INTRODUCCIÓN
I
LA VIDA INTERIOR
“Conócete a ti mismo y conocerás el Universo y
a los Dioses”
EL SUBCONSCIENTE
Los recientes trabajos de los
sicoanalistas y especialmente los de JUNG, han permitido hacer algunas
incursiones en el mundo extraño del subconsciente que parece detentar a la vez
un conocimiento ilimitado y un enorme
poder, capaz de influenciar no solamente sobre el hombre, sino también sobre el
ambiente exterior, así como sobre los acontecimientos futuros.
En este dominio, todo permanece
todavía por descubrir, y este estudio es de lo más apasionante, porque se
aplica al alma misma, es decir al principio viviente, al principio divino y por
consiguiente inmortal del hombre. Es ahí que reside la verdadera ciencia. Se
comienza apenas a entrever, la extensión infinita de sus desarrollos.
LOS DOS ELEMENTOS PRINCIPALES DEL HOMBRE
En la hora actual, las tesis materialistas ya no pueden más, ser
sostenidas. Se está obligado a admitir, fuera de la materia, un principio de vida, sin el cual la materia, permanece inerte y muerta. Se ha
de reconocer así mismo que independientemente
del principio de vida, existe igualmente en
el hombre, un principio inteligente, que percibe, que razona, que juzga
y que decide. El hombre es entonces un compuesto de diversos
elementos que estudiaremos en el
curso de estas exposiciones; pero por el momento, consideremos solamente las dos
siguientes:
1.
El Cuerpo Físico
2.
El Alma
Nuestro cuerpo físico es el mismo que el de los animales
superiores. Tenemos los mismos
órganos que ellos y dispuestos más o menos en
la misma manera (Corazón, Pulmones, Ojos, Miembros, etc.). Sólo las
formas, las proporciones y el
acabado, difieren. Es entonces por el Alma que el hombre se diferencia de los animales. Es el alma quien le da su
superioridad. Esta reside en la
facultad de RAZONAR CONSCIENTEMENTE. Es la razón consiente de
donde fluye el Pensamiento que eleva al hombre por encima del animal.
Por consiguiente, es en este dominio que se ha de buscar el progresar.
LAS DOS VIDAS
Estos dos elementos el CUERPO y
el ALMA, se inter penetran y parecen llevar una vida común; pero en realidad, cada uno de ellos lleva su
vida propia, como en un hogar, el
hombre la mujer tienen cada uno su vida personal al margen de puntos comunes de su existencia matrimonial. Hay
entonces en nosotros, la vida
corriente, la vida común del cuerpo
y del alma que podemos llamar LA VIDA EXTERIOR, porque los cinco sentidos
físicos y el cerebro que pertenecen al
cuerpo, ponen nuestro Yo consciente en contacto
con el Mundo Físico exterior. Esta vida es la
que llevamos en estado de vigilia,
vida agitada por todas las sensaciones múltiples que nos traen a cada instante
los sentidos. Esta vida será totalmente animal si el pensamiento no aportara su
acción especulando sobre los elementos traídos por los sentidos y sobre las
sensaciones y sentimientos que de ellos emanan.
Pero hay también una vida
individual del alma, que denominaremos VIDA INTERIOR. Esta vida es generalmente
in consciente en el estado actual del hombre, porque ella discurre fuera del
estímulo de los sentidos. Está completamente separada de la vida animal. Es la
vida que llevamos cuando el alma está separada del cuerpo físico, es decir:
1.
Cuando dormimos
2. Cuando la muerte ha destruido
el cuerpo físico
3.
Cuando se desdobla
4. Durante la Meditación y la Plegaria
Estudiaremos estos datos, más
adelante, con detalles y explicaciones. Por el momento contentémonos con
admitirlos.
LA REENCARNACIÓN
Es necesario igualmente admitir
el principio de la reencarnación,
base de toda la espiritualidad, sin
lo cual ésta será incomprensible. Recordemos que la reencarnación consiste en el hecho que, después de la muerte de un individuo, su alma continúa viviendo durante algún
tiempo en los mundos espirituales, luego se reencarna en el cuerpo de una criatura al nacer,
para hacer una nueva experiencia en el
mundo terrestre. El nacimiento es entonces
una nueva unión entre el alma y el cuerpo animal, una nueva asociación entre
estos dos elementos.
Esta nueva experiencia permite
al alma acendrase, purificarse, desembarazarse de los instintos animales y de
adquirir nuevas cualidades, ensaya también de pagar su “Karma’ es decir las
faltas que ella ha cometido y los sufrimientos que ha ocasionado a otros,
durante sus vidas precedentes. Cuando ha evolucionado suficientemente, que ha
eliminado todos sus defectos y purificado su Karma antiguo, el alma no tiene
necesidad de volver a la escuela de la tierra.
1.
No reencarna más.
2. Ella pasa al mundo angélico.
3. No tiene más nada animal.
EL CONOCIMIENTO INTERIOR
Así todo hombre tiene detrás de
él, un pasado de millares de años en el curso del cual ha conocido:
1.
Un número considerable de vidas terrestres.
2. La vida espiritual en los intervalos.
Durante estos dos modos alternados
de existencia, ha pasado por todas las experiencias, por todas las civilizaciones y por todas las
ciencias posibles imaginables. En
sus vidas terrestres, ha conocido
todos los estados sociales. Ha sido alternativamente esclavo,
rey, mercader, nómade, labrador, sabio, guerrero, funcionario, obrero,
pescador, artesano, sacerdote, juez, bandido, hombre honesto, presidiario,
carcelero, perseguido, persecutor, tirano, devoto, vencedor y pillo. Ha
conocido todas las eras, todas las transformaciones, todas las
religiones, que se han sucedido sobre este planeta. Ha acumulado también un
saber considerable en el curso del
tiempo y de las experiencias. Estos conocimientos inestimables no son perdidos
serán almacenados en lo que nosotros
llamamos por lo demás, impropiamente EL SUBCONSCIENTE.
Cada hombre lleva así en la profundidad de su alma, un
maravilloso tesoro de conocimientos, una inmensa biblioteca, donde están
cuidadosamente clasificados los resultados de todos sus estudios, de sus
experiencias, de sus pruebas y de sus observaciones anteriores.
INSPIRACIÓN – INTUICIÓN
Pero esta biblioteca está
herméticamente cerrada a la conciencia de vigilia, y el hombre ordinario no
sospecha así mismo, que puede poseer tales riquezas. Esta ignorancia proviene
del hecho, de que esta biblioteca forma parte
del mundo interior, aquel del alma, aquel en el
cual se tiene acceso, cuando el alma se aísla del cuerpo, cuando ella vuelve a
entrar en el santuario de la vida interior. Ahora bien, al hombre normal
actual, habituado a funcionar en la vida exterior de los sentidos, no tiene
relaciones directas con este santuario de la vida interior. No percibe sino
algunos reflejos que pueden filtrarse a través de su cerebro cuando éste, está
en estado de recepción. Estos son los reflejos que se
llaman:
1.
Destellos de genio,
2.
Inspiraciones e
3.
Intuiciones
De las que es necesario reconocer la alta
sabiduría y la infalibilidad, cuando se les capta sin deformarlas demasiado.
