Thursday, April 23, 2015

SOBRE LOS ANTIGUOS MISTERIOS

CURSO FILOSÓFICO DE LAS
INICIACIONES ANTIGUAS Y MODERNAS

SOBRE LOS ANTIGUOS MISTERIOS

J. M. RAGON


Aparte del culto público que rendían los antiguos a cada lugar del paganismo, existía un culto secreto denominado los Misterios , al que únicamente eran admitidos quienes habían pasado por ciertas ceremonias preparatorias conocidas con el nombre de iniciaciones.
Las naciones se intercambiaban los dioses, pero no introducían siempre el culto secreto al mismo tiempo que el público. Sabido es que el de Baco fue admitido en Roma mucho tiempo antes de que sus misterios fueran instituidos en esta ciudad; pero a veces se adoptaba un dios extranjero con objeto de establecer y de celebrar su culto secreto; como ocurrió en el caso de la introducción del culto de Isis y de Osiris entre los romanos.

Los cultos más difundidos en la antigüedad fueron los de Orfeo, Baco, Eleusis y Mithra. Algunas naciones bárbaras conocieron estos cultos por boca de los egipcios, antes de que fueran introducidos en Grecia: por ejemplo, los druidas de Bretaña, cuya religión procedía de Egipto, celebraban las orgías de Baco .

Los Misterios de Eleusis celebrados en Atenas en honor de Ceres fueron absorbiendo a los demás. Todos los pueblos vecinos olvidaron los de sus naciones para celebrar los de Eleusis, y no tardaron en iniciarse en ellos todos los pueblos de Grecia y de Asia Menor. Se difundieron por todo el imperio romano y hasta allende sus límites . Zósimo dice que abarcaban a todo el género humano , y Arístides los denomina templo común de toda la tierra .

La importancia adquirida por los misterios nos produciría menos extrañeza si tuviéramos en cuenta la naturaleza de los lugares en que nacieron. Atenas pasaba por ser la ciudad más famosa de la tierra por su devoción . Sófocles le denomina edificio sagrado de los dioses cuando alude a su fundación. Con el mismo espíritu decía San Pablo: ¡Oh, atenienses!, que sois en todas las cosas religiosas hasta un grado supremo ; de ahí que Atenas fuera un modelo y un ejemplo de religión para todo el mundo.

En las festividades eleusinas había dos clases de misterios: los mayores y los menores; estos últimos eran una especie de preparación para iniciaciones más elevadas; se admitía en ellos a todo el mundo. Ordinariamente se hacía un noviciado de tres años y, a veces, de cuatro. Según dice Clemente de Alejandría, lo que se enseñaba en los grandes misterios concernía al universo, y era el fin, la cumbre de todas las instrucciones; allí se veían las cosas tales como ellas son, y se examinaban la naturaleza y sus obras .

Los antiguos decían, queriendo expresar con más fuerza y facilidad la excelencia de los misterios, que los iniciados serían más dichosos después de la muerte que los demás mortales, y mientras que las almas de los profanos serían enterradas en el fango cuando abandonaran sus cuerpos y permanecieran encerradas en la obscuridad, las de los iniciados volarían hacia las islas afortunadas, hacia la morada de los dioses .

Platón afirmaba que los misterios tenían por objeto restablecer la pureza primitiva del alma, y ese estado de perfección de que ella había descendido . Epicteto decía que “todo lo que en ellos está ordenado fue instituido por nuestros maestros, para instruir a los hombres y para corregir sus costumbres” .

Proclo pretendía que la iniciación en los misterios elevaba al alma desde una vida material, sensual y puramente humana hacia una comunión, un comercio con los dioses . Añadía también que en ellos se mostraba a los iniciados una variedad de cosas y de especies diferentes que representaban la primera generación de los dioses .

La pureza de costumbres y la elevación del espíritu eran cualidades que se recomendaban y prescribían a los iniciados. Cuando hagas sacrificios, dice Epicteto, o dirijas plegarias a los dioses, prepárate para ello con pureza de espíritu y de corazón y aporta las mismas disposiciones que se requieren para aproximarse a los misterios.

