jefe espiritual de la
organización, el sacerdote tenía que superar los seis grados sucesivos de la
orden druídica. (Los miembros de los distintos grados se distinguían por el
color de su faja, porque todos llevaban vestiduras blancas.) Algunos autores
opinan que el título de archidruida era hereditario y que pasaba de padres a
hijos, aunque es más probable que el honor se concediera por votación. Su
titular era elegido entre los miembros más sabios de los grados druídicos superiores,
por sus virtudes y su integridad.
Según
James Gardner, en Britania solía haber dos archidruidas: uno residía en la isla
de Anglesey y el otro en la isla de Man. Se supone que había otros en la Galia.
Estos dignatarios por lo general llevaban un cetro dorado y una corona de hojas
de roble como símbolo de su autoridad. Los miembros más jóvenes de la orden
druídica iban afeitados y vestidos modestamente, mientras que los más ancianos
llevaban largas barbas canosas y espléndidos adornos dorados. Como el sistema
educativo de los druidas británicos superaba al de sus colegas del continente
europeo, muchos jóvenes galos eran enviados a escuelas druídicas en Britania
para recibir instrucción filosófica.
Éliphas
Lévi afirma que los druidas vivían en rigurosa abstinencia, estudiaban las
ciencias naturales, guardaban el secreto más estricto y solo admitían nuevos
miembros después de prolongados períodos de prueba. Muchos de los sacerdotes de
la orden vivan en edificios bastante similares a los monasterios actuales. Se
reunían en grupos, como los ascetas del Lejano Oriente. Aunque el celibato no
era obligatorio, pocos contraían matrimonio.
Muchos
de los druidas se retiraban del mundo y vivían como ermitaños en cuevas, en
casas toscas de piedra o en pequeñas chozas en medio de algún bosque, donde
oraban y meditaban y de las que solo salían para cumplir sus obligaciones
religiosas.
En su Ten
Great Religions, James Freeman Clarke describe como sigue las creencias de
los druidas: «Los druidas creían en tres mundos y en la transmigración de uno a
otro: un mundo superior a este, en el cual reinaba la felicidad; un mundo
inferior, de desdicha, y el estado actual.
Esta
transmigración servía para castigar y recompensar y también para purificar el
alma. En el mundo presente -decían-, el Bien y el Mal están tan bien
equilibrados que el hombre tiene la máxima libertad y puede elegir o rechazar
ambos. Las triadas galesas nos cuentan que la metempsicosis tenía tres
propósitos: reunir en el alma las propiedades de todo el ser, adquirir el
conocimiento de todas las cosas y conseguir poder para vencer al mal.
También
hay – dicen – tres tipos de conocimiento: el conocimiento del nombre de cada cosa,
el de su causa y el de su influencia. Hay tres cosas que decrecen constantemente:
la oscuridad, la falsedad y la muerte, hay tres que crecen constantemente: la
luz, la vida y la verdad»
Como
casi todas las escuelas de los Misterio, las enseñanzas de los druidas se
dividían en dos partes diferenciadas. La más sencilla, un código moral, se enseñaba
a todo el mundo, mientras que la doctrina esotérica, más profunda, solo se presentaba
a los sacerdotes iniciado. Para ingresar en la orden, el candidato tenía que
ser de buena familia y de moral intachable.
No se
le confiaban secretos importantes hasta que no hubiese sido tentado de muchas
formas y la fortaleza de su carácter no hubiese sido sometida a dura pruebas.
Lo druida enseñaron a los pueblos de Britania y la Galia acerca de la
inmortalidad del alma. Creían en la transmigración y, aparentemente, en la
reencarnación. Pedían prestado en una vida y prometían devolver en la siguiente.
Creían en un infierno purificador en el que expiarían sus pecados para pasar
después a la felicidad de la unidad con los dioses.
Los
druidas enseñaban que todos los hombres se salvarían. pero que algunos debían
regresar a la tierra varias veces para aprender las lecciones de la vida humana
y para vencer el mal inherente en su propia naturaleza.