Esta es la explicación de ciertos fenómenos confusos: por ejemplo, de un
paisano italiano iletrado, que enfermo, se pone a delirar y hacer un sabio
estudio sobre un tema altamente filosófico en el latín más puro. Igualmente, el
pastor árabe, incapaz de contar más allá de cien,
pero que extraía instantáneamente y sin error la raíz cuadrada de no importaba
cualquier número. Se contentaba con indicar las
cifras sucesivas. Tenía simplemente la
facultad de inclinarse sobre un casillero de su biblioteca interior, con
exclusión de las otras. En cuanto al paisano italiano, su fiebre había
ocasionado una abertura sobre un casillero de su biblioteca, abertura que se
volvió a cerrar cuando la enfermedad
fue curada.
LA MEDITACIÓN
Vemos pues, todo el interés que
nosotros tenemos por penetrar en esta biblioteca sagrada de nuestra vida
interior. Pero no podemos entrar allí, en nuestra consciencia de vigilia
condicionada por la actividad del cerebro, porque el cerebro, es un órgano
físico y la vida interior no es física. Hay incompatibilidad absoluta. La vida
interior no es accesible sino al alma espiritual, exclusivamente. Es esta la
razón, por lo que hemos dicho que no podemos vivirla, sino en los cuatro casos
siguientes:
1.
Durante el sueño.
2.
Después de la muerte.
3.
En estado, de desdoblamiento.
4.
Durante la Meditación y la Plegaria.
Estudiaremos sumariamente estos cuatro estados:
1°. - Cuando dormimos, el alma se
retira del cuerpo físico y por consiguiente el cerebro, no
está más alimentado
por sus energías
no funciona más.
El Yo
consiente o Personalidad desaparece entonces,
total o parcialmente. El alma va a vivir su vida interior, pero a su retorno,
la conciencia no tiene ningún recuerdo, salvo de los sueños incoherentes,
algunos trozos que el cerebro ha captado en el momento de la transición, cuando
la puerta estaba entreabierta, es decir, en el momento de dormirse y en el de
despertar. Por un entrenamiento largo y perseverante, anotando todos los sueños
en el momento de despertar y tratando de rememorar estos sueños antes de
dormirse, es posible volver a traer al campo de la conciencia, una parte de las
experiencias espirituales vividas durante el sueño. Este procedimiento es muy
largo y no da resultados, sino después de haber obtenido un nivel espiritual ya
elevado, por una vida muy pura y la práctica de la Meditación.
2°. - La Muerte que priva al alma de su cuerpo
físico, la sumerge enseguida en la vida interior; pero entonces ya no es asunto de consciencia de vigilia. Es
esta una experiencia que no se debe hacer, está prohibida por Dios. Nadie tiene
el derecho de atentar contra la vida,
aun con la de uno mismo. Sin embargo, las experiencias de espiritismo, gracias
a los médiums permiten a las almas desencarnadas de manifestarse a los hombres de traernos interesantes luces sobre la
vida espiritual y sobre las leyes que la rigen.
3°. - El desdoblamiento,
voluntario o no permite al alma escapar del cuerpo y por consiguiente penetrar
en el mundo de la vida interior. En este caso, el alma puede desplazarse no
importa donde, y transmitir a la consciencia de vigilia, el recuerdo de estas
incursiones, porque ella permanece en relación
con el cerebro. El desdoblamiento
puede ser obtenido por magnetismo, estas experiencias son bien conocidas. El
desdoblamiento voluntario es mucho más raro. Exige un entrenamiento difícil,
largo y sobre todo muy peligroso.
4°. - El último medio de
investigación de la vida interior, es la Meditación,
que nosotros ponemos en paralelo con
la Plegaria, los dos procedimientos
derivan de un mismo principio: la toma de contacto con los planos invisibles. Este es el
procedimiento más fácil, el más seguro y el más eficaz, para penetrar en el subconsciente. Presenta la ventaja
sobre los otros de ser absolutamente
sin peligro. Nosotros debemos
mencionar un quinto
medio: El Psicoanálisis, que hace actualmente grandes
progresos; pero del que la técnica
está todavía muy lejos de haber llegado a la perfección. Este sistema presenta
además el inconveniente, de tener que recurrir a especialistas, mientras que la
meditación y la plegaria pueden ser practicadas sin ayuda exterior, no importa
donde, ni cuando, no importa por quién y sin ningún costo.
EL MAESTRO INTERIOR
Sin embargo, como en todo, es
necesario una “INICIACIÓN”, un comienzo, para lanzarse a la práctica de la meditación. Es necesario
el fuego que inflame al combustible; el
que continuará enseguida ardiendo por sí mismo. Es necesario un guía que
sostenga y dirija, la marcha
vacilante e incierta del recién nacido que da sus primeros pasos antes que él
pueda caminar solo. Este guía, cada uno lo tiene en sí mismo, es el
maestro interior que se llama también Espíritu-Guía o Presencia. De hecho, es
el YO REAL así denominado por oposición al YO PERSONAL que es el YO SUPERFICIAL y egoísta, el YO
HUMANO todavía impregnado de instintos animales. Hay
entonces en nosotros dos “YO”.
1. El primero, que es la personalidad humana.
2. El segundo, el Yo profundo, que
los espiritualistas llaman YO
SUPERIOR o YO CRISTICO.
MEDITACIONES DIRIGIDAS
Sin embargo, este Yo Real no nace
ni se manifiesta, sino después de una evolución suficiente, de la
espiritualidad, en el consciente de cada individuo. Esperando que estas
condiciones se realicen y que el Gura Interior se revele, se ha de dejar
necesariamente, guiarse por otros, antes de aventurarse sólo en lo desconocido,
sobre todo en este dominio de la Vida Interior, donde los sentidos no sirven
para nada, y son, por el contrario, un impedimento. Es con éste fin, amigo
lector, que os proponemos hacer con nosotros, el camino que ya hemos recorrido.
En las líneas que siguen, avanzaréis paso a paso, progresivamente en el sendero
que lleva a la vida interior, hacia el tesoro de conocimientos que se albergan
en el santuario del Alma.
Cuando vosotros hayáis alcanzado
ésta fuente de CONOCIMIENTOS INTERIORES, estaréis en condiciones de resolver
TODOS LOS PROBLEMAS SIN EXCEPCIÓN, podéis creerlo. Llegaréis, por lo demás a
juzgar por vosotros mismos, los resultados que nos han dado las meditaciones
siguientes.
II ADVERTENCIA Y CONSEJOS EL MUNDO ESPIRITUAL
Nuestro fin es pues, tomar
contacto con nuestro Subconsciente, que no es otro que nuestro Maestro
Interior, nuestro Yo Profundo, a fin de tener acceso a
nuestra biblioteca de los Conocimientos
Interiores. Hemos visto que el mejor procedimiento para llegar a esto, era la
Meditación y es ésta entonces la que vamos a emplear. Sin embargo, esta empresa
está muy lejos de ser fácil. No se entra en el mundo interior o espiritual como
en una casa. Este mundo espiritual es un mundo que es homologo a nuestro mundo
material, es decir que posee las mismas características, pero opuestas, como la
noche y el día, por ejemplo. Esta homología nos va a permitir comprender lo que
pasa en este mundo desconocido.
Ø
¿Cómo entramos en nuestra vida material?