El que aspiraba a ser iniciado debía tener una reputación inmaculada y ser hombre virtuoso; luego, era examinado severamente por el mistagogo o presidente de los misterios. Suetonio refiere que al viajar Nerón por Grecia, después de haber asesinado a su madre, tuvo deseos de asistir a la celebración de los misterios de Eleusis, pero no se atrevió a hacerlo porque el reproche interno de su crimen le hizo variar de propósito. Por el contrario, Antonio no encontró medio mejor de disculparse ante el mundo de la muerte de Avidio Casio, que el de hacer que le iniciaran en los misterios de Eleusis .

Los iniciados sometidos a instituciones tan virtuosas eran considerados por los demás hombres como seres felices. Aristófanes , cuyos sentimientos son fiel trasunto de los del pueblo, hacía hablar del siguiente modo a los iniciados:

Únicamente sobre nosotros luce el astro favorable del día; únicamente nosotros recibimos el placer de la influencia de sus rayos, nosotros que somos iniciados y realizamos toda suerte de actos de justicia y de piedad por los ciudadanos y los extranjeros.
Cuanto más antiguo era el iniciado, más respeto infundía .

No tardó en considerarse deshonroso el no serlo, y, por virtuoso que se fuera o se pareciese, el pueblo sospechaba del que no era iniciado, como ocurrió en el caso de Sócrates.

Los misterios no tardaron en hacerse tan universales por el número de personas de toda suerte de rangos y de condiciones que ingresaron en ellos, como por la extensión de los países en que se introdujeron. Todo el mundo era iniciado: los hombres, las mujeres y los niños; tal es lo que cuenta Apuleyo cuando describe el estado de los misterios en su época : entonces se creía que la iniciación era tan necesaria como ahora el bautismo. En fin, esta pasión llegó a ser tan grande y universal que, si hemos de creer al comentarista Hermógenes, el tesoro público de Atenas llenó sus agotadas arcas iniciando a numerosos aspirantes. Aristogitón dictó una ley que prescribía que el que desease iniciarse debía satisfacer cierta cantidad.

Los iniciados recibían el título de epoptas, palabra que significa “el que ve las cosas tales como son”, es decir, sin velo, por contraposición al nombre con que antes se les denominaba: mystos (velado), que significa lo contrario.

Saturday, April 18, 2015

LA SENDA DEL CORAZÓN

LA SENDA DEL CORAZÓN

Por el Dr. Gerard Encausse – Papus

Conozco un hombre sencillo que nunca ha leído un libro y que, sin embargo, puede resolver los más mañosos problemas de la ciencia mejor que muchos científicos famosos. Hay gente humilde sin calificaciones académicas ni experiencia médica para quienes el cielo es tan accesible que los enfermos son sanados a petición suya y los malvados sienten que sus corazones se consumen en amorosa bondad con su contacto. Juana de Arco nunca había leído un tratado sobre estrategia ni visto un campo de batalla pero derrota en su primer intento a los grandes estrategas de su tiempo.

¿Cómo pudo ser esto? Es muy sencillo: porque ella se sometió completamente a la Voluntad Divina y no cuestión al Invisible como hubiese hecho un adepto del plano intelectual.

¿Deberá uno entonces maravillarse con la embrollada forma en que los críticos miran a estas criaturas animadas por la "viviente luz del Padre" y que son generalmente conocidas como quietistas o místicos? Ellos (los adeptos del plano intelectual) no pueden comprenderlos porque tratan de medir facultades universales con las limitadas capacidades de sus cerebros. Porque no puede entenderlo, el crítico insulta al místico y lo tiene en menosprecio, mientras que el místico ora por su atormentador y continúa con su labor de amor.