Antes de
que se confiaran a un candidato la doctrina secreta de lo druidas, tenía que
jurar guardar el secreto. Aquella doctrina y transmitían solo en la profundidad
del bosque y en la oscuridad de las cuevas. En aquellos sitios poco
frecuentados se instruía al neófito acerca de la creación del universo, las
personalidades de los dioses, las leyes de la naturaleza. los secretos de la
medicina oculta, los misterios de los cuerpos celestes y los rudimentos de la
magia y la hechicería. Los druidas tenían gran cantidad de días festivos. La
luna nueva y la llena y el sexto día de la luna eran períodos sagrados. Se cree
que las iniciaciones solo se celebraban durante los dos solsticios y los dos
equinoccios. Al amanecer del vigesimoquinto día de diciembre se celebraba el
nacimiento de la divinidad solar.
Según
algunos, las enseñanzas secretas de los druidas están teñidas de la filosofía
pitagórica. Los druidas tenían una virgen madre con un niño en los brazos que
era sagrada para sus Misterios y su divinidad solar resucitaba en la misma
época del afio en la que los cristianos actuales celebran la Pascua.
Tanto
la cruz como la serpiente eran sagradas para los druidas. que. para hacer la
primera, cortaban todas las ramas de un roble y sujetaban una de ellas al
tronco para formar la letra te. Aquella cruz de roble se convirtió en símbolo
de su divinidad suprema. También adoraban al sol, la luna y las estrellas. La
luna era objeto de especial veneración. César afirmaba que Mercurio era uno de
los dioses principales de los galos. Se supone que los druidas adoraban a
Mercurio con la apariencia de un cubo de piedra. También sentían gran
veneración por los espíritus de la naturaleza (hadas, gnomos y ondinas),
pequeñas criaturas de los bosques y los ríos a los que hacían muchas ofrendas.
A continuación. la descripción de los templos de los druidas que hace Charles
Heckethorn en The Secret Societies of Ali Ages & Countries:
Los
templos en los que conservaban el fuego sagrado por lo general estaban situados
en promontorios y en robledales espesos; los había de diversas formas:
circulares, porque el círculo es el símbolo del universo: ovalados. en
referencia al huevo mundano, del cual surgieron, según la tradición de
numerosas naciones, el universo o, según otras, nuestros primeros padres; serpenteante,
porque la serpiente era el símbolo de Hu, el Osiris druídico; cruciforme,
porque la cruz es un emblema de regeneración, o alado, para representar el
movimiento del espíritu divino. [...] Sus divinidades principales se podían
reducir a dos: una masculina y una femenina, el gran padre y la gran madre, Hu
y Ceridwen, que reúnen las mismas características que Osiris e Isis.
Baco y Ceres o cualquier otra pareja de dioses supremos que representen los dos
principios de todo ser.
Godfrey
Higgins afirma que Hu, el Poderoso, considerado el primer poblador de Britania,
procedía de un lugar que las tríadas galesas llaman «el país del verano»»,
donde actualmente está situada Constantinopla. Albert Pike dice que la Palabra
Perdida de la masonería está oculta en el nombre del dios druida Hu, la escasa
información existen te acerca de las iniciaciones secretas de los druidas
indica una marcada similitud entre su escuela mistérica y las de Grecia y
Egipto. Hu, la divinidad solar. fue asesinado y. tras pasar por una candad de
pruebas extrañas y rituales místicos, recuperó la vida.