Por el nacimiento; pero esto no es todo, después del nacimiento es necesario mantenerse en vida, es
necesario crecer, fortalecerse, tomar consciencia. Luego es necesario aprender. El niño aprende a
caminar, aprende a servirse de sus sentidos, de sus músculos, de sus
reacciones. Aprende a hablar, a comprender, a razonar, a leer. Enseguida el
aprende las leyes de la naturaleza, de la vida social. Aprende a ganar su vida.
No es sino, después de 20 años de noviciado, que él puede funcionar
normalmente y solo, en la vida
material. Se halla desde este momento en posesión
de los medios que le permiten evolucionar a su gusto. Lo mismo es en la vida espiritual. Para entrar allí
es necesario nacer allí. Es el segundo nacimiento del que habla Jesús. Por que
como habréis comprendido, esta vida espiritual, esta vida interior, es el REINO DE LOS CIELOS del que Jesús ha
hablado tanto, y en el que no se puede entrar.
Ø
“Si No Se Ha Nacido Una Segunda Vez”
Este nacimiento a la
Espiritualidad, veremos después, como Jesús lo ha puesto a nuestro alcance y
cuáles son las condiciones necesarias. Cuando estas condiciones se han
cumplido, hay una chispa, un pequeño resplandor divino que va a fecundar el
germen situado en el fondo del corazón. En seguida viene la incubación lenta, y
lo más frecuentemente ignorada, en lo obscuro de las profundidades del ser. Al
final es el nacimiento, la entrada en el mundo espiritual, homologo al
nacimiento de un niño en el mundo material. La puerta de la vida interior está
abierta, pero ahora, como ya lo hemos dicho se ha de:
1.
Mantenerse en esta vida.
2.
Crecer y fortalecerse.
3.
Tomar
consciencia.
4.
Aprender a funcionar.
Notaremos que el paralelismo con la
vida material del recién nacido, es perfecta. Continuemos nuestra comparación:
1°. - Para mantenerse en la vida espiritual, es
necesario perseverar. Es como si vos aprendierais música, por ejemplo, y que
vos la abandonarais después de las primeras lecciones, o que no sigáis el
curso, sino de una manera irregular, caprichosa y esporádica. Desde que habéis
sentido en vosotros la necesidad de espiritualidad, es que la chispa divina se
ha encendido, en vosotros. No la dejéis extinguirse, por el contrario,
alimentadla regularmente. No dejéis pasar vuestra oportunidad. No ahoguéis al
niño espiritual que acaba de nacer en vosotros.
2°. - ¿Cómo alimentarlo?
Comiendo. ¿Comiendo qué? ¿Qué come el niño material? Alimento material.
Entonces el niño espiritual, debe comer alimento espiritual. ¿Cuál es este
alimento espiritual? Moisés lo ha definido y Jesús lo ha con firmado al decir:
Ø
Es la palabra de Dios.
He ahí el alimento del alma, este alimento
necesario al hombre; más necesario que el pan que come: La Palabra de Dios.
Ø
¿Cómo se come la Palabra de Dios?
Escuchando y leyendo las Santas Escrituras,
siguiendo los ritos religiosos, orando y meditando. Si sois todavía ateos, no
queremos herir vuestras ideas tan fijamente arraigadas, y vosotros lo
rechazareis, desde que vuestro entendimiento esta ya formado. En este caso
nosotros os diremos: nutríos de cosas espirituales, leed los libros, que son
muy numerosos, que tratan de asuntos espirituales y que caigan bajo vuestros
ojos y meditad sobre ellos. Ensayad de mezclaros con espiritualistas y de
participar en sus conversaciones o bien estudiad la presente obra concebida
precisamente con el fin de daros el alimento espiritual que os es necesario.
3°. - Cuando estéis suficientemente
fortalecidos en vuestra vida
espiritual cuando vuestro joven vigor, os haya dado la seguridad requerida, comenzareis a “sentir” la alegría
interior y profunda que aporta la Espiritualidad. Tomareis entonces conciencia,
como de una cosa eminentemente preciosa, de la
que no podréis prescindir en adelante.
Habréis hallado el “tesoro” la “perla
de gran valor” de la que hablaba Jesús.
4°. - Es necesario enseguida
aprender. Pero para aprender correctamente, es indispensable seguir
adecuadamente una “técnica”, y en seguida un “entrenamiento práctico”.
Insistimos muy especialmente sobre el entrenamiento práctico que es más
importante que la técnica, porque, es lo que os dará lo que nosotros llamamos:
una buena “musculatura espiritual”, la maestría y la virtuosidad que ninguna
teoría podrá haceros adquirir, sin el ejercicio. Vosotros
no podréis jamás llegar a ser atletas,
aprendiendo de memoria un tratado de cultura física. Os es necesario la
práctica y el ejercicio. La teoría y la práctica difieren con las escuelas
espiritualistas.
Estimamos sin embargo que no es necesario
lanzarse muy a fondo en los
medios muy cerrados y muy especiales. En este caso, simples meditaciones
al alcance de todos, pueden abrirnos ese mundo maravilloso de la vida interior
y darnos acceso al tesoro de conocimientos que ella encierra. Creed que cada
uno de nosotros tiene una misión bien determinada. Si vuestro destino conduce muy naturalmente a entrar a una de estas
escuelas espirituales, es que allí
está vuestro camino y no cometáis el error de sustraeros. En caso contrario, no
echéis de menos nada, porque Dios os coloca allí donde debéis estar y allí
haréis bien o quizá mejor, con éxito vuestro
camino.
NUESTRO MÉTODO
Nuestro método es el clásico, ya
lo hemos dicho, el de la Meditación. Sin embargo, si ciertos espíritus ya
avanzados, pueden permitirse el lanzarse en una vía o en un estudio nuevo, sin
guía o sin profesor, en la mayoría de los casos, esto no es recomendable. Es
esto porque preferimos acompañar a los neófitos en el curso de sus incursiones
en el dominio de la vida interior, a fin de evitarles el equivocarse de camino,
y de explicarles lo que ellos pueden comprender de los espectáculos de los que
son testigos, de señalarles los puntos esenciales, de plantearles preguntas, a
fin de desarrollar su discernimiento, por último, de enseñarles las leyes
generales y la práctica necesaria, para poder continuar después solos, su viaje
espiritual. Ofrecernos pues al lector que se interese en estos asuntos, toda
una serie de meditaciones dirigidas, en las cuales no tiene en primer lugar,
sino seguirnos, escuchar, mirar y reflexionar. Después el tomará una parte cada
vez más activa en estas exploraciones y en los razonamientos.
Estas meditaciones son
progresivas. Las primeras están destinadas a los principiantes. Parecerán
infantiles a algunos de vosotros, pero es necesario empezar por el B.A.BA.
Aquellos que están ya avanzados, las recorrerán muy rápidamente hasta que
hallen su nivel, donde comenzarán a trabajar
eficazmente. Porque estos conocimientos espirituales son sin límites.
Hay siempre alguna cosa que aprender. Nuestro primer cuidado ha sido entonces,
proporcionar un Alimento espiritual bajo la
forma de una enseñanza graduada. Es una enseñanza exterior que preparará
poco a poco la enseñanza interior, la cual se substituirá enseguida y al
comienzo, por escalones sucesivos. Este alimento debe ser masticado y digerido.
Esta es la única condición para que
sea bien asimilado y provechoso. Es pues necesario
ir lentamente.