El sendero del desarrollo espiritual es sencillo y recto hacia delante:
  • "Vive siempre para los demás y nunca para ti";
  • "Haz a los demás como quieres que se te haga en todas las cosas";
  • "Nunca hables o pienses mal del ausente";
  • "Haz lo difícil en lugar de hacer lo que deseas";
  • Estas son algunas de las fórmulas de la senda mística que conduce a la humildad y la oración.
Existe una forma de purificación física muy querida por el corazón del adepto del plano intelectual: es el vegetarianismo, que debilita la atracción de lo físico. Pero esta purificación no significa nada sin embargo, si al purgar el cuerpo de la influencia animal, no purgamos el cuerpo astral del egoísmo y el influjo de la vanidad, cien veces más dañinos que los impulsos nacidos de comer carne. Cuando un hombre piensa que sabe algo y se coloca a sí mismo a la par de los Dioses, trabajando para conseguir su salvación personal y se retira en una torre de marfil para purificarse. ¿Por qué ha de dársele algo? Piensa que tiene lo que necesita y se considera a sí mismo como una persona pura y conocedora de todo. Pero cuando un hombre es sencillo y sabedor de su debilidad, y conoce que su voluntad carece de importancia si no se conforma con las acciones del Padre Celestial, cuando no está preocupado con su pureza personal ni con sus necesidades sino con el sufrimiento de los demás, entonces el cielo lo reconoce como uno de sus "niños pequeños" y Cristo manda que sea conducido hacia Él.

Una madre que ha trabajado toda su vida por educar no solo a sus propios hijos sino a los de gentes más pobres que ella es mayor delante del Eterno que el teólogo pedante y el as llamado adepto tan orgulloso de su pureza. Esta es una verdad instintiva que impresiona a la gente sin necesidad alguna de demostración porque es una verdad aplicable a todos los niveles. Por tanto que el estudiante aspire a la simplicidad en lugar de la pedantería y se cuide de los hombres que se presenten como perfectos porque "¡cuanto más alto más dura es la cada!" La Senda mística requiere  de una ayuda incesante en todas las etapas de la evolución y la perfección.

En el plano físico, ayuda de amigos y maestros que enseñan mediante el ejemplo; en el plano astral, auxilio de los pensamientos de devoción y de caridad que iluminen el sendero y permitan soportar las pruebas por medio de la paz del corazón; por último, en el plano espiritual, asistencia de los Espíritus Guardianes fortalecidos por los sentimientos de piedad hacia todos los pecadores y de indulgencia por todas las debilidades humanas as como orar por todos los ciegos obstinados y por todos los enemigos. Es entonces, que toda la sombra terrenal desaparece lentamente, que el velo es levantado por un momento y que el Divino sentimiento de saber que nuestras oraciones son escuchadas llena el corazón de coraje y amor.

Habiendo alcanzado ese punto el místico no puede entender la necesidad de las llamadas sociedades eruditas, incluso de aquellas dedicadas al ocultismo, ni de libros tan numerosos, necesarios para explicar cosas tan simples. Es muy cauteloso con las sociedades y los libros y se retira más y más en comunión con el desamparado y el miserable. Actúa y no lee más, ora, perdona y ya no tiene más tiempo para juzgar y criticar. El intelectual, observando semejante hombre, se pregunta ante todo mediante que libros ha alcanzado aquel estado, también a qué tradición pertenece y por último, en que categoría ha de colocarse para... ¡juzgarlo mejor! Busca la "palabra mágica" que el místico usa para curar a voluntad las más malignas enfermedades, por la forma de hipnotismo que le permite influenciar las mentes de otros de tal manera, incluso a remota distancia, y por el propósito egoísta detrás de todo.  Y como el intelectual no encuentra en los libros una respuesta a estas preguntas, y como necesita una explicación para reconquistar su serenidad mental, se dice a s mismo muy gravemente o al círculo de sus admiradores: "¡Posesión!" o un "¡místico!" o ¡"Simple Sugestión!”... y todo está dicho. El intelectual, de este modo se hace un poco más vano y el místico, un poco más humilde.