Había
tres grados en los Misterios druídicos, pero eran pocos los que los superaban
todos. Se enterraba al candidato en un ataúd, como símbolo de la muerte de la
divinidad solar. Sin embargo, la prueba suprema consistía en echarlo al mar en
una barca abierta. Muchos perdieron la vida en esta prueba. Taliesin, un
erudito antiguo que pasó por todos los Misterios, describe la iniciación de la
barca abierta en The Origin of Pagan Idolatry de
Faber. Se decía que los pocos que superaban aquel tercer grado habían «nacido
otra vez» y que les enseñaban las verdades secretas y ocultas que los
sacerdotes druidas conservaban desde la Antigüedad. De aquellos iniciados salieron
muchos de los dignatarios del mundo religioso y político británico. (El lector
encontrará los pormenores en The Origin of Pagan Idolatry de Faber,
Moral y dogma del rito escocés antiguo y aceptado de Albert Pike y The
Celcic Druids de Godfrey Higgins.)
LOS RITOS
DE MITRA
Cuando
los Misterios persas inmigraron al sur de Europa, no tardaron en ser asimilados
por la mentalidad latina y el culto creció rápidamente, sobre todo entre los
soldados romanos; durante las guerras de conquista romanas. los Legionarios
llevaron aquellas enseñanzas por casi toda Europa. El culto a Mitra llegó a
hacerse tan poderoso que como mínimo un emperador romano fue iniciado en la
orden, que se reunía en cavernas bajo la ciudad de Roma. Con respecto a la
difusión de esta escuela rnistérica por distintas partes de Europa, afirma C.
W. King en The Gnostics and Their Remains:
Aún
abundan los bajorrelieves mitraicos tallados en rocas o en tablillas de piedra
en los países que antes pertenecían a las provincias occidentales del Imperio
romano; existen varios en Alemania. muchos más en Francia y en esta isla (Gran
Bretaña) se han descubierto a menudo en la línea de la muralla de Adriano.
además de uno célebre que está en Bath.
Alexander
Wilder. en su Philosophy and Ethics of the Zoroaster , sostiene que
Mitra es el nombre zendo del sol y que se supone que viva dentro de su esfera
brillante. Mitra tiene un aspecto masculino y otro femenino, aunque él mismo no
es andrógino. Por una parte, es el señor del sol, poderoso y radiante, y el más
magnífico de los yazata (los izad o genio del sol). Por la otra, esta
divinidad representa el principio femenino y el universo mundano se reconoce
como símbolo suyo. Representa a la naturaleza como receptiva y terrestre, que solo
fructifica cuando la baña la gloria de la esfera solar. El culto mitraico es
una simplificación de las enseñanzas más compleja de Zaratustra (Zoroastro),
el mago persa del fuego.
Según
los persas, en la eternidad coexistían dos principios. El primero de ellos,
Ahura-Mazda u Ormuz, era el espíritu del Bien.
De Ormuz salieron una serie de jerarquías de espíritu buenos y hermoso
(ángeles y arcángeles). El segundo de estos principios eternos se llamaba
Ahrimán y también era un espíritu puro y hermoso, pero más adelante se rebeló
contra Ormuz, celo o de su poder. Sin embargo, esto no ocurrió hasta después de
que Ormuz creara la luz, porque previamente Ahrimán no había ido consciente de
la existencia de Ormuz. Debido a sus celos y su rebeldía, Ahrimán se convirtió
en el espíritu del Mal y, a partir de sí mismo, diferenció huestes de criaturas
destructivas para hacer daño a Ormuz.
Cuando
Ormuz creó la tierra, Ahrimán se introdujo en sus peores elementos Cada vez que
Ormuz hacía algo bueno. Ahrirnán ponía en él el principio
de la maldad.