La Espiritualidad se despertará
así, se nutrirá, tomará fuerzas y
peso. Más entonces será necesario
ejercerla. No bastará evaluar los conocimientos, habrá que ponerlos en práctica, habrá que hacer uso de ella,
correr de aquí para allá, retozar, jugar, como hacen los niños desde que ellos
pueden caminar.
Además, no es posible aprender
ni ejercitarse, sin repetición. Ahora bien, las repeticiones en un libro son
fastidiosas y fatigantes. Nosotros hemos resuelto este problema de la manera
siguiente. Cada tema es, en primer lugar,
rozado muy ligeramente, se le trata bajo un solo aspecto, y se le deja
así incompleto y planteando algunas veces una pregunta al lector.
En las meditaciones siguientes se tratará, siempre parcialmente,
de asuntos diferentes; no es sino
después de algunos días o semanas, que se volverá sobre el primer tema.
Durante, este tiempo el alumno ha tenido tiempo de digerir los primeros datos. Él ha meditado ya solo,
encontrado otros desarrollos, solucionado o no las preguntas planteadas. La
vuelta a tomar este mismo tema, le va a permitir profundizar un nuevo aspecto
del asunto, que el por otra parte, puede ya, haber descubierto por sí mismo.
Podrá también hallar allí, nociones que lo asombrarán, o que se opongan a sus
opiniones. De donde resultará un trabajo
mental de comparación extremadamente útil y positiva, donde su discernimiento y
su lógica se desarrollarán. De todas maneras, esta vuelta sobre el tema, le
hará revisar las nociones precedentemente expuestas, aportándole muchos nuevos
elementos. Esta es la repetición
necesaria, repetición no fatigante, puesto que ella excita el interés por
nuevos conocimientos, nuevas formas, nuevas prolongaciones. Este mismo tema
será así repetido, si es necesario, cinco, diez o más veces. Es de esta manera
que vos podréis comprender y admitir, poco a poco, a fuerza de conocimientos y
de lógica, las nociones con las que
estabais en desacuerdo y que
rechazabais al principio. Porque, he aquí otra de las bases sobre las cuales
nos apoyamos: La Lógica.
La lógica, deberéis tenerlo en
cuenta, es el mejor criterio y el elemento principal del discernimiento.
Es por lo demás el mejor juez en el laberinto de concepciones contradictorias.
Algunos de vosotros seguramente se asombran de nuestra insistencia sobre
ciertos problemas, como el de la Pureza,
del Amor, del Sexo, de la Carne,
etc. Si nos permitimos volver tan frecuentemente sobre estos puntos y de repetir incansablemente los
mismos principios, es porque son
asuntos de una importancia primordial, y que son comprendidos por los hombres
materialistas, de una manera diametralmente opuesta a la realidad. Hay así,
gran cantidad de nociones sobre las cuales el hombre normal, debe revisar su
concepción y su juicio.
Y esto no es fácil, porque la adopción de un punto de vista rectificado, necesita un cambio
completo de la manera de vivir
habitual y el abandono de cosas a las cuales se tiene mucho apego. Es por
esto que es necesario conducir estas nociones, con precaución, por pequeñas
dosis repetidas, con todas las consideraciones y todas las pruebas posibles. Pero estos debates, permiten al alumno “formarse” y “poseer” su teclado
espiritual y de tocarlo como un virtuoso. Este alimento, este entrenamiento,
estos conocimientos, lo pondrán así en aptitud
de reunir las condiciones necesarias de pureza y de espiritualidad, para
acceder al fin a esa biblioteca universal de la vida interior, de la cual él podrá sacar a voluntad, todos
los conocimientos, que le interesen.
RECOMENDACIONES
La Meditación puede ser
practicada por todos, sin excepción. No hay ninguna contraindicación. Que vos
seáis creyentes o ateos, jóvenes o viejos, enfermos o de buena salud, ella no
podrá jamás haceros el menor mal. Podéis practicarla no importa donde, a
condición de que podrás tener algunos minutos de tranquilidad durante los
cuales no seáis perturbado, que estos sean en la oficina, en el jardín, en el
cine o en un vehículo. La hora tampoco tiene ninguna importancia. Esta será la
que convenga mejor. No hay pues ninguna regla, ninguna imposición. Bien
entendido, que haya las condiciones óptimas para la meditación, Si podéis
obtener un silencio absoluto alrededor vuestro, si podéis tornar la posición
Yoga del Loto, la columna vertebral bien recta; si queréis podéis ejercitaros
en fijar un punto, en hacer el vacío del mental; todo esto es perfecto, pero no
indispensable. He aquí lo que nosotros sugerimos:
1.
Al anochecer, antes de acostaros, pero no en el lecho (porque corréis el riesgo de
dormiros) colocaos en un lugar
tranquilo. Instalaos cómodamente a fin de que todos vuestros músculos estén
relajados y no distrayendo vuestra atención como consecuencia de una mala
posición o de una compresión que dificulte la
circulación de la sangre.
2.
Enseguida tomad la última meditación dirigida, que hayáis hecho.
3. Releedla
rápidamente, procurando “adelantar” lo que leéis, puesto que ya conocéis el
texto. Este es un excelente ejercicio de desarrollo de la memoria.
4. Luego
cerrad los ojos y permaneced
perfectamente inmóvil durante cinco o diez minutos procurando no pensar en nada. Si no lo conseguís, concentraos
sobre el tema que acabáis de releer, con la exclusión de cualquier otro
pensamiento.
5.
Luego tomar vuestro libro y comenzad la
meditación siguiente. Leedla lentamente, pausadamente, volviendo sobre las
frases que no comprendáis o que un pensamiento fugitivo extraño, os haya hecho
leer maquinalmente, sin penetrar su sentido.
6.
Si os sentís fatigado o un comienzo de sueño,
luchad, no os dejéis ganar. No
vayáis sin embargo demasiado lejos. Si no podéis continuar leyendo porque
vuestros ojos se cierran, vale mejor abandonar. Por otra parte, es bueno no
leer demasiado tiempo. Sois vos quien debe dosificar la duración según vuestra
capacidad; pero no leáis más de una meditación a la vez, aunque ella sea corta, a menos que conozcáis el tema.
Las meditaciones demasiado largas pueden ser estudiadas en varias veces. El término medio es de tres a cinco páginas por
cada vez.
7. Después
de este estudio, permaneced cinco minutos, concentrado sobre el tema que acabáis
de leer, luego podéis acostaros, después de hacer vuestras devociones si tenéis
esta costumbre.
8. Por
la mañana, despertad una media hora antes de vuestra hora normal de levantaros
o un poco más si podéis. Es preferible que él sea en un momento en que
toda la casa duerme todavía y que el
silencio reina. Permaneced acostado sobre la
espalda, bien relajado. Procurad hacer el vacío en vuestro mental durante un corto momento, luego girad sobre el
tema de la meditación de la víspera.
9. No
reflexionéis. Dejad a las ideas
venir libremente, aún las más
absurdas, si ellas se relacionan con vuestro tema. Si son extrañas rechazadlas
con la misma obstinación, con que ellas traten de volver. Si estáis en estado de semi-sueño, esto no tiene
ninguna importancia, al contrario. Si os dormís esto no tiene importancia, pero
procurad siempre no ceder.