Y mientras que el estudio, la lectura y el tiempo son necesarios para progresar en el plano intelectual, nada de esto es necesario para progresar en la senda mística. Puede ser recorrida casi hasta el final y en una hora de nuestro tiempo terrestre como lo hizo Swedenborg en el primer da de su visión y como lo hizo Jacob Boehme, o puede tomar 19 años incluso antes que su entrada sea descubierta como fue el caso de Willermoz y muchos ocultistas. La razón es que la puerta hacia esta senda no es abierta por el buscador sino por sus guías invisibles y por la fuerza de su ser espiritual. Por tanto, no hay nada más fácil ni nada más difícil que seguir esta senda.

Está abierta a todos los hombres de buena voluntad y ningún otro hombre es digno de ella. La entrada es tan baja que solo los niños pequeños pueden entrar. Como aquellos que acuden a esta puerta son con frecuencia hombres altos y orgullosos que piensan que está por debajo de su dignidad empequeñecerse, la entrada permanece por mucho tiempo invisible para ellos.

A LA GLORIA DE LOS GRANDES SERES DEL MARTINISMO EN EL MUNDO

QUE SUS LÁMPARAS DE LOS MISTERIOS MAYORES NOS ACOMPAÑEN HASTA EL FIN DE LOS FINES EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA AMADA MANSIÓN DE LA LUZ ETERNA. POR ELLO ES NECESARIO TOMAR CONCIENCIA, LA NATURALEZA NOS ENSEÑA CUAN PEQUEÑOS SOMOS ANTE SU PODER Y SU DOLOR. TODOS NUESTROS EGOS Y ORGULLOS SE DESVANECEN ANTE ESTA VERDAD LATENTE EN TODO EL PLANETA. LA DIFERENCIA ESTA EN TI DE AYUDAR A CAMBIAR Y MEJORAR LA NATURALEZA. POR LA VIDA PLANETA TIERRA NUESTRO HOGAR. AYUDEMOS AL EQUILIBRIO, NADIE ESTA LIBRE HOY EN DÍA DE LAS SORPRESAS QUE NOS TIENE LA MADRE NATURALEZA.

SALVEMOS NUESTRO PLANETA, PLANTA UN ÁRBOL

PARA VUESTRA SABIDURÍA Y REFLEXIÓN, QUE LA SANTA CONCIENCIA DE LAS ALMAS NOS AYUDE A DESPERTAR Y DARNOS CUENTA LO QUE NOS PUEDE SUCEDER. YO QUIERO A LA VIDA Y ESTE PROYECTO DE VIDA DEL CREADOR.

SI USTEDES CREEN TOMEN CONCIENCIA Y AYUDEMOS DE VERDAD A NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA. POR LA VIDA. POR YEHOSHUAH NUESTRO MAESTRO Y SEÑOR FIAT LUX FELILUXOR FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.


Monday, April 13, 2015

La Doctrina Martinista



La Doctrina Martinista

De acuerdo con la Doctrina Martinista, el mundo, considerado como un reino material sujeto a nuestros sentidos, así como las regiones espirituales por encima de este, no son obra de Dios considerado en Su forma absoluta.

El Evangelio de San Juan dice:

"En el principio (se refiere al comienzo del tiempo, un periodo cuando los seres relativos comenzaron a manifestarse) era el Verbo" (El Logos, la Palabra Divina.)
"El Verbo estaba cerca de Dios (y no con Dios)...
y el Verbo era Dios" (no el Dios, sino un Elohim o hijo de Dios.) La palabra Elohim es un término hebreo que significa "Él- los-Dioses (as)"
"Todas las cosas fueron hechas por Él y nada de lo que hay fue hecho sin Él"
El Logos es aquel que la Cábala llama Adán Kadmón; aquel que creó los seres inferiores mediante Su palabra "llamándolos" (trayéndolos) a la vida manifestada. Estos seres son inferiores sólo con respecto a Adán Kadmón, el Hombre Arquetípico, junto a él habitan en los dominios espirituales.
Durante esta creación Dios usó un intermediario.
En el Génesis, capítulos 1-3 se dice que la tierra (que allí significa la materia primordial o caos) estaba vacía y sin forma, y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas (el Nous Egipcio es comparable con esta materia.)
El término "Espíritu de Dios" se refiere a un espíritu distinto a Dios en el sentido que no era Dios Mismo ya que Dios es necesariamente Su propio Espíritu.
Luego se nos dice que Dios puso al hombre en el "Jardín del Edén" para cuidarlo y cultivarlo. Este "Jardín" es un símbolo referente al conocimiento accesible sólo a los seres relativos.
El hombre al que se refiere el Génesis en su forma puramente simbólica no es un ser de carne sino un espíritu emanado de Dios y está hecho de un cuerpo (a veces llamado el cuerpo glorioso) creado por Dios Quien lo infundió con una chispa Divina la cual era, de acuerdo con el Génesis, el "mismo aliento de Dios."
De acuerdo con este análisis, vemos que el hombre arquetípico es semi-divino.
Provino de la materia primordial (del caos, hecho de tierra y agua simbólicas) de donde obtuvo su forma, y del aliento que lo anima y lo hace una parte de Dios.
Adán y el logos creativo son la misma cosa. Sin embargo, Adán y el Logos Redentor son dos seres diferentes.
Junto a Adán Kadmón, había otros seres de creaciones previas. Estos seres eran de una naturaleza y plano diferentes. Estos eran los "Ángeles" de los cuales se dice que "algunos eran buenos y otros malos" Adquirieron estas cualidades según el cumplimiento del plan para el cual fueron emanados de Dios. Los Ángeles "buenos" fueron aquellos que se reintegraron después de terminar su misión y los malos fueron aquellos que rehusaron reintegrarse escogiendo el yo en vez del Todo-en-Dios.
Estos son aquellos a los cuales Pasqually se refirió como los "seres perversos."
Ya que cualquier cosa corrupta tiende por su propia naturaleza a corromper otras cosas, especialmente en los reinos espirituales, estos seres perversos de los cuales la colectividad se convirtió en un egrégor del mal.
Simbolizado por la serpiente, estaban celosos de este ser (Adán) que era superior a ellos y una imagen de Dios del cual pretendían haberse separado.
Estos seres actuaron telepáticamente sobre Adán y lo incitaron a ir más allá de sus posibilidades naturales.
Siendo mixto por naturaleza, medio corporal y medio espiritual, así como andrógino, el Hombre Arquetípico debía mantener cierta armonía, un equilibrio necesario en el reino en que Dios lo puso.
Debía ser el Arquitecto del Universo más sutil que el nuestro, el "reino" que no era de este mundo mencionado en los Evangelios.
Bajo el impulso de los seres perversos, el Hombre Arquetípico se erigió a sí mismo en un demiurgo independiente, rompiendo de este modo las mismas leyes que había ordenado observar.
Osó a su vez convertirse en creador y ser igual a Dios por sus hechos. Al intentar esta acción, el Hombre Arquetípico sólo modificó su destino original. Es de esta tradición de donde proviene la costumbre de dedicar a los Dioses o a Dios los primeros frutos de la cosecha o el primogénito de un rebaño.
Y como sólo Dios en sus posibilidades infinitas puede crear o extraer algo de la nada, el Hombre Arquetípico solamente podía modificar lo ya existente.
El Hombre Arquetípico, al querer crear seres espirituales, sólo objetivo sus propios conceptos.
Queriendo darles un cuerpo únicamente los integró en la materia grosera. Deseando animar el caos, sólo se atrapó a sí mismo.
En efecto, Dios siendo el "Yo Soy El Que Soy" excluye la posibilidad de que cualquier olvido pudiera existir. A fin de crear la materia primitiva, Dios sólo removió parte de Sus perfecciones infinitas de una parte de Su imperecedera esencia.
Esta retracción parcial de Sus perfecciones espirituales resultó en la creación de una imperfección material relativa. Esta es la razón por la cual en este mundo la creación de cualquier cosa que sea nunca puede ser perfecta ya que no es de Dios.
Al imitar al Absoluto, Adán Kadmón trató de crear la primera materia. Siendo un alquimista inexperto, al intentar semejante empeño sólo precipitó su caída.