Finalmente,
cuando Ormuz creó la raza humana, Ahrimán se encarnó en la naturaleza inferior
del hombre, de modo que, en cada personalidad, el espíritu del Bien y el
espíritu del Mal luchan por el control. Durante tres mil años. Ormuz gobernó
los mundos celestiales con la luz y la bondad; después creó al hombre y,
durante tres mil años más, lo dirigió con sabiduría e integridad, pero entonces
comenzó el poder de Ahrimán y la lucha por el alma humana continúa durante los
tres mil años siguientes. Durante el cuarto período de tres mil años, el poder
de Ahrirnán será destruido. El Bien volverá otra vez a la tierra, la maldad y
la muerte serán derrotadas y finalmente el espíritu del Mal se inclinará
humildemente ante el trono de Ormuz. Mientras Ormuz y Ahrimán luchan por
controlar el alma humana y por la supremacía en la naturaleza, Mitra, el dios
de la inteligencia, se interpone entre los dos como mediador. Muchos autores
han reparado en la similitud entre el mercurio y Mitra. Del mismo modo en que
el mercurio químico actúa como disolvente (según los alquimistas), Mitra trata
de establecer la armonía entre los dos antagonistas celestes.
Existen
muchas similitudes entre el cristianismo y el culto a Mitra. Uno de los motivos
es, probablemente, que los místicos persas invadieron Italia durante el siglo r
después de Cristo y durante los primeros años de su historia los dos cultos
estuvieron muy unidos. He aquí lo que afirma la Enciclopedia Británica acerca
de los misterios mitraicos y los cristianos:
El
espíritu fraternal y democrático de las primeras comunidades y su origen
humilde; la identificación del objeto de adoración con la luz y el sol: las
leyendas de los pastores con sus dones y la adoración. el diluvio y el arca; la
representación artística del carro de fuego y la extracción de agua de las
piedras; el uso de campanas y velas, agua bendita y la comunión; la
santificación del domingo y del 25 de diciembre; la insistencia en la conducta
moral, el énfasis que ponían en la abstinencia y el autocontrol: la doctrina
del cielo y el infierno, de la revelación primitiva. de la mediación del Logos
que emana ele lo divino. el sacrificio expiatorio. la lucha constante entre el
bien y el mal y el triunfo final de aquel. la inmoralidad del alma. el juicio
final. la resurrección de la carne y la destrucción del universo por el fuego
son algunas de las similitudes que. reales o tan solo aparentes. permitieron al
mitraísmo prolongar su resistencia al cristianismo.
Los
Misterios de Mitra y la Cámara subterránea de San Clemente
Los
ritos de Mitra se celebraban en cuevas. Porfirio, en La gruta de las ninfas,
afirma que Zaratustra (Zoroastro) fue el primero que consagró una gruta para
adorar a Dios, porque una caverna simboliza la tierra o el mundo inferior de la
oscuridad. John P. Lundy, en su Monumental Christianiry. describe la
cueva de Mitra con las siguientes palabras:
Sin
embargo, esta cueva estaba adornada con los signos del Zodíaco, Cáncer y
Capricornio. Los solsticios de verano e invierno eran los que más llamaban la
atención, como las puertas de las almas que descendían a esta vida o salían de
ella para ascender hacia los dioses: Cáncer era la puerta del descenso y
Capricornio, la del ascenso. Estas son las dos vías de los inmortales que suben
y bajan de la tierra al cielo y del cielo a la tierra.
Se cree
que la llamada «silla de san Pedro», en Roma, se había usado en uno de los
Misterios paganos. posiblemente el de Mitra, en cuyas grutas subterráneas se
reunían los devotos de los Misterios cristianos en los primeros tiempos de su
fe. En Anacalypsis, Godfrey Higgins escribe que, en 1662, mientras se
limpiaba aquella silla sagrada de Bar Jonás, se descubrieron en ella los doce
trabajos de Hércules y que, posteriormente, los franceses descubrieron en la
misma silla la confesión de fe de Mahoma, escrita en árabe.