10. Recordad
que es al estado de semi-sueño, que
la puerta está entreabierta, la puerta del subconsciente. Tratad de mantener
esta puerta entreabierta, manteniendo vigilante conciencia. No lograreis esto
ni en la primera ni en la segunda vez. Esto no tiene por lo
demás importancia. Lo principal es atraer
las ideas sobre el tema que os interesa, pero sin forzar. Ellas deben venir
normalmente. Si hacéis demasiado esfuerzo en
este sentido, las bloqueáis y
no haréis nada.
11. Desde
el momento que ellas se presentan, dejadlas desfilar por que la una atrae a la otra. Sin embargo, permaneced en guardia. Si un pensamiento extraño a vuestro tema dado, hace
irrupción, rechazadlo.
12.
Permaneced así un cuarto de hora o dos, luego
levantaos y consignad sobre un papel los pensamientos,
que acabáis de tener, procurando recordarlos en
todos sus detalles, aun cuando sean estúpidos. Ellos lo serán
seguramente al comienzo, como lo son
las divagaciones de los niños, pero esto no hace nada. El punto principal es tomar el contacto, luego estas ideas
tomarán. Lo principal es no dejarlas tomar una dirección cualquiera. Imponedles
el tema de la meditación dirigida de la víspera.
Después cuando tengáis una mejor maestría,
podréis escoger vos mismo el tema o el problema, que os plazca profundizar por
este método. Cuando llegue ese momento, no tendréis ya necesidad de nuestras
meditaciones, aparte de las enseñanzas que ellas os hayan aportado. Repetimos,
sin embargo, que estos consejos no tienen nada de imperativo. Podréis escoger
otros lugares y otros momentos, si os convienen mejor, según vuestras
condiciones de vida. Sin embargo, por experiencia podemos deciros, que vale
más, si lo podéis, respetar los horarios que indicamos. Se ha de variarlos así
mismo de tiempo en tiempo, para no
cristalizarse en estos hábitos, que
llegarían a ser muy pronto tiránicos. Ejercitaos en meditar, sobre todo, no importa en el momento y no solamente en
vuestro lecho. Vale más meditar todos los días regularmente, pero si
tenéis que dejarlo algunas veces, esto
no es grave. Asimismo, si sentís
ansia de cesar en este ejercicio,
durante un período más o menos largo, que puede durar dos o tres meses. Esto no
tiene importancia y es tal vez necesario.
Hay fases de “obscurecimiento” o de
“incubación” que son benéficas. Esto lo aprenderéis en el curso de estas
meditaciones. La reanudación es más bella, más luminosa y más vigorosa, como
cuando se reanuda un trabajo después de unas vacaciones o descanso.
MEDITACIONES
1) LA BUENA VOLUNTAD
La buena voluntad es necesaria en todo, pero no
es suficiente, es necesario acompañarla de la voluntad activa y de la
habilidad, y todo lleno de amor, sin lo cual todo parecerá insípido y enojoso.
2) LA CREACIÓN
Maravilla de las Maravillas, todo la Creación es una maravilla, desde el infusorio el más humilde, hasta las
inmensas y suntuosas
galaxias que se extienden espléndidamente en el carrusel
perfectamente reglado de los cielos. Es suficiente observar, para
darse cuenta de la armonía profunda
que reside en todas las cosas, igual
en las más feas, las más hostiles, las más caóticas y las más repelentes.
Todo en la naturaleza,
juega un rol útil. Nada es perjudicial,
aunque lo induzca a pensar a primera vista el egoísmo humano, que no ve si no su
propio interés. La vida es un
inmenso ballet, perfectamente ordenado, donde todo participante es necesario, pese a la insignificancia aparente de su rol, y
donde cada movimiento, bueno o malo,
está previsto de antemano y tiene su importancia.
3) EL JUICIO I
No se ha de apresurar a juzgar, ni a los
hombres ni a los acontecimientos. El Juicio es cosa grave que no se puede
emitir sino con conocimiento de causa, de todas las causas. Ahora, bien hay
causas ocultas que vosotros no podéis conocer actualmente y que hacen
justamente que no estéis en medida de hacer un juicio válido, sobre muchos
casos Es mejor entonces abstenerse.
4) EL JUICIO II
El más simple de los instrumentos de que
dispone el hombre es su juicio. El
funciona automáticamente, si se le deja actuar. Pero no se le debe influenciar en un
sentido o en otro
como se hace
habitualmente, para satisfacer nuestros deseos, nuestras
preferencias o nuestras afecciones del momento, porque entonces se falsea su
mecanismo. Se le ha de dejar actuar a sí mismo y no sofocarlo, aunque sea
contrario a nuestras tendencias, porque él es naturalmente imparcial
y él tiene siempre la razón, aun cuando parezca
juzgar
contrariamente a la razón humana,
porque el juicio o discernimiento, es una prerrogativa del espíritu, y el
espíritu se calla, sino se le quiere escuchar.
Entonces el juicio obedecerá a vuestra
voluntad, a vuestro deseo y no tendrá ninguna infalibilidad, porque estará en
la posición del cortesano que compartirá siempre la opinión de su rey y le
confirmará que tiene razón, aun cuando sea falso. Desde este momento él no
sirve sino de un instrumentó de perturbación.
5) NO ENFADARSE
Los Maestros no se enfadan jamás. Ellos saben que
tarde o temprano, la comprensión se hará a su debido tiempo y que si vosotros
no tornáis ahora el camino que ellos os indican, vosotros llegareis a pesar de
todo al final, más tarde o por cualquier
otro camino más largo. Vale más, cuando se tiene un largo camino por recorrer
para alcanzar el fin, proceder por pequeñas etapas y no tomar pendientes
demasiado empinadas.
El camino más corto no es forzosamente el más
rápido. La mejor vía es la que se adapta al temperamento de cada
uno. De allí los múltiples ensayos que os llevarán al punto de partida. Esto
ejercita vuestro discernimiento por la experiencia.
Trataremos de mostraros el camino, pero si no estáis todavía listos, para
iniciarlo, esto no es motivo de
decepción para nosotros, porque no se puede llamar fracaso, lo que no es sino falta de madurez, que sólo el
tiempo y la experiencia, permiten adquirir. Nosotros esperamos el momento en que estéis listos, para guiaros a fin
de protegeros de gruesos errores que podrán comprometer peligrosamente vuestro destino.
6) LA MÁS BELLA OBRA
La obra más bella es la que consiste en hacer
la voluntad de Dios. ¿Cómo realizarla? Cumpliendo, sin sustraerse, todo lo que
se presente a vosotros como trabajo, por humilde, por fútil, o por complicado
que los pueda parecer. Indudablemente, para esto, es necesario hacer actuar
vuestro juicio, porque no sois seres pasivos y debéis poner con provecho la
experiencia adquirida y que condiciona vuestro juicio, si habéis tenido cuidado
de no falsearlo, con ideas preconcebidas y deseos no controlados. Porque Dios
se ocupa de cada uno de nosotros individualmente y os envía los trabajos que os
son necesarios; y todo esto arreglado para que vuestras acciones se combinen y
se inter-penetren con las de vuestros vecinos inmediatos, en el lugar y el
tiempo los más propicios, para la evolución de todos los elementos que gravitan
sobre la tierra.
7) ¿...............?
8) EL DESEO
El deseo es un motivo de acción muy poderoso.
Es el móvil principal de los actos de los hombres. Es la consecuencia directa
de las necesidades naturales y de los sentimientos. Es una fuerza considerable
que se ha de saber manipular y dirigir, como a todas las fuerzas ciegas. Si no,
se llega al desorden y al caos. La forma más alta del deseo, es el deseo
impersonal, porque él está despojado de todo egoísmo que, pese así mismo, tiñe
de parcialidad los deseos aún los más imparciales.