El Hombre Arquetípico es un ser andrógino:
  1. Tan masculino como femenino, positivo y negativo.
  2. Es el elemento femenino negativo el que Adán trata de objetivar fuera de sí mismo. Es el lado izquierdo, femenino, pasivo, lunar y material el que él separará del lado derecho, masculino, activo, solar y espiritual.
  3. Esto fue lo que dio nacimiento a Eva, la Mujer Arquetípica.
  4. Es esta nueva materia, Eva o Mujer Arquetípica, la que Adán penetró con el objeto de crear vida.
  5. El Hombre Arquetípico, de este modo, se degradó a sí mismo al tratar de ser igual a Dios.
  6. Este nuevo reino es el que los Gnósticos llamaron mundo "hílico", que es nuestro universo material lleno de dolor e imperfecciones.
  7. El poco bien que existe aquí proviene de las virtudes del Hombre Arquetípico. Al estar dividido en dos seres, la suma de estas imperfecciones no puede en su totalidad existir estando estos dos seres aparte, por tanto, tenemos la caída.
  8. Esta es la razón por la cual los antiguos cultos deificaron la naturaleza.
  9. Ella fue la madre de todo lo que "estaba debajo de los cielos". Isis, Eva, Deméter, Rea, Cibeles, Erzulí, son los símbolos de la naturaleza material emanada de Adán Kadmón, personificada bajo los aspectos de las "Vírgenes Negras" que son símbolos de la materia prima.
  10. La esencia superior de Adán Kadmón se integró así en la nueva materia para convertirse en el nuevo SULPHUR que es la expresión alquímica referente al alma del mundo. La segunda esencia, la cual es el mediador plástico, el que constituyó la "forma" de Adán, su doble superior se convirtió en el MERCURIO de los alquimistas, refiriéndose a lo que los ocultistas llaman el mundo astral o mundo intermediario.
  11. La materia que es del segundo caos, la cual es la SAL de los alquimistas, es lo que se convirtió en el soporte, el receptáculo o prisión.