La
iniciación en los ritos de Mitra, como la iniciación en muchas otras escuelas
filosóficas antiguas, consistía, aparentemente en tres grados importantes. La
preparación para estos grados consistía en la auto purificación, el desarrollo
de las capacidades intelectuales y el control de la naturaleza animal. En el
primer grado se entregaba al candidato una corona en la punta de una espada y
se lo instruía en los misterios del poder oculto de Mitra. Es probable que le
enseñaran que la corona dorada representaba su propia naturaleza espiritual,
que debía exteriorizar y desarrollar antes de poder glorificar realmente a
Mitra, porque Mitra era su propia alma, que actuaba como mediador entre Ormuz.
su espíritu, y Ahrimán, su naturaleza animal. En el segundo grado le entregaban
la armadura de la inteligencia y la pureza y lo enviaban a la oscuridad de los
pozos subterráneos a luchar contra las bestias de la lujuria, la pasión y la
degeneración. En el tercer grado le daban una capa con los signos del Zodíaco y
otros símbolos astrológicos dibujados o bordados. Una vez acabadas las
iniciaciones. lo aclamaban como si hubiese resucitado de entre los muertos, lo
instruían en las enseñanzas secretas de los místicos persas y se convertía en
miembro hecho y derecho de la orden. Los candidatos que superaban con éxito las
iniciaciones mitraicas recibían el nombre de «leones» y se les ponía en la
frente la marca de la cruz egipcia. El propio Mitra se representa a menudo con
cabeza de león y dos pares de alas. Durante todo el ritual se repetían las
referencias al nacimiento de Mitra como divinidad solar, su sacrificio por el
hombre, su muerte para que los hombres alcancen la vida eterna y, por último,
su resurrección y la salvación de toda la humanidad gracias a su intercesión
ante el trono de Ormuz. (Véase Heckethom.)
Aunque
el culto a Mitra no alcanzó la altura filosófica que logró Zaratustra, tuvo un
efecto trascendental en la civilización del mundo occidental, porque hubo una
época en la cual casi toda Europa se había convertido a sus doctrinas. Roma, en
sus relaciones con otras naciones, les inoculó sus principios religiosos y en
muchas instituciones posteriores se manifiesta la cultura mitraica. Las
referencias al «león» y a la «garra del león» en el grado masónico de Maestro
tienen un fuerte tinte mitraico y es posible que se originen en este culto. En
la iniciación mitraica aparece una escalera de siete travesaños. Faber opina
que esta escalera era, originariamente, una pirámide de siete escalones. Es
posible que la escalera masónica de siete travesaños se originase en este
símbolo mitraico. Nunca se permitió el ingreso de mujeres en la orden mitraica;
sin embargo, los niños varones se iniciaban mucho antes de alcanzar la madurez.
Es posible que la negativa a permitir el ingreso de mujeres en la masonería se
basara en el motivo esotérico que figuraba en las instrucciones secretas de los
mitraicos. Este culto es otro ejemplo excelente de aquellas sociedades secretas
cuyas leyendas son, en gran medida, representaciones simbólicas del sol y su
viaje a través de las casas celestes. Mitra, que surge de una piedra, no es más
que el sol que se eleva por encima del horizonte o, como suponían los antiguos,
que sale del horizonte en el equinoccio vernal.
John
O'Neill cuestiona la teoría de que Mitra fuese una divinidad solar y, en The
Night of the Gods, escribe lo siguiente: «El
Mitra avestano, el yazata de la luz, tiene “diez mil ojos, es alto, con
pleno conocimiento (perethuvaeduyana),es fuerte, no duerme y está
siempre en vela (jaghaurvaunghem)”. El dios supremo Ahura Mazda también
tiene un solo ojo o, de lo contrario, se dice que “con sus ojos, el sol, la
luna y las estrellas, todo lo ve”. La teoría de que Mitra era originariamente
un título del dios supremo de los cielos (que expulsaba de la corte al sol) es
la única que cumple todos los requisitos. Resulta evidente que aquí tenemos orígenes
en abundancia para el ojo de la masonería y su nunquam dormio.»
El lector no debe confundir el Mitra persa con el védico. Según Alexander
Wilder, «los ritos mitraicos sustituyeron a los Misterios de Baco y se
convirtieron en la base del sistema gnóstico, que se impuso durante muchos
siglos en Asia, Egipto e incluso en el Occidente remoto».
Fuente: Portal Masónico del Guajiro