Pero el fin del fin, es llegar a la ausencia de
deseo, lo que implica un estado puramente estático de la espiritualidad, llegada a su cúspide, que no tiene nada de
material. A este estado, es al que
se tiende, sin jamás alcanzarlo, por lo menos sobre la tierra.
9) SIGUE TU CAMINO
Sigue tu camino sin volverte, no se puede
contentar a todo el mundo, cada uno tiene ideas bien fijas y diferentes de las
de sus hermanos. Si tu escuchas todos los pareceres, muy pronto tu no sabrás
que hacer. No pierdas de vista tu objetivo y no distraigas tu atención para
fíjala en otra parte. Si persigues tu idea con perseverancia, aquellos
mismo que te
contrarían, terminarán por
seguirte.
¡Como son las campanas, son los sonidos!
Arréglate para eliminar las disonancias y tendrás un conjunto armonioso.
10) EL SILENCIO
El silencio es indispensable. No se trata
solamente del silencio exterior, sino también del silencio interior. El
silencio exterior es bueno, en el sentido de que el permite llegar a obtener
más fácilmente el silencio interior. Se observa por lo demás, que un ruido
continuo, aún el más fuerte, no se oye más, con el hábito. Lo que es malo, son
los ruidos inesperados y violentos que hacen sobresaltar y desequilibran
momentáneamente el flujo nervioso.
Es necesario protegerse de estas reacciones
bruscas, siempre nocivas, que terminan
por perturbar el organismo, y que son el obstáculo físico, que impiden o hacen
cesar él silencio interior. Cuando la percepción
de ruidos exteriores está suprimida o abolida, es necesario hacer el silencio
interiormente, por la fijación total del mental y de las sensaciones.
Es necesario absolutamente que la atención este en reposo completo y que ella no divague más, de un pensamiento
a otro, de una imagen a una sensación física.
Reposo completo de los músculos, de los nervios, de los sentidos
y del
intelecto, es la
condición Sine Qua Non de las percepciones que vienen del plano invisible o del Yo profundo.
La meditación dirigida sobre un solo tema bien
definido y la meditación en el vacío, fuera de toda manifestación vital
consciente, es un ejercicio maravilloso para llegar al descubrimiento del mundo
interior, de ese mundo misterioso y poderoso que es el preludio y el esbozo del
mundo exterior. Y, el silencio total, tal como acaba de ser definido, es la
llave que abre la puerta de separación del mundo invisible.
11)
LOS MISTERIOS DE ELEUSIS
Ha terminado el reino de los denigradores de la Ley –de la Ley Divina–. La Luz se hace
más y más sobre los susodichos misterios de Eleusis. Se comprenden ahora muchas
cosas, que permanecerán hasta el presente obscuro. Y se comprenderá cada vez
mejor porque la madurez se está
alcanzando y vosotros llegareis al punto requerido para asimilar el sentido
esotérico, que está oculto en los legados de los
Antiguos, en los que, ellos
mismos trasmitían la enseñanza sin comprenderla muchas veces.
Vosotros estáis ahora orientados e impulsados
en esta vía, para redescubrir la ciencia del pasado, sepultada con las
civilizaciones desaparecidas. Y esto, os permitirá nuevos descubrimientos, que
os confirmarán las investigaciones, gracias a las cuales, podréis echar una mirada
sorprendida y admirada, sobre las realizaciones que han sido hechas antes que
las vuestras.
12) LOS CICLOS
La fuga del tiempo es una expresión específicamente humana. De hecho, todo es cíclico,
todo recomienza cuando el recorrido se ha terminado, con algunos cambios, sin
embargo, debidos a la intervención de otros ciclos que actúan sobre sus contornos, por influencias mutuas,
deformándose o enredándose mutuamente, durante el período en que se hallan en contacto. De allí viene, por ejemplo, la desigualdad de la longitud
de los días, las variaciones climatéricas, etc. Estos ciclos son en número indefinido. Cada ser tiene su
ciclo particular, su longitud de onda, es tanto
más grande y tanto más potente, cuanto se es grande y poderoso. La ley de las masas juega
entonces como en vuestro mundo físico.
Los grandes ciclos imponen sus leyes a los
pequeños y los modifican mientras que ellos están en su zona, en tanto que
ellos son muy levemente afectados. Hay los grandes ciclos que dirigen a todos
los demás, permaneciendo ellos mismo casi inmutables. Los ciclos de débil
importancia, pasan de una influencia a otra, de
un ciclo a
otro superior, estando
todos en alguna
manera animados y
dirigidos por el influjo de los grandes ciclos
y de los infinitos ciclos intermediarios. Es el proceso de evolución. El ciclo
humano, basado solamente sobre el ciclo de la rotación terrestre, no tiene una
noción exacta, porque es incompleta.
13)
LAS COCINAS INVISIBLES
La cocina es el lugar donde se elabora el plan
terrestre, esto parece extravagante,
pero es así. Todas las materias se reúnen y son transformadas, picadas,
trituradas, mezcladas cuidadosamente, sazonadas y repartidas en las inmensas
cocinas del Mundo, por una infinidad de servidores y aprendices, cada uno en su
especialidad, bajo la dirección de cocineros expertos que “saben” y comunican
su ciencia, en cadena descendente a sus subordinados.
El convidado no ve sino la armonía de los platos artísticamente presentados que deleitan
la vista antes de revelar su gusto y
los sabores combinados que lo encantarán. Igualmente vosotros apreciáis la armonía, las bellezas, las riquezas y la variedad
infinita de la Naturaleza.
Pero no veis todos los sacrificios, todo el
trabajo; toda la paciencia, toda la ciencia y todo el arte, que ha sido
necesario desplegar en las cocinas invisibles, para llegar a concretizar la más
humilde de las cosas visibles, resultante de mil y un preparados, conducidos y
combinados por mil y una organizaciones compuestas de infinidad de cocineros
que no veis; pero del que vosotros consumís y apreciáis los platos.
14)
EL PASADO
La fuga de los tiempos pasados no sirve gran
cosa sino hace nada, El fruto de la experiencia no debe ser ocultado
cesterilmente y todavía menos dispersado a los
cuatro vientos, sin utilidad para nadie, El representa una adquisición
que no se ha de despreciar ni despilfarrar, por que la suma de estas experiencias, ya sea en el dominio físico,
intelectual, sentimental, social, humano o divino, representa un tesoro
inestimable, si él está concentrado, clasificado, estudiado, meditado. Si no, es
como un libro precioso, del que las hojas
desgarradas y partidas, manchadas y maculadas amarilladas, ajadas y deformadas,
están dispersas en la Naturaleza y
terminan por desaparecer disgregadas. Hay la
tendencia muy frecuente para
hacer repulsa del pasado, No es bueno
vivir el presente en el espíritu del
pasado, pero es siempre apreciable
de tiempo en tiempo, hacer un
retorno hacia atrás. Se obtiene siempre una enseñanza útil, que nos puede
evitar el cometer nuevos errores. Y se percibe que el pasado no es tan simple como se piensa, y que él ha
tenido también sus momentos de presente, tan prestigiosos como los momentos actuales.