ADÁN=SULPHUR EVA=SAL CAÍN = MERCURIO

He aquí por qué la materia universal está viva y, también, por qué puede ser más o menos consciente e inteligente en sus manifestaciones.
A través de los cuatro reinos de la naturaleza: mineral, vegetal, animal y humano, es el Hombre Arquetípico, el Adán Kadmón, la inteligencia demiúrgica la que se halla en acción dispersa y prisionera. Este nuevo universo también se trocó en refugio de los ángeles caídos. Vinieron a este para estar más lejos del Absoluto.
Los seres perversos, por tanto, tienen un interés primordial en ver que el hombre, disperso pero presente en todas partes en la materia que constituye el universo visible, continúe organizando y animando este reino que ellos han reclamado para sí.
Al igual que el alma del Hombre Arquetípico es prisionera de la materia universal, también el alma del hombre individual es prisionera del cuerpo físico. La muerte física y las reencarnaciones que siguen son los medios mediante los cuales las entidades caídas ejercen su control sobre el hombre.
La Sabiduría, la Fuerza y la Belleza que aun se manifiestan en este universo material son los esfuerzos del Hombre Arquetípico para reconquistar la posición que ocupó antes de la caída. Las cualidades opuestas son manifestadas por las entidades caídas para mantener el clima que le hicieron crear con el objeto de existir como ellos quisieron cuando rehusaron reentrar en la Totalidad.
El Hombre Arquetípico no reconquistará su primer esplendor y libertad hasta tanto no se separe de esta materia que lo ata dondequiera. Para que esto ocurra, todas sus células individuales (los seres humanos individuales) tendrán después de su muerte natural que reconstituir el arquetipo REINTEGRÁNDOSE, escapando así de los ciclos de reencarnación.
Sólo entonces el microcosmos reconstruirá el Macrocosmos. Los seres humanos individuales quienes no son más que el reflejo del Arquetipo, serán igualmente el reflejo de lo Divino así como el Arquetipo mismo es el reflejo de Dios, del Verbo o Logos, del "Espíritu de Dios" mencionado en el Génesis.
Esta es la razón por la cual él es el "Gran Arquitecto del Universo"; y todos los cultos de adoración de este último son ipso facto "satánicos" porque esta adoración es ofrecida al Hombre y no al Absoluto. En la Francmasonería él es invocado pero nunca adorado.
Pero, ya que el Hombre ha de descender a la atmósfera demoníaca de este mundo material en donde constantemente está inhalando los frutos de su maléfico intelecto, como nos dice Pasqually, se encuentra así en una mala posición para resistir las constantes tentaciones a las cuales está sujeto. El CREADOR restableció el equilibrio separando de Su Círculo Espiritual Divino un Espíritu Mayor para que sea el guía, el consejero y el compañero del Menor que desciende de la inmensidad celestial para ser incorporado en el mundo material; para obrar de acuerdo con su libre albedrío, sobre el plano terrenal.
Pero el consejo de un Espíritu Superior no es suficiente, el Hombre Caído necesita además la ayuda de un "Elegido Menor". La ayuda que este "Electo Menor" le traerá con el objeto de que él pueda alcanzar la "reconciliación" es de una doble naturaleza. Él transmite al Hombre directamente las instrucciones del CREADOR sobre las prácticas teúrgicas que han de ser ejecutadas; también comunica al Hombre de Deseo al cual es enviado, el don que él mismo ha recibido al darle el sello místico sin el cual ningún Menor puede ser reconciliado.
Esta misteriosa ordenación es la condición esencial de la reconciliación del hombre, porque sin ella no importa cuan grande sean los méritos del Menor, permanece en privación; esto es, sin ninguna comunicación con Dios.
Para escapar de los ciclos de reencarnación en este mundo infernal el hombre debe desprenderse de todo lo que le atrae a la materia así como librarse de la esclavitud de las sensaciones materiales. También ha de elevarse moralmente. Las entidades caídas, sin embargo, luchan constantemente en contra de la tendencia del hombre hacia la perfección tentándolo constantemente para hacerlo permanecer en este mundo en donde ellas pueden mantener su dominio sobre él.
El hombre individual debe constantemente batallar en contra de estas entidades desenmascarándolas y rechazándolas fuera de su reino. Logrará esto parcialmente mediante la iniciación, que lo liga a los elementos del Arquetipo ya reunidos y que constituyen la exotérica "comunión de los Santos"- y en segundo lugar mediante el conocimiento liberador que le enseña los medios más rápidos para ayudar a la ciega humanidad así como a mejorar su obra personal.
Entre estas últimas posibilidades encontramos las Grandes Operaciones Equinocciales que contribuyen a purificar el aura de la tierra mediante exorcismos y conjuraciones usando ritos de Alta Magia que los Elus-Cohens llamaron la obra del culto.
Sólo después de estas liberaciones individuales tendrá lugar la gran liberación colectiva. Esta permitirá la reconstitución del Arquetipo y su reintegración dentro de lo Divino. Una vez abandonado por su animador, el mundo material se disolverá. Dejada bajo la naturaleza anárquica de los espíritus caídos, la materia se disolverá de modo acelerado y así el fin del universo físico tendrá lugar como fue anunciado por las grandes tradiciones.
Este es el despliegue de la Gran Obra Universal.


Fuente:  http://eruizf.com/martinismo/martinista02.html