Y como todo
es homólogo, esto
es también
verdad para los hombres como para las naciones,
para los pueblos y las civilizaciones.
15)
EL MAL
El mal se pierde en la nada desde que el bien
se instala, como la noche desaparece, desde que el día luce, o bien la
ignorancia, cuando viene el conocimiento. El mal es pues un estado, un estado
negativo, un estado de “falta”. Falta
alguna cosa a las personas que hacen el mal, que se complacen en el mal. Esta
“alguna cosa” es la Luz. Desde que ella las penetra, ellas comprenden, el veló
se desgarra y el mal desaparece. Estando la Luz permanentemente alrededor de
nosotros, lo único que falta es hacernos permeables a sus vibraciones. Es una
cuestión de fe, de comprensión, de buena voluntad, o de voluntad simplemente.
Cuando se está abierto a la Luz totalmente, el
bien toma el lugar del mal. Pero es raro que el hombre se abra totalmente a
la Luz de golpe. Cuando se produce,
se llama: Revelación. Generalmente se abre poco a poco a la luz, por pequeñas aberturas, que se
cierran tal vez, pero de las que el número se acrecienta sin cesar, hasta que ya no hay más pequeñas aberturas, sino una
sola grande, por donde la luz entra a raudales, absorbiendo todo el mal.
Entonces el bien se instala finalmente con todo su cortejo de bendiciones: la Paz, el Amor, la Comprensión, el Conocimiento y el Contacto con lo Divino. Y
el mal, expulsado con su cohorte de
pruebas y de sufrimientos, huye para siempre.
16)
EL SUEÑO
La noche se ha hecho para detener toda
actividad. En la noche, el cuerpo
físico debe reposar y reconstituirse. Todo trabajo de noche le es nefasto.
Porque él tiene necesidad de ser
recargado por las radiaciones regeneradoras
del Cosmos, y esto no puede hacerse sino en
la inacción total, en el
estado de sueño o inmovilidad total, frisca y mental. Es pues un error el
velar, es mejor acostarse temprano y
reanudar sus ocupaciones temprano al día siguiente. El tiempo de sueño
necesario, es cosa secundaria. El
momento de sueño es lo más importante, y el momento más favorable, es la primera parte de la noche, después de que termina el día.
Algunas horas de sueño en ese
momento, son más provechosas, que, en cualquier
otro momento, y suficientes para reparar la
máquina. Se ha de tomar este hábito para mantenerse en buena salud, y producir un trabajo más
considerable y de mejor calidad.
17) EL ÁRBOL Y LA VIDA
La vida es un
conjunto de cosas simples que se multiplican hasta el infinito. Es esta
infinidad de elementos, que la hace aparecer tan complicada. Y todavía Dios ha
tomado la precaución de limitar
vuestros sentidos, a fin de que no percibáis sino una débil parte de lo que
existe, de otro modo no comprenderías nada. Lo demás os será revelado a fuerza
y a medida que vuestra consciencia progrese y que vuestra comprensión se haga,
o, dicho de otro modo, os será dado un nuevo alimento espiritual, cuando estéis
en estado de digerirlo y asimilarlo.
El árbol es la representación de la vida. En él hay una parte exterior
visible; el mundo material; y, de
otra parte, las raíces ocultas bajo
la tierra, lo invisible: el mundo Espiritual. Los dos mundos están separados,
pero en
relación constante, porque ellos tienen necesidad el uno del
otro. No podría subsistir el uno sin el otro. Sin la raíz no hay formación de ramas y de hojas; y sin ellas la raíz
perecería.
Como el mundo físico es la concretización
visible del mundo invisible, el árbol visible está elaborado y materializado
por la raíz invisible. El tronco, verdadera escala de Jacob, sirve de unión
entre estos dos mundos.
Si se mira el barullo sin orden, en apariencia,
de las hojas, de las flores y de las venillas en número infinito, se pierde uno
ante tantos detalles tan diversos. Pero todos estos detalles convergen hacia
los pedúnculos, luego hacia el nacimiento de los tallos, después a los tallos,
de donde parten todos los elementos, toda la nutrición, toda la vida. Mientras
más se aproximan al tronco, más los tramos se simplifican, y se distingue mejor
el plan de conjunto del árbol.
Y, el mismo plan, invertido, se reproduce en
las raíces, corno si el árbol estuviese reflejado. Si se quiere comprender la
vida, no hay que perderse en los pequeños detalles, sino aproximarse a Dios y
considerar el conjunto del árbol.
18)
NO REACCIÓN
“La noche aporta consejo”. Este dicho es muy verdadero en el sentido de que aconseja la no acción inmediata. Todo se
arregla, si no se complica la situación,
por una acción inconsiderada, impulsiva, dictada generalmente por un
sentimiento negativo: Temor, cólera, resentimiento, odio, venganza, etc., o por
un movimiento animal de defensa, del que el efecto puede ser peor que la
agresión misma. La maestría de sí mismo debe ser total. Ella controla todos los sentimientos positivos o negativos. En
el caso de un golpe que desequilibre, lo controla y se va mejor, cuando se han
encontrado sus medios, su razonamiento y
la maestría de sí mismo, esperando
hasta el día siguiente, antes de intervenir. Los impulsos son tal vez buenos,
pero raramente, porque ellos vienen más bien,
como reacciones instintivas casi animales,
antes que de la intuición o del sub- consciente.
Esperar el mañana antes de actuar o de tomar
una decisión, es sabiduría. Se debe tomar
el tiempo necesario
para la reflexión, para informarse,
escrutar las consecuencias,
consultar su consciencia, Y en el
caso de no comprensión, de indecisión, de incompetencia, si nadie os puede dar
un consejo válido que os satisfaga plenamente, remitíos a Dios. Vuestra
Presencia autorizada así a actuar estad persuadidos, utilizará la mejor
solución.
19) MEDITACIÓN
Es muy necesario el meditar. Es tan necesario
para vida del hombre, como el alimento material. No hay que olvidar que el
hombre, es un principio espiritual, ante todo, y tiene necesidad de ponerse en contacto con las altas esferas, de tiempo en
tiempo, para retemplarse y adquirir nuevas fuerzas. La meditación
es, en este sentido, un
ejercicio selecto, porque él combina la calma del mental con el deseo y la
voluntad del ser, de penetrar en el
mundo interior. Ese ensayo de escritura que hacéis todas las mañanas, es de
hecho, una meditación, aspiráis a captar un mensaje y la comunicación se establece.
Un tema os es
sugerido y se produce entonces una mezcla, donde vos tomáis una parte inconscientemente activa, por un
trabajo lento de selección de las ideas, de selección de las palabras que os vienen a la mente. Poco a poco todo esto se
decantará, se esclarecerá y podréis entonces captar más rápidamente, más netamente; sin que vuestro subconsciente
detenga el flujo, aunque haya alguna cosa que no le conviene o no está conforme
con lo que él conoce, o que su lógica establece.
Podréis entonces registrar nociones
verdaderamente nuevas para vosotros, que rechazarais si ahora os las dieren,
porque ellas chocarán con vuestras ideas y vuestros conocimientos actuales.
20) PARA COMPRENDER LA VIDA
La vida es un misterio insondable. Sus
manifestaciones son desconcertantes, no solamente por su infinita multiplicidad
sino también por las contradicciones, las oposiciones, y los conflictos que
hacen suponer una anarquía completa. Las teorías pacientemente elaboradas, las
leyes sabiamente establecidas, se derrumban bruscamente por una nueva
constatación que trastorna las observaciones precedentes. No obstante, la vida
obedece a la Ley, como todo lo que existe. Ella es la Ley misma y sus
principios son simples. Pero no se puede descubrir el mecanismo, en la
infinidad de rodajes, piezas, resortes, palancas,
canalizaciones eléctricas y humorales, que se
enmarañan, múltiples interrelaciones químicas, bioquímicas y electroquímicas, la acción de las radiaciones cósmicas, luminosas, telúricas y
electromagnéticas de todas clases, de todas las potencias, de todas las
precedencias, que se entreveran y se conjugan o contrarían, y se equilibran, en un verdadero carrusel, en un caos donde es imposible reconocerlas. Tenéis la prueba en el
simple estudio del cuerpo humano
científicamente emprendida desde hace tantos años, y en el cual, pese a
algunos descubrimientos no se ha podido todavía determinar los principios dominantes. De hecho, el cuerpo ha sido desmontado,
resecado, disecado, sin ningún resultado, sin comprender nada.
Es como si un silvícola encontrara un auto y lo
desmontara pieza por pieza. Esto no les enseñaría el principio de su
funcionamiento. Porque este principio no reside en la materia, sino en la
inteligencia, en el espíritu. En toda creación cualquiera que ella sea, hay un
trabajo espiritual que conjuga, armoniza, equilibra diversas fuerzas naturales,
las dirige en tal o cual sentido, las aumenta aquí, las frena allá,
contrarrestándolas en tal punto, haciéndolas actuar en un momento bien
determinado. Ahora bien, estas fuerzas, todas las fuerzas, son espirituales,
por tanto, invisibles. Ellas son las únicas actuantes. La materia es como las
piezas de una máquina.
Sirve de transmisión y de medio de acción. En
tanto que no consideréis sino a ella, estaréis en la imposibilidad de obtener
el principio fundamental. Poneos sobre el plano espiritual y entonces todo se
aclarará. ¿Cómo comprender el funcionamiento de un aparato eléctrico, si os obstináis
en no ver sino las piezas mecánicas e ignoráis totalmente la corriente
eléctrica? Sin esta corriente, el aparato está muerto, inmóvil y mudo, todas
vuestras manipulaciones no harán nada. Dirigid vuestras búsquedas sobre las
fuerzas espirituales y hallareis la solución que buscáis vanamente en vuestros
trabajos de descuartizador.
21) LA VÍA MATERIAL
Indudablemente, es necesario contar con la materia. Rechazarla o
despreciarla, a vuestra voluntad, sería
un error. No olvidéis que estáis puesto, en
el lugar, el tiempo y la posición
las más favorables a vuestro desarrollo, según vuestro estado de avance, según
los elementos que os sea
necesario perder o
adquirir, individual y colectivamente. Todo está combinado para que la
influencia que ejercéis en vuestros
vecinos inmediatos y la que os recibís de ellos, aquella que recibís de los
elementos, invisibles e imponderables del cosmos,
del país, de la sociedad, de las epidemias, de las guerras, de los cataclismos,
todo está calculado por la evolución,
tanto del conjunto como de cada individuo en
particular. Cada elemento individual está compuesto de una cantidad de
ciclos que sus componentes son ellos mismo
múltiples. Estos subciclos forman un ciclo resultante que es la
característica del elemento en cuestión. Este ciclo va a influir sobre sus
vecinos y formar otras resultantes más importantes. Todas estas cantidades de
ciclos, más y más grandes, enmarañándose, chocándose, se agregan o se cercenan,
en una ronda fantástica, pero cada uno guarda su personalidad, su
característica o su color, si se prefiere, siendo todo un elemento de otros
ciclos y confundiéndose en ellos.
Todos estos ciclos son reglados con un fin bien
determinado y esto es lo que hace la armonía de la naturaleza. Si vuestro ciclo
personal se halla colocado en un circuito bien definido, no es por azar ni
fantasía, esto responde a una necesidad que puede ser que se os escape, pero
que es imperativa para vuestra evolución particular y para la de otros ciclos.
Se puede considerar que la evolución consiste, para cada uno, en pasar por
ciclos cada vez más importantes. Vuestro ciclo personal toma así una amplitud,
más y más grande, y su influencia y por tanto su importancia crece en
proporción. Por consiguiente, si estáis sobre la tierra, es porque tenéis una
obra que hacer, y el sustraerse, es trastornar la armonía del conjunto, del
plan previsto. Entretanto, es igualmente necesario preparar vuestro ciclo
espiritual, que es el fin real, y no perderlo de vista, porque él debe terminar
por tomar la preponderancia en vuestra conciencia y por consiguiente no os
dejéis arrastrar por los incentivos materiales, que os retardarán y ocasionarán
sufrimientos, cuando haya llegado el tiempo de desarraigar.
Vivid pues materialmente, cumplid
conscientemente con vuestros deberes hacia vuestro cuerpo, vuestra familia, la sociedad y el país. Este es un impuesto
que os es
necesario pagar. Todo se paga, lo sabéis bien. Es la ley del equilibrio la que lo exige.
Pagad entonces vuestro viaje sobre la tierra,
pero nada más. Porque el pasaje sobre la tierra es un sufrimiento y un
sacrificio. La naturaleza en su
previsora bondad, le ha dado algunos aspectos agradables, Esta es la capa de azúcar que hace pasar la píldora amarga. No os retraséis en lamer el azúcar, porque agotada esta
capa, tendréis que sufrir toda la amargura
que está debajo. Es lo que os espera si vosotros os adherís a las bellezas y a los goces de la vida material. Admirad,
pagad, y pasad, sin volveros.
22) LA CONCENTRACIÓN
Hay que evitar la dispersión, a causa del despilfarro de energía que ella
acarrea. La concentración, por el contrario, permite profundizar el tema y
realizarlo. Acumulando fuerzas sobre un mismo punto, se ejerce una presión
considerable sobre él. Pero si poseéis mucha fuerza, es inútil proceder a una demasiada fuerte concentración de
vuestro espíritu, lo que presenta también ciertas desventajas, como la de no ver alrededor de si, aparte del
punto local fijado. Siendo el espíritu universal, no es necesario tenderlo en una
sola dirección -resultado de la concentración- sino radiarlo en todos los sentidos, para que todas las
facultades se desarrollen en conjunto,
en un equilibrio armonioso. Ejercitar
un solo músculo lo hace muy poderoso, pero en
detrimento de los demás y el resultado es
malo. El ser es un todo y se ha de considerar el todo. Por tanto, actuar
por concentración, si es necesario,
pero no, en la misma dirección.
Desde que el avance en un sentido, ha sido
realiza do, hay que atacar en otra dirección. Es el avance “en estrella”. Se ha
de combinar concentración y dispersión, análisis y síntesis, demolición y
construcción, haciéndolas alternar. Es la ley del binario, que juega también en
este dominio, como en todos los asuntos donde fuerzas múltiples entran en
juego. Se les ha de equilibrar por oscilaciones, unas veces en un sentido otras
veces en el otro, en una incesante alternancia. Es el secreto de las
vibraciones, de las fuerzas, de la vida y de la Eternidad.
Sin esta dualidad, será el caos y el
hundimiento total en la nada.
ROLOD
26 de julio del año 1974,
Lima, Perú